MOTHERGUNSHIP: FORGE es otro shooter de oleadas en VR. ¡No, no os vayáis aún! Sé lo que puede sonar. ¿Otro juego más de un género trillado a más no poder? Por suerte, Terrible Posture Games ha logrado darle un giro de tuerca a la premisa con una idea de lo más atractiva: ¡construir nuestras propias armas! Esta era también la idea del juego original, un rogue-like bastante divertido donde combinar piezas para crear monstruosidades.
En su salto a la Realidad Virtual, la idea se ha mantenido, pero ofreciendo un diseño más calmado en cuanto a desplazamiento. Eso sí, esto no va a ser un paseo por el parque. Espero que tengáis ganas de meteros en todo un infierno de balas, armas estúpidamente poderosas (o simplemente estúpidas), chistes malos y cientos de robots. Tranquilo Nelson, que al fin vas a tener tu pistola que lanza pistolas.
¡A por la Mothergunship!
A nivel narrativo, no esperéis aquí algo digno de Shakespeare. Hay cientos de naves Mothergunship amenazando la paz en el universo. Nuestro objetivo es meternos en ellas y cargarnos la IA de su núcleo para destruirla. Ya está. Así justifican la cambiante estructura de los niveles como en todo buen rogue-like, y nos dan un objetivo muy clarito. Al menos, de cuando en cuando nos hablarán otros NPCs, con varios chascarrillos divertidos. Pero vamos, aquí estamos para disparar a diestro y siniestro. Si nos topamos con algo mínimamente tecnológico, ¡a reventarlo!
La forma de movernos por los tres escenarios de cada partida es muy sencilla. Estaremos en una zona delimitada bastante pequeña, donde nos podremos mover con el stick, ya sea mediante teletransporte o movimiento libre. Aun así, la gracia de MOTHERGUNSHIP: FORGE es moverse físicamente. No para andar, sino para esquivar las decenas de balas que nos van a lanzar los enemigos. Y no, no es una exageración.
Al acabar con los enemigos de una zona, cogeremos nuestra recompensa de la sala, y elegiremos la puerta para ir a la zona siguiente. Así hasta llegar al jefe final, cambiar de mundo, y con suerte, acabar una partida exitosa. ¿Qué recompensas nos pueden dar? Pueden ir desde el dinero que se mantiene entre partidas, el dinero de dentro de esa run, nuevos módulos de armas, mejoras de armas o estadísticas, y si tenemos suerte, un tesoro formidable.
Aquí entramos en la típica estructura de los rogue-like: ¿nos centramos en conseguir recursos para la progresión global o para hacernos fuertes en esta partida? ¿Vamos a por un arma nueva o intentamos potenciar las que ya tenemos? Lo que hace que todo enganche tantísimo es el frenético ritmo de las partidas, los tiroteos, y sobre todo, la fabricación de armas.
¿Quién no quiere una escopeta-lanzamisiles-metralleta-bláster eléctrico-nuclear? Eso en una mano, claro
En MOTHERGUNSHIP: FORGE olvidaos de una escopeta o un fusil de asalto tradicional. En nuestras muñecas tendremos nuestras armas, que podremos formar totalmente como queramos. Si de paso logramos algo funcional, pues perfecto. ¿Cómo lo hacemos? A través de piezas conectoras. Éstas sirven de puente entre nuestra muñeca y los potenciadores o los cañones. Mientras haya un hueco, ahí podemos acoplar lo que sea.
Algunos conectores son cubos con agujeros por las 6 caras. Otros serán cilíndricos, otros prismas, los hay en cruz y muchas posibilidades más. La idea es obviamente poner los cañones en los agujeros que apunten hacia delante… Pero también podemos ponerlas en los que van hacia el techo. Igual no es práctico, o simplemente queremos cambiar de tipo de disparo de un giro de muñeca. ¡Las posibilidades son infinitas!
Esta manufactura totalmente absurda y loca es increíblemente intuitiva. Agarramos las piezas, las colocamos, y listo. Cuando conseguimos nuevos accesorios, podremos dejar todo flotando en el aire, para que así el ensamblaje sea muy sencillo. Como la munición es infinita, es genial experimentar. Así he llegado a crear auténticas monstruosidades como una escopeta combinada con una metralleta gatling, un bláster pesado y un rayo Tesla… ¡en una única muñeca! En la otra tenía dos lanza-granadas y un lanzamisiles. ¡Poder de fuego máximo!
Priorizando más que para elegir a qué jugar del backlog
Hacer las armas es genial, pero dispararlas también es muy satisfactorio. El sonido, la vibración de los mandos y el impacto visual de cada disparo lo sentiremos de una manera muy notable. Ver cómo salen de nuestra muñeca misiles, granadas, balas, rayos y mucho más es sencillamente mágico. Y también necesario, porque los enemigos no nos van a dar ni un respiro.
MOTHERGUNSHIP: FORGE es claramente un bullet-hell. Los proyectiles no siempre son los más rápidos del mundo, pero son muy, muy, muy numerosos. Hay enemigos que nos disparan 9 balas de golpe, otros proyectiles únicos pero gigantes, o los hay que sí disparan más rápido. Eso por no mencionar los que nos atacan acercándose para modernos, cortarnos la cabeza con un serrucho o directamente explotando.
Saber priorizar a los enemigos es esencial, y por suerte, todos tienen un diseño muy reconocible. Así sabremos rápidamente qué hace cada uno de ellos. ¿Que aparece una torre de escudo, un dron reparador o una pantalla bloqueante? Esos deben de ser nuestra prioridad para que dejen de proteger a los demás. ¿Unos kamikazes se aproximen? O los reventamos, o nos convierten en Chocapic.
Si te paras… ¡mueres!
Ya sabemos a quién disparar primero, pero eso no lo va a hacer más fácil. Esa toma de decisión a velocidad de vértigo es esencial si queremos sobrevivir, al igual que movernos como si estuviéramos en una pista de baile. Mientras los proyectiles no den a nuestra cabeza, estaremos a salvo. Así que, a encontrar los huecos entre las decenas de balas que habrá en el aire a poco que dejemos vivos a unos cuantos enemigos.
Los tiroteos son increíblemente frenéticos gracias a esta variedad de enemigos y el componente físico. Los jefes finales se aprovechan mucho de esto, planteándonos rivales gigantescos con diferentes fases y tipos de ataques. Cada uno más loco que el anterior y llenando la pantalla de más peligros, claro. En VR, me encanta encontrar esas zonas seguras de los bullet hell. Porque sí, hay que mantener la calma, que si nos movemos de la manera adecuada, siempre hay una abertura por la que evitar una muerte segura.
Aunque MOTHERGUNSHIP: FORGE nos da varias pistas visuales para indicarnos que algo fuera de nuestro campo de visión está a nuestro acecho, creo que no siempre logra transmitir esta información. Con las balas no hay problemas, pero con los enemigos cuerpo a cuerpo, hay más problemas. Me han comido los dichosos perros robóticos infinidad de veces, porque parecen haber estudiado con las Tortugas Ninja para ser tan sigilosos. Sólo hacen un pequeño «¡fium!» al aparecer, pero luego casi nada de ruido. Es lo más frustrante de unos combates, por otro lado, maravillosos.
A desbloquear más accesorios que en una tienda de complementos
A medida que consigamos cristales morados o cumpliendo diversos objetivos, iremos desbloqueando nuevos elementos para futuras partidas. Esto incluye diferentes perks de inicio, como hacer que tengamos más vida o peguemos cuerpo a cuerpo más fuerte. La gracia, cómo no, está en los nuevos juguetitos para crear armas cada vez más y más absurdas.
En este sentido, la progresión de MOTHERGUNSHIP: FORGE funciona muy bien. Constantemente estamos desbloqueando nuevos perks para empezar la partida con una base distinta, o nuevos accesorios para las siguientes runs. Eso por no mencionar las dificultades. Empezaremos en Normal, desbloqueando Fácil cuando nos maten dos veces. A partir de entonces, a ir subiendo poco a poco.
Esto le da muchísima rejugabilidad al título, ya que cada dificultad nos sigue picando para seguir intentándolo. Que sea más difícil significa versiones más potentes de los enemigos, ya sea aguantando más proyectiles, o lanzando más todavía. No es para nada lo mismo jugar en Fácil que en la cuarta dificultad. Vais a acabar sudando, y no sólo por el calor, sino de todo lo que nos vamos a mover para evitar acabar como un colador.
Así se consigue paliar el problema del juego: número de niveles. Sólo hay tres bloques de fases, lo cual se puede quedar corto. Al menos, así todas las partidas tienen una duración bien ajustada (llegarán a los 30 minutos como máximo), animándonos a intentarlo una vez más nada más morir. Pero claro, si hubieran metido más jefes finales, no me habría quejado.
Si queremos más horas de juego, entonces tenemos el multijugador. MOTHERGUNSHIP: FORGE nos permite jugar en cooperativo con un amigo. Cada uno estamos en una parte de la habitación, y claro, hay más bichos todavía a los que destruir. No he jugado apenas a este modo, ya que antes del lanzamiento oficial no es que los servidores fueran a estar rebosando de gente. Aun así, lo poco que he jugado funciona bastante bien, y tengo ganas de echar más partidas. Ya sabéis, los amigos que esquivan balas juntos jamás serán vencidos.
Me encanta el olor a pólvora por la mañana
En cuanto el apartado técnico, estamos ante un título más que sólido. La nitidez de la imagen de la versión de Quest 2 (la que he jugado) es fantástica. Incluso cuando la pantalla se llena de balas, explosiones y efectos, todo se sigue viendo a las mil maravillas. Obviamente, no será el juego más puntero del mercado, pero resulta vistoso. Los tres grupos de escenarios tienen un buen nivel de detalle, al igual que nuestra nave/base/menú principal.
Hay detalles en lo visual que me gustaría destacar, como el tema de lo bien que está implementado todo el HUD en VR. Lo veremos siempre en nuestras muñecas, para que sepamos fácilmente nuestra vida y estado general. Moverse por los menús o mejorar el equipo también es muy sencillo, por lo que se ha hecho una gran labor en hacer MOTHERGUNSHIP: FORGE muy accesible. La dificultad está en esquivar las balas, no en entender cómo funciona todo.
El sonido no se queda atrás. La música es bastante cañera, perfecta para los tiroteos que nos esperan. No llega ni de lejos a ser algo tan memorable como en Until You Fall, pero cumple con creces su tarea. Lo mismo ocurre con las voces, abrazando muy bien el tono de Serie B de toda la premisa para pasarlo en grande.
Conclusión
Mientras jugaba a MOTHERGUNSHIP: FORGE, siempre tenía una sonrisa de oreja a oreja. He disfrutado a lo grande esquivando balas sin parar como si de repente estuviera jugando a OhShape. Me sentía un genio malvado montando las armas más estúpidas posibles. ¿Lo mejor? ¡Que encima funcionaban! Cuando de tu muñeca salen de golpe rayos, balas, misiles, granadas y pizzas explosivas, es imposible no disfrutar al máximo.
Volviendo al inicio del análisis, sí, estamos ante un shooter de oleadas. Pero Terrible Posture Games ha sabido darle un giro de tuerca increíble para ofrecernos un rogue-like divertidísimo. La mecánica de construcción de armas es soberbia, y los tiroteos son divertidos a más no poder.
A poco que os gusten los shooters locos, los rogue-like o los bullet hell, MOTHERGUNSHIP: FORGE no puede faltar en vuestra colección. Aunque no me hubiera disgustado una adaptación con movimiento libre del original, este es un salto fantástico a la VR de la franquicia. Porque a veces, sólo necesitas un arma cómicamente gigante y destructiva para pasar un buen rato, y aquí el juego no tiene rival alguno.
Nos consolamos con:
- La construcción de armas absurdas
- Tiroteos frenéticos y muy divertidos
- Gran progresión global
- Pica muchísimo. ¡Solo una nave llena de robots más!
Nos desconsolamos con:
- Sólo 3 áreas y 3 jefes finales. Se echan en falta más
- Los perro-bots necesitan más feedback sonoro para que no nos pillen por sorpresa
- Ir a una sala con un arma que sólo dispara al techo y sentirte un inútil
Análisis realizado gracias a un código para Meta Quest 2 proporcionado por Stride PR.
Ficha
- Desarrollo: Terrible Posture Games
- Distribución: Terrible Posture Games
- Lanzamiento: 16/06/2022
- Idioma: Textos en Castellano y Voces en Inglés
- Precio: Por determinar
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