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Hatsune Miku VR

Dentro de los juegos musicales japoneses, una saga ya más que asentada es la de Hatsune Miku. Esta idol digital es un auténtico fenómeno de masas, y hasta por fin vendrá a España a principios de 2020, demostrando el tirón que tiene a nivel internacional. Así que, era imposible que no hiciera su aparición en un nuevo medio como es el de la Realidad Virtual.

Mientras que la saga siempre se ha basado en la pulsación de botones al ritmo de la música, y ahí tiene pocos rivales, en la VR hay mucho nivel dentro del género musical, con pesos pesados como Beat Saber o en nada Audica, que nos tienen más que conquistados a la mayoría. ¿ Podrá Hatsune Miku VR ponernos a bailar junto a la vocaloid, o será mejor que sigamos con las espadas láser de la competencia?

A nivel básico, las mecánicas de Hatsune Miku VR son muy fáciles de entender: jugamos desde una perspectiva en primera persona, teniendo en nuestras manos una especie de varitas mágicas (o la fruta que siempre lleva en la mano en la popular «Ievan Polkka») con las que llegar a las notas que aparezcan en pantalla. Al contrario que en juegos como Beat Saber, no importa con qué mano toquemos las notas, ya que no hay colores asociados ni nada por el estilo. A su vez, siempre sabremos de dónde pueden venir las notas, al salir éstas de unos altavoces colocados siempre detrás de Hatsune Miku.

Como planteamiento está muy bien, ya que en todo momento tendremos delante a Hatsune Miku en las canciones, bailando la coreografía de cada tema incorporado en el juego, casi como si fuera una sesión privada que nos da la popular vocaloid. Esto es genial para los fans a nivel de experiencia, pero por desgracia, cuando nos ponemos a jugar, es fácil empezar a ver problemas.

Para empezar, cuesta identificar el ritmo musical al que llegan las notas en Hatsune Miku VR. Es algo complicado de explicar con palabras, pero mientras que en Audica, Synth RidersBeat Saber «sientes» la canción con cada espadazo o disparo, aquí no ocurre tanto. Es más como si fueran notas puestas un poco al tuntún, y ale. O al menos, esa fue la primera impresión que me llevé, la cual era bastante mala, para qué nos vamos a engañar.

Sin embargo, dejé de pensar sobre estos otros juegos de VR, y empecé a pensar más como un juego de Hatsune Miku tradicional, y es aquí cuando el título empezó a hacer click conmigo. Esto es básicamente un juego tradicional de la franquicia, en el que el input somos nosotros, en vez de haber intentado crear algo diferente para la VR. Por tanto, las notas sí van al ritmo de la música, pero no de forma que se cree una clara coreografía como ocurre en los otros juegos musicales del medio, sino que concuerdan con sílabas de la letra o cosas por el estilo. Con la jugabilidad clásica, me era más fácil notarlo, pero al esperar algo completamente diferente, tardé más de la cuenta en cogerle el ritmo al juego.

¿Esto hace bueno a Hatsune Miku VR? Sí y no. Cuando nos centramos en la música y el ir a por todas las notas, nos vamos a mover bastante, y aunque no hagamos una coreografía al uso, sí que nos lo pasaremos bien. Sin embargo, no puedo quitarme la sensación de que se podría haber hecho algo mucho mejor para que bailemos junto a Hatsune, en vez de lo que parece ser hacer el tonto enfrente de ella. Creo que algo similar a Dance Central le habría sentado de lujo, además de permitirnos disfrutar más de las coreografías que tanto esfuerzo han puesto en recrear en VR.

Otro clarísimo problema del juego es la falta de contenido. Si compramos el juego en Steam (unos 23 euros), solo tendremos 9 canciones. Para acceder a las 10 canciones adicionales que sacaron más adelante, tendremos que soltar otros 20 euros (10 euros por cada pack de 5 canciones), lo que llegaría a un total de 43 euros. La versión de la tienda de Oculus viene ya con todo el DLC de serie, costando entonces unos 45 euros. Sí, estamos ante un juego bastante caro para lo poco que ofrece.

Además, cada tema solo tiene dos niveles de dificultad, por lo que hay menos rejugabilidad que otros juegos musicales con muchas más dificultades. Sí, podremos personalizar varios aspectos visuales (elegir entre solo dos trajes para Hatsune, y cambiar el escenario en el que jugamos), pero todo palidece en comparación con lo que ofrecen los juegos clásicos de Hatsune Miku.

Al menos, el salto de dificultad de «Normal» a «Difícil» es satisfactorio. Aunque el número de notas es el mismo (o eso me ha parecido), ahora los altavoces de los que vienen no paran de moverse, en vez de estar estáticos. A esto se suma que de vez en cuando vendrán bolas de pinchos, que debemos esquivar para no romper la racha de puntos que llevemos. Esto hace todo mucho más dinámico, y la verdad, me lo he pasado bastante bien jugando de esta manera.

Donde cuesta ponerle pegas a Hatsune Miku VR es en el apartado técnico. En lo visual, el juego es bastante bueno, ofreciendo unos escenarios llamativos, pero que no le quitan la atención a la auténtica protagonista: la vocaloid. Sus animaciones en las coreografías y su expresividad son excelentes, lo que aumenta la sensación de inmersión, y sencillamente, mola para los que somos fans.

La selección musical (podéis ver las canciones exactas en las páginas de la tienda del juego de Steam o de Oculus) también está bastante bien, al recoger temas claramente reconocibles de todos los que ha «cantado» la buena de Miku. Eso sí, me resulta raro que, al iniciar una canción, Hatsune nos salude, pero no escuchemos nada, lo cual me hizo pensar al principio que algo estaba mal con el sonido, pero es así el juego.

Conclusión

Tenía altas expectativas puestas en Hatsune Miku VR, ya que las entregas tradicionales siempre me han gustado mucho, y el estilo de canciones a lo concierto privado de la entrega más reciente funciona de lujo en Realidad Virtual. Sin embargo, estamos ante un juego bastante corto en contenidos, que casi parece una versión en Early Access por las pocas canciones y opciones de personalización que hay.

¿Es un mal juego? No del todo, y no puedo negar que me lo he pasado bastante bien cuando dejaba de pensar que quería un Beat Saber o un Dance Central, al seguir las notas por todo el escenario al ritmo de la música. Y bueno, tener frente a frente a la buena de Miku es todo un aliciente para los fans, eso está más claro que el agua.

Aun así, los problemas de Hatsune Miku VR son bastante obvios, por lo que estamos ante un juego claramente pensado para fans, y aun así, será fácil con la sensación de que se podría haber hecho mucho más y mejor.

6

Nos consolamos con:

  • A nivel técnico es genial. Entra por los ojos
  • Poder «bailar» junto a Hatsune Miku
  • La dificultad «Difícil» es bastante dinámica y divertida

Nos desconsolamos con:

  • Muy poco contenido y bastante caro para lo que se ofrece
  • Solo dos niveles de dificultad
  • Las canciones no siguen una coreografía clara, y cuesta ver la sincronización con la música. Es un juego más de agilidad visual que sonora

Ficha

  • Desarrollo: Crypton Future Media
  • Distribución: Degica
  • Lanzamiento: ?
  • Dispositivo VR usado: Oculus Rift S
  • Idioma: Textos en Castellano
  • Precio: Steam: 22,99 € - Oculus: 44,99 €

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