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Grapple Dog

Grapple Dog

Hay épocas en las que hay una mecánica o un arma que empieza a aparecer en el mundo de los videojuegos. Ahora mismo, el gancho es el rey del mambo. Ya sea en juegos de acción como Halo Infinite, o en títulos más plataformeros, especialmente en VR, como Yupitergrad. Personalmente, es algo que me encanta, al dar grandes opciones de movilidad en cualquier tipo de juego.

Otro juego al que le tenía echado el ojo desde hace mucho y que se centraba en dicha mecánica es Grapple Dog. Desarrollado por Medallion Games (un único desarrollador), la idea de llevar a un perro adorable que se balancea por preciosos entornos píxel-art es demasiado atractiva. Así que, preparad un buen hueso, calentad para saltar sin parar, ¡y a engancharse a otro precioso plataformas!

Pablo, el Indiana Jones perruno más mono de la historia

Algo que no me esperaba de Grapple Dog es que fuera a disfrutar tanto de la historia. En el papel de Pablo, somos un ayudante para una profesora de historia que está investigando al Gran Inventor. En el proceso, acabamos descubriendo al robot Nul, que resulta tener una vendetta personal contra el Gran Inventor, teniendo que perseguirle para encontrar los 4 Objetos Cósmicos que llevarían hasta él. Con el destino del mundo en jaque, nos tocará usar el recién descubierto gancho para explorar el mundo y descubrir estas míticas reliquias.

Como tal, es una premisa muy típica de los plataformas clásicos: una excusa para ir de zona en zona superando niveles y tener un antagonista contra el que enfrentarnos de cuando en cuando. Lo que hace que la historia funcione es el increíble sentido del humor del que hace gala. Pablo es un perrete súper adorable y tontorrón al que cogeremos un gran cariño. Los demás personajes logran ser también muy carismáticos, teniendo los animales de cada mundo una personalidad muy marcada, siendo una delicia leer cada una de las líneas de diálogo.

La localización al castellano de Grapple Dog es excelente, ayudándonos disfrutar todavía más de estos geniales encuentros con los demás personajes. Es el típico aspecto que, como tal, no es lo que nos atraerá del título, pero vaya si no hace que la experiencia global sea más entretenida.

De balanceo en balanceo

Si hay un motivo por el que jugar a Grapple Dog, ese es sin duda su aspecto jugable. Estamos ante un plataformas 2D que, como tal, parece muy simple y que ya lo hemos visto mil veces. Tenemos un salto, podemos apoyarnos en los muros y los enemigos se mueren al tocarles mientras giramos en el salto al más puro estilo Sonic. Vamos, nada nuevo como tal. Incluso hay lanzadores como los barriles de Donkey Kong o las zonas acuáticas son muy similares a las de Rayman Legends, por lo que claramente hay elementos que nos recordarán a algunos de los mejores plataformas 2D de todos los tiempos.

Grapple Dog
Las mecánicas acuáticas nos recordarán a las de Rayman Legends

¿Lo que hace único a Grapple Dog? ¡El gancho! Podremos lanzarlo hacia arriba o en diagonal, y se clavará en las superficies azules oscuras. Su uso es constante desde el primer momento del juego, siendo clave perfeccionar el sistema de físicas de Grapple Dog. Al principio, iremos despacio mientras nos acostumbremos, pero acabaremos encadenando saltos y balanceos como si fuéramos Bionic Commando.

Esta progresión es increíblemente satisfactoria, al igual que el propio movimiento. El diseño de los niveles se aprovecha al máximo de estas mecánicas tan buenas de balanceo. No sólo tendremos que avanzar, sino que tendremos que aprovechar la inercia para ascender mediante el gancho, o tener en cuenta en qué punto de los objetos azules nos enganchamos para tener una mejor inercia horizontal o vertical.

El gancho de la variedad

Sólo con esta mecánica como protagonista, Grapple Dog sería un gran plataformas, pero hay un aspecto que lo hace llegar un paso más allá: su máxima variedad. Estamos ante un plataformas que introduce constantemente nuevas mecánicas que se van complementando a la perfección entre sí, y cómo no, con el uso del gancho. Es algo muy similar a lo que hace el maravilloso Donkey Kong: Tropical Freeze, ofreciendo tanto calidad como variedad constante.

Grapple Dog
Si vemos una zona azul… ¡a engancharse!

En este caso, los 3 primeros mundos van introduciendo constantemente estos nuevos elementos jugables. Empezaremos con los saltos, zonas azules para balancearnos y pequeñas plataformas en las que rebotar. Después se irán sumando partes de escaladas, zonas acuáticas totales o que se encuentran en el aire para ir saltando, plataformas que se activan unos segundos o incluso cintas transportadoras.

Todo se va introduciendo de una manera muy natural, sin necesidad de explicarnos todas estas nuevas mecánicas, sino dejando que las experimentemos por nosotros mismos. Así Grapple Dog nos irá enseñando estos nuevos obstáculos, para que después en los últimos dos mundos se vayan combinando a lo grande. Todo sin dejar de introducir algún nuevo giro adicional, claro.

Coleccionables por doquier

Otro aspecto donde el diseño de Grapple Dog es excelente es por su uso de los coleccionables. Para desbloquear al jefe final de cada mundo, deberemos tener un número determinado de joyas. Cada nivel tiene 5 que podemos encontrar, además de 2 extra que nos darán si cogemos un número determinado de algo similar a manzanas, como si fuéramos Crash Bandicoot.

Grapple Dog
Sólo por poder acariciar a Pablo querremos conseguir todas las joyas

La localización de todos estos objetos nos animará a explorar hasta el último rincón de los niveles. Esto incluye encontrar montones de secretos que poco a poco iremos detectando más fácilmente, como muros ocultos, o nuevas zonas a las que engancharnos siguiendo un camino más complicado y oculto de lo habitual. Todo sin llegar a ser injusto o colocar todo en zonas que sin una guía sería imposible de descubrir, evitando caer en uno de los principales problemas de Crash Bandicoot 4. Así se nos anima a intentar alcanzar el 100% siempre que podamos. Que al acabar el nivel podamos acariciar a Pablo como recompensa por conseguirlo todo es una genialidad de diseño. ¿Quién no querría acariciar a un perrito tan mono y adorable?

También habrá una serie de niveles de bonificación (que se activan al encontrar otro coleccionable especial), donde nos enfrentaremos a desafíos más complicados de lo normal. ¿La recompensa? Más joyas para que nos sea más fácil ir progresando en la historia. Es cierto que, quizá, Grapple Dog podría haber hecho que la progresión fuera más directa (con sólo completar los niveles podríamos ir avanzando), dejando las joyas para los 3 niveles extra del endgame. Es posible que algunos usuarios que deciden ir más a saco sin preocuparse en los coleccionables se vean sin las joyas necesarias para avanzar, lo cual podría ser un poco frustrante. En mi caso, no tuve este problema, al tener las joyas para acceder al jefe final de cada mundo desde su inicio.

Desafiante, pero justo y accesible

Lo que termina por redondear Grapple Dog es su bien medida dificultad. Los tres primeros mundos son por lo general sencillitos, ofreciendo un reto algo mayor si vamos a por el 100% de cada fase, pero siendo todo manejable. Aun así, siempre veremos cómo el nivel de desafío va aumentando, a medida que se van introduciendo más mecánicas y se van entremezclando entre sí.

Grapple Dog

Encontrar todas las joyas en los últimos compases del juego es muy complicado, lo que hace todo más gratificante. Los enemigos, que al final sirven como obstáculos, también van aumentando en número y agresividad. Al final, más nos vale tener a punto nuestras habilidades plataformeras. Eso sí, Grapple Dog nunca llega a ser algo tan complicado como Celeste o el reciente Aeterna Noctis.

De todas formas, si notamos que el juego se nos atraganta, tiene opciones de accesibilidad muy buenas. Por un lado, podemos hacer que tengamos salud infinita, lo cual simplifica todo bastante. La otra gran ayuda es el tema de los saltos infinitos, para no preocuparnos tanto por el balanceo o los obstáculos. A esto hay que sumar elementos visuales que podemos modificar, como el HUD, quitar el efecto de «parallax» del escenario y cosas así, algo que siempre se agradece.

Así, Grapple Dog podrá ser completado por todo el mundo, necesitando alrededor de 6 horas para acabar la historia, y bastante más para completarlo al 100%. Esto incluye obtener todos los coleccionables, además de las medallas de oro en el modo Contrarreloj, siendo obviamente lo más complicado.

Grapple Dog

El gancho no siempre da en el objetivo

Está claro que Grapple Dog es una auténtica maravilla en lo que a plataformas 2D se refiere, pero hay ciertos aspectos que no funcionan tan bien. Lo primero y que viene relacionado con el diseño: los jefes finales. Son divertidos y todos son totalmente diferentes entre sí, pero no me han parecido tan divertidos como los desafíos plataformeros tradicionales. Algunos tienen patrones de ataque demasiado largos y sencillos de evitar, lo que alarga más de la cuenta los combates. Por eso, las peleas donde huimos de un enemigo (siempre me encantan las persecuciones en los plataformas) resultaron ser mis favoritas.

También hay un pequeño aspecto que no me ha terminado de convencer del todo: la inercia. Al correr, empezaremos despacio, hasta que lleguemos a la máxima velocidad, lo que nos permitirá llegar más lejos. Veremos en pantalla la velocidad alcanzada, por lo que siempre sabremos si vamos a tope o no. Como tal, me parece bien esta mecánica, pero no entiendo por qué al empezar a rebotar en varias plataformas, dejamos de ganar inercia. Esto puede hacer que, en algunas secciones, si no entramos con la máxima velocidad, igual haya un salto al final para el que no tengamos la velocidad máxima necesaria para superarlo. ¿En serio Pablo no ha ganado inercia de los 5 rebotes anteriores? No cuesta mucho acostumbrarse, pero al principio nos parecerá bastante extraño.

El otro problema sí que se debería parchear lo antes posible, al menos en la versión de Switch. El rendimiento no es del todo óptimo, con ralentizaciones en varios momentos del juego. Estos problemas técnicos aumentan cuanto más larga sea la sesión de juego que tengamos. Todo esto conducirá al crasheo del juego. Sufrí 4 mientras hacía el análisis, y todos ellos al acabar el nivel final de algún mundo. Sí, es algo frustrante a más no poder, con que espero que no tarden en arreglarlo. En teoría, la versión final no tendrá estos problemas, pero por si acaso, había que comentarlo.

Grapple Dog
Los jefes finales donde huir son los más satisfactorios

Pixel Art en todo su esplendor

Pese a esos problemas técnicos, donde es imposible ponerle pegas a Grapple Dog es en su apartado visual. Estamos ante uno de los plataformas 2D más bonitos que nos podemos encontrar. Tanto Pablo como los demás escenarios y entornos desprenden un carisma increíble. Sólo de un vistazo acabaremos prendados ante el juego, y hay montones de detalles en todas partes que no dejarán de enamorarnos más y más. Por ejemplo, en nuestro barco/base hay montones de elementos con los que interactuar, incluyendo sentarnos en un sofá o incluso participar en un mini-juego. Incluso hay varias escenas de vídeo de lo más atractivas, notándose el increíble talento que tiene el desarrollador Joseph Gribbin en este aspecto.

La música también tiene un gran encanto, pero sin estar al mismo nivel. Cada mundo tiene sus propios temas generales y de jefe, siendo todos increíblemente enérgicos. Todo encaja con el aspecto visual del título a las mil maravillas, para que tengamos una sonrisa de oreja a oreja mientras jugamos. Hay otros efectos muy buenos, como que la música se detenga un momento al recibir un golpe, o que se amortigüe cuando nos ponemos a nadar. De nuevo, todo está muy bien pensado, para que cada pequeño detalle nos haga apreciar más y más el juego.

Grapple Dog
¿Acaso puede ser Pablo más mono y adorable?

Conclusión

Llevaba muchos años esperando Grapple Dog, y no ha decepcionado lo más mínimo. Joseph Gribbin nos trae un plataformas 2D sencillamente increíble. La mecánica principal del balanceo funciona a las mil maravillas, pero es el diseño de niveles lo que logra elevar el juego hasta lo mejorcito del género. Constantemente veremos nuevos obstáculos y maneras de darle un giro al balanceo, ofreciendo una increíble variedad, pero sobre todo, calidad.

Al sumarle a este increíble diseño un apartado artístico para quitarse el sombrero, tenemos ante nosotros un plataformas imprescindible. Grapple Dog es de esos juegos que logran atraparte, te hacen sonreír, y aunque te desafíen, siempre logran ofrecer una recompensa muy satisfactoria. Si os gusta el género, sencillamente no puede faltar en vuestra colección. El perrito Pablo os enganchará sin remedio, convirtiéndose en el mejor «buen chico» de los videojuegos.

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Nos consolamos con:

  • Fantástico diseño de niveles
  • Variedad máxima, introduciendo constantemente nuevas mecánicas
  • El balanceo funciona realmente bien y es muy satisfactorio
  • Apartado artístico sencillamente brillante
  • Diálogos sorprendentemente divertidos e ingeniosos

Nos desconsolamos con:

  • Los problemas técnicos de la versión de Switch (en teoría arreglados en la versión final)
  • No todos los jefes finales son tan divertidos como los demás
  • Que no ganemos inercia al rebotar es un poco extraño

Análisis realizado gracias a una clave para Switch proporcionada por Super Rare Originals.

Ficha

  • Desarrollo: Medallion Games
  • Distribución: Super Rare Originals
  • Lanzamiento: 10/02/2021
  • Idioma: Textos en Castellano
  • Precio: Por determinar

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