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Salary Man Escape

Salary Man Escape

Todos tenemos ganas de salir del trabajo/universidad/escuela, con que si nos podemos escaquear un poco antes de tiempo, casi mejor. Sobre todo cuando entramos en la rutina, y parece que somos un engranaje en una gran corporación. Esta idea se aplica mucho a los oficinistas, y en Japón es bastante común la cultura de darlo todo por el trabajo. Pues bien, el primer trabajo de Red Accent Studios se centra en satirizar esta cultura con Salary Man Escape, un título de puzzles exclusivo de PSVR donde nuestro objetivo es muy sencillo: ayudar al oficinista de turno a salir de la empresa, resolviendo los obstáculos que tenga por el camino. ¿Listos para usar el cerebro para mover fichas, usar las físicas de los escenarios a vuestro favor y quedaros con la música japonesa de los 80 taladrada en la cabeza?

Todo el contexto de Salary Man Escape es lo que he comentado antes, pero hay bastantes elementos que ayudan en esa sátira. Para empezar, en la pantalla de selección de nivel tenemos una introducción en la que se hacen bromas con los cumpleaños de oficina, las visitas del CEO de la empresa a la oficina, etc. Además, al completar cada nivel aparece un mensaje con las palabras aparecidas en el escenario para reforzar más esa sátira, dando así cierto contexto curioso al juego.

Salary Man Escape

Sin embargo, no estamos aquí por la historia, sino por los puzzles. En Salary Man Escape podemos usar un Move o el DualShock 4, siendo preferible la primera opción, al ser mucho más precisa. Nuestro objetivo en cada nivel es crear una ruta que el oficinista pueda llegar a la puerta de salida, moviendo para ello las fichas rojas del escenario. Las blancas serán inamovibles por nosotros, pero sí que se ven afectadas por los movimientos de las fichas rojas, sobre todo por sus físicas, por lo que si con la ficha roja desestabilizamos una estructura, ésta se desmoronará. Es algo muy similar a lo visto en el juego de Jenga, o en Tumble, otro título de rompecabezas disponible en VR (y en plano) que se basa en las físicas y el movimiento de piezas geométricas.

La principal diferencia es que en Salary Man Escape no podemos mover las fichas rojas en cualquier dirección, sino solo en el plano horizontal. Esto es bastante extraño al principio, y poco intuitivo, ya que el mando sí que lo podemos mover en cualquier dirección. Además, si movemos una ficha y por debajo no hay una superficie, a veces empieza a caer y otras no, por lo que las físicas no son nada intuitivas, y lo peor del juego sin lugar a dudas.

Como decía, no podemos mover al personaje directamente, sino que éste se moverá directamente cuando haya una ruta accesible hasta la puerta, una taza de café (que sirven como punto de control) o una moneda (un coleccionable muy, muy difícil de conseguir), lo cual a veces es bastante tiquismiquis. En ocasiones, parece que hemos creado una ruta plausible, pero el juego no quiere reconcocerla por un milímetro de nada, lo cual molesta bastante.

Salary Man Escape

En cada uno de los 6 capítulos del juego se introduce alguna nueva mecánica. Empezamos siempre de manera sencilla, pero luego vamos viendo nuevos elementos interesantes, como balanzas, cintas transportadoras que se bloquean cuando tienen un bloque rojo sobre ellas, o incluso bloques de cristal que se rompen cuando tienen algo de peso encima. Esto da a Salary Man Escape mucha variedad, teniendo en cuenta que cada capítulo empieza de forma sencilla, para luego terminar de complicarse muchísimo. Eso por no mencionar los niveles ocultos, donde la dificultad se dispara, y para ello tenemos que conseguir monedas, lo cual es bastante complicado de por sí.

El diseño de los puzzles de Salary Man Escape es su punto fuerte, sobre todo cuando empiezan a combinarse diferentes mecánicas vistas en capítulos anteriores, haciendo que nos tengamos que estrujar el cerebro a base de bien. El principal problema del juego es cuando las físicas raras y las rutas no precisas se interponen en el camino hacia la victoria. Puede que sepamos la solución del nivel, pero porque una pieza no ha caído como debería, tendremos que reiniciar el nivel o desde el anterior punto de control. Esto es bastante frecuente, lo que acaba resultando frustrante a más no poder.

En los últimos niveles, es posible «morir» o destrozar la puerta sin querer, y no nos dan la opción de reiniciar desde el último punto de control, sino que nos fuerzan a empezar el nivel de cero. Esto me acabó cansando mucho, y se carga en gran medida la diversión. Encima, a veces el tracking se vuelve loco, o cuando agarramos una ficha, ésta no se mueve aunque debería de poderse. Son problemas que se van acumulando, y terminan por empeorar una experiencia que, sobre el papel, debería de ser muy buena. Al menos, tenemos un juego largo ante nosotros, ya que hay un total de 78 niveles, entre los obligatorios y los opcionales.

Salary Man Escape

Dentro de lo técnico, Salary Man Escape ofrece un estilo visual minimalista bastante atractivo, al potenciar el uso del blanco y negro, con la excepción del rojo. Además, los escenarios están llenos de objetos de oficinas, como teclados de ordenador, monitores, etc. Hasta el menú de selección de nivel está genial, al ser una vista imponente de una gran ciudad con ventanas que marcan cada fase. Aun así, la resolución es algo más baja de lo que debería para la carga gráfica, ya que hay otros juegos que se ven mucho más nítidos. Gracias a la última actualización, la resolución ha aumentado ligeramente, pero sigue siendo más baja que en, por ejemplo, Along TogetherSuperHot, otro juego minimalista que se ve de lujo.

En cuanto al sonido, la banda sonora emplea temas muy propios del Japón de los años 80, y las canciones son bastante pegadizas. El principal problema es que hay muy pocos temas, además de no ser muy diferentes entre sí. Esto provoca que, al poco tiempo, nos cansemos un poco de estas canciones. Al menos, en sesiones cortas funciona muy bien la banda sonora, siendo lo más destacable del apartado sonoro.

Conclusión

Sobre el papel, Salary Man Escape debería funcionar de maravilla. Se basa en el genial juego Jenga, satiriza a lo grande la cultura oficinista de Japón, y el diseño de los rompecabezas es muy bueno. Sin embargo, en la práctica el juego tiene bastantes elementos que lo alejan de la grandeza del género, y acaba siendo un título funcional, pero poco más. Las físicas fallan más de la cuenta aunque ya sepamos la solución de los puzzles, no poder volver a un punto de control si «morimos» es absurdo, y las rutas necesarias son muchas veces tiquismiquis a más no poder. Si os gusta el género, pasaréis un buen rato con Salary Man Escape, pero ciertamente hay opciones mucho mejores dentro del género en PSVR.

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Nos consolamos con:

  • Diseño de los puzzles muy bueno
  • Mucha variedad de mecánicas, para que siempre nos sorprendamos al iniciar un nuevo capítulo
  • Para los que busquen un buen desafío, aquí se podrán estrujar el cerebro a lo grande

Nos desconsolamos con:

  • Las físicas nos hacen fracasar en los niveles más de la cuenta
  • Al morir no podemos volver a intentarlo desde el punto de control, sino que nos obligan a empezar el nivel desde cero
  • Muchas veces el juego no quiere reconocer una ruta plausible, lo cual molesta lo suyo
  • La banda sonora, aunque está bien, es muy escasa y termina por cansar
  • La resolución del juego es más baja de lo que debería para el estilo minimalista del juego

Ficha

  • Desarrollo: Red Accent Studios
  • Distribución: Red Accent Studios
  • Lanzamiento: 26/06/2018
  • Dispositivo VR usado: PS VR
  • Idioma: Textos en Castellano
  • Precio: 14,99 €

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