Escribir a detectives superinteligentes nunca ha sido fácil. No son pocos los creadores que han dado a conocer lo complejo de una tarea que consiste, al fin y al cabo, en ponerse en la piel de alguien mucho más listo que tú. Sherlock Holmes, el Padre Brown, Hércules Poirot… todos ellos son capaces de atraparnos en los relatos que protagonizan, llenos de pistas ocultas y deducciones imposibles. Y detrás siempre hay un autor que les da vida, que aporta el ingenio que los lectores disfrutan, maquinando tanto los admirables actos del protagonista como los macabros planes del antagonista, en una suerte de partida de ajedrez de una sola persona en la que no ha de haber pasos en falso.
¿Pero qué ocurre cuando sí los hay? Cuando factores ajenos acaban por afectar a la historia que está por narrarse, hasta que es el creador quien acaba siendo controlado por su propia creación, y no al revés. ¿Se puede sufrir de verdad por matar a un personaje ficticio? ¿Vale la pena traicionar tu propio estilo con tal de que el público te siga leyendo? ¿Y qué tiene todo esto que ver con el análisis que nos ocupa? Pues bien, todas ellas son preguntas que se discutirán en Jenny LeClue – Detectivu, un videojuego ofrecido por los chicos de Mografi y cuya historia irá mucho más allá de la intriga y la aventura.
Jenny LeClue Detectivu es un juego de avance lateral repleto de elementos de investigación y altamente centrado en su historia. Una historia original desde su planteamiento que nos sitúa en la casa de un veterano escritor de novelas de misterio cuya carrera está en horas bajas. Su franquicia estrella, Jenny LeClue, siempre ha presentado argumentos inocentes y con absoluta ausencia de eventos perjudiciales para cualquiera de los personajes. Saltándose con un triple tirabuzón aquella máxima de “conflicto equivale a historia”, nuestro entrañable escritor siempre ha preferido un mundo pacífico, lleno de sonrisas, buen tiempo y pastelitos para picar. Al fin y al cabo, ¿por qué buscaría él hacer daño a los personajes que tanto quiere?
Sin embargo, el público parece estar cansándose de esta estrategia y las ventas de sus libros caen en picado. Debido a ello, una llamada del editor jefe promete dejar de publicarlos si no dan un cambio de rumbo drástico que aporte drama, tensión, tragedias, asesinatos y muertes de personajes importantes.
Es entonces cuando por fin entra en escena, cómo no, Jenny LeClue, una detective adolescente que, aunque sea tachada de cría aficionada a simple vista, tiene el corazón de una auténtica maestra del misterio. Por suerte o por desgracia para ella, su ciudad, Arthurton, es tranquila; incluso demasiado. En ella parece que nunca ocurre nada de interés, que la vida de todo el mundo es perfecta y que jamás tendrá la oportunidad de entrenar sus dotes detectivescas con casos que vayan más allá de un gato perdido o un peine robado. Lo que ella no sabe es que, esta vez, las cosas serán distintas. Alguien importante es asesinado baja extrañas circunstancias y, por vez primera, el mundo de Jenny se pone patas arriba. A partir de ahí, comenzará una trepidante trama que la llevará por senderos inexplorados y que, de forma paralela, se intercalará con momentos en el “mundo real” en donde veremos la reacción del escritor al tener que complicarles las cosas a sus personajes, en un original diálogo metatextual entre creador y creación.
En el apartado jugable, encontraremos secciones de sencilla progresión lateral pero altamente condensados en elementos a los que prestar atención. Como investigadores, será crucial que tomemos buena nota (literalmente, tenemos un diario donde tomar notas) de todo aquello que nos pueda ser de utilidad. Principalmente, podremos interactuar con ciertas partes de los variados escenarios (señalizadas de forma directa), inspeccionar otras menos “evidentes” con el uso de la lupa (también aparecerá un símbolo indicándonos cuándo debemos hacerlo) y hablar con otros vecinos de Arthurton de los que obtener mucha información potencial en charlas informales que acaban cogiendo tintes de interrogatorio.
Por todo ello, podría parecer que la investigación se desarrolla de una manera demasiado automatizada y sin dejar demasiado margen al jugador, pero las anteriores acciones básicas se verán complementadas con otras muchas mecánicas secundarias que les añadirán riqueza y dejarán algo más de margen para pensar por uno mismo.
Y es que realizar un videojuego basado en resolver misterios cuyo ritmo narrativo no decaiga como consecuencia de los mismos no es una tarea para nada sencilla. La fina línea que separa la simpleza excesiva de la complejidad arrítmica debe ser abordada con cautela para no romperse. En este caso, se consigue que no nos atasquemos en ningún momento, ya que nada de lo que nos toca hacer es difícil, pero siempre que lo hacemos tenemos la sensación de estar pensando -al menos hasta cierto punto- por nosotros mismos y, sobre todo, de estar divirtiéndonos mucho al ver cómo Jenny plantea sus deducciones de una forma gráfica que recuerda directamente al estilo de “Sherlock”; con la diferencia de que esta vez nosotros formamos parte de ellas.
También encontraremos ciertos toques de “plataformeo” que, ciertamente, son de lo más descafeinado de la experiencia. En un intento de aportar algo de variedad, se nos plantearán tareas como las de trepar por zarzas o subir escaleras que, lejos de la aparente sensación de peligro que pretenden transmitir, en realidad solo ralentizan el avance y lo hacen más monótono.
Visualmente estamos ante una maravilla que mezcla un estilo caricaturesco con detalles capaces de añadir tridimensionalidad a las figuras para dar lugar a un resultado extremadamente agradable de ver y muy original. En conjunto con la dirección de las escenas y el cuidadísimo movimiento de cámara, la experiencia final resulta una delicia gráfica que nunca decae e incluso es capaz de sorprendernos por momentos debido a la magnitud de las panorámicas representadas, la calidad de la iluminación o experimentos más puntuales.
El apartado sonoro, por otra parte, chirría en ciertos aspectos. Posee algunos temas musicales interesantes y, en general, consigue ambientar bien, pero también tira bastante de efectos de sonido cogidos directamente de internet que no llegan a encajar con la escena o de una variedad insuficiente para evitar la repetitividad. Aun así, por lo general resultan agradables y cumplen su papel en la narración.
Merece la pena destacar antes de concluir el impresionante trabajo de localización al español, que ofrece textos muy bien traducidos y los implementa dentro del juego a la perfección, a pesar de que no siempre es fácil dado que aparecen en situaciones y formas muy variadas.
Conclusión
Jenny LeClue – Superdetectivu es una obra que no deja de progresar. De la inocencia más pura al drama más intenso. De los misterios más simples a los mayores enigmas. Aquí se nos habla del deseo de rebeldía, con una protagonista que se atreve a marchar contra su madre, contra el mundo entero y hasta contra su creador con tal de seguir un camino propio. Los motivos de esto, la conveniencia de recorrerlo o el resultado final tendrán que ser descubiertos por cada jugador. Pero una cosa está clara: sin duda será una experiencia divertida, completa y que nos hará sentirnos como auténticos detectives mientras conectamos con la historia que nos espera y dejamos que nuestro corazón se llene con el calor que solo ciertos títulos son capaces de ofrecer.
Nos consolamos con:
- Una historia interesante que funciona como un fascinante relato de aventuras y misterio como reflexión metanarrativa.
- El buen equilibrio entre dificultad de avance y espectacularidad que logra la investigación.
- El apartado gráfico y la dirección de las escenas…
Nos desconsolamos con:
- …que no se ven correspondidos con un aspecto sonoro a la altura, aunque cumpla su función.
- Las innecesarias y tediosas secciones de plataformas.
- La exploración a veces se hace algo más pesada de lo que debería y acaba por desfocalizar al jugador.
Ficha
- Desarrollo: Mografi
- Distribución: Mografi
- Lanzamiento: 19/09/2019
- Idioma: Español
- Precio: 18,99 €
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