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Sports Scramble

Sports Scramble

Parece que hay una regla no escrita de, cuando se saca un nuevo dispositivo con nuevas opciones de movimiento, tiene que haber un juego deportivo para demostrar las bondades del cacharro en cuestión. Esto ocurre sobre todo desde el exitazo de Wii Sports, lo que nos ha llevado a recibir juegos deportivos con PS Move, Kinect y ahora con Oculus Quest.

La calidad de estos títulos ha ido variando, pero desde Oculus han querido poner toda la carne en el asador con Sports Scramble, al poner a un estudio de la calidad de Armature Studios a crear este título deportivo, que parte de una premisa bastante original: ¿y si los deportes se mezclaran entre sí? Con esta pregunta en nuestras manos, nos adentramos en este colorido juego deportivo, con la idea de aprovechar al máximo las capacidades de «Room Scale» de Oculus Quest y Rift/S.

En Sports Scramble nos encontramos tres deportes, cada uno con sus propias características: Tenis, Béisbol y Bolos. Cada uno se juegan como uno podría esperar: en el tenis tenemos que golpear con la raqueta para anotar los puntos; en el béisbol pasaremos entre bateador y pitcher para que nuestro equipo consiga carreras; y en los bolos intentaremos obtener strikes para alzarnos con la mayor puntuación posible. Nada sorprendente en este sentido, y aunque no estamos ante un simulador en ninguno de los casos, las físicas de todo funcionan muy bien, por lo que estamos ante una experiencia arcade, pero altamente funcional.

Sports Scramble

La gracia de todos los deportes es cuando metemos las mezclas que dan nombre a Sports Scramble, ya que afectan de formas muy diferentes a cada uno de los deportes. En el tenis, cuando la pelota pase por diferentes potenciadores, la pelota o la raqueta podrán cambiar, para convertirse en una pelota de rugby, un balón de playa, un pez globo; o en el caso de la raqueta, un palo de cricket, un palo de golf, un pescado flácido o incluso un dedo típico del fútbol americano. Cada pelota y raqueta tiene sus características y físicas, por lo que tendremos que cambiar nuestra forma de jugar. Lo bueno es que, si contamos con una raqueta acorde a la pelota que haya en ese momento (dedo de fútbol americano con balón de rugby, por ejemplo), contaremos con un bonus de potencia.

A todo esto hay que sumar otros potenciadores, como que la red esté más alta, o usar una pelota que va cada vez más rápido, de modo que llega un momento en el que casi va a la velocidad del sonido. Sí, es todo tan loco como suena, y eso lo hace tremendamente divertido. Personalmente, solo por el juego del tenis ya merecería la pena Sports Scramble, ya que concentra todo lo bueno de jugar con un sistema sin cables como es Oculus Quest, que es donde he estado jugando.

Para empezar, el juego reconoce el área marcada por el sistema Guardián, de modo que cuanto más grande sea nuestra zona de juego, más nos podremos mover físicamente por la pista de tenis. El título tiene en cuesta este tamaño para que no nos manden la pelota fuera de la zona a la que tenemos acceso físicamente en el mundo real, por lo que el tamaño de la pista de juego real importa muchísimo. Si jugamos en un área pequeña, al final todo es un poco como en Wii, al tener que mover la raqueta por el lado derecho o el izquierdo, y ya está. Divertido, pero nada del otro mundo. Al jugar en una zona más grande, la cosa cambia radicalmente, ya que nos tendremos que poner a correr de un lado a otro como si estuviéramos en un partido de tenis de verdad… En uno con power-ups y potenciadores, claro. Cuando he jugado en el patio de mi casa, me lo he pasado como un enano, además de sudar de lo lindo al disputar al máximo cada punto. No sé cómo de bien se jugará en un visor con cables como es Oculus Rift, pero al menos en Quest la sensación es maravillosa.

Sports Scramble

Mi deporte menos favorito del trío es el béisbol, ya que el ritmo de los partidos es algo lento. Aquí es importante los cambios en la pelota y el bate para el pitcher y el bateador, ya que la forma de lanzar o de seguir la pelota hasta el momento del golpeo cambia muchísimo. Algo que tengo que reconocerle a Sports Scramble es que ha hecho que me divierta jugando un partido de béisbol, algo que nunca me había pasado… Pero eso no quita que el ritmo sea algo más lento entre el golpeo, ver hasta dónde llega la pelota, que las carreras se hagan, volver a lanzar, etc. Está todo bien hecho, pero esto ya es algo más cuestión de gustos que otra cosa.

Por último, pero no por ello menos importante, tenemos los bolos, la opción perfecta para unas risas con los amigos. Aquí, los cambios afectan a la pelota y a la pista, ya que tras cada set de tiradas (una o dos, en función de si conseguimos un strike o no), la pista cambia. Lo bueno es que, si conseguimos un strike, podremos conseguir bolas especiales que dan ventaja, como bombas. Por otro lado, las bolas de otros deportes no paran de aparecer entre las bolas normales, pudiendo usar una piña o un rodillo de cocina para intentar tirar unos bolos. Todo mientras la pista se convierte en un circuito de mini-golf, en un pasillo súper estrecho o una especie de «whack-a-mole». Las sorpresas son constantes, y al ser un juego tan accesible y que no requiere de mucho espacio (sólo hay que hacer el gesto de tirar, al fin y al cabo), es un deporte perfecto para una sesión rápida en modo Party.

Los tres deportes se pueden jugar en partidos individuales, con todos estos modificadores arcades o en su versiones más puras. Además, hay una serie de retos, con un objetivo básico y otro mucho más desafiante, para explotar diferentes aspectos del juego, como superar un torneo, un partido en una dificultad en particular, hacer solo home-runs, devolver las pelotas con una raqueta en particular, etc. Son bastante divertidos, y añaden más horas de diversión. A todo esto, hay una serie de trofeos (bastante complicados de conseguir, todo sea dicho), para que nos piquemos al conseguirlos, mientras obtenemos más piezas estéticas para nuestro avatar.

Sports Scramble

Otra opción que añade horas de juego es el multijugador, con la posibilidad de competir contra usuarios de Quest y Rift/S. Hasta el lanzamiento de Rift el multijugador ha estado algo vacío, pero cuando encuentras una partida, la conexión es bastante buena, con que si quedáis con alguien, tener por seguro que podréis disfrutar de un partido en el deporte que sea en las mejores condiciones posibles.

Con todo esto, queda hablar del aspecto técnico, algo en lo que Sports Scramble no decepciona lo más mínimo. La versión de Oculus Quest ofrece un aspecto visual excepcional, al mostrar pistas y campos bastante detallados y muy nítidos. Es cierto que todo tiene un look muy cartoon que evita complicaciones de iluminación, pero todo tiene un aspecto muy simpático, gracias a los esponjosos espectadores o jugadores en el caso del béisbol. Siempre diré que este estilo visual le sienta genial a los títulos de VR, ya que no requieren tantos recursos como el foto-realismo, pero pueden dejar igualmente muy buenas sensaciones.

En el sonido, tenemos una de cal y otra de arena. Por un lado, los efectos están muy bien, y la música es simpática. Sin embargo, desde el lanzamiento en Rift/S, se ha añadido el español como idioma. Esto debería de ser bueno, pero como es habitual en los juegos de Oculus, estamos ante una traducción y doblaje en latino. Esto hace que el presentador (algo cansino en cualquier idioma, todo sea dicho) use algunos términos que no nos son muy conocidos, como decir «chuza» en vez de strike o llamar «pinos» a los bolos. No es nada grave, pero dado el presupuesto que debe tener OculusFacebook, un doblaje en castellano sería la guinda del pastel.

Sports Scramble

Conclusión

Cuando descargué Sports Scramble, la verdad es que no tenía muchas expectativas puestas en el juego. Al fin y al cabo, ¿cómo de espectacular pueden ser estos títulos deportivos en el lanzamiento de un dispositivo? Pues resulta que mucho, ya que Armature Studios ha creado una propuesta fresca, y sobre todo, increíblemente divertida. Solo con el tenis ya me conformaría, ya que al jugar en una pista grande, la inmersión y la diversión se salen de la escala. Eso sí, ojo al jugar en verano, que los calores se notan mucho al correr de un lado para otro.

¿Me hubiera gustado que hubiera más deportes? Desde luego, ya que dardos con esta mezcla de deportes sería todo un puntazo, o incluso voleibol o fútbol americano. Porque al final, «sólo» hay 3 deportes, y hay potencial para mucho más. Además, el doblaje y traducción en latino es algo que no me cansaré de comentar en los juegos de Oculus.

Quitando estas pegas, la verdad es que estamos ante un juego altamente recomendable para todos los usuarios de Oculus Quest que quieran aprovechar al máximo su visor con cables en zonas de juego grande, o que busquen un título con el que pasarlo en grande con los amigos. Lo de mezclar deportes es algo que funciona de maravilla, y no me importaría que Sports Scramble se convierta en la saga deportiva por excelencia para Oculus, ya que hay muchas más mezclas y locuras posibles que nos pueden hacer pasar un gran rato con nuestros visores de VR.

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Nos consolamos con:

  • Lo de mezclar deportes hacen que los partidos de tenis, béisbol y bolos sean frescos 
  • Mecánicas perfectamente adaptadas a la VR
  • Poder jugar en una pista grande para tener una gran inmersión en el tenis
  • Los bolos son perfectos para un modo Party con los amigos

Nos desconsolamos con:

  • «Sólo» 3 deportes. Hay potencial para incluir muchos más en el futuro
  • Más arcade que realista, por lo los amantes de la simulación no tendrán el juego de ténis, béisbol o bolos definitivo
  • La traducción y doblaje en latino. Se agradece que esté en español, pero va siendo hora de disfrutar de localización al castellano
  • El presentador es un poco cansino

Ficha

  • Desarrollo: Armature Studio
  • Distribución: Oculus
  • Lanzamiento: 21/05/2019
  • Idioma: Textos y Voces en Español Latino
  • Precio: 29,99 €

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