Aunque el equipo de Joy Way está trabajando en varios juegos de Realidad Virtual al mismo tiempo, el proyecto que los ha colocado en el mapa es sin duda Stride. Desde que se mostró el primer tráiler, estaba claro que el estudio quería ofrecer una experiencia cercana a Mirror’s Edge, pero en VR, lo cual suena de lujo para los que buscamos emociones fuertes.
El equipo iba por muy buen camino, como demostraron con un lanzamiento en Early Access algo corto de contenido, pero con unas mecánicas fantásticas. Desde entonces, el equipo ha ido añadiendo mejoras y modos para mantenernos en las azoteas de los edificios, y hasta están trabajando en un modo multijugador online que ya se puede probar en PC, siendo realmente divertido pese a su prematuro estado. Todo esto nos lleva al lanzamiento en Oculus Quest de Stride. Como no hay Early Access al uso en el visor, ya aprovecho para hacer un análisis, aunque el juego seguirá creciendo. ¿Hay más contenido en esta versión? Desde luego, pero todavía está por llegar el modo Campaña o el propio multijugador a esta versión o de manera definitiva, por lo que en este texto me centraré en lo que ofrece Stride de lanzamiento, que no es poco. Así que calentad, o nos tropezaremos entre tanto salto por azoteas.
Como decía, por ahora no hay historia, por lo que al empezar a jugar, disfrutaremos del renovado tutorial. Aquí se nota que Stride parece más un juego final en vez de un «simple» Early Access, al haber una muy buena secuencia para ir enseñándonos todas las mecánicas que tiene el juego: correr, saltar, correr por las paredes, disparos, deslizamientos, el gancho, etc. Aunque puesto así en un listado puede abrumar, el tutorial lo hace muy bien para que dominemos una parte, y poco a poco se vayan mezclando con las demás, hasta hacernos unos expertos en el parkour virtual… O al menos, conocer lo básico para poder dar dos saltos seguidos.

¿Y cómo son las mecánicas? Sencillamente fantásticas. La Realidad Virtual se basa en la inmersión, y eso es justamente lo que logra Joy Way en Stride con la forma de controlar a nuestro personaje. Para correr, no será suficiente con mover el stick, sino que tendremos que hacer el gesto de correr, lo cual es duro ahora con el calor del verano, pero nos pone más en situación.
Para saltar, tenemos que mantener el botón «A» del mando, y luego soltarlo mientras hacemos un gesto de salto con ambas manos, lo cual, de nuevo, es muy inmersivo, además de funcionar realmente bien. Estas mecánicas ya las tenían muy dominadas en el Early Access, y ahora se han refinado, de manera que es más claro cuándo estamos corriendo por una pared, no nos quedaremos tan atascados al intentar agarrar un saliente (puede ocurrir, pero es algo raro) y no habrá «agarres fantasmas» que nos harán caer al vacío.
Eso sí, todo sigue siendo bastante técnico, por lo que cuando empieza la acción, ir pasando del salto al deslizamiento, al «vaulting» para superar un pequeño obstáculo y luego saltar, es complicado. No es raro que nos volvamos locos y saltemos antes de tiempo al soltar el botón de salto, movamos los brazos sin querer y nos precipitemos hacia la muerte. Eso también forma parte de la inmersión de Stride, ya que imagino que alguien que salta sobre azoteas debe estar concentrado, y lo mismo se aplica a nosotros.
El modo principal del juego sigue siendo, por ahora, «Endless«. Básicamente, es un «endless runner», donde tenemos que ver lo lejos que llegamos. Desde el lanzamiento en Early Access, se han añadido múltiples mejoras que ahora dan mucho más empaque al modo. Para empezar, hay un sistema de desbloqueos en base a la puntuación obtenida, por lo que al conseguir ciertos puntos, desbloquearemos nuevos potenciadores que aparecerán en sucesivas partidas.
Además, podemos escoger la dificultad en la que empezamos a jugar. Esto nos permite practicar los obstáculos que tenemos en «Difícil» o «Imposible», si bien no obtendremos tantos puntos como si empezáramos en «Harmless» y vamos ascendiendo poco a poco. A esto hay que sumar la personalización al quitar enemigos, que nos maten de un golpe, etc, lo que nos da margen para jugar a nuestro gusto.
Internamente, el modo también ha mejorado mucho en la generación de los niveles, al añadir nuevas estructuras para cada nivel de dificultad, para que no parezca que hacemos todo el rato lo mismo. De hecho, en esta versión para Oculus Quest se han añadido habitaciones con puertas y cristales. Ambos pueden ser abiertos o destruidos al pasar nosotros, siendo sencillamente increíble saltar a una habitación por la ventana rompiéndola en el proceso, acabar con el enemigo que hay dentro (a base de tiros, que el cuerpo a cuerpo es malo), y salir rompiendo la otra ventana para deslizarnos por una rampa hasta saltar a un obstáculo más seguro al fin.
Estos momentos tan épicos son una constante en Stride, pudiendo usar la cámara lenta para ayudarnos a apuntar con más precisión o pensar mejor nuestro siguiente movimiento. Esto es muy importante cuanto más complicada sea la sección donde estamos, ya que en «Difícil» tocará enlazar saltos, balanceos con el gancho y momentos de correr por la pared, lo cual es brillante, pero también muy desafiante cuando además nos están disparando los soldados enemigos.
Otra novedad que me encanta es la del dron. Este nuevo enemigo se puede destruir de unos cuantos disparos, pero mientras esté delante de nosotros, irá soltando minas o trampas láser, que también podemos destruir. Sin embargo, a veces no podremos, lo que nos obligará a saltar o deslizarnos, creando así obstáculos más dinámicos.
Tanto el dron como las habitaciones (con las puertas y las ventanas) se añadirán a finales de agosto/principios de septiembre en la versión de PC, y sin duda, ayudan a dar mucho más empaque a Stride. No solo eso, sino que también es un buen anticipo de mecánicas que nos podremos encontrar en el futuro modo campaña, ya que si de forma orgánica salen situaciones tan espectaculares de forma constante, en niveles diseñados a mano a lo Mirror’s Edge se pueden conseguir locuras espectaculares.
Si no queremos algo procedimental ni enemigos, entonces tenemos el modo «Contrarreloj«. Aquí nos encontramos una serie de niveles prefijados de diferente dificultad, para ver lo rápido que los podemos completar. Esta parte del juego está algo coja por el bajo número de niveles, pero si sólo queremos platarmeo y parkour, entonces aquí Stride nos mantendrá bien ocupados.

Por último, nos encontramos con el modo Arena, que consiste en una serie de azoteas diseñadas a mano, donde se nos irán mandando una serie de objetivos a cumplir en un margen decreciente de tiempo. Como en el modo Endless, iremos desbloqueando nuevos potenciadores a medida que sumemos puntos.
Esta modalidad no ha sufrido muchos cambios desde su estreno en PC, por lo que no se han añadido las puertas, pero sí algunas ventanas, del modo Endless. Aun así, es un modo que engancha, al ir obligándonos el juego a pasar por varios checkpoints o eliminar enemigos a toda pastilla, para no fallar en los objetivos. Si además enlazamos objetivos sin perder puntos de vida, conseguiremos un multiplicador, sumando todo a esa sensación de «venga, una más y lo dejo» que tienen todos los juegos que enganchan más que un buen culebrón.
Como tal, ya no hay más en esta versión para Oculus Quest de Stride, ya que el multijugador todavía sigue en Alfa en PC, pero se añadirá en el futuro. Lo mismo con la campaña, por lo que, pese a no llevar la coletilla, sí que se podría considerar el juego como un Acceso Anticipado. Ahora bien, esta versión ya logra mantenerse por sí sola, ya que los tres modos que ofrece dan una diversión fuera de toda duda, además de tener bastante chicha para que vayamos mejorando nuestras habilidades de parkour.

¿Otra ventaja de esta versión de Quest? ¡No tener cables! Sí, sé que hay formas de jugar en PC sin cables, pero la libertad que da el no estar conectado al PC es magnífica, además de sentarle de lujo a un juego como Stride. Lo más importante es que no hay ningún sacrificio respecto la versión de PC, siendo de hecho, hasta la actualización de agosto/septiembre, esta la versión más completa del juego.
A nivel técnico, tampoco hay muchas diferencias. Sí, las texturas son quizá algo más planas o los modelados de los enemigos son más planos, pero cuando estamos corriendo, no nos vamos a fijar en estos detalles. Lo importante es que se logra la sensación de que no estamos sufriendo ninguna clase de recortes por jugar en Oculus Quest, y eso es lo más importante. Además, Stride logra una buena identidad visual, acercándose muchísimo a Mirror’s Edge (eso está claro desde el primer momento), pero luciendo genial cuando estamos dentro de su mundo virtual.
En cuanto al sonido, la música que suena es bastante intensa y pega a la perfección con el estilo de juego ante el que nos encontramos. Los efectos están bastante bien, habiendo bastantes pistas auditivas que nos avisarán cuándo aparecen los enemigos o los drones. Eso sí, la pistola que usamos no suena nada contundente, pareciendo a veces un poco de juguete. No importa demasiado al no estar ante un shooter, pero sí es algo que quizá podría irse mejorando en el futuro.

Conclusión
Ya me era fácil recomendar Stride en su lanzamiento en Early Access, con que ahora con unas mecánicas más pulidas y más contenido, es directamente un imprescindible para todos los amantes del parkour y de Mirror’s Edge que quieran vivir emociones fuertes. ¿Está fuera de Early Access por completo? Diría que no, ya que todavía no tenemos el esperado modo Campaña, y el multijugador todavía no está disponible en Quest.
Aun así, Joy Way está haciendo un trabajo espectacular mejorando el juego, y ahora mismo, hay suficiente «chicha» como para mantenernos saltando entre azoteas durante unas cuantas horas mientras nos picamos por ver lo lejos que llegamos o los puntos que conseguimos. En este sentido, la versión de Oculus Quest de Stride es espectacular, convirtiéndose claramente en mi manera favorita de disfrutar del título.
Tengo muchas ganas de ver cómo sigue evolucionando el proyecto, ya que aquí hay una verdadera joya, que ya mismo se puede convertir en vuestra nueva obsesión en Oculus Quest, por lo que a poco que os guste el plataformeo o el parkour, Stride debe estar en vuestra biblioteca digital.
Nos consolamos con:
- Mecánicas que funcionan muy bien y además son altamente inmersivas
- Momentos épicos constantes durante las partidas
- Esa sensación constante de «una partida más y lo dejo»
- Jugar sin cables ni estar limitados a un PC es fantástico
Nos desconsolamos con:
- Todavía sigue siendo básicamente un Early Access
- El modo Arena no tiene todas las novedades que se han añadido en Endless
- Faltan más niveles para el modo Contrarreloj
- Algún pequeño momento donde nos podemos quedar atascados en el escenario
Análisis realizado gracias a un código para Oculus Quest ofrecido por Joy Way.
Ficha
- Desarrollo: Joy Way
- Distribución: Joy Way
- Lanzamiento: 05/08/2021 - Próximamente en PSVR
- Idioma: Textos y Voces en Inglés
- Precio: 14,99 €
Deja una respuesta