Los simuladores inmersivos son increíbles. Nos ofrecen grandes mundos donde buscar nuestras propias soluciones a cada uno de los problemas, a la par que vivimos una gran historia. ¿Uno de sus primeros juegos? System Shock en 1994, donde si bien no se daban todos los ingredientes que asociamos al género como en Prey o Deus Ex, sí podemos apreciar esas ideas primitivas. De hecho, es el juego que inspiró a BioShock, además de darnos a una de las villanas más icónicas de la industria.
Esto hacía que un remake para poder vivir el clásico en las plataformas modernas fuera casi una necesidad. Una manera de preservar el juego, al mismo tiempo que puede llegar a un nuevo grupo de usuarios. Esto dio como resultado System Shock Remake, desarrollado por Nightdive Studios y uno de los mayores éxitos de Steam del año pasado. Tras un fuerte trabajo de adaptación para funcionar en mando y recibir varias actualizaciones, es el momento de luchar contra SHODAN en PS5 y Xbox.
Alguien ha llevado un fusil de asalto a un combate a muerte de llaves inglesas
El peligro de la IA
La premisa de System Shock es bastante «típica». Somos un hacker en un mundo cyberpunk donde intentamos hacernos con un implante de manera poco legal… Pero la empresa de turno nos pilla y nos propone un trato: nos da matarile, o hacemos un trabajito a cambio de dicho implante. La decisión es más que obvia, aunque nuestras acciones tengan desastrosas consecuencias. Nos piden desactivar el componente ético de la IA SHODAN, y al hacerlo, todo se va al desastre. Toma la Ciudadela, una nave espacial dividida en múltiples pisos y ahora sólo tiene un objetivo: acabar con la humanidad.
La trama no ha cambiado respecto al original, y aunque no la conociéramos de antemano, logra ser tan interesante como antaño gracias a lo bien escrita que está. Eso sí, la narrativa no es directa mediante secuencias o diálogos interminables, sino que descubriremos mucho sobre este mundo futurista controlado por organizaciones o lo que ha hecho SHODAN en la estación por medio del propio entorno y los logs que encontraremos. Sí, el primer elemento que luego inspiró a BioShock a hacer lo propio.
La verdadera estrella de System Shock es claramente SHODAN. Es una IA con muchísima personalidad, que no dudará en insultarnos, llamarnos insecto y picarnos a medida que vamos desbaratando su red poco a poco. En cierto sentido, me ha recordado a GLaDOS de la saga PORTAL… Aunque con menos sentido del humor y más ganas de aplastarnos. Sin duda, de las villanas a las que más gusto da ir derrotando nivel a nivel. Que encima sea una IA es la guinda del pastel, dada la situación en la que nos encontramos en la actualidad con las IAs generativas a las que ojalá se pudiera destruir como a la «buena» de SHODAN.
SHODAN no es una de las mejores villanas de la historia por su cara bonita
Las maravillas de la vieja escuela
Nos hemos acostumbrado mucho a los juegos recientes, donde tenemos infinidad de indicadores en pantalla que nos indican exactamente hacia dónde ir, las misiones a completar, etc. Pero así no era antaño, y al estar ante un remake que se mantiene fiel al original, no tendremos ninguna de estas ayudas en System Shock.
Esto nos obliga a estar atentos a nuestro entorno y los diferentes logs (ya sean de audio o texto) para saber hacia dónde dirigirnos o qué debemos hacer. Esto hace que sea más satisfactorio cuando demos con la solución correcta, encontrando el camino que nos permite ir progresando. Al fin esa puerta desbloqueada, o un conducto que nos permite saltarnos un bloqueo anterior, etc. Gracias al excelente diseño de niveles, habrá múltiples soluciones para muchos de los problemas que nos plantean, animándonos a explorar hasta el último rincón de la Ciudadela.
Lo mismo se aplica al combate. No vamos a ir sobrados de recursos, funcionando System Shock casi como un survival horror. Tenemos un inventario limitado, teniendo que hacer un Tetris con cada nuevo objeto que queramos conseguir a lo Resident Evil 4. Esto nos impide llevar todas las armas posibles, y además, tanto la munición como la energía escasean. Así que decidir bien cómo afrontar cada combate es esencial, sintiendo siempre que nos vamos a quedar sin los recursos necesarios para triunfar… Pero sobreviviendo si seguimos intentándolo. Es un equilibrio muy complicado que hace cada victoria todavía más dulce cuando todo funciona a la perfección.
En el cíber-espacio el juego se convertirá en un frenético shooter de 6 grados de libertad
Los problemas de la vieja escuela
Ahora bien, nos hemos acostumbrado mucho a las ayudas actuales, y en cierto sentido, este énfasis por el estilo de la vieja escuela puede jugar en contra de System Shock en ciertas ocasiones. ¿Esa falta de indicadores? Cuando nos perdemos en los laberínticos escenarios y tenemos varios pisos que visitar para ver por dónde progresar, igual resulta un poco frustrante hasta que damos con esa tecla. Quizá un log básico no vendría mal, por poner un ejemplo.
El combate es otro problema. Sencillamente no es satisfactorio. Cambiar entre los objetos usando el pad direccional es funcional, pero no demasiado cómodo, sobre todo cuando nos quedamos sin munición y nos toca rotar entre nuestras armas rápidamente. Además, la sensación de impacto con las armas cuerpo a cuerpo no es muy potente, ni las armas terminan de sentirse poderosas del todo.
¿No logramos avanzar? Igual resolver un puzzle como este nos ayudará a encontrar el camino
En ocasiones, las peleas me parecían un esfuerzo de tozudez máxima. Debido al sistema de reaparición, una vez desbloqueado el regenerador de una planta, al morir no tendremos un «Game Over», sino que todo el estado se mantiene, pero reapareceremos en estas salas. Esto supone tener que volver a recorrer todo el camino hasta el lugar donde nos mataron, esperando que SHODAN no haya soltado más enemigos por el camino, e ir aniquilando poco a poco a nuestro enemigo. Estas vueltas constantes se pueden hacer engorrosas. Y sí, el juego nos anima a usar todos los dispositivos a nuestra disposición, ya sean armas normales o granadas, pero incluso con esa mentalidad, a veces es como intentar derribar un muro a base de puñetazos. Me sentía como el Doctor de Capaldi en Heaven Sent en vez de un hacker luchando contra las monstruosidades de una IA homicida.
No son aspectos que rompan el juego ni mucho menos, pero quizá se podría haber hecho algún que otro ajuste más. Es cierto que System Shock nos permite manipular la dificultad de diferentes aspectos según nuestras preferencias, pudiendo tener algunas de estas ayudas. Así podemos hacer que la exploración, el combate o las secciones del cíber-espacio sean más o menos complicadas. ¿Problema? No podemos modificar ninguno de estos parámetros con la partida iniciada, por lo que si sentimos que el juego nos está superando, o empezamos de cero, o mala suerte.
El sistema de dificultad gradual es muy bueno… Lástima que no se pueda modificar en cualquier momento
La gloria de lo retro-moderno
Donde sí creo que Nightdive Studios lo ha clavado a la perfección es en la parte audiovisual. Aunque estamos ante una estación espacial llena de pasillos como los típicos que hemos visto en infinidad de películas o series, System Shock logra una estética brillante. Se ha apostado por una mezcla de gráficos poligonales como antaño, pero con un nivel de detalle propio de los juegos modernos. Hay muchísimos efectos, los enemigos impresionan y desde el principio, el juego entra por los ojos de una manera increíble.
Las secciones del cíber-espacio, donde de repente la experiencia se transforma en un shooter de 6 grados de libertad a lo Descent, tienen su propia estética. Todo acompañado de un apartado sonoro increíble. La música es espectacular, los efectos son súper contundentes y el trabajo de los actores de voz en inglés es soberbio.
Conclusión
System Shock es un remake fantástico. Una manera encomiable de modernizar un clásico como este, pero manteniendo intactas todas sus virtudes. ¿El diseño que lo convirtió en un juego inolvidable y que marcara escuela? Está intacto, pero con un lavado de cara increíble para convertirlo en un juego vistoso a más no poder.
Eso sí, para los que no estén acostumbrados a un diseño más de la vieja escuela, igual se puede hacer bola. Pese a las ayudas que se han introducido con la dificultad gradual, o el renovado diseño audiovisual. Pero son aspectos «menores», ya que precisamente esa es la magia de este System Shock.
Ya no hay juegos como este. Obras donde se confía al 100% en el jugador para disfrutar tanto de la historia como de los niveles, sus mecánicas o su universo. Todo mientras nos enfrentamos a una de las mejores villanas de la industria. Así que, si sois amantes de los simuladores inmersivos y queréis ver uno de sus progenitores, debéis probar este divertidísimo remake.
Nos consolamos con:
- Audiovisualmente es espectacular gracias a su estilo retro-moderno
- Un diseño de la vieja escuela que confía en el jugador en vez de llevarlo de la mano
- SHODAN hace honor a su leyenda. Una villana memorable
- La dificultad gradual para ajustar la partida a nuestro estilo de juego…
Nos desconsolamos con:
- … Aunque no podemos cambiarla durante la partida
- El combate está lejos de ser satisfactorio
- Los momentos en los que podemos acabar perdidos
- El sistema de reaparición nos anima a experimentar… Pero también se pueden hacer bola los tiroteos
Análisis realizado gracias a un código para Xbox Series X proporcionado por PLAION.
Ficha
- Desarrollo: Nightdive Studio
- Distribución: PLAION
- Lanzamiento: 21/05/2024
- Idioma: Voces y Textos en Castellano
- Precio: 39,99 €
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