Road 96: Mile 0

En 2021 se lanzó una pequeña aventura narrativa llamada Road 96 en la que se nos trasladaba a un país ficticio llamado Petria y gobernado por un dictador, y en el que diversos jóvenes desean escapar del país cruzando la frontera a cualquier precio. Ahora, cerca de 2 años después, se lanza Road 96: Mile 0, una precuela del mismo en el que se realizan diversos cambios a la fórmula original. Tras haberlo completado, vamos a hablar un poquito del título, de lo que ofrece y de mis impresiones.

Lo primero de todo que voy a hacer es hablar, en líneas generales, del Road 96 original, y es que me servirá para que todos vayamos con la misma información a la hora de comentar las diferencias y similitudes entre estos 2 juegos, y mi opinión sobre las mismas.

Entrando en materia, decir que Road 96 (la aventura original), como comentaba, nos proponía una aventura con diferentes protagonistas anónimos, que eran unos jóvenes que tenían que abandonar el país de Petria. El caso es que el viaje, y la posterior huida, tenía un aire “furtivo” y hasta revolucionario, pues debíamos huir de un régimen dictatorial y sin demasiados medios. La aventura, por cierto, se desarrollaba por tramos del viaje de los diferentes adolescentes (había que completar varios viajes, para ver el final verdadero) y nos iba presentando diversos personajes principales, cuyas historias acabarían desarrollándose y mezclándose a medida que avanzábamos en la trama (por ejemplo, y sin entrar en spoilers, descubríamos la relación entre un camionero y una policía, o la identidad de unos ladrones, o el secreto de un taxista, o…), que además mostraba diferencias en función de cómo actuábamos (y, por tanto, en función de nuestro medidor de moral). Además, la estructura del juego no era fija, sino que se desarrollaba en una suerte de roguelite muy, muy liviano (porque sí, era posible fracasar), lo que le daba cierto encanto al conjunto. Y bueno, el juego tenía cierto componente de exploración, de supervivencia incluso, y algo de resolución de puzzles, así que básicamente podríamos decir que era una mezcla entre walking-sim, aventura gráfica (muy, muy sencilla) y visual novel con los toques roguelite que comentaba anteriormente.

Esta precuela, Road 96: Mile 0, por contra, es una aventura no lineal mucho más tradicional: tenemos 2 protagonistas que iremos alternando cuando el juego lo requiera, los niveles que se nos presentan ya no tienen ese componente de aleatoriedad que presentaba el juego original y, aunque sí hay escenarios que debemos jugar en determinados momentos concretos, se nos da la opción de elegir dónde ir en diversos momentos. También cambia la trama, obviamente, aunque en éste caso se centra muchísmo más en la relación entre los 2 protagonistas (y cómo sus diferentes condiciones sociales y sus orígenes les condicionan) que en el desarrollo del mundo. Ojo, que también hay de eso, y de hecho podremos ver a todos los personajes importantes del título original en determinados momentos del juego, pero el peso argumental recae en los protagonistas, que aquí son algo más que meros espectadores anónimos. De hecho, uno de los personajes protagonistas de este juego es, ni más ni menos, uno de los personajes principales del juego original. La trama, por cierto, empieza de una manera bastante inocente y acabará tornándose bastante más seria, madura y adulta. A nivel de mecánicas, por cierto, tenemos 2 tipos de escenas: las que se desarrollan prácticamente igual que en el original (sí, con el componente de exploración, sus puzzles, algún minijuego puntual…), y unas nuevas secciones musicales que “cierran” los niveles. Así pues, resumiendo mucho, y a nivel conceptual, tenemos las mismas mecánicas base, pero perdemos el componente de supervivencia y roguelite, y lo sustituimos por niveles musicales.

Los cambios, a priori, no son demasiado significativos. Bueno, sí, pero entendedme, el núcleo jugable es el mismo pero quitando la “aleatoriedad” (por llamarlo de alguna manera), y cambiándola por unos niveles musicales, nada especialmente radical (aunque sí curioso) ni traumático. El problema viene cuando empezamos a mirar en detalle la aventura, tanto a nivel individual como si la comparamos con la aventura original.

Para empezar, la historia es mucho más simple y más pobre. Es cierto que está estructurada de una forma más clara y tradicional, y que tiene momentos interesantes y tensos, pero en genera es mucho más sencilla y no es tan rompedora como lo fue la original. Sí, está claro que hay mucho de percepción y opinión aquí, pero sin entrar en spoilers, en el primero teníamos una situación más clara y una variedad de personajes bastante bien desarrollados que eran relevantes en todo momento. En éste, por contra, tendremos una historia con un enfoque mucho menos punzante y más sencilla, y además, en los primeros compases, tiene momentos que aparentemente no tienen demasiado peso o importancia (aunque sí la tendrán más adelante) y hacen que nos cueste algo más conectar con esta precuela. Además… si hemos jugado a Road 96 ya podemos imaginarnos cómo acabará el asunto, pues allí conocemos a uno de los protagonistas de esta aventura.

También quería comentar que, por momentos, me ha dado un poco la sensación de que estamos ante una trama “aislada” a la que se le han hecho cuatro retoques para que encaje en ese universo (como cuando en el cine cogen un guión, le cambian el protagonista y cuatro detalles y pasa a ser la enésima entrega de una franquicia interminable). No digo que sea el caso, pero sí que estoy convencido que ciertos momentos sí han sido diseñados simplemente para que aquellos que jugaron a la entrega original puedan decir “yo sí entendí esa referencia” (como la aparición ultra anecdótica del taxista, por ejemplo).

Tampoco ayuda, en mi caso al menos, que este toque más inocentón e infantiloide que tiene por momentos el juego nos ayuden a conectar con una temática tan seria, en la que se nos está narrando una problemática muy severa y se nos muestra gente que está pasándolo realmente mal (la escena en la que debemos repartir periódicos mediante un minijuego me dejó muy desubicado, por ejemplo). Esto, además, se refuerza mucho en las secciones musicales, que tienen claros elementos de fantasía y que nos trasladan al punto de vista de unos críos (donde la imaginación vuela sola, claro)… pero que me rompían claramente los esquemas.

Y bueno, no sólo es que estas secuencias a nivel narrativo no me funcionen a mí, sino que además considero que no están muy allá: debemos llegar al final de un escenario por el que el avance es automático mientras tratamos de recoger todos los marcadores que podamos (una suerte de gemas flotantes) y evitando los obstáculos. El problema aquí no es que la selección musical sea mala (no me disgustó, aunque reconozco que sólo conocía 1 de las canciones, lo cual no es impedimento para mí para disfrutar de un título musical pero sí quería aclararlo…), sino que en general son excesivamente sencillas y los fallos que podamos cometer en muchos de los casos es que el control no responde lo bien que debería (por ejemplo, la parábola del salto puede hacer que fracasemos con demasiada facilidad) y acaba siendo, una vez más, un trámite que superar para saber cómo se van a desarrollar los acontecimientos. Y bueno, sí, al final de las mismas se nos otorgará una clasificación en función de nuestro desempeño… pero poco aporta más allá de la satisfacción personal de haberlo hecho mejor o peor (y algún ocasional logro/trofeo), sin tener impacto en el desarrollo de la trama (aunque sí hay algunas decisiones «dentro» de los propios temas, ojo).

A nivel técnico es un juego correcto y poco más, sin grandes alardes en tema gráfico ni sonoro, aunque gracias a su dirección artística y a su aspecto de estilo cell shading es resultón en movimiento y no he tenido problemas de rendimiento en una PlayStation 5, aunque sí me habría gustado ver algo más trabajado en este sentido porque en general es un juego bastante “estático” y las animaciones y modelados se sienten bastante simples. El doblaje, al inglés, cumple bien, los efectos de sonido son correctos y la banda sonora es variada (incluye temas rockeros, synthwave o de electrónica, por ejemplo, destacando uno de los temas principales compuesto por The Midnight), así que nada que objetar. Y en cuanto a la duración, estamos ante una aventura relativamente corta, de unas 4 ó 5 horas (y eso si nos detenemos a explorar un poco, si queremos ir directamente a por la trama y nos conformemos con terminar los niveles musicales con cualquier clasificación es posible que lo podamos rebajar hasta las 3 horas o así), aunque con los coleccionables podemos alargarlo un poco, y también tiene cierta rejugabilidad al presentar diferentes desarrollos y finales en base a nuestras decisiones a lo largo de la aventura.

Conclusión

Road 96: Mile 0 me provoca sentimientos encontrados: me parece un juego un poco desaprovechado, pues tiene mucho potencial y no acaba de funcionar por culpa de algunos puntos… cuestionables. Pero es que encima, con lo que me gustó el primer Road 96, este se me queda todavía más corto. Pese a ello, la historia que nos narra tiene momentos interesantes, duros y emotivos, y el hecho de conocer un poquito más del país de Petria y sus habitantes vale la pena, siendo especialmente interesante ver un poquito más de aquellos que conocimos ya en el juego original o cómo los dos protagonistas tienen una visión muy distinta de una misma situación porque, pese a su amistad, sus situaciones personales y familiares son diametralmente opuestas.

Nos consolamos con:

Una nueva aventura en el ficticio país de Petria con la que conocer un poco más a sus habitantes y su situación
Los nuevos protagonistas, definidos y relevantes para la trama más allá de ser meros espectadores
Nuestros actos y decisiones tienen sus consecuencias
Una banda sonora variada

Nos desconsolamos con:

Las secciones musicales no son demasiado gratificantes
Tiene problemas a la hora de encontrar el tono, pasando de secciones realmente duras, intensas e íntimas a autenticas tonterías que le quitan seriedad (y credibilidad) al asunto
Pese a ser un juego más bien corto, tiene algunos problemas de ritmo (especialmente al principio, le cuesta un poco arrancar con los eventos más relevantes)
Algunos de los personajes del primer Road 96 están puestos con calzador sólo para que digamos «yo a este le conozco»

Análisis realizado gracias a una copia digital proporcionada por PLAION.