¿Cuántas veces habremos pensado «pero qué cabritos estos personajes»? Pues bien, gracias a Oh My Goat, la expresión va a ser más literal que nunca, ya que como su título indica, todo gira alrededor de una cabra. Bueno, una cabra-cubo, ya que un malvado cazador ha capturado a los animales del bosque, y para llevarlos en su camión, los ha transformado en cubos. Gracias a un bebé chamán, la cabra se libra del cautiverio, pero si quiere recuperar su forma original, deberá de salvar al resto de adorables animales.
Esta es la premisa de este juego de plataformas, donde el juego de palabras del título le viene al pelo, ya que diremos mucho OMG cuando veamos las endiabladas trampas que han preparado los desarrolladores. La forma de ugar es muy sencilla: al pulsar en la pantalla táctil, la cabra saltará. No hay ni un sólo control más, y aun así, han logrado hacer un juego muy profundo y desafiante.
¿Habéis jugado a The Impossible Game? Pues lo que nos encontraremos en este juego es bastante similar, ya que todo se basa en dar saltos con una precisión milimétrica, si no queremos que la cabra muera una y otra vez. La principal diferencia radica en que aquí, los niveles están divididos en 12 zonas más cortas, sirviendo cada una como un punto de control. Por lo tanto, llegar al final es algo más asequible, al no haber un límite de vidas para jugar. Pero claro, cuanto más muramos, menos estrellas conseguiremos. Eso por no mencionar el estado en el que dejaremos a la pobre cabra, que va cambiando su aspecto si morimos muchas veces en una única sección.
Un aspecto muy interesante es que, en cada mundo no sólo varía la ambientación y los obstáculos a superar, sino también las habilidades de la cabra. En uno tendremos un doble salto, en otro daremos un gran salto, o en otro podremos planear. Esto hace que la jugabilidad cambie radicalmente de un mundo a otro, teniendo que volver a ajustar la precisión de un tipo de salto al nuevo, lo que crea una jugabilidad que va sorprendiendo cada poco tiempo, y sobre todo, que engancha.
Eso sí, que os quede claro que vamos a morir una, y otra, y otra vez. Lo que en otros juegos crearía frustración, aquí se torna en ganas de superarte a ti mismo, porque normalmente es fácil saber lo que tienes que hacer, pero sencillamente no alcanzas esa precisión necesaria. Para darnos algo de ayuda, tenemos varias pistas para poder usar (y si no tenemos, se pueden comprar con dinero real, siendo éste el único aspecto de microtransacciones que tiene el título), que nos indican exactamente dónde pulsar para saltar en esa zona… «Sólo» nos queda hacerlo a nosotros.
Los cuatro mundos que trae el juego se pueden completar en relativamente poco tiempo, pero con la promesa de nuevos niveles en las próximas semanas, y el enorme reto que supone intentar sacar todas las estrellas del juego, la jugabilidad del título lo hace ideal para pasar el rato en cualquier momento, e intentar superar esa zona que nos trae de cabeza.
Como podéis ver en las imágenes, el estilo visual es muy adorable, con unas melodías muy simpáticas, y unos efectos sencillos, pero efectivos e igual de adorables, que hacen que cada muerte no sea algo grotesco ni castigador ante todas las muertes que sufriremos.
Conclusión
Es curioso cómo un juego con una jugabilidad tan sencilla en su base como Oh My Goat puede ser tan desafiante, adictivo y divertido, ya que con sólo un botón, han logrado algo increíble. Puede que su alta dificultad eche para atrás a una buena parte del público típico para móviles, pero si otros juegos desafiantes como Super Hexagon ha logrado encandilar, ¿por qué no iba a poder gustar a todo el mundo una cabra con forma de cubo?
Nos consolamos con:
- Desafiante, divertido y muy adictivo.
- A pesar de ser un juego gratuito, no hay rastro del temido «Pay-To-Win».
- Buen apartado técnico.
Nos desconsolamos con:
- Su alta dificultad desesperará a los más impacientes.
Enlaces para descargar el juego:
Ficha
- Desarrollo: CremaGames
- Distribución: CremaGames
- Lanzamiento: 01/12/2013
- Idioma: Castellano
- Precio: Gratis
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