Si hacemos una lista con los juegos más influyentes de la pasada generación, no puede faltar Gears of War. La primera entrega no solo marcó un precedente en lo referente a los gráficos que se podían conseguir con Xbox 360, sino que sentó las bases para la mayoría de los shooters en tercera persona. A su vez, instauró un estilo visual oscuro bastante predominante en la generación, además de popularizar el motor Unreal Engine 3, sin duda el más usado en la era «PS360».
Por este motivo, había muchas expectativas puestas en lo que podría ofrecer la saga en la actualidad, y más teniendo en cuenta que ya no está desarrollada por Epic Games, sino por The Coalition, un estudio formado por Microsoft para que se centre solo en la saga, como ya hicieron con 343 Industries. Con todo esto en cuenta, ha llegado la hora de la verdad: ¿estará Gears of War 4 a la altura del legado de la saga, o sufrirá la misma suerte que Judgement y quedará relegado como una entrega no tan querida como la trilogía principal?
Una nueva generación de héroes
Al igual que ocurrió con Halo 4, estamos ante lo que parece ser el inicio de una nueva trilogía, por lo que es un gran punto de inicio para nuevos usuarios. De hecho, con el prólogo nos reintroducen muy bien a este universo, mostrándonos lo acontecido antes del fatídico Día-E en el que aparecieron los Locust, el momento de su primer ataque y cuando al final se ganó su guerra. Todo con el contexto del aniversario por el 25 aniversario del final de la guerra, punto en el que empieza esta nueva aventura.
El protagonista es JD (James Dominic) Fénix, el hijo de Marcus Fénix, que ha dejado el CGO junto a su amigo Del tras descubrir que no son tan «majos» como podría parecer en un principio. Junto a ellos va Kait, la hija de la líder del asentamiento en el que están, que por desgracia, se ve atacado por unas misteriosas criaturas a las que el trío protagonista llamará «Enjambre».
Los orígenes de estas nuevas bestias es todo un misterio, y en una sola noche se iniciará una carrera contrarreloj por descubrir sus orígenes y rescatar a los supervivientes del ataque al poblado. No quiero entrar mucho más en detalle del argumento, ya que está bastante bien elaborado, y sobre todo, es una continuación muy natural de los hechos vividos en la anterior trilogía.
Junto a la trama principal, además se ponen en marcha varias historias secundarias que le dan un mayor trasfondo a este nuevo punto de inflexión en la historia de Sera, como la aparición de Llamaradas, unas tormentas devastadoras, o la forma de gobierno de la CGO.
Aunque esto está muy bien, lo más importante son los personajes, y JD, Del y Kait son unos protagonistas que toman el relevo a la perfección respecto al Escuadrón Delta. Están bien desarrollados, hay una gran química entre ellos, y los diálogos son geniales tanto en las escenas de vídeo como en los tiroteos. Tienen una personalidad muy marcada, y al estar tan bien construidos, no se quedan a la sombra de los héroes clásicos cuando inevitablemente aparecen en la campaña.
Un aspecto interesante es que los coleccionables esta vez no son meras chapas de identificación de los camaradas caídos, sino que tienen más sentido dentro de cada escenario, y nos pueden dar más detalles sobre lo que ha ocurrido. Otro punto fuerte es que el juego homenajea mucho a momentos icónicos de la trilogía original, pero al mismo tiempo añade sus propias ideas, para cerrar una historia muy entretenida.
Es cierto que en general Gears of War 4 no va a ganar ningún premio por su trama, pero está bien construida, y engancha de lo lindo. Es como el argumento de una gran película de acción: no es lo más importante, pero sin él no sería lo mismo.
De los DeeBees al Enjambre: variedad al poder
La historia es solo lo primero positivo de la campaña, que es fácilmente uno de los mejores aspectos del juego. En lo básico, no es que haya muchas novedades para los que ya hayan jugado a los anteriores: los misiones son lineales, y tenemos que luchar contra toda clase de enemigos junto a nuestro escuadrón. De vez en cuando nos tendremos que separar eligiendo el camino que seguiremos, y los jefes finales estarán a la orden del día. Vamos, nada nuevo en este sentido, pero eso es tampoco malo, ya que la aproximación de una secuela de «más y mejor» puede funcionar a las mil maravillas, como es el caso.
Las principales novedades, por tanto, están en los dos nuevos tipos de enemigos a los que nos enfrentaremos: los robots conocidos como DeeBees, y el Enjambre. Los primeros tienen cuatro clases de enemigos, como los robots estándar, los pesados o los aéreos. La principal diferencia respecto a los Locust es que no suelen preocuparse por cubrirse tanto, además de que no se les derriba, sino que mueren directamente. Los robots pesados, sin embargo, entrarán en un modo de autodestrucción y se lanzarán hacia nosotros, teniendo que disparar a su núcleo si queremos pararles antes de que nos maten junto a ellos. Por otro lado, los robots aéreos tienen un escudo en su parte delantera y pueden disparar misiles, lo que les hace muy peligrosos.
El Enjambre sí que recuerda mucho a los Locust, ya que sus soldados estándar (los drones) actúan de forma casi idéntica. Los enemigos pesados también se parecen, pero tienen un grito que hace más poderosos a los drones cercanos, por lo que se convierten en una prioridad una vez aparecen en pantalla. Los juvies son unos enemigos muy débiles pero tremendamente rápidos, que cuando aparecen en manada nos pueden poner en más de un aprieto.
Como podéis ver, hay enemigos familiares y otros con patrones completamente nuevos. Como se van introduciendo poco a poco, los tiroteos no se mantienen constantes, sino que van evolucionando para adecuarse a los nuevos tipos de enemigos, o mezclando los ya conocidos. A esto hay que sumar los diferentes jefes finales, que son otro punto muy a destacar de Gears of War 4. Los encuentros son muy intensos, siendo cada jefe muy diferente del anterior, lo que hace cada combate único. Lo mejor es cuando un jefe final luego aparece casi como un enemigo normal, para introducirnos a un jefe más duro todavía. Por tanto, la dificultad va aumentando de forma gradual, para que nunca sea extremadamente fácil ni haya picos de dificultad que nos hagan atascarnos.
Donde sí que se pueden apreciar más mejoras es en las coberturas, que son más dinámicas que nunca. Una gran cantidad de elementos en pantalla serán destructibles, lo que incluye muchos de los parapetos que usaremos los tiroteos. Otras coberturas las tendremos que activar nosotros, como una especie de capullos de los que salen los juvies, que podremos disparar del techo en varios escenarios, con el riesgo de que si se destruye salga un enemigo que podría despertar a todos los demás capullos de la sala.
Esta interacción con el escenario es una constante en el juego, al tener coberturas que se mueven solas en algunos escenarios, o lo mejor: usar el escenario como arma. Sí, los barriles rojos siguen siendo una opción, pero habrá algunos elementos que podremos destruir para acabar con varios enemigos de un plumazo, como plataformas que cuelgan de grúas, o cuando llega una llamarada, romper una protección que evita que algo salga volando y aplaste todo lo que se encuentra por delante.
Esto hace los tiroteos mucho más divertidos que antes, además de cómo no, lucir todavía mejor. Otro aspecto genial de Gears of War 4 es cómo no para de sorprendernos. Cada poco tiempo tenemos un nuevo arma que usar, aparece un nuevo enemigo o jefe final, o incluso mejor, hay alguna escena de acción que rivaliza de tú a tú con algunos de los mejores momentos de Uncharted 4, teniendo algunas de estas situaciones sus propias mecánicas y todo.
Todo esto se traduce en una campaña con un ritmo fantástico, que nos mantiene pegados al mando y desear qué nos depara el siguiente capítulo. Lo bueno es que la historia es bastante duradera, al durar en dificultad Elevada alrededor de las 8 horas. Aun así, como siempre en la saga, es bastante rejugable, al poder disfrutarla con un amigo (a pantalla partida u online) o disfrutar de más niveles de dificultad, por lo que acabaremos echándole bastantes horas a las primeras aventuras de JD y compañía.
Contra la Horda interminable
Una forma de seguir disfrutando de los tiroteos contra la IA es el modo Horda, que vuelve en su mejor versión hasta la fecha. El concepto no ha cambiado lo más mínimo: en un grupo de hasta 5 usuarios, tendremos que superar oleadas cada vez más duras de enemigos hasta que muramos todos. Aunque este tipo de modo se ha hecho muy popular últimamente, no podemos olvidarnos que fue la saga quien la instauró, por lo que es lógico que es la que siga haciendo que funcione tan rematadamente bien.
La principal novedad es que podremos elegir entre una de las 5 clases, entre las que está el ingeniero, el explorador o el soldado entre otras. No se trata de clases tan cerradas como en un Battlefield, sino que cada clase nos da acceso a habilidades diferentes. Por ejemplo, el mecánico podrá reparar las defensas que vayamos colocando por la base, mientras que el explorador podrá hacer más daño cuerpo a cuerpo. A medida que usamos una clase, ésta irá subiendo de nivel, lo que nos dará acceso a más ventajas para ese tipo de clase. Aunque se puede jugar sin notar del todo las diferencias entre clase, si jugamos con un equipo que aproveche al máximo estas habilidades, seremos más eficientes que de la otra forma, lo que motiva más todavía a jugar en equipo con nuestros amigos.
Al empezar a jugar, tendremos que elegir cuál será nuestra base, llevando el Fabricador al punto que nos parezca mejor defendible. Este objeto es clave para superar las oleadas, y en la campaña podremos aprender a usarlo gracias a unos niveles que funcionan precisamente como un mini modo Horda. En esencia, los enemigos irán soltando energía, que a su vez podremos invertir en comprar tanto armas como defensas de todo tipo, entre las que hay zonas de pinchos para frenar enemigos, torretas, señuelos y más.
Cuanto más gastemos, más mejorará el Fabricador, lo que hará más potentes nuestras defensas. A cambio, cada objeto costará más energía, por lo que nos costará más conseguir esa torreta que tanto deseamos. Este no es el único uso de la energía, ya que algunas habilidades de las clases requieren de energía, como la reparación de objetos por parte del ingeniero. La energía se comparte con todo el equipo, por lo que el trabajo en equipo es más que esencial para optimizar nuestros recursos.
De cuando en cuando, alguna ronda nos pedirá objetivos secundarios, como sobrevivir, matar con la sierra del Lancer o pegar tiros en la cabeza. Si lo logramos, conseguiremos un par de entregas aéreas, en las que puede haber munición, armas especiales o granadas. Estos objetivos realmente animan a jugar de una forma no tan tradicional al intentar acercarnos al máximo a los enemigos para usar la sierra del Lancer o cosas por el estilo. En esto ayudan mucho los nuevos movimientos basados en el cuerpo a cuerpo, que en esencia son poder agarrar al enemigo que está al otro lado de la cobertura y poder realizar una ejecución automática a un enemigo atontado por un agarre así o por una patada al saltar de cobertura.
Como la variedad de enemigos es tan alta, cada ronda es muy divertida, al poder enfrentarnos a la vez robots DeeBees y miembros del Enjambre, teniendo que adaptar rápidamente nuestras estrategias. Esto es fundamental cada 10 oleadas, al aparecer un jefe final de la campaña (se elige de forma aleatoria), siendo estas las rondas más intensas de todas. Tras cada oleada de jefe se activa una ventaja para los enemigos que les puede aumentar la salud o la precisión, aumentando más y más la intensidad de la partida. Así que, en general, el modo Horda es de lo mejor que ofrece Gears of War 4, gracias a lo geniales que son los combates y lo competente que puede llegar a ser la IA.
Guerreando con los amigos
El tercer pilar del juego a destacar es el multijugador competitivo, que ya pudimos probar en la beta de hace varios meses. En esencia, nos encontraremos a lo mismo que en la beta, pero con bastante más contenido como es de esperar, y sobre todo, varios modos. Algunos son clásicos ya de la saga, como el Rey de la Colina o el duelo por equipos. Otros son novedades muy interesantes, como Dodgeball, que es una variante del duelo por equipos donde un aliado podrá revivir solo si hemos acabado con un enemigo. Esto hace las rondas muy intensas, ya que se pueden hacer remontadas muy épicas.
Una novedad que está destinada a los eSports, pero que funciona muy bien, es Escalada. El concepto es el mismo que en Dominación, al tener que capturar varios puntos de control en el mapa. Sin embargo, la única forma de matar es con ejecuciones (esto hace las escopetas y los rifles armas increíbles), y gana el primer equipo que gane 7 rondas. Son partidas largas, pero que nunca serán completamente iguales, ya que entre varias rondas algún usuario podrá colocar el arma que quiera de entre una selección en un punto del mapa, teniendo que cambiar de estrategia si, por ejemplo, pone un lanzagranadas al saber que muchos usuarios querrán ir a por él. Lo bueno es que hacia la mitad de la partida los puntos de control y las armas dispersadas por el mapa cambian por completo, teniendo que cambiar nuevamente nuestro aproximamiento al enemigo y la estrategia de defensa.
Otro modo que me ha encantado es Carrera Armamentística, donde tendremos que matar usando las 15 armas del juego. Con cada tres bajas, todo el equipo cambiará a la siguiente arma, estando muy bien equilibradas para que, por ejemplo, si un equipo avanza mucho llegará a las escopetas, mientras que los otros tendrán los rifles de asalto, obligando a los rivales a acercarse sin apenas poder dar fuego de cobertura. Aquí tengo que destacar los nuevos juguetitos de los que disponemos, que quedan genial en Gears of War 4. La escopeta Trituradora dispara una vez al apretar el gatillo y otra vez al soltarlo, pudiendo causar mucha destrucción en poco tiempo. El Bajonazo dispara cuchillas que rebotan en las paredes, pudiendo usarlas para atacar a los enemigos que se estén cubriendo, mientras que el Dropshot lanza unos misiles bajo tierra que los haremos salir a la superficie y explotar cuando se lo indiquemos.
Las partidas son muy intensas, y el diseño de los mapas está muy cuidado. La conexión durante las partidas es genial, e incluso antes de que hubiera mucha gente en los servidores, apenas se tardaba en entrar en una partida y empezar a disfrutar.
Una parte muy importante de todo el multijugador es el sistema de paquetes, que tan popular se ha vuelto últimamente. Ésta será la forma de conseguir cartas, con las que lograr ventajas para el modo competitivo y para el modo Horda. Para comprar cada paquete necesitaremos créditos, que conseguiremos a buen ritmo. En los paquetes lograremos también los nuevos skins para el personaje y las armas, notándose que aquí van a añadir muchísimas cartas a largo plazo.
Aunque personalmente hubiera preferido conseguir skins también al ir subiendo de nivel, al menos las cartas no suponen un elemento que afecte a la estructura de juego, ya que las ventajas son recompensas adicionales en caso de cumplir ciertas condiciones, evitando así que los usuarios que vayan a pagar dinero real por paquetes de cartas sean superiores a los que no.
Sacando músculo técnico
La saga Gears of War siempre se ha caracterizado por ser de lo más puntero gráficamente, y aquí esta cuarta parte decepciona ligeramente. En lo general, el motor Unreal Engine 4 da resultados geniales en Xbox One, al mostrar escenarios y personajes muy detallados, con muchos elementos destructibles y efectos, sin por ello sufrir ralentizaciones palpables. Sin embargo, durante los momentos más normales, tampoco es que el juego llegue a impresionar tras tener exponentes en esta generación como Ryse o Uncharted 4. Sin embargo, hay momentos en los que el título saca músculo, y es sin duda en las Llamaradas.
Cuando el viento empieza a mover absolutamente todo, con relámpagos, explosiones y el escenario destrozándose a nuestro alrededor, es imposible no quedarse con la boca abierta. Lo mismo en algunas de las escenas de acción más grandes del título, siendo espectaculares en todos los sentidos, y ofreciendo algunos de los momentos visuales más llamativos que he visto hasta la fecha en consola.
Esto se aplica a la campaña, ya que en el multijugador el título luce más normalito todavía, a cambio de ir a 60 frames por segundo. Gracias al ritmo de las partidas es una buena decisión, aunque ciertamente el salto de la campaña al multijugador es más que palpable. Lo mismo que cuando pasamos de una escena de vídeo al juego, ya que si el juego se viera así mientras jugamos, entonces sí que sería lo mejor que hay en consolas. Igual en Windows 10 sí se logra esa calidad, lo que lo permitirá destacar todavía más.
En cuanto al sonido, vamos a quitarnos lo polémico de encima: Gears of War 4 no viene doblado de lanzamiento ni en las escenas de vídeo como en un principio se dijo, sino que el doblaje al castellano llegará en un parche el próximo 1 de noviembre. Personalmente, prefiero este doblaje único en inglés en vez de cambiar entre voces en español y en inglés. Las voces en inglés son geniales, dando todos los actores unas actuaciones muy creíbles, y vendiendo todavía mejor la química entre los tres protagonistas. A cambio, al tener que fijarnos en los subtítulos en mitad de los tiroteos para algunos intercambios, puede que nos perdamos alguna frase.
La música y los efectos no tienen partes negativas, al ofrecernos temas que nos meten de lleno en la acción (aunque sin llegar a ser memorables), mientras que los sonidos de las armas o los efectos hacen que sintamos cada disparo, lo que a su vez parece dar más potente todavía nuestras armas.
Conclusión
Había dudas de si The Coalition podría ofrecer una buena continuación a una de las sagas más importantes de Microsoft, y la respuesta es un rotundo sí. Gears of War 4 no es solo uno de los mejores juegos del año, sino que también podría convertirse en la entrega favorita de más de un fan de la serie. La campaña tiene un ritmo fantástico y el argumento nos introduce perfectamente a este nuevo momento en la historia de Sera junto a tres nuevos protagonistas. El modo Horda es incluso mejor que antes, mientras que el multijugador es muy completo, adictivo y divertido.
Es cierto que no estamos ante un juego perfecto o tan rompedor como las entregas anteriores, al ser bastante continuista y no ofrecer un espectáculo visual tan asombroso como la trilogía original en su momento, pero eso no le quita méritos. Puede que haya muchos shooters en tercera persona (aunque menos que antes), pero pocos pueden tener tanta calidad como este. Sin duda, The Coalition se ha ganado el favor del público, y ha demostrado que el futuro de Sera y la lucha contra sus monstruos está en las mejores manos posibles.
Nos consolamos con:
- Campaña larga, variada, sorprendente y con un gran ritmo.
- Las novedades del modo Horda, sutiles pero lo hacen todavía mejor.
- Mayor interactividad con el escenario.
- Los nuevos modos multijugador.
Nos desconsolamos con:
- No logra impresionar tanto a nivel visual como sus entregas anteriores lo hicieron en su momento.
- No disfrutar del doblaje al castellano de lanzamiento.
Ficha
- Desarrollo: The Coalition
- Distribución: Microsoft
- Lanzamiento: 11/10/2016
- Idioma: Textos en español y voces en inglés - Doblaje en castellano el 1 de noviembre
- Precio: 59,99 €
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