
Lanzado originalmente para Nintendo Switch (como exclusiva temporal en consola) y PC (tras un período en forma de Early Acces), Hades fue toda una revolución el año pasado, llegando a ser nominado en los Game Awards como candidato a GOTY (y liderando muchas listas de usuarios, no nos olvidemos de ello). Este verano el juego fue lanzado en PlayStation 4 y 5, así como en la familia de consolas Xbox One / Series. Tras haberle dedicado unas cuantas horas, vamos a hablar del juego y de si el revuelo que causó fue merecido… o no.
En Hades controlaremos a Zagreus (tremendo husbando), hijo del dios que da nombre al título. En el juego, deberemos escapar con vida de los dominios de nuestro padre hasta llegar al mundo exterior, aunque los esbirros de Hades no nos lo pondrán nada fácil. Pero tranquilos, porque no estaremos completamente solos en el título, y es que los diferentes dioses del Olimpo están de nuestra parte.
El juego es, en esencia, un roguelite, aunque a diferencia de muchos títulos del género, gran peso del título recae en la trama y los diferentes personajes que encontraremos, contando con multitud de diálogos. Y ojo, que muchos de ellos “reaccionarán” a nuestra partida, comentando cómo hemos muerto, qué hazaña hemos realizado o con qué dioses hemos tratado por el camino.

Pasando al gameplay (algo que, además, me permitirá ejemplificar mejor lo que comentaba antes), decir que estamos ante un título de acción en tercera persona con vista isométrica en el que nos iremos moviendo por diferentes salas, en las que combatiremos con los enemigos. La gracia viene dada por el toque rogue del juego, ya que cada partida que hagamos tendrá un mapa distinto. El mapa siempre constará de 4 zonas diferenciadas (los niveles), cada una con un boss concreto, pero el trazado será distinto de los anteriores, así como las recompensas que obtengamos serán aleatorias. O semi aleatorias, mejor dicho, pues antes de cambiar de habitación, sabemos qué recompensa nos dejará la siguiente si la superamos: cristales, oro, gemas, llaves, la tienda (en éste caso no hay combate) o la bendición de un dios concreto son algunas de las recompensas que podemos conseguir.
Todas estas recompensas tendrán su utilidad, aunque sólo algunas de ellas se guardarán al terminar la run. Porque sí, en Hades prácticamente todas las partidas nos servirán para algo, con una sensación de progreso bastante constante pese al componente rogue. Por ejemplo, podemos utilizar las gemas para pagar al constructor y que aplique ciertos cambios y mejoras al mapa del juego, podemos entregar néctar a los personajes que encontremos para mejorar nuestra relación con ellos (y, de paso, desbloquear una nueva reliquia), podemos gastar los cristales en comprar mejoras permanentes para Zagreus o utilizar las llaves para desbloquear nuevas armas y habilidades, entre otras.

Volviendo a la run en sí misma, comentar que podemos llegar a personalizar bastante a nuestro personaje (no en lo visual, pero sí en lo que hace): dependiendo de qué favores elijamos, podremos acabar siendo auténticas máquinas de matar. Por citar algún ejemplo, Zeus nos permite disparar rayos con nuestros ataques, mientras que Hades aplica un estado alterado llamado condena a los enemigos que dañemos, haciendo que reciban daño extra pasado un tiempo concreto. Y todas las habilidades son combinables (aunque algunas se sustituyen entre ellas por “hacer lo mismo” de diferente manera), pudiendo tener cosas tan locas como una lanza que ataca triple y tira rayos por la punta que se propagan entre los enemigos cercanos. Y ojo, que esto depende del arma que llevemos, al igual que los ataques disponibles que tengamos también cambiarán con el arma (aunque siempre hay, como mínimo, un ataque básico, un ataque especial y un objeto para atacar a distancia).
Si bien es cierto que hay más opciones, objetos y habilidades, creo que ya es suficiente, pues vale la pena descubrir ciertas cosas uno mismo. Aunque ya os digo que, a la que encontréis una build con la que os sintáis cómodos, no vais a querer soltar el mando y llegaréis bien lejos…

Gráficamente y, sobretodo, artísticamente, el juego es una maravilla. Los fondos, dibujados a mano, ambientan perfectamente la acción y están suficientemente diferenciados. Sí que las habitaciones acaban repitiéndose bastante, pero es un mal menor, ya que al cambiar el orden y demás, no cansa tanto como si fuera siempre el mismo recorrido. Los personajes tienen animaciones correctas y un nivel de detalle cumplidor a la hora de jugar (hay que tener en cuenta que están relativamente lejos de cámara), y sus retratos a la hora de hablar son preciosos y tienen una estética propia que va bastante bien con su personalidad. Y a nivel de rendimiento, el juego se muestra estable (en Xbox One X, al menos) pese a la gran cantidad de enemigos y elementos que puedan mostrarse simultáneamente.
A nivel sonoro tenemos un doblaje muy correcto, en inglés, para los diálogos entre personajes. A nivel musical también destacan ciertas melodías, muy cañeras, aunque sí que es verdad que a veces la música no está tan presente como nos gustaría, especialmente en las salas en las que no se presenta un gran desafío. A nivel efectos sonoros, por cierto, el juego cumple muy bien.

Para ir terminando, comentar que el juego es complicado (especialmente el tramo final) pero, en cierto modo, bastante permisivo con el jugador, pues fácilmente llegaremos a secciones avanzadas de la partida. Y no sólo eso, sino que como ya he comentado, prácticamente siempre estaremos desbloqueando contenido y mejoras, por lo que es un título agradecido. En cuanto a la duración, es algo bastante relativo, pero yo calculo que en unas 8 horas habré completado la primera run, y tras ello he hecho una segunda vuelta con modificadores de dificultad (algo que se desbloquea al terminar satisfactoriamente la primera vuelta y que permite añadir diferentes “penalizaciones” extra a la partida, a cambio de nuevas y mejores recompensas).
Conclusión
Sinceramente, cuando salió Hades hace cosa de un año, ignoré bastante al título. Simplemente, no me llamó la atención. Incluso he de decir que le cogí un poco de manía al ver que tanta gente lo idolatraba, que simplemente «exageraban». Y ahora, tras haberlo estado jugando, Supergiant Games me ha cerrado la boca, ofreciendo un rogue fresco, novedoso y, sobretodo, muy sólido en lo jugable, y realmente frenético. Un título que se disfruta muchísimo sea cual sea nuestro nivel, y que poco a poco nos va permitiendo progresar de manera casi constante…
Nos consolamos con:
- Gráficamente es una pasada, con escenarios dibujados a mano y unos retratos magníficos de los personajes
- La ambientación, muy lograda y diferenciada entre niveles
- Un roguelite con gran carga narrativa, que además reacciona a nuestra partida
- Casi siempre estaremos desbloqueando algo, el juego se siente justo y generoso con el jugador
- La personalización que permite en cada run
- Poder acariciar a Cerbero… y sobrevivir para contarlo
Nos desconsolamos con:
- La música no siempre destaca lo suficiente
Análisis realizado gracias a una copia incluida con la suscripción a Game Pass
Ficha
- Desarrollo: Supergiant Games
- Distribución: Private Division
- Lanzamiento: 17/09/2020 (PC y Switch), 13/08/2021 (resto de plataformas)
- Idioma: Textos en español, voces en inglés
- Precio: 24,99€
Deja una respuesta