Los deportes son algo social. Aunque obviamente hay un componente individual, incluso cuando jugamos al tenis o al pádel, lo hacemos porque queremos pasar un buen rato con nuestros amigos. Nos echamos unas risas, hacemos algo de ejercicio e incluso podemos llegar a conocer gente al coincidir con más aficionados. Otras veces igual no se queda para jugar, sino para ver a otros. Así siempre teniendo muchas actividades en torno al deporte.
¿Por qué cuento toda esta chapa? Porque esa es la idea central de Racket Club, el nuevo título de Resolution Games. Porque hacer «sólo» un deporte nuevo de raqueta no era suficiente, sino que querían el pack completo. La diversión de estar en la pista, y la satisfacción que es conocer nuevos amigos mientras jugamos al potenciar el apartado social del título como pocos juegos deportivos, de VR o no, lo han conseguido. Es sin duda una propuesta de lo más ambiciosa, así que coged vuestra raqueta virtual, ¡y nos vemos en el club!
¡Bienvenidos al club deportivo!
Un deporte nuevo y familiar a la vez
Antes de nada, ¡toca hablar del deporte sobre el que gira Racket Club! La base es muy similar a la del pádel, pero habiéndose diseñado todo con el espacio limitado que tenemos habitualmente en casa al jugar a la VR. Por tanto, nada de pistas gigantescas ni movimientos artificiales. Así se anula la posibilidad de mareos al jugar, al obligarnos a movernos físicamente por el entorno. De paso, se reduce la posibilidad de que nos choquemos con los objetos que tengamos a nuestro alrededor. Incluso podemos llegar a jugar estando quietos… Aunque tendremos menos opciones competitivas si no aprovechamos hasta el último centímetro, claro.
Esa es una de las principales pegas que se pueden tener frente al juego, ya que aunque no se necesita tanto espacio para jugar como en el brillante Eye of the Temple, sí que hace falta más que con Beat Saber. Dos espectros muy distintos, lo sé.
Dicho esto, estamos en una pista reducida con dos secciones y paredes de cristal a nuestro alrededor. Como en el pádel, las paredes son clave, al poder usarse, pero con otras reglas. El saque inicial no se puede hacer por encima de la altura de la red o es falta. Como la pelota no puede botar dos veces en la mitad más cerca de la red, se reduce el espacio físico a emplear. Por último, el primer golpe de la pelota en el campo contrario no puede ser en la pared posterior, o será falta. Más allá de eso y sin que nos salgamos de los muros, cualquier rebote está permitido, dando muchas posibilidades estratégicas para conseguir anotar un punto contra el rival.
El tamaño reducido de la pista nos permite jugar en nuestro salón… ¡también en Mixed Reality!
La importancia de cada punto
Además de unas hápticas excelentes, geniales físicas de la pelota y unas reglas sencillas pero que nos dan grandes posibilidades, hay un elemento final que eleva este nuevo deporte a algo brillante: la puntuación. Algo que ocurre en cualquier partido de tenis o pádel es que todo se puede alargar una barbaridad. Horas y horas hasta que al final se gana un set y un partido. Eso no es posible en VR, donde se suelen tener sesiones de juego más cortas. Por eso la puntuación de Racket Club no sólo agiliza las partidas, sino también hace todo mucho más intenso.
Cada set se gana al alcanzar 11 puntos. Cuando se ganan dos sets, te alzas con la victoria del partido. ¿La gracia? En un punto, cuando se ha golpeado la pelota 5 veces, el valor del punto aumenta. Así hasta poder valer un total de 5 puntos. Por tanto, a medida que vamos haciendo un peloteo con el rival, todo se vuelve más emocionante. Un fallo nos saldrá más caro a medida que aumente la duración del punto. También ocurre lo contrario, al poder dar la vuelta a un set con un único punto, por lo que aprovechar cualquier posible fallo del oponente y devolver la pelota con inteligencia es clave.
Todo esto da como resultado a un nuevo deporte que me encantaría jugar en la vida real, no sólo en la VR. Es ágil, rápido, activo y de lo más divertido. Es lo mejor que podía haber hecho Resolution Games, ya que por mucho que nos pueda gustar el tenis o el pádel, una adaptación uno a uno en VR no habría funcionado tan rematadamente bien.
Un punto puede dar la vuelta a cualquier partido… ¡y hacer todo muy intenso!
Bienvenido al club deportivo de tus sueños
Para jugar un partido, tenemos la opción del típico matchmaking, jugar contra la IA y otras opciones típicas. Sin embargo, el otro núcleo de Racket Club es la parte social, precisamente a partir de los clubs. Habrá varias instancias donde podremos unirnos y estar en un escenario bastante amplio con múltiples pistas en las que jugar.
Aquí podremos hacer lo que queramos. ¿Ver jugar a nuestros amigos? Por supuesto, e incluso nos podrán oír dándoles ánimos, o distrayéndolos, que fastidiar a los colegas siempre es divertido. ¿Queremos ponernos a jugar? Pues adelante, con entrar a una pista individual o de dobles, empezaremos a jugar. Es como llevar un paso más allá las zonas sociales de los juegos de lucha de Arc System Works, donde vemos a los avatares luchando en una recreativa y podemos ponernos en modo espectador. Aquí todo sin pantallas de carga entre medias ni nada.
La conexión online es excelente en todas las partidas que he jugado, con si acaso algún peloteo donde la pelota y las animaciones de los avatares no cuadraban a la perfección. Pero es algo muy ocasional, y por lo general, todo funciona a las mil maravillas. Además, al menos en el período pre-lanzamiento, era una delicia entrar a un club y ponerse a jugar con la gente. Soy malísimo, pero me he sentido muy cómodo en cada ocasión, animándome a ir mejorando, dándome consejos y demás. Ojalá esta comunidad tan aceptante se mantenga, porque sería otra baza muy a favor de Racket Club.
Ya sea jugar o ver partidos, el club es el corazón del juego
Jugando por el mundo
Si la parte online no es lo vuestro, Racket Club sigue siendo la mar de divertido. Tenemos una serie de desafíos de entrenamiento que nos animan a mejorar diferentes técnicas, como devolver la pelota de volea, de cada uno de los lados, tras un rebote en las paredes, etc. Es de lo más útil para aprender las técnicas más complejas de este deporte, o sencillamente, repasar conceptos que se nos pueden atragantar más.
También hay un modo individual donde participamos en una serie de torneos por todo el mundo. Competiremos contra avatares prefijados, cada uno con cierta personalidad y diferentes tipos de juego. Así que algunos serán más agresivos y propensos a errores, otros más conservadores, otros aprovecharán más los rebotes para pillarnos desprevenidos, etc. Ganar uno de estos torneos no es nada fácil (también puede ser que soy un manta), haciendo cada victoria más satisfactoria aún.
Hablando de avatares, nos crearemos nuestro propio personaje. Aunque las opciones de personalización no son las más complejas del mundo, pero sirven para que podamos crear nuestra representación virtual. Al ir subiendo de nivel (conseguimos experiencia por cada partido online ganemos o perdamos y al completar desafíos) ganaremos más ropitas para el personaje, además de nuevas raquetas con stats algo mejores… Aunque no lo he notado al ganar más o menos, la verdad. ¿Quizá es sólo un efecto placebo?
El editor es relativamente completo, al igual que el sistema de tutoriales/desafíos
La importancia del juego de piernas
A nivel visual, estamos ante un título que ha apostado por un estilo cartoon que funciona genial. Es una manera genial de tener avatares expresivos y vistosos, además de con un diseño que muestra bien sus animaciones, lo que ayuda a la legibilidad de sus acciones. El mundo también tiene ese estilo cartoon, pero logra ser atractivo. Y si no nos llama tanto, podemos activar el modo Mixed Reality para que la pista aparezca en nuestro mundo, conectándonos con el virtual a través de un túnel.
Donde quizá puede flaquear más Racket Club es en las animaciones. Las de los rivales controlados por la IA están relativamente bien, pero cuando estamos ante un usuario real, hay algo que queda raro: las piernas. Se mueven a veces algo raro, y aunque el tronco superior se representa con precisión, ver cómo a veces las piernas se quedan demasiado fijas es extraño. El sistema IK de los cuerpos podría ser mejor, ya que hay otros títulos VR (incluso VR Chat) donde el movimiento de las piernas es más natural.
Pero bueno, ojalá todos los juegos tengan esto como principal pega. El sonido también es muy bueno, con efectos contundentes al golpear la pelota, o cuando ésta rebota en alguna parte de la pista. Quizá habría estado bien tener música al jugar en solitario, pero tampoco me ha molestado en exceso.
Hay juegos con mejores piernas… ¡pero al menos existen!
Conclusión
Racket Club es el mejor juego deportivo de la VR. Así de simple. Resolution Games vuelve a crear una verdadera joya, esta vez ofreciendo no sólo un deporte de raqueta brillante, sino también un componente social muy potente. El resultado es un título que nos anima a volver una y otra vez. A echar un partido, quedar con otros usuarios, e ir mejorando nuestra técnica poco a poco.
Aunque hay otros títulos de raqueta en VR excelentes (como Eleven Table Tennis o C-Smash VRS), o incluso deportivos (Creed: Rise to Glory o NFL Pro Era), ninguno había ofrecido también una parte social como los clubs. Es algo único que tampoco es habitual en los juegos en plano, y añade mucho a la experiencia global. Así que, a poco que os gusten los deportes de raqueta, Racket Club se convierte en todo un imprescindible que no puede faltar en vuestros visores.
Nos consolamos con:
- Un deporte nuevo brillante con unas reglas ideales para la VR
- Geniales tutoriales/desafíos para mejorar nuestra técnica
- La parte social que ofrece el club
- Visualmente atractivo…
Nos desconsolamos con:
- … Aunque las piernas de los avatares de jugadores no son las mejores del mundo
- Se echa en falta algo de música (opcional) durante los partidos
- Si tenéis poco espacio, tendréis menos posibilidades que alguien con más sitio para moverse
Análisis realizado gracias a una clave para PS5 (PS VR2) proporcionada por PLAION.
Ficha
- Desarrollo: Resolution Games
- Distribución: Resolution Games
- Lanzamiento: 14/12/2023
- Idioma: Textos en Castellano
- Precio: 24'99 €
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