Rustler

Antes de que Grand Theft Auto fuera la franquicia “muchimillonaria” que es actualmente, tuvo unos inicios más modestos. De hecho, en la primera PlayStation ya había GTA… aunque en aquella época la saga era bastante distinta, siendo diferencia más evidente la perspectiva. Hoy vamos a hablar de Rustler, un juego que viene a imitar aquellas primeras aventuras de la saga de Rockstar, aunque pasándolo por el filtro de la época medieval. ¿Qué podemos esperar del título?

Pues bien, empecemos por el principio: Rustler nos traslada, como ya he comentado, al medievo (aunque la fidelidad histórica se ignora por completo) y nos pone en la piel de Guy, un matón. Nuestro objetivo principal en el juego será participar (y ganar) en un torneo que está a punto de celebrarse en el reino, pues el premio es muy jugoso… aunque sólo se permite la inscripción a miembros de la nobleza. Por tanto, y de cara a poder participar, nuestro personaje se verá envuelto en una alocada trama que incluye multitud de secundarios (algunos más importantes que otros), mucha acción, muchas referencias y, sobre todo, mucho humor.

Algunos personajes aparecen en la trama principal, mientras que otros nos los cruzaremos en las misiones secundarias, y van desde un falsificador de documentos a una justiciera enmascarada (bueno, a decir verdad, no lleva máscara sino armadura con casco), un herbolario que se dedica a traficar con drogas, a la Santa Inquisición española o incluso a los Caballeros del Santo Grial (sí, los de la película de Monty Python, e incluso aparece el caballero negro…). Sólo son algunos de los que encontraremos, pero para que os hagáis una idea de la variedad de situaciones que nos tocará vivir es suficiente. Y tranquilos, que no desvelaré mucho más…

A nivel jugable estamos ante un pequeño mundo abierto, dividido en 2 zonas claramente diferenciadas (al inicio del juego una de ellas está bloqueada y no podremos llegar hasta que superamos cierto punto de la trama), por el que podemos movernos libremente y realizar diversas misiones (principales y secundarias) y actividades… o incluso causar el caos. Y ojo, que algunas de estas misiones son un poco repetitivas… y el juego es plenamente consciente de ello.

A nivel de controles estamos ante un juego que se asemeja a un twin stick shooter, moviendo al personaje con el stick izquierdo y dirigiendo “su mirada” con el derecho. Contamos con un gatillo con el que atacar (si lo mantenemos, haremos un ataque cargado) y el otro lo usaremos para cubrirnos, tendremos un botón para montarnos en cualquier caballo / carro que veamos, otro para interactuar con determinados personajes y elementos… e incluso un botón dedicado a tirarnos pedos y eructos, algo heredado directamente de GTA 2.

Porque sí, ese es el título con el que los desarrolladores (e incluso los usuarios) lo comparan, llamando a Rustler incluso como “Grand Theft Horse”. Y si bien hay algunas cosas que nos recuerdan a otros títulos (a mí, la posición de la cámara me recuerda más a Grand Theft Auto: Chinatown Wars, por ejemplo) y tiene multitud de guiños a otros (desde comentarios como el “Hail to the King” propio de Duke Nukem, a momentos y objetos como la Granda Sagrada de la saga Worms, por citar 2 ejemplos), la inspiración es clave. También veo ciertas similitudes muy pasajeras a los Souls, por ejemplo, con ésa stamina que se agota tras cada golpe.

A nivel mecánico, como comentaba muy por encima hace un rato, es un GTA en toda regla: mundo abierto con misiones que permiten cierta libertad a la hora de elegirlas e, incluso, afrontarlas (más que por tener varias maneras de hacerlo, por el hecho de dejarnos ir libremente por el escenario en casi todas), e incluso misiones secundarias que intercalar cuando nos apetezca (y que yo os recomiendo mucho, además de darnos dinero son divertidísimas). Incluso la presentación de armas y objetos, misiones, vehículos e incluso el HUD del juego parece sacado directamente de la saga de Rockstar.

El juego, además, destila un sentido del humor bastante salvaje (aunque nada especialmente duro u ofensivo, ojo), con parodias descaradas, dobles sentidos, bromas acerca del consumo de drogas y el sexo, violencia y demás. Ojo, yo me he reído un montón con el juego (el arco de los Terraredondistas… sublime), pero si sois de esas personas que se ofenden con facilidad… este no es vuestro juego.

A nivel técnico es un juego resultón: gracias a los efectos lumínicos y la cámara, en todo momento parece que estemos frente a una maqueta, con cierto desenfoque en los extremos de la pantalla y en ciertos elementos, algo que en conjunto sienta muy bien al título. Además, el juego cuenta con una zona alrededor del protagonista en que los elementos del escenario se hacen (prácticamente) invisibles para que no le perdamos de vista en ningún momento. Personajes, objetos y escenarios están muy bien recreados dentro de las limitaciones propias de la vista elegida para el juego, contando incluso con cambios de ángulos de cámara en algunos momentos para facilitar la acción. Y los personajes, además, cuentan con unos retratos al hablar bastante interesantes (y que, pese al evidente reciclaje de ciertos assets, otorgan personalidad a todos ellos). Y podemos personalizar la cantidad de sangre a mostrar (obviamente, yo me la puse al máximo).

A nivel sonoro estamos ante un título… curioso: no hay doblaje, pero sí que los personajes hacen ruido al hablar. Los efectos sonoros están cuidados y la música… bueno, funciona bien y ambienta las escenas cuando suena, pero eso sólo sucede si nos acercamos a un bardo (o si le contratamos, que entonces nos seguirá por el mapa).

En conjunto tenemos una aventura entretenida y divertida, llena de referencias y con mucha sangre, que funciona bien y que no cansa (algo que sucede a veces con productos que se crean “por los loles”) durante nuestra partida. En mi caso han sido exactamente 8 horas para hacer todas las misiones principales y secundarias, aproximadamente la mitad de actividades opcionales y la búsqueda de prácticamente todos los coleccionables.

Decir, antes de terminar, que en mi partida he sufrido un par de bugs relacionados con 1 misión concreta, pero al avanzar en la trama volví a intentar la misma misión y ahí sí pude completarla sin problema.

Conclusión

Rustler no busca inventar nada, siendo plenamente consciente de su condición de «copia» de los primeros Grand Theft Auto. Pese a ello, gracias a su humor, propone situaciones realmente divertidas y sorprende más de lo que personalmente esperaba. Además, coge lo suficiente de aquí y de allí para acabar moldeando un título que se siente bastante único y fresco, pese a no hacer nada especialmente innovador en sus mecánicas.

Nos consolamos con:

• La ambientación del título, muy lograda pese a los anacronismos
• Su sentido del humor nos dejará con momentos divertidísimos
• Visualmente muy resultón

Nos desconsolamos con:

• El no tener música, aunque es original, le hace perder punch
• Aunque sea por el meme, algunas misiones pecan de simples y repetitivas

Análisis realizado gracias a una copia digital proporcionada por Modus Games

Ficha

• Desarrollo: Jutsu Games
• Distribución: Modus Games
• Lanzamiento: 31/08/2021
• Idioma: Textos en español, sin voces
• Precio: 29,99€