Rare ha sido un estudio que siempre ha sabido innovar. Gracias a ellos la saga Donkey Kong es lo que es, además de empezar a popularizar los shooters en consola gracias a GoldenEye y Perfect Dark. Eso sin olvidarnos de sus geniales plataformas Banjo-Kazooie y Conker, ofreciendo siempre mucha variedad y encanto. Tras su compra por parte de Microsoft, el estudio no logró sorprender tanto, ya sea con juegos entretenidos como Grabbed by the Ghoulies o los Kinect Sports, que personalmente eran geniales.
Parecía que estos últimos años a Rare le costaba volver a ganarse la atención del público, hasta que anunciaron Sea of Thieves, su ambicioso juego multijugador en el que nos convertiríamos en piratas junto a nuestros amigos. Ha habido varias pruebas alfa y beta, con que ahora con su versión final es el momento de dar el veredicto definitivo. ¿Han logrado encontrar un tesoro, o el Kraken ha aparecido para llevarse toda la diversión con él?
Lo primero que me sorprende de Sea of Thieves es la nula carga narrativa del juego. No esperaba una historia épica, pero sí un universo o lore que ir descubriendo a medida que exploraba, aunque fuera en la línea de Dark Souls o hasta con cartas o documentos a lo Destiny. En su lugar, nuestro objetivo es sencillo: convertirnos en un pirata legendario al aumentar de rango en las tres facciones disponibles. No hay piratas legendarios que conocer ni nada por el estilo, lo cual es una oportunidad perdida, ya que el universo que han creado en Rare es tan llamativo, que dan ganas de descubrir más de él, pero no hay nada por descubrir o encontrar.
Al menos, y a diferencia de la beta, al empezar hay un mini-tutorial para saber lo más básico: con los plátanos nos curamos, y tenemos que comprar los Viajes a las tres diferentes facciones. Cada una nos ofrece una misión completamente diferente. Por un lado, los Comerciantes nos animan a buscar animales en concreto, para llevarlos sanos y salvo a un puesto comercial en concreto, algo que es diferente de las demás facciones.
El grupo de los Acaparadores de Oro son los que nos ofrecen un viaje típico de los piratas, y personalmente, lo que más haremos en Sea of Thieves. En esencia, nos darán un mapa en el que vemos una isla, por lo que tendremos que buscar dicha isla en el mapa global, y luego buscar la «X», ya que como os podréis imaginar, ahí es donde estará el tesoro. Luego, para conseguir la recompensa, tendremos que devolver el cofre a este grupo. Incluso habrá cofres especiales que nos pondrán las cosas complicadas, como cofres que se ponen a llorar y van hundiendo nuestro barco poco a poco.
Finalmente está la Orden de las Almas, que nos indican una serie de islas por nombre (de nuevo, habrá que buscar su localización en el mapa global de nuestro barco), donde tendremos que acabar con una serie de esqueletos. Al final aparecerá el capitán de dicha tripulación fantasma, que será más duro que los demás. Al derrotarle, soltará su calavera, que tendremos que llevar a cualquier miembro de la Orden para aumentar nuestro rango y conseguir oro.
A medida que vayamos subiendo de rango en cada una de las facciones, afrontaremos misiones más complicadas, pero manteniendo la esencia. Por ejemplo, con los comerciantes tendremos que llevar animales que tienen que ser alimentados cada poco tiempo para que no mueran, o en el caso de los esqueletos, serán más numerosos y duros. Personalmente, mi favorita es la evolución de la búsqueda de tesoros, ya que te hacen sentir como un verdadero pirata, que es de lo que se trata Sea of Thieves. Poco a poco veremos misiones en las que tendremos que seguir una serie de pistas. Como las islas están diseñadas a mano, estos acertijos tienen mucho sentido, y es increíblemente satisfactorio encontrar el tesoro final.
Para afrontar estas misiones, antes tendremos que tener un barco, y es aquí donde entra en juego el mayor atractivo de Sea of Thieves: el factor cooperativo. Podremos ir en un galeón en tripulaciones de 4 usuarios, mientras que si lo deseamos, podremos coger el más ligero pero veloz Balandro, pensado para tripulaciones de uno o dos jugadores.
En el galeón no podemos hacerlo todo por nosotros mismos. Dado el tamaño del barco, es sencillamente imposible, ya que tenemos que manejar las diferentes velas para coger la dirección del viento e ir más rápido, pero al mismo tiempo, el que dirige el barco casi no puede ver lo que hay enfrente. A su vez, no hay ningún tipo de HUD (quitando la munición que nos quede en el arma de fuego que llevemos y la vida), por lo que para movernos por el mundo, tendremos que usar el mapa. Este mapa se encuentra en la bodega, por lo que tendremos que tener a otro usuario que nos vaya dando indicaciones, como ir al norte, sur, este u oeste, ya que sí tenemos una brújula junto al timón.
Si vamos en el balandro, todo está algo más a mano, lo que nos permite llegar a jugar en solitario, pero eso no quita que sea todo un desafío gestionar absolutamente todo por nosotros mismos. Sin embargo, gracias a varios aspectos de diseño muy buenos, como las marcas en el timón cuando vayamos centrados o totalmente girados, para así poder dejarnos dirigidos, ver rápidamente el mapa en la bodega, y volver a controlar el barco.
Como personalmente se disfruta más Sea of Thieves es jugando con amigos. Tener una tripulación en un galeón, y ver que todo funciona como un reloj suizo es fantástico. Igual que lo es ver que todo se va a pique porque un compañero a empezado a beber, no puede controlarse y lo único que hace es echarte la pota, mientras las risas de todos están sonando más que los cañonazos enemigos.
Otro aspecto muy interesante de Sea of Thieves es la interacción con otros usuarios. Todo el mundo va a su bola completando las misiones, pero al encontrarnos con otro navío, podemos hacer varias cosas. Pasar de largo, o ponernos a luchar para intentar robarles el botín que tengan en el barco. Acto seguido, si conseguimos matarlos, es clave hundir su barco, para que así tengan que reaparecer en un puesto comercial junto al navío, y tengamos tiempo para huir con pies en polvorosa. Aquí las opciones para el abordaje son muy numerosas, como lanzarnos desde un cañón (intentando apuntar bien para no pasarnos, claro), embestir su barco, ir nadando en secreto, liarnos a cañonazo limpio y un largo etcétera. Entonces, esconder los tesoros que llevemos en nuestro barco es importante, al igual que estar atentos ante cualquier cosa sospechosa que haya en los alrededores para que no nos pillen por sorpresa. Como absolutamente todos los usuarios tenemos las mismas estadísticas (las mejoras solo son estéticas), no hay desequilibrios, lo cual es una decisión interesante.
El morir no tiene penalización en Sea of Thieves, por lo que se anima mucho a la experimentación. ¿Que nos hemos pasado con el cañón y hemos acabado entre un montón de tiburones? Además de esta anécdota, con esperar 20 segundos en el Ferry de los Condenados será suficiente para volver a la acción.
El tema del PvP y el PvE también se dan la mano en las «Raids» o el equivalente. Hay varias fortalezas de esqueletos repartidas por el mundo, pero sólo hay una activa a la vez. Esto se indica con una enorme calavera en el cielo que se puede ver desde cualquier región del juego, por lo que se atrae a muchos usuarios. Una vez en la isla, tocará acabar con decenas de esqueletos hasta que aparezca el capitán, cuya calavera es la llave a la puerta con su gran tesoro. Es muy interesante participar en estas refriegas, ya que igual nos aliamos con los demás usuarios para, juntos, acabar con la amenaza. O puede que nos liemos a tiros para que el tesoro sea solo nuestro, hundiendo de paso su barco para que no puedan volver a intentarlo.
Hay otras actividades secundarias en Sea of Thieves, pero son muy escasas. Por un lado está la lucha contra el kraken, que puede aparecer si llevamos muchos tesoros, para aumentar la urgencia del encuentro. Eso sí, si logramos derrotarlo no nos darán ninguna recompensa, por lo que te queda una sensación un poco de vacío. Luego está la posibilidad de buscar tesoros submarinos en los barcos hundidos, o completar pequeñas misiones que aparecen en botellas, pero que son versiones similares a las misiones que ya hemos ido completando.
Hasta ahora he comentado todo lo positivo, que es bastante, pero también hay muchos aspectos mejorables en Sea of Thieves. Para empezar, no hay mucho que hacer como tal, y lo que hay, es muy repetitivo. Hasta que lleguemos a las misiones interesantes o con algo más de miga, tendremos que repetir muchísimo tareas que casi parecen «fetch quest» de un MMO o un RPG, lo cual no anima a seguir haciéndolas. Teniendo en cuenta que las misiones de las facciones son las principales actividades a realizar, esto no es algo bueno. Y personalmente, las misiones de comerciante no hacen mucha gracia. Que además en las tabernas nos animen a volver cuando tengamos nivel 5 en todas las facciones, para luego volver a llamarnos cuando tengamos nivel 10, y así hasta 50 es casi de tomadura de pelo.
Luego está lo pobre que es el combate como tal. Sí, es súper divertido liarnos a cañonazos con otros barcos, pero cuando nos ponemos a pelear con las espadas, ya sea contra esqueletos o contra usuarios, la experiencia es de todo menos satisfactoria. Otro aspecto que ya depende de cada uno es la progresión. Entiendo que no se consigan mejores armas o barcos para mantener todo equilibrado, pero se echa en falta algún tipo de progresión para tener objetivos a corto y largo plazo.
Por último, aunque sea posible jugar en solitario, la experiencia no me parece demasiado entretenida. Sí, se puede jugar y a alguno puede que le haga gracia, pero no le veo el atractivo, al estar siempre mirando el mar sin casi acción hasta llegado un momento, y que ésta no sea la más satisfactoria del mundo si es con las espadas.
También me ha sorprendido la poca variedad de enemigos. En esencia están los jugadores, los tiburones y los esqueletos. Sí, hay varios tipos de esqueletos, pero sus principales diferencias son básicamente que aguanten más o hagan más daño, o en su defecto, que nos ataquen a distancia o cuerpo a cuerpo. ¿Por qué no incluir a guardas, para no solo atacarnos en las islas, sino también en alta mar? Así también podríamos abordar a la IA en vez de solo a otros usuarios, lo cual habría sido interesante, por poner algunos ejemplos. O sencillamente, incluir más criaturas marinas, ya que el kraken aparece de forma muy, muy, muy esporádica, y los tiburones son casi un modo de hacer que no vayamos nadando por todo el ancho mar.
El tamaño del mapa también es discutible. Es de agradecer que todas las islas se hayan generado a mano, pero tras varias horas ya nos las conoceremos, por lo que igual se queda corto para más de uno. Por tanto, todo es un poco de una de cal y otra de arena en la materia jugable de Sea of Thieves.
Donde es imposible ponerle pegas es en los gráficos. El trabajo de Rare es increíble, ya que han logrado crear el mejor agua que he visto en un videojuego. Ya que nos tiramos tanto tiempo mirando el mar, es de agradecer que sea tan rematadamente bonito. No solo eso, sino que además se comporta de un modo realista, siendo una delicia ver cómo zozobra nuestro navío en mitad de una tormenta, que también luce de maravilla. El estilo cartoon es genial, y poder disfrutar de una gran fluidez en cualquier plataforma (estamos ante un título cross-play) es fantástico.
El sonido también está bastante bien. Los efectos están bastante conseguidos, al igual que la banda sonora. La posibilidad de crear nuestras melodías tocando con los instrumentos, o con la música que suena en momentos importantes, como cuando llegamos al final de las fortalezas de los esqueletos. De nuevo, algo que hecho en falta son personajes como tal que nos hablen y cuenten algo en las tabernas o cosas por el estilo, pero aquí estamos para escuchar a nuestros amigos, y ahí funciona bastante bien el juego.
Conclusión
Los chicos de Rare han creado una base excelente con Sea of Thieves, pero el problema es ese, que solo es una base. Falta «chicha» casi por todos lados, ya que hay muy pocos tipos de misiones, y en general, de contenido. Por tanto, lo que tenemos es un sandbox (o un seabox en este caso) en el sentido más literal, ya que estamos ante un campo de arena perfecto en el que poder divertirnos con los amigos.
Esta es la división que hará que disfrutemos de Sea of Thieves o no. Si no os importa realizar las mismas misiones todo el tiempo siempre que tengamos a nuestra disposición la posibilidad de hacer casi lo que queramos junto a nuestros amigos, Sea of Thieves es para vosotros. Si buscáis una experiencia algo más guiada o con algún tipo de historia que podáis disfrutar tanto en solitario como en compañía, entonces será mejor que busquéis otras opciones. Será interesante ver cómo evolucionará el juego, ya que es algo que debe hacer para que la comunidad continúe jugando, y estemos ante el juego de piratas definitivo, ya que las bases las han colocado, y les queda pulir el diamante en bruto que han creado.
Nos consolamos con:
- Visualmente es espectacular. El mar es el mejor que se ha hecho en los videojuegos
- La búsqueda de tesoros y sentirte como un auténtico pirata
- Las interacciones con otros usuarios y las anécdotas que pueden salir de las batallas
- En cooperativo con amigos es sencillamente genial
Nos desconsolamos con:
- En solitario la experiencia no llega a ser satisfactoria
- Muy poco contenido en general. Hace falta repetir demasiadas veces lo mismo hasta que las misiones se empiecen a animar
- Las batallas con espada son bastante sosas
- ¿Por qué no recibimos absolutamente nada si derrotamos al kraken?
Ficha
- Desarrollo: Rare
- Distribución: Microsoft
- Lanzamiento: 20/03/2018
- Idioma: Textos en Castellano
- Precio: 69.99 €
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