Mars Horizon

Como ya he comentado varias veces por aquí, los juegos de estrategia y gestión son mi perdición. No es que se me den especialmente bien, pero tienen algo que me llama mucho la atención. Y es que si bien suelen tener una idea similar detrás, muchos de ellos tienen personalidad propia, ya sea por la ambientación o por sus mecánicas. El caso es que hace unos pocos días que me crucé con Mars Horizon, un título que desconocía y que me llamó poderosamente la atención en cuanto vi su tráiler de lanzamiento. Hoy vamos a hablar de él, y es que si bien me llamó la atención… ¿logró convencerme? Continúa leyendo para descubrirlo.

Lo primero de todo que comentaré es que éste Mars Horizon es un título en el que dirigiremos nuestra agencia aeroespacial, pero también es un juego de estrategia por turnos (algo que no es demasiado habitual en el género, los tycoon suelen ser en tiempo real). Podemos elegir cualquiera de las potencias mundiales: la NASA (de Estados Unidos), la ESA (su contrapartida europea), la agencia china, Japón o la Unión Soviética (que posteriormente se convierte en Rusia), y empezando en los años 60, deberemos ir mes a mes (cada mes es uno de los turnos, y hasta que no avancemos no se desarrollarán los hechos) avanzando hasta llegar a nuestros días o incluso llegar al futuro.

Una vez seleccionada agencia, y gracias a un breve tutorial, empezaremos a tomar decisiones. Y tranquilos, porque aunque es breve, el tutorial nos guiará muy bien y nos irá explicando las cosas a medida que vayan surgiendo. Estas decisiones las podríamos dividir en tres secciones, que iremos detallando a continuación: las misiones, las investigaciones y la gestión de la base.

Nuestra agencia tiene un objetivo claro: ser la primera en poner los pies en Marte, pero eso no podemos hacerlo de buenas a primeras. Para llegar a nuestro objetivo, pues, tendremos que ir realizando diferentes misiones que nos ayudarán a preparar el viaje.

Una cosa que me ha gustado mucho es que el juego va escalando en opciones y destinos a medida que avanzamos en nuestra partida: si bien el núcleo jugable es el mismo, en los compases iniciales de la partida sólo podremos realizar misiones en la Tierra, para posteriormente dar el salto a la Luna y, poco a poco, ir agregando planetas y planetoides a nuestras opciones (siempre dentro del sistema solar, eso sí).

Las misiones, por cierto, consisten en mandar planificar una expedición (tripulada o no) a la órbita de alguno de los cuerpos celestes disponibles. Empezaremos construyendo la carga que deberemos mandar al espacio (que variará según su objetivo), para posteriormente diseñar y construir el cohete que deberá transportarla. Para ello, elegiremos la mitad superior (la zona de carga) y la mitad inferior (el sistema de propulsión) entre todos los que hayamos desbloqueado, teniendo en cuenta que el cohete ha de soportar la carga.

Una vez lo tenemos todo construido, por cierto, tocará planificar el lanzamiento: habrá que buscar un equilibrio entre la idoneidad de la fecha elegida y el tiempo que transcurra hasta dicho mes, pues es posible que las compañías nos intenten avanzar programando lanzamientos en dicho espacio temporal. Y ojo, porque algunas fechas nos serán imposibles y otras conllevarán riesgos mayores durante el despegue, por lo que habrá que pensar antes de elegir nada. También en ésta fase es cuando, en las misiones tripuladas, deberemos asignar los astronautas que irán en el cohete (teniendo en cuenta las habilidades especiales de cada uno).

He hablado varias veces de desbloqueos y elementos bloqueados, así como de cierto progreso a lo largo de la partida, pero aún no os he contado cómo se consigue todo eso. El caso es que, gracias a los diferentes árboles de tecnología con los que cuenta Mars Horizon, iremos investigando 1 tecnología a la vez (así que tocará elegir sabiamente qué queremos investigar… o dejar una tecnología a medias si nos surgen nuevas necesidades) para ir consiguiendo nuevos elementos. Desde nuevas misiones y cargas para completarlas hasta nuevos edificios para nuestra base o nuevas partes de cohetes.

Y es que sí, podemos personalizar nuestra base. Es más, debemos hacerlo para progresar, pues habrá edificios necesarios para nuestra progresión (como nuevas y mayores pistas de despegue o centros de reclutamiento para astronautas) y otros que nos ayudarán pero no serán necesarios al 100% (como nuevos edificios de control con los que planear y realizar varias misiones a la vez). Porque sí, aún no lo había explicado pero podremos gestionar (de un modo bastante sencillo) nuestra base, construyendo edificios e incluso moviéndolos o eliminándolos. Eso sí, dejadme deciros que en mi partida encontré un bug que me impedía eliminar los edificios, pese a seleccionar la opción. Nada gravísimo, pero que resultó molesto, para qué negarlo.

Hay otros aspectos, como nuestra relación con otras agencias (con un sencillo sistema de diplomacia, además) que nos permitirá realizar misiones conjuntas, por ejemplo. E incluso irán sucediendo eventos a lo largo de la partida en los que deberemos tomar alguna decisión, obteniendo con ello ciertas recompensas (o penalizaciones) e incluso modificando nuestra relación con nuestros competidores.

Por cierto, no lo había comentado, pero a lo largo de las misiones deberemos hacer frente a un minijuego en el que deberemos convertir unos recursos en otros. Y ojo, porque aunque la cosa empieza sencilla, poco a poco se van introduciendo más variables y la cosa se desmadra. Para que os hagáis una idea, deberemos convertir la energía de la nave en señales de comunicación, teniendo en cuenta que la radiación puede hacer que nuestra tasa de fallos sea superior y, todo ello, sin que la temperatura alcance los límites marcados. Parece más complicado de lo que realmente es, pero tened en cuenta que hay que estar pendiente de varias cosas si no queremos fracasar y, con ello, mandar al traste una misión que tendremos que volver a empezar.

Y hablando de fallar: Mars Horizon cuenta con un medidor de acierto que funciona de manera totalmente aleatoria, por lo que a veces pueden pasar cosas que nos saquen de quicio: teniendo una fiabilidad de más del 90% podemos fallar varias veces seguidas, provocando explosiones en naves espaciales, costes disparados en la gestión de los recursos o incluso recompensas mermadas.

Comentar que Mars Horizon es sencillito a nivel gráfico, pero resulta cumplidor y resultón: todo está perfectamente recreado y es entendible, aunque hace gala de un estilo desenfadado. Hay numerosas animaciones, por cierto, tanto para éxitos como fracasos inesperados, por lo que tampoco nos aburriremos. Y si se nos hace demasiado largo, podemos acelerar un poco las cosas con sólo apretar un botón. A nivel sonoro contamos con unos efectos correctos y una música que nos acompañará durante muchas horas que, si bien no pasará a la historia como una banda sonora memorable, sí que hace que nuestras sesiones de juego sean mucho más agradables.

Me ha gustado mucho, por cierto, la posibilidad de cambiar de dificultad en cualquier momento, permitiendo además una personalización de la experiencia (por ejemplo, rebajando la dificultad de los «puzzles» de las misiones espaciales pero manteniendo unos competidores exigentes). Para ir terminando, comentar que los textos del juego vienen completamente traducidos al español, pero hay algunos problemillas con ciertos elementos que no salen (de hecho, aparece un texto de error). Otra vez estamos ante un fallo que no es crítico, pero que empaña la experiencia de juego.

Conclusión

Mars Horizon es uno de esos juegos que nos tendrán pegados al asiento durante horas y horas mientras pensamos eso de «un turno más». Es un juego sencillo, algo que salta a la vista, pero pese a ello estamos ante un producto muy sólido y divertido. Sus mecánicas funcionan muy bien y, pese a que a veces es desesperante su aleatoriedad, nos hará pasar muy buenos ratos.