Resident Evil 4 Remake (+ DLC Mercenarios)

Es evidente que Capcom está poniendo toda la carne en el asador en éstos últimos años, especialmente con la saga Resident Evil (pero no es la única, Monster Hunter World y, sobretodo, Monster Hunter Rise son la muestra de que Capcom está dándolo todo): empezaron hace un tiempo con reediciones de clásicos en HD en lo que, a día de hoy, parece un tanteo del terreno, y posteriormente desarrollaron nuevas entregas volviendo a las raíces pese a las notables diferencias con los primeros juegos a la vez que modernizaban algunas de las entregas originales mediante unos trabajadísimos remakes. Tras el remake de Resident Evil 2 y Resident Evil 3, y con Code Veronica fuera de la ecuación (al menos por el momento), es el turno de Resident Evil 4, juego lanzado recientemente y que ya hemos podido terminar. A continuación, por tanto, vamos a hablar de la «nueva» aventura de Leon por España…

Antes de entrar en materia, por eso, dejadme hacer una pequeña aclaración: yo, a fecha de hoy, no he terminado nunca el Resident Evil 4 «original». Sí lo he jugado, recuerdo que en su lanzamiento original para Gamecube lo jugué bastante en casa de un amigo, y con el posterior lanzamiento para PS2 lo tuve y le pude dar más… pero por cosas de la vida, siempre lo he acabado dejando más o menos en el mismo tramo (para los que sepáis de qué va, en el castillo). Por tanto, y aunque sí comentare ciertas novedades del remake, no voy a hacer un análisis pormenorizando todas y cada una de las diferencias de éste con el título original, sino de la experiencia que he tenido yo jugándolo, tanto los tramos que sí conocía, como las partes que he descubierto ahora. Dicho esto, pasemos al asunto…

Empezando por el principio, Resident Evil 4 nos pone en la piel de Leon un tiempo tras los sucesos vividos en Raccoon City en Resident Evil 2 y Resident Evil 3. Tras unos años desde el fatídico primer día en la policía, Leon S. Kennedy acaba trabajando para un grupo de operaciones especiales de Estados Unidos, y le encomiendan la misión de rescatar a Ashley, la hija del presidente. Esta misión le llevará a una zona indeterminada de Europa (aunque no se menciona explícitamente, está claro que la aventura se desarrolla en alguna zona rural de España: se usan pesetas como moneda, los habitantes hablan español, la presencia de la Guardia Civil…). Tras una «cálida» bienvenida de los lugareños, Leon perderá sus contactos locales y deberá enfrentarse a una nueva amenaza él sólo… o casi, porque por el camino encontrará algún personaje que le pueda ayudar, ni que sea por interés.

A nivel de mecánicas y gameplay, estamos ante un juego de acción en tercera persona, muy en la línea de lo que ya nos presentaron los remakes de Resident Evil 2 y Resident Evil 3: acción bastante rápida y directa, y muy visceral, y cuidado porque el juego no se corta un pelo en mostrar violencia gráfica y desmembramientos. Es cierto que éste juego se aleja un tanto del horror que pudimos ver en la comisaría de Raccoon City, donde por ejemplo Mr X era un enemigo insistente del que debíamos huir, sino que éste Resident Evil 4 nos presenta situaciones mucho más directas en las que deberemos acabar con todos los enemigos que se nos pongan por delante (salvo honrosas excepciones), pero es que esto es algo que ya viene heredado del original. Y es que el cambió de perspectiva (adiós a las cámaras fijas, bienvenida la cámara al hombro) implicó un acercamiento a la acción más directa (algo que se acentuaría en Resident Evil 4 y, sobretodo, Resident Evil 6, un juego de acción pura y dura que sigo reivindicando años después).

La principal diferencia con el original, a nivel mecánico, es que ahora estamos ante un título que nos permite apuntar y mover al personaje a la vez. Ojo, no es la única novedad, pero sin duda es la más destacable en lo que a jugabilidad se refiere, pues se siente un título mucho más moderno que el original… aunque bueno, es algo comprensible, pues aunque mentalmente a algunos nos parezca un juego relativamente reciente, no debemos olvidar que han pasado más de 15 años desde su lanzamiento en Gamecube, con lo que muchas cosas han cambiado… como, por ejemplo, el uso de QTEs, que en el título original estaban muy presentes en las cinemáticas (y durante el juego) mientras que en el remake han quedado únicamente en las secciones que jugamos, siendo además, un elemento muy ligado a las esquivas, los parrys y desvíos con el cuchillo.

Bueno, miento, hay otra adición a la fórmula original, y es la posibilidad de movernos sigilosamente para sorprender a los enemigos y asestarles un golpe crítico con nuestro cuchillo… si es que lo tenemos entero, porque ahora se desgasta la hoja a medida que lo usamos. Y sí, los parrys y desvíos que comentaba hace un momento se realizan con el cuchillo y penalizan bastante (la hoja se daña muchísimo con cada parry… porque sí, ahora el cuchillo se rompe y debemos repararlo)… aunque a veces nos permiten escapar a muertes seguras (como la motosierra, que de otra forma resulta en isnstakill).

La aventura, eso sí, sigue, más o menos, el mismo desarrollo que en el juego original, aunque sí que hay algunos cambios menores (por ejemplo, el perro que podíamos salvar al inicio del juego nos lo encontraremos en otro punto de la historia) y otros más notables (ahora ya no podemos escoger ruta en cierto momento). Lo demás, como decía, es bastante similar pese a los cambios más evidentes: repite el buhonero con el que mejorar nuestras armas, volvemos a tener un maletín en el que debe cabernos todo lo que vayamos encontrando (y que deberemos ir ordenando…), el crafteo de mejores medicinas y municiones, los jefes son bastante parecidos (si no iguales en su concepto, sí muy similares), algunos enemigos esconden plagas en su interior y toca acabar con ellos antes de que nos pongan en un aprieto… Incluso el juego se muestra igual de generoso en sus recursos, aunque reconozco que al principio me pareció que la munición era más escasa. Porque, como ya he dicho, en el fondo, Resident Evil 4 es un juego de acción y, aunque quiere que no la malgastemos, el juego no es especialmente tacaño con objetos curativos ni con la munición. Ojo, no es que sobre demasiado, pero tampoco he estado en grandes apuros por culpa de esto.

Me gusta, por cierto, que el juego intenta romper la monotonía de diferentes maneras: pequeños puzzles, misiones secundarias (bastante tontas, en realidad, pero casi todas consisten en desafíos de combate contra enemigos muy poderosos o son búsquedas) y secciones «distintas» tales como una parte en la que no podemos defendernos y debemos esquivar a los enemigos, una sección montados en carretillas a la Donkey Kong Country (en realidad poco tiene que ver, más allá de las carretillas en sí, pero me hacía demasiada gracia como para callármelo), combates con mecánicas propias o incluso algún escenario en el que debemos conducir una barca o una moto de agua.

Y ojo, que no es lo único que veremos que cambia durante el desarrollo de la aventura para aportar cierta variedad, sino que los escenarios (y enemigos) también irán cambiando: empezaremos en la zona rural que comentaba, donde visitaremos un pueblo, un lago y sus cercanías (como una cantera o una piscifactoría, por ejemplo), y nos recibirán sus aldeanos (llamados Ganado, por cierto). En lo que podríamos llamar el segundo acto del juego, en cambio, la acción se traslada a un antiguo castillo y empezaremos a ver cultistas (entre otros enemigos nuevos que no desvelaré para que no pierda la gracia el asunto), y hasta tendremos zonas de cuevas y minas. Por último, lo que vendría a ser el tercer acto, nos traslada a unas instalaciones científico-militares en una isla, custodiada por soldados. Estos enemigos, en cierto modo, son «lo mismo», pero el hecho de que cambien su aspecto, sus armas y que incluso tengan características distintas (por ejemplo, aunque el Ganado siempre nos atacará «descubierto», algunos cultistas pueden portar escudos de madera con los que cubrirse) ayudan a mantener fresca la aventura.

Sin duda, el cambio más evidente es el visual, y es que estamos ante un título que luce impresionante, al menos en la versión de PS5 que es a la que yo he tenido acceso (bueno, miento, también pude disfrutar del tramo inicial en el PC de muy altas prestaciones de un amigo, y ahí aún lucía mejor, claro está): modelados muy detallados (aunque algunos enemigos se repiten más que el ajo, todo sea dicho), nuevos diseños de algunos personajes (¿Salazar ahora da mucho más mal rollo que en el lanzamiento original o sólo me lo parece a mí? Ada, por el contrario, luce increíble), animaciones muy bien realizadas, la iluminación está recreada de manera espectacular… Sí que es cierto que el agua del lago y la lluvia quizás no resultan tan convincentes como otros elementos del juego, pero aún así me quito el sombrero por el trabajo titánico que se ha realizado en la recreación del universo del juego. Eso sí, como punto «negativo», decir que con el HDR activado el juego me pareció excesivamente oscuro y tuve que modificar la configuración para darle más brillo y luminosidad. Nada gravísimo, ni que no se pueda solucionar fácilmente, pero quería comentarlo pues es la primera vez que me pasa algo así.

A nivel sonoro también se ha modernizado el título con importantes novedades: no sólo se ha redoblado todo el juego al inglés, sino que además ahora contamos con un doblaje en español por primera vez. Y ojo, porque tras escuchar ambos casos (he jugado todo el título en español, y he visto bastante del juego con voces en inglés), debo decir que estamos ante unos doblajes de gran nivel. Sí que es cierto que he echado de menos la voz del buhonero clásica (demasiado mítica), y en cierto modo también se echa en falta el doblaje español de los enemigos original (tan malo que daba la vuelta y acababa siendo icónico, aunque algunas de sus líneas de diálogo sí han llegado al juego. Algo es algo…), pero en líneas generales me atrevo a decir que hemos ganado con el cambio. Aunque, puestos a pedir, y ni que sea por mantener vivo el meme… ojalá, en un futuro, habiliten el doblaje original (al menos de los enemigos) como algo opcional.

En cuanto a la duración del juego, decir que aunque he leído por ahí que el juego dura unas 10 ó 15 horas «siendo generosos», a mi me ha tomado algo más de 21 terminar una vuelta a la historia (con bastante contenido opcional conseguido, todo sea dicho, aunque me faltaron algunos tesoros y unas pocas misiones secundarias). Y vale, no soy un pro player, pero tampoco me considero un mal jugador. Por si os sirve para haceros una idea, por cierto, el juego lo disfruté en dificultad «estándar» (la intermedia de las iniciales), y como he comentado antes, aproximadamente la mitad del juego era nuevo para mí.

Para ir terminando, comentar que he tardado un par de días más de lo que quería en publicar éste análisis porque recientemente se ha lanzado un DLC gratuito que incluye el modo mercenarios. No es que sea la panacea, pero sí resulta interesante y divertido y puede hacer que dediquemos alguna hora más al título. Este modo, para el que no lo conozca, es un modo contrarreloj en el que debemos acabar con cuantos enemigos podamos. La gracia es que, depende de cómo lo hagamos (y de si tocamos ciertos marcadores desperdigados por el mapa) podremos alargar el contador de tiempo disponible, con lo que tendremos la oportunidad de acabar con más enemigos y, por tanto, conseguir mejores puntuaciones. Inicialmente contamos con 1 localización disponible y un único personaje, pero jugando podemos desbloquear 2 niveles extra (uno correspondiente a cada uno de los «actos» que comentaba hace un rato) y 2 personajes más (cada uno con su equipación y armamento propio, por cierto). La verdad es que, sin ser una maravilla, divierte bastante este modo.

Conclusión

Cuando se anunció originalmente, éste Resident Evil 4 remake me pareció bastante innecesario, siendo un juego «tan moderno» y que había recibido innumerables ports y remasterizaciones hasta la fecha. El caso es que cada vez le veía mejor pinta al juego… y lo cierto es que éste remake me ha callado totalmente la boca, demostrando que el juego original se podía actualizar de manera más que satisfactoria. Lo cierto es que estamos ante una experiencia tan sólida, que se la recomiendo a cualquiera: si ya conoces Resident Evil 4 de alguna de sus versiones previas, estoy convencido que lo vas a disfrutar por revivir las aventuras de Leon mientras buscáis similitudes, diferencias y guiños a la aventura original. Por el contrario, si es vuestra primera vez con esta «cuarta entrega»… adelante, vais a disfrutar de una experiencia de acción muy intensa y con ciertos toques de terror que resultan, simplemente, deliciosos. Para mí, y lo digo desde ya… un firme candidato a GOTY.

Nos consolamos con:

Una aventura muy entretenida, de principio a fin
El equilibrio que encuentra entre la acción más visceral y el survival horror más clásico (aunque gana la acción, no nos engañemos)
Visualmente es todo un espectáculo
El modo Mercenarios, añadido vía DLC gratuito, puede darnos unas cuantas horas de vicio extra

Nos desconsolamos con:

Algunos elementos gráficos no son tan convincentes como otros
El HDR me ha dado ciertos problemas por la excesiva oscuridad (aunque los he podido solucionar subiendo el brillo)
Que hayamos perdido el ya mítico doblaje original de los enemigos… aunque algunas de sus frases siguen presentes. ¡DETRÁS DE TÍ, IMBÉSIL!

Análisis realizado gracias a una copia digital proporcionada por PLAION.