En el vasto universo de Warhammer hay cabida para multitud de productos. Desde los juegos originales a los derivados de los mismos, colaboraciones con otros juegos (esa colaboración con Magic The Gathering…), creación de un universo literario enorme o incluso en la creación de videojuegos. En la web ya hemos hablado de algunos de ellos, como el reciente título para VR Warhammer 40.000: Battle Sister, los roleros Warhammer: Chaosbane – Slayer Edition o Warhammer 40.000: Inquisitor – Martyr, el título de acción multijugador Warhammer: Vermintide II o el estratégico Warhammer 40.000: Mechanicus por citar algunos. Y esto hablando directamente de la saga Warhammer, porque si nos fijamos ya en otros productos derivados, como Space Hulk o Necromunda la cosa se dispara. Es más, como habréis deducido por el título, hoy vamos a hablar de un título basado en ésta última, llamado Necromunda: Hired Gun.
Pero empecemos por el principio: ¿por qué hablo de Warhammer si en el título del juego no aparece por ningún lado? Pues porque, como comentaba, Necromunda se trata de un juego derivado de Warhammer, y que presenta todo un lore propio, así como normativa adaptada a las características y dimensiones más reducidas de esta vertiente. No puedo opinar sobre si está correctamente adaptado o no en el videojuego, pues desconozco los detalles. Pero lo que sí os puedo decir es que el juego bebe directamente en los diseños e incluso en algunas facciones de su contrapartida de tablero, como podrían ser las bandas Escher y Orlock, los autómatas de excavación Ambots e incluso criaturas Genestealers.
A nivel argumental, la verdad es que es un juego bastante directo y que nos permite disfrutar de la historia incluso sin conocer el trasfondo del Necromunda original. Obviamente, conocer las facciones y el trasfondo de la ciudad colmena es un plus, pero no es necesario. En esencia, somos un mercenario que ha de localizar a un personaje para acabar con él. A lo largo de los niveles, poco a poco, iremos acercándonos gracias a la información que recibamos de diferentes personajes.
Estas misiones, por cierto, nos llevarán por diferentes puntos de la colmena y, aunque en esencia son similares (todos tienen un importante componente industrial, con elementos que recuerdan al gótico, así como al cyberpunk y al steampunk), se sienten variados y diferenciados. Por ejemplo, no es lo mismo estar en una fábrica que en los túneles de unos viejos trenes o en una mina. Lástima que no podamos decir lo mismo de los enemigos, que enseguida se hacen repetitivos. Y no sólo eso, ciertos enemigos (los Ambots, por ejemplo) y los jefes finales serán auténticas esponjas de balas, algo que lastra bastante la experiencia.
Y es que si bien el gunplay está cuidado y podremos sentir diferencias entre las diferentes armas (velocidad de disparo, velocidad de apuntado, etc.), y los enemigos más básicos caerán con pocos disparos (lo que nos hace sentir súper poderosos, todo sea dicho), tener delante un enemigo que resiste más de 50 o 100 impactos de bala (sin exagerar) se cargan todo el feeling y, por momentos, la diversión. Y ojo, porque cuando no tenemos estos enemigos cerca, el juego es súper ágil y muy, muy gratificante. Para que os hagáis una idea de cómo es, imaginad algo parecido a los últimos Doom: mucha violencia, movimiento constante, cierta recompensa en los ataques cuerpo a cuerpo… De hecho, es prácticamente imposible no pensar en la obra de id Software al ver vídeos del juego o al estar a los mandos.
ampoco ayuda que los enemigos sean, directamente, imbéciles, con una IA muy errática y que no parece tener ningún tipo de estrategia o intencionalidad más allá de morir o matar. Además, hay momentos en los que el juego parece que nos incite a llevar una aproximación al sigilo, pero resulta un espejismo, y es que muchos enemigos pueden detectarnos porque sí, mientras que a veces estaremos disparando a su lado y no harán gran cosa para detenernos. Ojo, no es que espere mucho de un FPS enfocado a la acción, pero tampoco hay que conformarse con tan poco. Además, los enemigos tienen puntos de aparición poco disimulados, algo que también puede sacarnos un poco de la acción y es que acabar con más de 10 personas que salen de una habitación con una única salida (en la que estamos nosotros)…
Otra influencia clara, por cierto, serán los looter shooter, pues encontraremos grandes cantidades de equipamiento a nuestro paso, aunque a diferencia de otros títulos del género como Borderlands o incluso Outriders, en este caso estamos ante una aventura 100% para un único jugador. Y ahí no acaba la amalgama de ideas, pues en la aventura nos acompañará un mastín que será la pesadilla de nuestros enemigos… cuando podamos invocarlo (porque tiene una duración determinada en el campo de batalla y tocará esperar a que se recargue su marcador para poderlo llamar de nuevo) y, además. le dé por hacernos caso y atacar a los enemigos, pues su IA también es un poco limitada. Lo bueno, eso sí, es que al igual que pasa con el protagonista, podremos ir desbloqueando mejoras que, además de modificar su aspecto, ampliará sus capacidades.
A nivel técnico, una de cal y otra de arena. Si bien es cierto que el juego no es puntero gráficamente, sí que luce muy bien: escenarios grandes y detallados, además con secciones ocultas que nos incentivan a investigar, y personajes bastante bien modelados en el lado positivo, mientras que en el negativo tenemos animaciones ortopédicas y, sobretodo, numerosos problemas de rendimiento. El juego, por lo general, en una Xbox One X corre un poco por encima de los 30fps, situándose en torno a los 40 en muchos momentos (lo sé porque el propio juego incluye un contador de frames, algo muy de PC), lo cual no me parecería mal si fuera estable… cosa que, como imaginaréis por mis palabras, no sucede. Y ya no es que tengamos fluctuaciones entre los 30 y los 40, es que hay momentos en que la acción llega a estar en torno a las 5 o 7 imágenes por segundo, algo bastante molesto y más habitual de lo deseable. Y si no os parece suficiente, decir que he sufrido múltiples crasheos del juego, cerrándose inesperadamente y forzándome a iniciar de nuevo la aplicación.
El control, por contra, sí está bastante pulido. No diré que en algún salto el personaje lo haya interpretado de manera un tanto rara y se haya «pegado» a la superficie equivocada para facilitar un movimiento que no quería hacer realmente, pero eso es algo muy puntual, y es que por lo general está bastante pulido. Lo que sí diré es que el mapeado del mando me parece un tanto extraño y confuso (en más de una ocasión he gastado un botiquín tontamente cuando mi intención era realizar una ejecución cuerpo a cuerpo), aunque acabaremos acostumbrándonos… y si no, siempre podemos optar por modificar el mapeado de los botones a nuestro antojo.
El sonido, sin destacar demasiado, cumple, eso sí: efectos cuidados, doblaje correcto y una banda sonora bastante metalera que nos acompañará en la aventura, aunque a decir verdad se queda un poco «corta» en algunos momentos.
El juego, por cierto, no es especialmente difícil ni desafiante, aunque sí que presenta unos picos muy desajustados en algunas batallas contra bosses y en algunas oleadas concretas: las primeras por el ya citado efecto «esponja de balas», y las segundas porque en muchas ocasiones no sabremos de dónde nos vienen los golpes, especialmente cuando el juego se ralentiza tanto. Eso sí, me ha parecido curioso y acertado el sistema de regeneración de salud basado en ejecuciones y ataques críticos, muy divertido y frenético (y, en parte, me ha recordado a mi amado Warhammer 40.000: Space Marine). Sobre la duración, decir que el juego me ha durado unas 8-10 horas, aunque apenas he hecho un par de misiones secundarias. Hay niveles, por cierto, que no nos durarán ni 20 minutos, aunque tampoco es algo que vea excesivamente preocupante porque hay otros bastante más largos, y con puntos de guardado intermedios.
Conclusión
¿Sabéis esa sensación que se tiene a veces, en la que de todo corazón desearías que algo en concreto te gustara más de lo que lo ha hecho realmente? Pues así me siento yo con Necromunda: Hired Gun. Tiene buenas ideas, y la base es más que correcta (en parte por haber sabido tomar buenas referencias e inspiraciones), pero el resultado deja bastante frío en algunos momentos por culpa de cuestiones de diseño un tanto extrañas. Por si ello no fuera poco, el juego nos ha llegado cargado de problemas técnicos (caídas de frames, múltiples crasheos…) que hacen que, por momentos, sea un suplicio continuar con la aventura. Y aún así, se las apaña para entregar un producto que tiene ciertas virtudes y que entretiene. Yo sólo espero que mejoren el rendimiento del juego para darle una segunda oportunidad, porque realmente me he divertido con él en muchos momentos, aunque en su estado actual me cuesta recomendarlo…
Nos consolamos con:
- La ambientación, muy conseguida, y con variedad relativa pese a lo limitado (a priori) de la propuesta
- El control está bastante pulido
- El gunplay es divertido y está logrado…
Nos desconsolamos con:
- … aunque algunos enemigos se cargan eso al ser auténticas esponjas de balas
- Algunos picos de dificultad puntuales
- La absurda cantidad de problemas técnicos que sufre, al menos en Xbox One X, haciendo que realmente sea difícil aguantar el juego hasta el final
Análisis realizado gracias a una copia digital proporcionada por Koch Media
Ficha
- Desarrollo: Streum On Studio
- Distribución: Koch Media
- Lanzamiento: 01/06/2021 (en formato físico saldrá el 30/06/2021)
- Idioma: Voces en inglés, textos en español
- Precio: 39,99€
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