Los juegos de supervivencia buscan muchas veces la mayor inmersión posible. Que tengamos sed y hambre, tengamos que fabricarnos los recursos, las armas se rompan y un largo etcétera de mecánicas más. Pero claro, si buscamos inmersión, no hay nada mejor que la Realidad Virtual. Aquí el género tiene varios exponentes muy destacados, pero si hay uno que se ha ganado el amor de los usuarios de PCVR, ése es Into the Radius.
De forma resumida, es STALKER, pero en Realidad Virtual. Desde CM Games nunca se han escondido de estas comparaciones, pero siempre intentando aportar ese toque extra de inmersión gracias a la VR. La zona radioactiva ya no está tras una pantalla, sino que somos nosotros los que nos hemos transportado a ella. Con su éxito en PC, el salto a Meta Quest 2 era lo que más solicitaban los fans, así que dicho y hecho. ¿Estará este port a la altura? Preparad vuestras armas, los cargadores, y a ponerse el casco de VR para descubrirlo.
La belleza de la angustia
A Into the Radius se viene a sufrir. Este no es un mundo agradable ni mucho menos. Las condiciones son adversas, los monstruos nos acechan en la oscuridad, una grieta interdimensional invisible nos puede matar y un largo etcétera. Pero esa es la belleza del juego. Sentir esa angustia que claramente sentiríamos en esta especie de zona soviética arrasada por una grieta interdimensional/fenómeno paranormal/una liada muy parda de la naturaleza. ¿Qué ha ocurrido aquí? ¿Quién es esta joven que se intenta comunicar con nosotros? ¿Por qué todos son una especie de estatuas o unos bichos asquerosos? Y casi lo más importante, ¿dónde dejé esa rica barrita de chocolate para cuando me entra el hambre?
Todas estas incógnitas (menos la de la barrita) se irán resolviendo poco a poco, pero no vamos a jugar a Into the Radius por la historia. Está ahí, va progresando, podemos saber más por los textos y logs que encontremos, pero no es nada del otro mundo. Que todo esté en inglés con alguna que otra errata no ayuda mucho. Pero es en la atmósfera donde Into the Radius sí logra atraparnos.
Da igual el motivo por el que nos hayamos adentrado en el Radio. La cuestión es que estamos en él, y nos toca sobrevivir como podamos. Aquí CM Games ha hecho un trabajo increíble, porque es fascinante explorar este mundo. Una cúpula de energía siempre en el horizonte amenazante. Vías del tren o puentes que están destruidos de formas extrañas y congelados en el aire. Ciudades abandonadas pero donde sentimos que nos observan. ¿Serán estas estatuas de personas fragmentadas, u otra cosa?
En esa fascinación por lo desconocido, Into the Radius también nos mete tensión. En cualquier momento puede aparecer una criatura. O podemos escuchar ruidos cuando todo está a oscuras. Eso por no mencionar cuando una especie de tormenta extraña nos transporta a la otra punta del mapa. Puede que no estemos ante un juego de terror, pero vaya si no nos meteremos tanto en el juego, que sentiremos cada sobresalto (¡malditas bolas con tentáculos!) y cada encuentro como si realmente fuéramos nosotros en esta desolada tierra.
Nada de tirar cargadores al suelo. ¡Que se contamina y no son gratis!
Si queremos explorar Into the Radius sin muchas complicaciones, el juego nos lo permite gracias a unos ajustes de dificultad muy personalizables. Aun así, la experiencia «Normal» es la más recomendable, al tener ciertos elementos de supervivencia, que por suerte no se hacen pesados. No soy para nada fan de este género, porque parece que somos un Tamagotchi teniendo que comer y beber constantemente. ¡Los bebés dan menos trabajo! En Into the Radius se logra un buen equilibrio para que estos medidores no supongan un impedimento, sino una parte más de la experiencia. Porque tras varias horas explorando, incluso a nosotros nos apetece un tentempié.
Sin embargo, donde los aspectos de supervivencia y simulador son más evidentes es con las armas. Todas funcionan de una manera muy realista, teniendo que hacer recargas manuales, quitar el seguro antes de disparar, tirar del percutor cuando no haya balas en la recámara, etc. Esto es «normal» en muchos otros shooters de VR, pero Into the Radius mete una mecánica extra: el uso con cuidado de los cargadores.
Aquí nada de tener cargadores infinitos, sino que son un recurso tan valioso como las balas. ¿Queremos recargar rápidamente? Más nos vale tener cargadores llenos para sobrevivir al combate. Luego, a rellenarlos tranquilamente con las balas del calibre apropiado, claro. Todo es increíblemente realista, haciendo que cada combate sea increíblemente tenso. ¿Dónde dejo mi cargador en el fragor de la batalla? ¿Estaré cogiendo los que son del calibre de mi arma? Al principio cuesta cogerle el ritmo, y esto es algo que o lo odias por lo que ralentiza la acción, o te encanta por la inmersión que proporciona.
Una mochila por la que Leon Kennedy mataría
Los toques de realismo no se acaban ahí. El inventario es muy, muy físico. Tendremos varios bolsillos en nuestro cuerpo físico, perfecto para cargadores u objetos varios, además de unos items pequeños en nuestras muñecas. Luego en la mochila tendremos un inventario totalmente físico. ¿Os acordáis del maletín de Resident Evil 4? Pues ahora lo tendremos basándose únicamente en el espacio físico.
A priori parece que este inventario no es muy restrictivo, al poder hacer los objetos algo de clipping entre ellos cuando los colocamos. Pero claro, esto tiene su contrapunto: cuanto más caótico sea el orden en la mochila, más nos costará coger ese item crucial en el fragor de la batalla.
¿Todo esto os parece poco? Pues también hay degradación de las armas. A medida que las usemos se irán corroyendo y oxidando, por lo que tendremos que limpiarlas y cuidarlas en nuestra base. Desde aquí nos aventuraremos en las diferentes misiones que nos propone Into the Radius, siendo las prioritarias las que irán avanzando la historia. Vamos, una especie de estructura a lo The Walking Dead: Saints & Sinners, saliendo a explorar para conseguir recursos, completar misiones y luego descansar en nuestro tranquilo hogar.
No puedes ser STALKER sin un poco de eurojank
Pese a lo querido que es STALKER, hay que reconocer que es uno de los muchos causantes del término eurojank. Ya sabéis, juegos europeos con mucho encanto, pero varios problemillas aquí y allá. A veces por la ambición (como es claramente el caso), y otras, por no tenerlo todo pulido. Into the Radius no se escapa de esto.
Un gran ejemplo está en el abrir cajones o armarios, algo que falla mucho más de lo que debería para lo «sencillo» que es. Luego habrá algunos bugs que no rompen nunca la experiencia del todo, pero que pueden provocar algunos pequeños fallos visuales, físicas extrañas en objetos (cómo fastidia perder algún cargador por esto) y otros problemillas más.
Todo esto sin olvidarnos de ese toque cutrillo del apartado técnico. Porque sí, Into the Radius tiene una atmósfera de 10, pero a veces es muy feo. Cuando no hay nada sobrenatural y miramos un simple descampado vacío, como que el juego no entra por la vista. Tiene mérito que hayan logrado meter un juego tan sumamente grande en Meta Quest 2, pero hay partes donde esa reducción gráfica (no de mecánicas) se puede notar más.
Con el sonido ocurre un poco lo mismo. Los efectos sonoros son los grandes protagonistas. Algunos son muy contundentes, ayudando mucho a la inmersión. Pero otros, como las voces, denotan las limitaciones que ha tenido el juego. Por lo que he visto, estos son problemas que en gran medida arrastraba el juego en PC, pero con el salto a Quest, claramente aumentan al no tener esa potencia extra que se puede conseguir en compatibles.
Conclusión
No soy el mayor aficionado a los juegos de supervivencia, pero Into the Radius tiene algo que engancha. Entre su increíble atmósfera y el realismo con el que se han adaptado mecánicas como la recarga de las armas, su cuidado o la gestión del inventario, es fácil sentir que hemos abandonado nuestra casa para meternos en el peligroso Radio.
Ahora bien, no estamos ante un juego para todo el mundo. Into the Radius es duro. Nos castigará si vamos a lo loco. La muerte acecha detrás de cada esquina. Podemos perder recursos si disparamos a lo loco sin guardar cargadores y mucho más. Esto hace que estemos ante un título denso. Perfecto para los que quieren adentrarse de lleno en una experiencia así, pero horrible para desconectar un poco tras un día de duro trabajo.
Así que, si sois conscientes de lo que Into the Radius ofrece y os atrae la propuesta, id a por él de cabeza. Ya sea en PC o en Quest 2, vais a disfrutar al máximo de uno de los juegos más inmersivos, tensos y duros que hay en la Realidad Virtual.
Nos consolamos con:
- Una atmósfera increíble
- Logra ser increíblemente tenso en cada salida al Radio
- El sistema de inventario
- El cuidado con el que debemos tratar las armas
Nos desconsolamos con:
- Bugs menores, pero que están presentes
- A veces el juego puede ser muy, pero que muy feo
- El contrapunto del realismo con las armas: el ritmo de la exploración puede decaer bastante
- Los compases iniciales pueden hacerse muy duros
Análisis realizado gracias a un código para Meta Quest 2 ofrecido por CM Games.
Ficha
- Desarrollo: CM Games
- Distribución: CM Games
- Lanzamiento: 08/09/2022
- Idioma: Textos y Voces en Inglés
- Precio: 29,99 €
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