Robots gigantes contra monstruos gigantes u otros robots gigantes dándose de leches en una ciudad. Es una premisa muy simple, pero que no podía sonar más apetecible. Es por eso que me gusta tanto la saga “Pacific Rim” (sí, hasta la segunda entrega), ya que es espectáculo por el hecho de dar espectáculo.
Esto también ocurre en varios videojuegos, pero últimamente cuesta encontrar propuestas tan directas como esta. Por eso tenía bastante curiosidad por Override: Mech City Brawl, un título independiente desarrollado por The Balance y publicado por Modus. Con la tecnología actual, era algo que estaba deseando ver, ya que ver a dos seres enormes destrozarse la cara mientras van arrasando una ciudad a su paso tiene que ser increíble se mire por donde se mire… O si dejamos salir a nuestro niño interior, claro. ¿Podrá esta propuesta llegar a buen puerto, o se derrumba como lo hacen sus edificios?
En esencia, Override: Mech City Brawl es un juego de lucha en 3D en el que pilotamos enormes mecas de combates. De serie el juego sale con 12 mecas, cada uno con sus habilidades propias y capacidades de movimiento, de modo que podemos pasar de una robot-ninja algo pequeña, pero que es muy veloz pese a su menor rango de ataque; o una especie de Godzilla mecánico capaz de arrasar con todo a su paso, aunque en cambio, es bastante más lento y tosco que la ninja. Encontrar el meca con el que nos sintamos más cómodos es clave, aunque por lo general, es muy divertido ir probándolos todos.
No estamos ante un juego de lucha tradicional, ya que como ocurre con los mecas que vemos en las películas y en los animes, todo se controla por extremidades, sin un sistema de combos complejo ni nada por el estilo. Con un botón atacaremos con el brazo derecho, con otro moveremos el izquierdo, y lo mismo con las piernas. Es algo similar a lo que ocurriría con Tekken, pero como digo, no estamos ante un juego basado en complejos combos, ya que las sucesiones de ataque que podemos hacer son básicas (un puñetazo derecho después de uno izquierdo), y se basan más en las limitaciones físicas, al no ser posible dar un puñetazo con el mismo brazo igual de rápido que cambiándolo, ya que una máquina tan grande le cuesta un poco moverse, y el giro del cuerpo ya nos predispone para hacer ese mini-combo.
Como cada extremidad tiene sus propulsores, podemos cargar los ataques para que sean más potentes, a costa de ser vulnerables a poder ser noqueados durante este periodo de carga. A cambio, algunos ataques cargados serán especiales, y variarán en función de las características de nuestro personaje. A su vez, podemos usar ataques especiales con cada extremidad, lo que nos puede permitir disparar desde lejos, ataques masivos como la teletransportación o un movimiento tipo apisonadora.
Para la defensa, podemos usar tanto esquivas como bloqueos. Sin embargo, los bloqueos se pueden romper con los ataques potentes, pero todo golpe puede ser contrarrestado con un buen parry realizado a tiempo. Los movimientos generan sobrecalentamiento, por lo que no podemos atacar o esquivar constantemente. Todo esto hace que el sistema de combate de Override: Mech City Brawl sea sencillo, pero permita cierta profundidad cuando sacamos jugo a las habilidades únicas de cada meca. Eso por no mencionar los ataques definitivos, de un único uso cuando nos queda poca salud, para que podamos darle la vuelta a la tortilla a un duro enfrentamiento.
A la hora de jugar, se nota que Override: Mech City Brawl está pensado para jugar en multijugador. Sí, hay un modo individual a modo de campaña (que también se puede jugar en cooperativo), pero es bastante sencillo. Básicamente, aquí usamos nuestro meca para enfrentarnos a los alienígenas conocidos como “Xenotipos”. La estructura de la campaña no está mal, y me recuerda un poco a la campaña de Killer Instinct, aunque es todo mucho más básico. En esencia, hay unas misiones que hacen avanzar la historia, pero entre medias tenemos que completar misiones aleatorias que están claramente de relleno. En función de qué misión de relleno escojamos, conseguiremos nuevos mods con los que alterar varias ventajas especiales, sets de armas para que aparezcan en futuras misiones, o puntos para mejorar las estadísticas de nuestro meca.
Las misiones de la historia son las mejores, al ofrecernos jefes finales o encuentros contra otros mecas. Las demás misiones suelen ser bastante básicas, y no es raro encontrar el punto de reaparición de los Xenotipos, con que basta con ponernos ahí y lanzar un ataque tras otro. En apenas un par de horas completaremos este sencillísimo modo historia, pudiendo pasar claramente al punto fuerte de Override: Mech City Brawl: su multijugador.
Ya sea en local u online, podemos jugar en partidas de hasta cuatro usuarios. Cuando hay varios robots dándose de leches en medio de una ciudad con todos los edificios destructibles, estamos ante escenas que parecen sacadas de “Pacific Rim” y similares, algo que me encanta. Y sí, podemos hacer diferentes combinaciones para participar en partidas de Todos contra Todos, por equipos o incluso participar en 1vs2 por citar varios ejemplos. El modo más divertido de jugar en local me ha parecido lo más cercano que hemos visto a lo que ocurre en “Voltron” o “Power Rangers” cuando se combinan los mini-mecas en el robot gigante combinado: que cada usuario controle una parte del meca.
De este modo, si jugamos con dos pilotos, un usuario se encargará de dar puñetazos y otro de dar patadas, pudiendo llegar al límite de que cada jugador controla una extremidad independiente. Coordinarse es complicado, pero es uno de los encantos de esta forma de jugar. Al menos, el tema del movimiento siempre recae en manos del jugador principal, o de lo contrario sería un caos mucho mayor. Es una extensión de lo pudimos ver en Trackmania Unlimited, y me encanta.
Gracias a este modo de jugar, y a los piques offline entre mecas pilotados por un único usuario, Override: Mech City Brawl funciona muy, muy bien como un juego party. Al haber cierta profundidad pero ser tan divertido y accesible, con muchos elementos caóticos gracias al uso de armas de todo tipo (bombas, metralletas potentes pero que necesitan un tiempo de carga, escudos de diferente tipo, espadas, etc), las habilidades de cada robot y ver cómo la ciudad acaba destruida por la batalla, la diversión es total.
Junto a las partidas offline, también podemos participar en varios combates online, donde destacar más a nuestro meca gracias a las skins que hayamos desbloqueado (el desbloqueo aleatorio es un poco peñazo, pero las skins al menos son bastante llamativas) y demostrar que somos los mejores pilotos de mecas de la Tierra. Es una pena que, al menos en Xbox One, no haya una gran comunidad por detrás, costando algo encontrar partida, pero al menos la conexión es bastante estable, con que si coincidimos con varios amigos, podemos pasarlo casi igual de bien que en local. Es cierto que puede faltar algo de chicha al juego, ya que no hay muchos modos, personajes o mapas para mantenernos durante largas sesiones, pero para partidas ocasionales con amigos el juego funciona muy bien.
A nivel técnico, Override: Mech City Brawl no es un juego de mucho presupuesto, con que no esperéis el detalle de la destrucción de películas como “Pacific Rim” o “Godzilla”, pero no por ello es menos llamativo. Los mecas tienen unos diseños bastante buenos, para que entren por los ojos y podamos identificar fácilmente contra quién peleamos, sin importar la skin que estén empleando. La destrucción de los mapas, aunque se representa de un modo simplificado, me encanta. Hay algo en el placer de mandar de un puñetazo a un meca o aun alienígena contra un puente para ver cómo se derrumba, que me pone una sonrisa de oreja a oreja. Es una pena que el rendimiento no sea del todo óptimo, al menos en Xbox One (y encima en X), ya que cuando los mapas están llenos de edificios, puede haber varios tirones. A medida que avanza el combate la cosa mejora, pero es algo que podría mejorarse mediante parches en el futuro.
El sonido es mucho menos destacado. Las melodías y efectos que suenan son sencillos y estándar, sin demasiados alardes. Sin embargo, hay cosas que me cuesta entender, como la poca música que hay en las pocas escenas de vídeo de la historia, lo que hace que sean bastante aburridas, al no haber tampoco voces en ningún idioma, sino cuadros de texto (en castellano) sin demasiada chicha.
Conclusión
Puede que Override: Mech City Brawl no sea el juego más completo del mundo ni el más variado, pero vaya si no es divertido. A veces, una propuesta tan simple como “robots dándose de leches mientras destruyen la ciudad” puede funcionar de maravilla, y gracias a las ideas de The Balance, el resultad es muy divertido.
Aunque en solitario el juego no ofrece gran cosa, es en multijugador, y sobre todo en local, donde más brilla. Estamos ante un juego party que funciona de lujo con los amigos, ya sea en duelos entre nosotros o pilotando entre varios un mismo meca. Así que, si tenéis a unos buenos amigos a los que les encanten los mecas, estamos ante una propuesta que va al grano y os va a dar mucha diversión.
Nos consolamos con:
- Control sencillo de los mecas, pero apropiado para estos seres tan grandes
- La destrucción de los escenarios nunca cansa
- Pilotar un mismo meca entre varios amigos, como si hubiéramos formado a Voltron
Nos desconsolamos con:
- No hay demasiado contenido, sobre todo si queremos jugar en solitario
- Tirones cuando los mapas no han sufrido destrucción, incluso en Xbox One X
- El desbloqueo de las skins es pura aleatoriedad, lo cual no es lo más agradable a la hora de progresar
Ficha
- Desarrollo: The Balance
- Distribución: Modus
- Lanzamiento: 04/12/2018
- Idioma: Textos en Castellano
- Precio: 29,99 €
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