
Adglobe es un estudio que en junio de 2021 sorprendió al mundo entero con su Ender Lilies: Quietus of the Knights. Con reseñas muy positivas en Steam y una nota media de 88/100 en Metacritic, este título no tardó en formarse una pequeña gran horda de fans que llegaron a catalogarlo como “el mejor metroidvania en 2D desde Hollow Knight”. Como es lógico, un éxito así puso al estudio en el radar de muchos y las expectativas por su siguiente proyecto comenzaron a crecer.
Ese siguiente proyecto es Redemption Reapers, un título de rol táctico por turnos que se lanzó sin hacer mucho ruido el pasado 22 de febrero y que promete un salto en los valores de producción del estudio, como queda patente por sus gráficos en 3D de estilo realista y su nada despreciable precio de 50 euros en Steam; una cifra a la altura de un título triple A de lanzamiento y que podría echar para atrás a más de un potencial jugador. La pregunta, entonces, es…. ¿hace el juego justicia a sus pretensiones?
UNA PRESENTACIÓN RESULTONA, PERO…

Nada más iniciar Redemption Reapers, el acabado visual de los menús resalta por dos motivos: el primero, el aspecto sorprendentemente barato del logo del juego, más propio de un iniciado al diseño gráfico que ha encontrado una fuente molona que usar en todas partes que de un equipo de artistas profesionales. El segundo motivo es que los menús dan la impresión de estar sacados directamente de un Dark Souls. Usan tipografías, colores y adornos que parecen directamente copiados del título de From Software. Se trata de algo tan descarado que al principio me hizo sentir un poco confuso. Desconozco si efectivamente se usaron los menús de los Souls como “inspiración” o lo presentado es, de algún modo, fruto de la pura casualidad.
Finalmente decido iniciar una nueva partida tras comprobar, bastante sorprendido, que el juego no ofrece diferentes configuraciones gráficas. Lo cierto es que los gráficos, en cualquier caso, lucen bastante bien durante el gameplay. No soy especial fan del estilo visual y sus colores apagados, pero se presenta de forma coherente, los modelos ofrecen un buen acabado, la iluminación cumple con lo exigible, los escenarios son bastante detallados y los ataques tienen peso y espectacularidad.

Es entonces cuando me topo con una cinemática. “Anda, qué guay”, pienso para mis adentros mientras veo todos estos modelos moverse más de cerca en un encuadre de corte cinematográfico. Por desgracia, la buena impresión visual que se transmite durante el gameplay no se sostiene durante estas cinemáticas.
Que no se me entienda mal: las cinemáticas sí que dan la talla a nivel de músculo gráfico; si se saca un pantallazo de cualquier fotograma, será un pantallazo resultón. El problema principal aparece cuando esos elementos resultones se ponen en movimiento. Las animaciones son tremendamente toscas, hasta el punto de que los personajes parecen carentes de vida, y las expresiones faciales son prácticamente inexistentes. Es difícil entrar en una historia ante un panorama así, pero todavía se puede conseguir si se compensa con otros elementos. Sin embargo, las actuaciones de voz oscilan de decentes a amateur; la dirección de las escenas parece arbitraria, carente de cualquier chispa; y sobre todo…
LA HISTORIA

Ambientada en un mundo de fantasía medieval, la historia de Redemption Reapers sigue a los miembros de la brigada de los Halcones Grises, un grupo de mercenarios que han dejado de luchar por dinero para defender a la humanidad de los macabros de ejércitos de los Mort. Estos monstruos de aspecto en su mayoría orco llegaron al mundo sin previo aviso, destruyendo una nación tras otra y dejando a la humanidad diezmada tras su paso. Como jugadores, tomaremos el control de cinco de los mercenarios de esta brigada y los guiaremos en una cruzada por cambiar las tornas de la guerra y salvar a la humanidad.
La premisa, aunque no presente nada que no se haya visto nunca, no suena para nada mal. Parece prometer una de esas épicas oscuras con elementos de fantasía que tan bien nos entran siempre en el cuerpo a tantos. Por desgracia, esta promesa no llega a convertirse en algo más que eso como consecuencia de la pobre ejecución de todos los elementos narrativos de la obra.

Y es que Redemption Reapers sufre de una importante falta de desarrollo en todos sus elementos narrativos. No sabemos prácticamente nada de sus personajes; apenas se nos habla de su pasado, apenas interactúan entre sí y la personalidad de la mayoría es más plana que una mesa. A nivel de trama, su naturaleza genérica empeora por la falta de conflictos o escenas interesantes. La mitad de las escenas consisten en mostrar un mapa mientras se nos narra el próximo movimiento militar de la guerra de la forma más anodina posible. Los enemigos carecen de cualquier clase de carisma o desarrollo, presentándose únicamente como obstáculos en movimiento ante el jugador.
Pocas veces me he topado con un videojuego cuya historia me hiciera sentir tanta desgana. Lo mejor que puedo decir de ella es que al menos se puede saltar. Se nota que las intenciones del estudio son buenas y seguramente tenían el objetivo de narrar algo genuinamente especial, pero personalmente considero que el resultado es un desastre.
Por suerte, Redemption Reapers se guarda un último as bajo la manga. Una carta con la que tratar de compensar todas las demás carencias y ganarse el interés de los jugadores.
UNA BASE JUGABLE SÓLIDA (AUNQUE POCO EXPLOTADA)

En su base jugable, Redemption Reapers es un juego de rol táctico por turnos al estilo Fire Emblem, por establecer una referencia de sobra conocida. El progreso se divide en niveles, siendo cada nivel un escenario en el que daremos órdenes a los cinco protagonistas para cumplir con el objetivo exigido, ya sea eliminar a todos los enemigos, alcanzar un punto concreto, proteger a un NPC…
El funcionamiento de los niveles, por tanto, consiste en mover y atacar con los personajes por turnos, planificando una estrategia para cumplir el objetivo del nivel a la vez que respondemos a las acciones del enemigo tras cada uno de nuestros turnos. Cada personaje tiene además un número limitado de puntos con los que realizar acciones en cada turno, por lo que deberemos pensar muy cuidadosamente en cómo utilizarlos.
De hecho, otro aspecto que también nos hará pensar muy cuidadosamente en nuestras acciones es la elevada dificultad de los enfrentamientos. Desde el primer nivel nos daremos cuenta de que aquí no podemos ir como pollo sin cabeza o ni siquiera con una cantidad de cuidado moderada, como podríamos estar acostumbrados a hacer en, de nuevo, juegos como Fire Emblem (en el caso de no jugar en las dificultades más altas). En el caso de Redemption Reapers, el jugador pronto descubre que la única posibilidad de victoria pasa por acertar con casi todos y cada uno de sus movimientos. Cualquier error de cálculo, por mínimo que sea, puede suponer una penalización enorme o conducir directamente a una derrota.

En ese sentido, jugar a Redemption Reapers parece en muchos casos una especie de partida de ajedrez o incluso un puzle a resolver, con los bueno y lo malo que ello implica. Con los personajes podemos movernos, defendernos o utilizar distintos ataques y habilidades, y el modo en que las acciones de cada personaje se compenetran con las de todos los demás es igual de importante que sus acciones individuales.
Como jugadores, se nos lanzará constantemente ante situaciones de absoluta desventaja de las que podremos salir de muy pocas formas. Esto es algo que tiene sus puntos positivos y negativos. Puede que los auténticos apasionados del género encuentren estimulante un desafío de tal calibre, pero, al mismo tiempo, quienes solo busquen disfrutar de un juego de estrategia se toparán con una experiencia despiadada que quizás pida de ellos más de lo que les apetece dar. Además, el hecho de que los jugadores deban jugar de forma tan milimétria para superar los niveles les deja poco margen para expresarse de forma creativa mediante el gameplay, lo cual puede llegar a ser frustrante y aburrido para algunos.
Antes de cada nivel, deberemos preparar a nuestros personajes para afrontar cada enfrentamiento con las máximas garantías. Podemos desbloquear y mejorar habilidades con los puntos que ganan al subir de nivel; podemos equipar, mejorar y reparar armas y accesorios; podemos comprar y vender objetos… No es nada revolucionario, pero sí un momento de planificación más pausada que se agradece.

Algo muy común en esta clase de juegos de rol tácticos es que los personajes ganen experiencia principalmente al acabar con enemigos, lo cual provoca que los jugadores tengan que dedicar un esfuerzo activo a repartir el último golpe de cada enemigo de forma equitativa entre sus unidades para no generar un desequilibrio de nivel. En Redemptión Reapers, esta preocupación se resuelve gracias a la mecánica de “experiencia compartida”. Durante cada combate, las acciones del equipo generan una pequeña cantidad de experiencia que se va acumulando y que podemos asignar al personaje que queramos entre niveles. De este modo, no tenemos que estar pendientes de qué personajes usamos para acabar con los enemigos porque cualquier desequilibrio de nivel se puede resolver fácilmente al asignar la experiencia compartida disponible. Un acierto del diseño que nos hace la vida aunque sea un pelín más fácil como jugadores.
En general, el loop jugable en el que nos sumerge Redemption Reapers es bastante eficaz. Gracias a su sólida base mecánica, planificar una estrategia con la que superar cada nivel se convierte en una experiencia lo bastante estimulante como para mantenernos enganchados… al menos hasta cierto punto.
La premisa jugable es sólida y personalmente me parece bastante divertida, sí; pero eso no es suficiente para mantener mi interés durante 20-25 horas de partida. Aprender a dominar las mecánicas al principio es divertido. Mejorar las habilidades de los personajes y crear estrategias más complejas con sus sinergias resulta interesante y satisfactorio porque sientes que la fuerza de tu equipo y la de los enemigos por fin comienza a equilibrarse. Sin embargo, una vez pasado este punto, nos quedamos sin nuevos elementos que descubrir, sin nuevas razones que nos inviten a seguir jugando.

No es solo que la historia, como ya he comentado, no llegue a funcionar en ningún momento. Los niveles también son muy poco variados. El escenario no tiene prácticamente importancia y todo se resume en avanzar con todas las tropas muy juntas para atraer enemigos y eliminarlos poco a poco mientras minimizamos daños. Hay una variedad aceptable de enemigos, lo cual es un pequeño punto a favor del juego, pero en la práctica no se aprovecha de formas particularmente interesantes que nos hagan salir de la misma estrategia de siempre; y esta repetitividad se puede convertir en algo bastante tedioso con el tiempo.
La dificultad de los niveles podría variar para ofrecer experiencias que reavivaran el interés del jugador, pero en su lugar se opta por incrementar la dificultad con recursos artificiales como simplemente añadir más enemigos o aumentar su daño. Al incluir un número mayor de enemigos, además, los niveles aumentan su tamaño para dar cabida a todos ellos.
Este aumento de tamaño de los niveles sigue una progresión que se llega a descontrolar, de modo que se nos presentan niveles de tamaños tan descomunales que personalmente me empezaban a transmitir desgana con solo verlos. Nuestros personajes, para colmo, se mueven muy poquitas casillas por movimiento, por lo que recorrer uno de estos niveles enormes de arriba abajo ya sería un ejercicio considerable de paciencia aunque estuvieran vacíos. El hecho de que haya enemigos en ellos normalmente los haría una experiencia más liviana, pero ese no es el caso cuando la forma de derrotar a todos los enemigos es muy parecida, el número de estos enemigos es muy elevado y el más mínimo error puede suponer la derrota. La experiencia final acaba siendo algo repetitivo y poco estimulante que, además, tendremos que repetir desde el principio si cometemos el más mínimo error.

CONCLUSIÓN
Personalmente, quería que Redemption Reapers me gustara, de verdad. Lo he intentado, he seguido jugando incluso cuando las ganas flaqueaban porque quería darle otra oportunidad, hasta el punto de llegar a estar cerca de su final; pero, tras ver la inabarcable dimensión de uno de sus niveles y la todavía más inabarcable cantidad de enemigos a los que ya me había enfrentado, pensé en lo frustrante que iba ser atravesar todo eso y decidí dejarlo por mi propia salud mental.
En su base mecánica, Redemption Reapers es un buen juego de rol táctico por turnos, incluso muy bueno por momentos. Por desgracia, la mayoría de elementos que rodean a esta base no solo fallan a la hora de potenciarla, sino que suponen un lastre difícil de ignorar.
Con Redemption Reapers, el estudio Adglobe ha querido ir un paso más allá tras el éxito de su anterior título para ofrecer una experiencia cuyos valores de producción tratan de acercarse más a los de un proyecto AAA que a los de un indie al uso. El problema es que esta intención se ve reflejada mucho más en el precio del juego que en su resultado final. Esa etiqueta de 50 euros hace muy difícil recomendarlo, incluso para quienes sean auténticos admiradores de su género.
Aun así, y pese a todos los puntos negativos, se nota que el estudio tiene buenas intenciones y un talento que, enfocado de la forma correcta, posee el potencial de seguir ofreciéndonos grandes juegos, como ya hicieron con el Ender Lilies. Puede que Redemption Reapers haya sido un bache en el camino, pero incluso en un bache así encontramos momentos centelleantes de brillantez gracias a los cuales podría valer la pena darle una oportunidad si sois apasionados del género y os topáis con una muy buena rebaja.
Nos consolamos con:
- Una base mecánica sólida.
- Las opciones de personalización de los personajes y sus sinergias.
Nos desconsolamos con:
- Una historia absolutamente anodina.
- Su repetitividad y su elevada dificultad artificial pueden derivar en una experiencia muy frustrante.
- El precio de 50 euros es desorbitado para lo que ofrece.
Ficha
- Desarrollo: Adglobe
- Distribución: Binary Haze Interactive
- Lanzamiento: 22/02/2023
- Idioma: Castellano
- Precio: 49,99€
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