Wii U no está teniendo tanto éxito como a Nintendo le gustaría. Pero está claro que la Gran N no va a parar de intentarlo, y de hecho, hay dos juegos que tienen toda la pinta de que serán un gran bote salvavidas para la consola: Mario Kart 8 y Super Smash Bros. El título de velocidad es el primero en llegar, y de qué forma lo hace. Si la calidad de un juego tuviera que ver en el éxito de una consola, Wii U estaría bastante salvada simplemente por Mario Kart 8, ya que el estreno de la franquicia en la HD derrocha calidad por los cuatro costados… aunque con ciertos matices que, personalmente, empeoran esta gran entrega en unos cuantos aspectos.
Todos conocemos ya esta saga, por lo que no es ninguna novedad lo que nos esperan: carreras arcade en 32 circuitos (16 nuevos y 16 reimaginados a partir de los clásicos) entre los personajes del universo de Mario utilizando todo tipo de objetos para hacer la vida imposible al rival.
Esto se sigue manteniendo a grandes rasgos, pero hay algunos cambios que se agradecen mucho. El principal es que ahora se da más importancia a la habilidad del jugador, y no al uso de los objetos. Me explico. Antes, ir el primero era casi un suicidio, porque te podían lanzar conchas rojas, la temida concha azul, y nunca lograbas separarte del grupo. Vamos, que casi rentaba más ir el segundo siempre y luego, en la última curva, fastidiar al rival y adelantarle justo al final, por lo que se terminaba dependiendo mucho más de los objetos que de la habilidad de cada uno.
Aunque los objetos siguen teniendo un gran peso en la jugabilidad, ahora la habilidad es más importante, ya que si somos buenos, podemos separarnos de los demás corredores sin problemas. Vale que nos pueden seguir lanzando la concha azul, pero si hemos conducido de forma impecable, tendremos tal ventaja que apenas nos afectará. Esto también tiene su otro punto de vista, y es que, si vamos algo atrás y no paramos de chocarnos, lo vamos a tener muy crudo para poder llegar a la cabeza. E incluso si fallamos un poco y nos caemos del circuito, como ahora nos reponen mucho más rápido, si íbamos muy bien, no tiene por qué significar haber perdido de forma instantánea.
Por suerte, la IA es bastante competitiva, y cuando no jugamos con alguien más (claramente lo ideal), te ponen las cosas complicadas disparándote y corriendo bastante bien. Por eso, hay que emplearse a fondo e ir practicando con la máquina para luego dejar en la estacada a los amigos y demostrar quién manda. Pero ojo, que la habilidad sea importante no afecta a que, en una carrera reñida, os puedan empezar a disparar en la última recta y paséis de primeros a quintos o incluso peor, y lo digo por experiencia.
Aun así, ese es el gran encanto de la saga, y que se ha mantenido muy bien a pesar de este cambio a primera vista no muy importante, pero que se va notando según vas echando más y más carreras.
Otra novedad son los nuevos artilugios que usar con los demás enemigos. Por un lado, está la planta carnívora que tantas veces nos ha matado en Mario Bros, y que ahora, se adherirá a nuestro kart durante un tiempo para dar mordiscos a todo el que se ponga a nuestro lado. El boomerang nos permite dispararlo tres veces, pudiendo hacer daño tanto en la idea como en la vuelta. El «Ocho» nos da ocho objetos, entre turbos, conchas o la estrella. Finalmente, la bocina provoca una onda expansiva que daña todo a nuestro alrededor, y que sirve también como método de defensa perfecto al poder destruir incluso la concha azul.
Así es, ahora puedes defenderte de la concha azul, y aunque no es demasiado frecuente que salga ni la concha, y ya mucho menos recibir la bocina si vamos en cabeza, es algo que vuelva a remarcar la importancia de la habilidad y usar mejor los recursos de lo que disponemos en lugar de usarlos en cualquier momento.
La otra gran novedad jugable está en que los karts ahora se pueden convertir en aerodeslizadores, para moverse por superficies verticales o incluso que están boca abajo. Esto permite que los escenarios luzcan mejor todavía de lo que ya lo hacen, al cambiar el punto de vista, y ofrecer carreras más espectaculares en lo visual. Sin embargo, no afecta demasiado a la jugabilidad. Básicamente, nos tendremos que fijar en dos aspectos: a la hora de embestir a un piloto para ganar un pequeño impulso solo nosotros o los dos; o en paredes completamente verticales y opcionales, donde a veces la gravedad del suelo tira un poco de nosotros, y hay que controlar más el vehículo. Pero es algo que a la larga, no afecta demasiado, y es algo más bien visual, igual que el ir bajo el agua usando la hélice, o por el aire con el planeador.
En los modos de juego tampoco hay ninguna sorpresa. Por un lado, está el modo Grand Prix, que es el principal, y donde iremos disputando un torneo en copas de 4 circuitos para ir desbloqueando los demás circuitos, ya sea en 50 cc, 100 cc, 150 cc o en el Modo Espejo, que ha vuelto. En «Carrera VS», disputamos una carrera, torneo o lo que queramos con las normas que decidamos, ya sea el número de corredores, las armas usadas, etc. Contrarreloj no guarda ninguna sorpresa, y consiste en marcar el mejor tiempo posible a un circuito dando tres vueltas.
Finalmente, tenemos una de las mayores decepciones: el modo Batalla. Puede a que muchos usuarios no les importe demasiado, pero personalmente, este modo es uno de los principales atractivos de todo juego de karts de este estilo, y donde te lo puedes pasar en grande con tus amigos viendo a ver quién es el más duro de todos. Pues os podéis ir despidiendo, porque si bien el objetivo básico se mantiene intacto (acabar con los enemigos, ya sea jugando solos o por equipos, destrozando sus tres globos), ya no hay circuitos diseñados específicamente para este modo. En su lugar, hay varias pistas que podemos seleccionar, y que son las mismas en las que corremos normalmente. Por lo que uno se tira más tiempo buscando a los rivales que enfrentándose a ellos. Por lo que, si la partida está pensada para durar un tiempo determinado, uno se aburre más que otra cosa. No entiendo cómo han podido descuidar tantísimo esta modalidad.
Y para jugar de forma offline, no hay más opciones, lo cual me parece también decepcionante. Vale que estos son los modos que han estado en la saga desde hace varias entregas, pero se podría hacer mucho más, como incluir un modo Historia a lo Crash Team Racing o Diddy Kong Racing, donde hubiera una progresión mejor, con varios tipos de carreras como duelos, pruebas de derrape, de ir esquivando obstáculos y mucho más. En este aspecto la saga lleva anclada mucho tiempo, y esperaba que remontara el vuelo en ese sentido.
Otro aspecto cuestionable es el de los personajes. Sí, el roster tiene un buen tamaño (30 corredores), pero muchos son las versiones bebé de los héroes, y la otra gran mayoría son los koopas. Sé que los personajes no afectan realmente a la jugabilidad en sí misma, pero el roster no anima a tener un favorito más allá de los clásicos. Creo que va siendo hora de que la saga empiece a tener invitados de otras franquicias de Nintendo como Link, Samus o Kirby, y que el roster se acerque más al de Super Smash Bros para ofrecer una mayor variedad.
Al menos, en lo que a los vehículos se refiere, sí que hay una gran variedad, ya que podemos personalizar su estructura, ruedas y el planeador gracias a las monedas que se van recogiendo durante las carreras (los pilotos también se desbloquean así). Algunas opciones son realmente divertidas, como competir en un mini-barco usando ruedas de un todo terreno y luego planear usando una flor, por ejemplo. En esta selección de chasis también está la opción de ir en moto, que también presentan varios modelos de lo más divertidos.
Además de todos los modos offline (que se pueden disfrutar solos o con otros tres amigos en la pantalla partida), hay una buena oferta de opciones online en Mario Kart 8. Una muy curiosa es la de «Mario Kart TV», que nos permite guardar y compartir nuestros mejores momentos, e incluso podemos subir un fragmento a YouTube directamente. Eso sí, es algo molesto que tras cada carrera, la opción que se marque por defecto sea la de «Ver Mejores Momentos», para así pasar a las opciones de compartir, en lugar de marcar directamente «Siguiente carrera». Al que lo diseñó, te deseo una gran concha azul.
Para el modo Contrarreloj, podemos subir nuestro fantasma para que otros compitan contra él, y hacer lo propio nosotros.
Luego, tenemos las carreras online, donde hay varias opciones. Además de carreras normales y corrientes, se pueden organizar torneos y campeonatos, personalizando muchísimos detalles, como si se puntúa tal día de la semana y el resto no, quién puede acceder, circuitos, reglas, objetos, etc. Es algo muy curioso, que por desgracia, no he podido probar todavía, pero que suena realmente bien, y todo de una forma muy sencilla.
Otras características con el MiiVerse son el compartir los logos que nos den por haber cumplido ciertas hazañas.
En lo que se refiere a aspectos técnicos, Mario Kart 8 es impecable. El juego se mueve de maravilla a 720p (se reescalan a 1080p) y 60 frames constantes cuando jugamos solos o con un amigo a pantalla partida, mientras que se reduce a 30 frames cuando la pantalla se divide más. Pero no solo el título se mueve de maravilla, sino que entra por los ojos, con multitud de detalles geniales. Por ejemplo, el bigote de Mario se mueve cuando vamos muy rápido, y al salir del agua, se puede notar cómo está mojado el pelaje de Donkey Kong o el caparazón de cualquiera de las tortugas.
Son detalles que están genial para redondear un diseño sencillamente perfecto para los 32 circuitos. Reconozco que no he jugado de forma asidua a la saga (solo de vez en cuando en casa de amigos), por lo que todos los circuitos son prácticamente nuevos para mí. Pero es que menuda maravilla de niveles. Hay montones de atajos, caminos alternativos y son tan variados y bonitos, que algunos dan ganas de pararse a disfrutar el espectáculo.
El sonido también es genial, con unas melodías fantásticas, y efectos muy buenos. Me quedé enamorado del circuito del casino precisamente por el sonido, ya que al pasar por un piano y xilófonos gigantes, va sonando una nota según vas cambiando de tecla. Estos detalles son los que me hacían querer jugar y jugar sin parar.
El Wii U GamePad también se usa bastante bien. Con él, podemos usar el claxon del vehículo (una chorrada, pero que tiene su gracia), y con ir pulsando en las diferentes ventanas, ver la carrera como si fuera el televisor, un mapa detallado o cambiar al instante entre el control por botones o usando el sensor de movimiento del mando.
Conclusión
Mario Kart 8 es un juego realmente bueno, divertido y técnicamente espectacular (en ese sentido, el mejor que ha hecho Nintendo), y sin duda, será un auténtico vendeconsolas. Sin embargo, no es perfecto, y tiene varios problemillas, como la falta de más modos de juegos y la casi destrucción del modo Batalla, que juegan en su contra.
Aun así, para los usuarios de la consola es básicamente una compra obligada, ya ofrece los piques con los amigos clásicos de la franquicia, pero mejorando de forma ligera muchos aspectos para ofrecer una experiencia increíble. Eso sí, espero que para la próxima entrega, ya sea en Wii U o en la siguiente consola de Nintendo, como suele pasar, haya más cambios, ya que más de lo mismo pero mejor es bueno, pero tras tanto tiempo de espera y tantos años jugando, igual va siendo hora de algún cambio más radical para volver a sorprender a todo el mundo.
Nos consolamos con:
- Técnicamente es lo mejor que ha hecho Nintendo, y un claro exponente que Wii U puede entrar por los ojos.
- Diseño de niveles impecable.
- Que por fin la habilidad sea fundamental para labrarse las victorias.
- Tan divertido y adictivo como siempre.
Nos desconsolamos con:
- El modo Batalla ha sido destrozado.
- Roster que deja bastante que desear.
- Modos de juego algo escasos.
Ficha
- Desarrollo: Nintendo
- Distribución: Nintendo
- Lanzamiento: 30/05/2014
- Idioma: Español
- Precio: 59,95 €
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