Hay que respirar bastante hondo antes de afrontarse a una sesión de The Last of Us Parte II. El rato que vamos a pasar va a ser una experiencia implacablemente triste y violenta. Una historia de sobre como el ciclo de la violencia lleva a más violencia, de como la venganza lleva a más venganza. Sin alivio de principio a fin, nosotros, el jugador, nos veremos sujetos a una de las violencias más desgarradoras y gráficas jamás vistas en un videojuego. El sonido de la sangre borboteando al cortar una yugular de un enemigo. Alguien cuyas últimas piadosas palabras no serán escuchadas. El duelo de perder a un amigo en el momento en que más lo necesitamos…
Nos encontramos delante de una obra maestra.
Pero esta no es una opinión ampliamente compartida. La comunidad está enormemente dividida. Y no estoy hablando de la homofóbica respuesta de una minoría a un personaje principal sobre el que gira la historia, Ellie, que es homosexual. El carácter inclusivo de Naughty Dog pasa a un segundo plano por una serie de decisiones de la historia que, para explicar, tendríamos que contar spoilers, cosa que no vamos hacer en este análisis.
Además, muchas de sus críticas llegaron a las 24 horas del lanzamiento del juego. Yo tardé unas treinta en terminarlo – el doble que el original. Habiendo oído sobre esas críticas incluso antes de recibir el código para analizar el juego me hizo ya empezar con mis dudas. Pero la belleza, historia trepidante y perfeccionismo de Naughty Dog me cautivó desde las primeras escenas. El sufrimiento incesante esconde una obra épica pensada para no dejar indiferente.
Su escritor y director Neil Druckmann ya avisó que nos encontrábamos con un juego que no se puede definir como «divertido», si no más bien interesante y cautivador. The Last of Us Parte II no es divertido, en absoluto, pero nos tiene amorrados a la pantalla de principio a fin. Una secuela que retoma la historia donde lo deja el anterior y nos sumirá en una nueva trágica aventura. Veremos las graves implicaciones de difíciles decisiones que fueron tomadas en el juego original. Aunque reconociendo que esas eran por amor, las de esta secuela se basan en el odio. Este no es un juego donde la venganza es una herramienta de la historia, es un juego sobre el propio concepto venganza y sus ramificaciones.
En cuanto a la jugabilidad, podríamos decir que es continuista. Habiendo jugado al original, y a otros juegos de Naughty Dog como la saga Uncharted, el control es muy familiar, aunque con el paso de los años la transición entre momentos cinemáticos y de juego es cada vez más fluida y natural. Hay un minucioso trabajo de animaciones imperceptibles que dotan al juego de un gran realismo.
También como el primero, nos veremos con una limitación constante de munición y recursos. Tenemos que pensar siempre de forma estratégica y decidir cuál es el mejor momento de disparar, crear botiquines, flechas, u otros accesorios como cócteles molotov o bombas de proximidad. Entrar corriendo en una área para intentar cargarse a todo el mundo no es una opción. Debemos ser mucho más sigilosos e intentar sorprender a nuestros enemigos (o evitar) para salir vivos en cada situación.
En ese sentido, los encuentros en The Last of Us Parte II acostumbran a ser mucho menos predecibles. Así como en el original o en los Uncharted queda bastante claro cuando llegamos a una área donde vamos a luchar contra un montón de enemigos, no lo es tanto ni mucho menos esta vez. El diseño de los niveles es mucho más cohesivo, con muchas más opciones para esconderse y zonas más grandes que dan para un montón de posibles soluciones. Los enemigos también son más listos e intentarán, si nos detectan, hacer cosas como flanquearnos en grupo. Enfrentarse a más de un individuo (o infectado) a la vez disminuye mucho nuestras posibilidades de supervivencia.
No es un juego perfecto, por eso. Precisamente hay momentos donde igual el personaje no nos responde como nos gustaría – sobretodo cuando necesita una reacción rápida, y hay algún momento de la historia donde los personajes igual actúan de alguna forma que contradice sus motivos. Pero hay tanto que está bien hecho, como sus personajes profundos y complejos, una historia emocionante y enormemente reflexiva y una jugabilidad trepidante que obcecarse con estas imperfecciones es realmente absurdo.
El realismo del entorno y la ambientación sonora hacen cobrar vida a los diferentes escenarios. Gustavo Santaolalla vuelve con su composición minimalista centrada en la guitarra, con notas de gran peso para acompañar un mundo que ya no es lo que era, dónde la supervivencia no está, ni mucho menos garantizada. Esta vez, en lo que resulta una mecánica ciertamente interesante, podemos llegar a tocar la propia guitarra con el mando, rascando en el pad los acordes que escojamos. Está realmente bien hecho. Como ejemplo de perfeccionismo, vemos cómo los dedos de los personajes se ponen en los trastes que toquen y dan a la cuerda correspondiente.
Los paisajes que pasaremos van desde campos abiertos a espacios opresivos. Pero incluso cuando estamos al aire libre, el clima lluvioso de Seattle, por ejemplo, crea sensación de desamparo. Nos vamos a mojar bastante.
En cuanto a los enemigos, seguiremos encontrando decenas de infectados -los zombis de The Last of Us a los que nunca se llama ‘zombis’-, así como nuevas organizaciones. También veremos como las relaciones entre los «buenos» y los «malos» se diluyen en la escasa moralidad que uno puede conseguir cuando busca venganza.
Como no quiero desvelar sorpresas ni spoilers, quedan en mi tintero un montón de cosas a discutir que igual podrán ser parte de entradas específicas. Pero no aquí, no ahora, anda ve a la tienda (bien protegido contra los infectados reales del COVID), o descárgalo de forma digital.
Queda patente, para mi, que The Last of Us Parte II es uno de los mejores juegos de toda la generación de PS4 y no nos extrañe que, de aquí no mucho, veamos la versión remasterizada en una flamante PS5. Habiendo pasado siete años entre el primero y el segundo, no tengo muchas esperanzas de ver una parte III pronto, así que tocará conformarse con la serie de televisión que HBO anda preparando…
Nos consolamos con:
- Ambientación visual y sonora fuera de serie
- Gran jugabilidad cargada de acción
- Personajes profundos e introspectivos que no dejan indiferente
Nos desconsolamos con:
- No poder descansar ni un momento, penuria tras penuria
- No salen vivos ni los perros
Ficha
- Desarrollo: Naughty Dog
- Distribución: Sony Computer Entertainment
- Lanzamiento: 19/06/2020
- Idioma: Castellano
- Precio: 69,99 €
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