Un juego que se mereció más reconocimiento de la pasada generación era El Shaddai: Ascension of the Metatron, un juego de acción con un estilo artístico muy único en el que vivíamos una gran batalla contra ángeles y demonios para salvar a la humanidad. Por este motivo, me alegré cuando se anunció The Lost Child, el nuevo juego del mismo director, Sawaki Takeyasu.
De nuevo, la ambientación de ángeles, demonios y deidades vuelven a escena, pero ambientando la acción en el Japón moderno, y cambiando el género de la acción por un dungeon crawler en primera persona. ¿Listos para capturar entidades astrales cual Pokémon para salvar a la humanidad?
En The Lost Child seguimos a Hayato Ibuki, un joven investigador de lo paranormal para la revista LOST. Actualmente se encuentra investigando un misterio sobre una mujer vestida de morado, que siempre aparece alrededor de una serie de suicidios. Tras casi morir por culpa de cierta presencia, se encuentra con un maletín especial, y al poco se encuentra con Lua, una ángel que no para de decirnos que somos el Elegido por Dios para salvar a la humanidad. Así que, con el arma que lleva el maletín (capaz de capturar demonios y otras entidades astrales para luchar junto a nosotros), tendremos que descubrir por qué hay tantos demonios y ángeles en la Tierra (o el Mundo Mortal como lo llaman), y cómo las leyendas urbanas que nos toca investigar tienen más cierto de lo que parecen.
El argumento como tal no está mal, y aunque recuerda muchísimo a lo visto en Shin Megami Tensei, tiene un buen ritmo en cuanto a desarrollos, giros, sorpresas y demás. También me gustan los personajes que nos encontramos, ya que si bien Hayato no tiene personalidad alguna (lo de los personajes mudos en JRPG no me terminan de convencer si hay tan poca interacción como es el caso), esto no ocurre con los demás ángeles, demonios y hasta dioses con los que nos cruzaremos. Eso sí, el tema del idioma vuelve a ser algo importante, ya que The Lost Child está completamente en inglés, por lo que si no sabemos el idioma, nos perderemos la historia por completo.
En cuanto a las mecánicas, no es que haya demasiadas sorpresas. Cuando estamos en la ciudad moviéndonos por diferentes ubicaciones, todo recuerda mucho a una novela visual. En todo momento estaremos en una perspectiva en primera persona, viendo cómo los personajes van apareciendo en pantalla cuando se pongan a hablar. Por medio de las conversaciones avanzaremos en la historia principal o en algunas misiones secundarias, pero todo es por medio de menús, lo cual no es que sea muy dinámico.
Cuando entremos a una de las Capas o Layer, la estructura es la de un dungeon crawler en primera persona de manual. Los mapas los tendremos que ir rellenando mediante la exploración por cuadrículas, entrando en combates aleatorios, que se pueden activar con cada paso que vayamos dando. La exploración es de lo mejor de The Lost Child, ya que cada mazmorra ofrece alguna mecánica nueva, ya sean trampas, paredes que son en realidad puertas, laberintos de manual, etc. No es que sea algo tremendamente original, pero es realmente satisfactorio resolver un puzzle para acceder al siguiente piso de la mazmorra.
Sobre los combates, éstos se desarrollan por turnos, siendo clásicos a más no poder. En nuestro equipo siempre tendremos a Hayato y Lua. El primero no tiene habilidades mágicas, pero puede atacar cuerpo a cuerpo y usar el Gaunger, su arma especial con la que capturar a las entidades astrales. De hecho, para capturar a los enemigos debemos derrotarles de esta forma, disponiendo de diferentes tipos de balas, en función de los elementos que queremos asociar a nuestro ataque. Lua se centra más en la magia, ya sea curativa u ofensiva. Finalmente, el equipo se puede rellenar con tres entidades astrales, habiendo más de 100 criaturas a capturar.
De esta forma, The Lost Child tiene cierto toque a Pokémon, lo que crea un ciclo adictivo de ir capturando criaturas, mejorarlas con el karma obtenido durante los combates (sólo suben de nivel Hayato y Lya con los combates) y hasta hacer que evolucionen si disponemos del objeto adecuado. La dificultad como tal del juego no es muy elevada, pero sí que tiene cierta miga el ajustar la salud y el MP de los personajes para explorar de golpe las mazmorras. De hecho, hay varias mecánicas interesantes, ya que si nos envalentonamos y morimos, podremos volver a reintentar el combate a cambio de cierta cantidad de karma, pero si lo hemos gastado por completo en la evolución de Astrales, nos aparecerá la pantalla de Game Over.
Gracias a esta exploración y el divertido combate, The Lost Child logra enganchar de lo lindo, ya que me encontraba constantemente en la situación de «solo un piso más», para luego hacerme varios antes de apagar por fin la consola. Además estamos ante un JRPG bastante duradero, que nos dará más de 20 horas de diversión, de lejos.
Donde sí que puede haber problemas es en los apartados técnicos. Por un lado, tenemos unos gráficos que nos ofrecen unas mazmorras muy poco vistosas, estando realizadas en 3D, pero que casi parecen de la era PS2, siendo generosos. Lo que es más atractivo es el diseño de los personajes, al ser dibujos muy vistosos de todas las criaturas y personajes. Por desgracia, estos dibujos son excesivamente estáticos, lo que hace que los combates no son nada interesantes a nivel visual, ya que el muñeco enemigo se mueve hacia el icono del personaje que ataque, y poco más. Después de otros JRPG en los que hay peleas más dinámicas o atractivas, The Lost Child es bastante cutre en comparación.
La interfaz de usuario deja también que desear, ya sea en los combates o en la gestión de recursos por los menús. Es funcional, pero de nuevo, tenemos otros tantos JRPG que lo hacen mejor, que choca un poco algo tan, tan clásico.
El sonido nos da una de cal y otra de arena. El doblaje (tanto en japonés como en inglés) no está nada mal, lo que nos permite meternos más de lleno en la historia. La música que suena no está mal, pero el problema está por la falta de la misma durante la exploración. Durante la mayoría de mazmorras, solo escucharemos alguna melodía en los combates, por lo que al explorar sólo hay silencio, o como mucho, algún que otro efecto. Esto ha hecho que estuviera con música de fondo o podcasts durante las mazmorras, ya que el sonido no me terminaba de cautivar.
Conclusión
Como fan de los JRPG y los dungeon crawler, The Lost Child me ha divertido y enganchado de lo lindo. Estamos ante una propuesta muy clásica, que ofrece una historia de ángeles, demonios y dioses bastante entretenida, además de un buen diseño de mazmorras que son una delicia de explorar. Sin embargo, esta propuesta tan clásica puede echar para atrás a más de uno, ya que visualmente no estamos ante un juego que apenas destaque, todo es muy estático, la interfaz deja que desear, y hasta el apartado sonoro no llega a sorprender en ningún momento.
Pese a estos problemas, para los amantes del género que quieren un buen título largo y que sea adictivo, The Lost Child es una propuesta más que recomendable, sobre todo si lo queréis jugar en modo portátil en Switch o PS Vita, donde sin duda el juego se disfruta muchísimo más.
Nos consolamos con:
- Historia con un buen ritmo y que nos anima a seguir avanzando
- Diseño de mazmorras bastante bueno, haciendo que sea una delicia completar al máximo cada nivel
- La captura de Astrales engancha que da gusto
Nos desconsolamos con:
- Todo es excesivamente estático, haciendo que los combates y las mazmorras no sean atractivas
- La casi falta de música durante la exploración
- La interfaz de usuario podría ser algo más clara o intuitiva
Ficha
- Desarrollo: Kadokawa Games
- Distribución: NIS America
- Lanzamiento: 22/06/2018
- Idioma: Inglés
- Precio: 49,99 €
Deja una respuesta