
Los fans del ajedrez siempre agradecemos propuestas que intenten darle un giro al clásico juego de tablero. Por supuesto, seguimos amando el juego original y no lo sustituiríamos por ninguna variante, pero de vez en cuando está bien probar algo que nos sorprenda y nos haga volver a sentir la chispilla de quien se enfrenta a algo nuevo.
SokoChess White es un título que nace precisamente para jugadores así. Basado en las piezas del ajedrez, plantea 70 niveles en los que deberemos llevar cada pieza a una casilla concreta de la cuadrícula presentada. Las piezas se mueven siguiendo las reglas normales del juego de mesa salvo por una excepción: estas piezas no se comen a otras, sino que las empujan.

Es decir, supongamos que vamos a mover un peón, por ejemplo. Podemos moverlo una casilla hacia adelante como siempre o podemos moverlo una casilla en diagonal si hay una pieza del otro jugador ahí. Las diferencias en este caso son dos: la primera, que en los puzles solo hay piezas aliadas, no jugamos contra nada ni nadie; la segunda, que si movemos el peón en diagonal hacia otra pieza, no nos la comemos, sino que la desplazamos una casilla en diagonal.
Del mismo modo que con el peón funciona así, si movemos una torre hacia una casilla a la derecha en la que hay otra pieza, esa pieza será desplazada una casilla en la dirección en la que hemos movido la torre. En resumen, en SokoChess White, las piezas no se comen las unas a las otras, sino que se empujan, y la pieza que es empujada se mueve siempre una casilla en la dirección hacia la que se estaba moviendo la pieza que la ha empujado.

Esta mecánica, combinada con el diseño de las cuadrículas de cada nivel y el movimiento de toda la vida de las piezas de ajedrez, da lugar a puzles que nos obligarán a replantearnos lo que una “simple” pieza puede llegar a hacer. Las posibilidades son numerosas y pronto nos encontraremos moviendo a un alfil o a una torre casi como si se tratara de un personaje con el que esquivamos velozmente en un juego de acción.
Los puzles que se presentan, además, supondrán un verdadero reto para el intelecto de los jugadores, desafiando constantemente sus ideas preconcebidas sobre los movimientos de las piezas y obligándolos a encontrar nuevas formas de interactuar con ellas dentro de las reglas de este nuevo juego.

A pesar de la elevada dificultad, los niveles son lo bastante contenidos como para que las soluciones parezcan alcanzables en todo momento. Con esto quiero decir que no nos vamos a encontrar con niveles enormes en los que tengamos que mover 20 piezas de formas extremadamente rebuscadas para llegar a la solución, sino que siempre van a ser entornos bastante pequeñitos y un número de elementos que manejar asequible.
Gracias a esto, el jugador se siente mucho más motivado a seguir buscando la solución de un nivel en el que se haya atascado, pues sabe que al final hay una combinación relativamente limitada en que se pueden mover las fichas de cada nivel y podrá irse acercando a la solución poco a poco, aunque sea a base de prueba y error.

A esto hay que sumar que, aunque no existe un sistema de pistas que nos ayude a encontrar la solución de aquellos puzles que más se resisten, sí que podremos salir de apuros puntuales gracias a que el juego ofrece la opción al jugador de saltarse algunos niveles. Digo algunos porque los niveles se van desbloqueando al superar otros niveles, así que no puedes saltarte cinco niveles seguidos porque te quedarías sin niveles disponibles para jugar. No obstante, como siempre disponemos de un mínimo de dos o tres niveles desbloqueados entre los que elegir, sí que se ofrece la posibilidad de saltar uno de esos y seguir avanzando si somos capaces de resolver el otro. Un elemento más del diseño que ayuda a reducir la frustración que una elevada dificultad puede generar en un juego así.
Antes he mencionado que en este juego no jugamos contra nada ni nadie, y esa afirmación es una que esconde un curioso dato detrás. Resulta que SokoChess White es lo que podríamos describir como una secuela de otro título que se publicó a mitad del año pasado bajo el nombre de simplemente SokoChess. En ese título sí que había piezas enemigas que podían capturar a las nuestras, pero esa posibilidad ha sido eliminada en el caso de este SokoChess White y esa es precisamente la característica que más lo diferencia de su predecesor.

Aunque es cierto que no jugamos contra nada ni nadie, los escenarios sí que estarán repletos de elementos que nos complicarán la vida conforme avancemos en los niveles. Hay por ejemplo casillas de hielo que congelan nuestras piezas cuando pasan por encima y nos obligan a descongelarlas con un empujón de otra pieza, o cajas que bloquean el camino y debemos apartar de forma estratégica, o incluso bombas que hacen que nuestras piezas exploten…
Como comentaba, la experiencia que ofrece este SokoChess White puede llegar a ser bastante desafiante, incluso algo frustrante por momentos. El diseño ofrece diversas herramientas al jugador para reducir esa frustración y, aunque hemos comentado ya algunas de ellas, quizá la más importante es la propia estética del título y sus sonidos.

Hablamos de una estética de toque minimalista y diseño muy sobrio, sin hacer nada impresionante pero cumpliendo en todo lo que tiene que cumplir. Estamos ante un juego agradable de ver en todo momento. Esta estética se complementa con unos efectos de sonido de esos que le hacen a uno cerrar los ojos y asentir con la cabeza, tan limpios y satisfactorios que serían dignos de un ASMR. Y para rematar, una selección de música a piano (no original, eso sí) con la que bajar las revoluciones de nuestro corazón y aumentar las de nuestro cerebro. Sí, SokoChess White es un juego muy desafiante, pero también relajante en cierto modo.
CONCLUSIÓN
En definitiva, SokoChess White es un juego de puzles muy apañado. Su inteligente diseño resulta desafiante, pero intenta alejar al jugador de la frustración con una estética y unos sonidos minimalistas que están muy cuidados. Puede que no invente la rueda, pero la forma en que obliga a replantearse los movimientos de cada ficha de ajedrez resulta un atractivo reclamo que los amantes del ajedrez agradecerán como un soplo de aire fresco. Además, si se tiene en cuenta su reducido precio y el gran número de niveles que ofrece, se vuelve un título que recomendar (con moderación)
Nos consolamos con:
- La vuelta de tuerca que se le da a las piezas de ajedrez.
- El inteligente diseño de sus puzles.
- Un cuidado diseño minimalista.
Nos desconsolamos con:
- Es una propuesta relativamente limitada.
- La falta de un sistema de pistas puede resultar frustrante para algunos jugadores debido a la elevada dificultad.
- La música, aunque encaja bien con la experiencia, no es original.
Ficha
- Desarrollo: Daisy Games
- Distribución: Daisy Games
- Lanzamiento: 03/03/2023
- Idioma: Español
- Precio: 3,99 €
Deja una respuesta