Siempre me gusta cuando los juegos tienen algo que contar para hacernos reflexionar sobre nuestra situación actual, ya sea a nivel personal o a nivel global. Este era uno de los motivos por los que estaba emocionado por Jupiter & Mars, una aventura submarina de Tigertron con la que querían concienciar del cambio climático. Además, todo lo relacionado con el título recordaba a joyas como FEZ o Child of Eden, desde la música hasta los gráficos, lo que, junto al soporte para PSVR, hacía que tuviera más y más ganas.
Por desgracia, estas expectativas pueden ser algo malas, ya que pueden estar por encima de lo que nos encontraremos al final, algo que como podréis comprobar por la nota que acompaña a este análisis, ha terminado ocurriendo. Así que coged aire, que vamos a explorar el fondo submarino junto a los delfines más coloridos de los videojuegos.
La historia de Jupiter & Mars es bastante básica: los humanos (o terrestres, como los llaman) han dejado la Tierra tras extraer todos los recursos que podían, por lo que ahora todo forma parte del océano. Su ida no significa que no dejen de tener impacto, ya que parte de su maquinaria sigue activa, lo que está dañando a las criaturas submarinas, por lo que los intrépidos delfines Júpiter y Mars tendrán que explorar los fondos marinos para desactivar esta maquinaria.
La trama, como podéis comprobar, es una forma de hacernos ver que todo lo que estamos haciendo en el planeta, puede dar lugar a una situación tan catastrófica como la que nos encontramos en Jupiter & Mars, y este es uno de los aspectos que mejor funcionan del título. Ver lugares emblemáticos del mundo bajo el agua impresiona (como la Estatua de la Libertad o varios puentes de grandes ciudades), junto a toda la basura por la que navegamos en ciertos niveles.
Aun así, el argumento falla en un aspecto clave: la relación entre dos protagonistas. Se supone que es una pareja de enamorados, pero nunca llegamos a notar una conexión entre ambos, más allá de una escena aislada de las 4-5 horas que dura todo este viaje bajo el mar. Uno de los motivos es que jugamos a Jupiter & Mars desde una perspectiva en primera persona, controlando siempre a la delfín Jupiter, por lo que no vemos ni al jugar ciertas animaciones que muestren una conexión entre los delfines ni nada por el estilo. Es una pena, porque esto podría haber dado más empaque a ciertas situaciones que vivimos con la pareja en determinados momentos, pero que acaban resultando en un «pues vale».
Esto sirve para enlazar con la forma de jugar a Jupiter & Mars. En esencia, estamos ante un título de exploración en primera persona, donde tendremos que buscar coleccionables y encontrar el camino para continuar con la trama. La gracia es que por el camino, iremos ganando diferentes habilidades que nos permitirán acceder a nuevas zonas en los niveles ya visitados, para así obtener más coleccionables todavía, por lo que hay ciertos elementos de Metroidvania.
Sobre el papel, todo esto suena de lujo, pero a la hora de la verdad, hay una realidad bastante dura que afrontar: Jupiter & Mars se hace aburrido. Todos los niveles funcionan de la misma forma, avanzando por el camino que nos dejan nuestras habilidades actuales hasta encontrar un nuevo potenciador o la máquina que debemos desactivar. Durante el trayecto, nos encontraremos alguna criatura a la que ayudar (algunas obligatorias y otras opcionales), junto a alguna máquina que emite impulsos, teniendo que usar las paredes y otros obstáculos para poder pasar sin que nos maten. Estas muertes no tienen apenas importancia, ya que reapareceremos a unos pocos metros.
No hay prácticamente nada de variedad de un nivel a otro, ya que los patrones de las máquinas son siempre iguales, y las nuevas habilidades que ganamos no sirven para que cambie la forma de jugar. En esencia, se resumen en «ahora puedes nadar contracorriente», o «ahora puedes nadar a mayor profundidad», por lo que es más para evitar bloqueos del escenario que otra cosa.
A nivel de mecánicas, Jupiter & Mars solo nos ofrece tres: lanzar ondas sonoras, activar una especie de sónar y lanzar a Mars para que destruya obstáculos de un cabezazo. Cada uno se activa con un botón, y tienen los usos que os podéis imaginar. Con Mars abriremos el camino para avanzar, destruiremos generadores de las máquinas que nos pueden matar y conseguiremos coleccionables. Con la onda sonora, ayudaremos a las demás criaturas submarinas, además de empujar a las medusas que nos pueden matar también.
Lo que más usaremos, de lejos, es usar el sónar, que es una especie de visión de detective, pero que es clave, ya que gran parte de los escenarios están muy oscuros, por lo que sin este sónar, no veremos nada. Al activarlo, lanzaremos un impulso y veremos todos los elementos del escenario gracias a sus siluetas. Esto le da un look como antiguo, pero personalmente me gusta bastante, y es preferible a no ver nada en muchos momentos. Además, sirve para marcarnos qué elementos del escenario son interactivos, sin cargarse el juego de luces del que hace gala la propuesta, por lo que preparaos para machacar la «X» para poder ver en condiciones.
A la hora de jugar a Jupiter & Mars, podemos jugar tanto desde el televisor como usando PSVR. El juego funciona igual de ambas formas, pero en PSVR hay más opciones a la hora de girar, para que sea por grados o de forma suave, en función del nivel de nuestras «piernas virtuales», aunque no estamos ante un juego intenso ni mucho menos. En el caso de PSVR, el tema de la altura lo controlaremos con la mirada, por lo que si miramos hacia arriba, nos moveremos en esa dirección.
Independientemente de cómo juguemos, tendremos un círculo en pantalla que supongo que está para que nos orientemos de alguna forma sin marearnos, pero que personalmente, resta inmersión. Aun así, lo que veo más absurdo de este círculo es un punto que en teoría nos marca el camino hacia nuestro objetivo, pero que está roto a más no poder. No tiene en cuenta ningún obstáculo geográfico, por lo que nos puede marcar en una dirección, cuando realmente tenemos que ir en la opuesta. Es absurdo y para eso, sería mejor no tener el dichoso puntito en el radar o como lo queráis interpretar.
Algo obvio es que, al jugar con PSVR, la inmersión aumenta considerablemente, pero a costa de algo clave: la resolución. Luego me centraré más en los gráficos, pero es increíble el downgrade que sufre el juego respecto al jugar en el televisor, y esto empaña mucho la inmersión. Cuando lo que tenemos ya un pelín alejado se ve como un montón de píxeles borrosos, algo falla, ya que hay más dientes de sierra que en un aserradero. Dado lo sencillo del estilo visual, esto es sorprendente, ya que juegos como FEZ o Tetris Effect tienen una mayor carga de efectos, y se ven increíblemente mejor. Es cierto que, pese a esta baja resolución, hubo un par de escenas que me impresionaron con la VR, pero si en 5 horas no logras sorprender, algo falla.
Aunque es cierto que los «walking simulator» no son lo mío, y ciertamente Jupiter & Mars a veces lo parece (o «swimming simulation»), lo peor es el flujo del diseño de niveles, que no permite que haya un ritmo aceptable o divertido. Los obstáculos que hay tampoco son nada del otro mundo (las medusas dan risa, y las zonas con pinchos no son desafiantes en absoluto), y sobre todo, el mundo está bastante vacío. Igual esto era lo que querían representar, pero hace que la exploración no tenga chispa o gracia. Y no, los coleccionables tampoco animan mucho a encontrarlos, ya que son para rellenar un hueco en menú y ya. Todo esto hace que, en general, Jupiter & Mars se me haya hecho aburrido, ya que ni me impresionaba a nivel de inmersión con la VR como sí lo hizo la experiencia submarina de PS Worlds, ni la historia me enganchaba ni el diseño de los niveles acompañaba.
A nivel técnico, nos encontramos con bastantes más sombras de lo que me esperaba. Lo mejor es obviamente el estilo visual que desprende el título, al mostrarnos un mundo submarino lleno de luces de neón y colores que provienen de los propios delfines protagonistas, las fauna y la flora. Esto es lo mejor, y cuando estamos en VR en escenarios más o menos cerrados, impresiona. Lo mismo que al ver alguna estructura reconocible de los humanos que está enterrada, y aunque no tenga ese juego de luces, sí que te hace pensar más en cómo podría acabar el planeta que todos los mensajes que nos va soltando la aventura.
Por desgracia, cuando no tenemos esas luces o las estructuras icónicas, Jupiter & Mars es oscuro y soso a más no poder, siendo demasiados los momentos en los que esto ocurre. Incluso cuando hay vegetación o fauna, ésta está puesta de forma muy repetitiva, lo que no sirve para distinguir muchos escenarios, o directamente, termina por cansar y dejar de sorprender como la primera vez. Eso por no mencionar la bajísima calidad de las texturas o el tremendo popping que hay. Al menos, cuando tenemos la vista del sónar, estas texturas se ven algo mejor gracias al estilo más simplificado, lo que hace que me pregunte por qué no se ha usado este estilo todo el tiempo. Y ojo con salir a la superficie, ya que os encontraréis unas escenas que dan grima de lo planas que son.
Lo que sí ha salido mucho mejor parado es el apartado sonoro, sobre todo gracias a la banda sonora compuesta por Jonathan Atkinson bajo la tutela de James Mielke, quien ha trabajado en joyas como Child of Eden. Hay una gran variedad de temas, entre algunos sacados casi de un documental a otros más de ciencia ficción, otros más electrónicos, otros más poperos, etc. La canción de «Shooting Stars» es genial, y aunque me hubiera gustado algo más de unión entre música y jugabilidad, el resultado es fantástico. Es sin duda, de lo mejor que ofrece Jupiter & Mars en todo el viaje que nos propone, y uno de los motivos por los que me forzaba a seguir jugando, por ver con qué composición me sorprenderían a continuación.
Conclusión
Quería que me gustara Jupiter & Mars, pero por desgracia, no ha sido así. Lo que sobre el papel parecía un juego que me iba a encantar (juegos de luces y colores, música y exploración submarina en VR), ha resultado ser un título que se me ha hecho pesado y aburrido, pese a durar apenas unas 5 horas sin buscar todos los coleccionables. Aunque es encomiable que Tigertron quiera concienciar sobre el cambio climático, y hasta vaya a dar parte de los beneficios a dos organizaciones que ayudan a salvar el planeta, eso no quita que el viaje de estos dos delfines se haga anodino y pesado.
Hay algún momento interesante, pero entre la baja resolución de todo al llevar PSVR, las pobres texturas que veremos y la gran cantidad de momentos en que todo está muy apagado, junto a un diseño de niveles bastante pobre, hace que la exploración sea menos divertida de lo que debería. La gran salvación es alguna escena puntual que sí logra impresionar, junto a una banda sonora fantástica.
He visto que hay gente a la que sí le ha logrado convencer el título, pero por desgracia, no estoy en este grupo. Creo que Jupiter & Mars es de esos títulos que o te gustan en su totalidad o no, sin que haya mucho término medio. Por desgracia, estoy en este segundo grupo, y la sensación que me ha dado todo este viaje es que lo mejor habría sido que se quedara bajo el fondo del mar.
Nos consolamos con:
- Algún momento bastante impresionante, sobre todo si usamos PSVR
- La banda sonora es fantástica. Anima a seguir jugando para escuchar nuevos temas
- Experiencia más o menos larga para los estándares de Realidad Virtual y los juegos independientes
- El mensaje medioambiental con el que quiere concienciar del cambio climático
Nos desconsolamos con:
- Visualmente no llega a destacar en exceso, por culpa de unos escenarios muy vacíos y con texturas muy pobres
- Resolución bajísima al usar PSVR
- Radar completamente inútil que no hace más que liarnos
- En general, el juego se hace aburrido relativamente rápido
Ficha
- Desarrollo: Tigertron
- Distribución: Tigertron
- Lanzamiento: 22/04/2019
- Dispositivo VR usado: PS VR
- Idioma: Textos en Castellano y Voces en Inglés
- Precio: 24,99 €
Como siempre los primeros en realizar los análisis en juegos de PSVR. Muchas gracias cracks!!