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Freediver: Triton Down – Extended Cut

Freediver: Triton Down

Una de las gracias de la Realidad Virtual es vivir experiencias que de otra forma nos serían prácticamente imposibles. No todos vamos a aprender a bucear como expertos ni a aguantar el aire durante varios minutos. Vamos, yo al menos sé que no lo voy a conseguir en la vida, por lo que tenía mucha curiosidad cuando Archiact VR (autores del genial Evasion) publicó en PC el año pasado Freediver: Triton Down.

Al no tener un PC bueno ni gafas de PCVR en su momento, me quedé con las ganas de catarlo, pero eso ha cambiado gracias a Freediver: Triton Down – Extended Cut, que se lanzó hace unas semanas en PSVR y Oculus Quest. Esta versión no solo trae esta experiencia a más plataformas, sino que añade ciertas mejoras y contenido al original, para que disfrutemos de la mejor versión posible. Coged aire y preparad los brazos, que vamos a bucear como si no hubiera un mañana.

Lo más destacable de Freediver es sin duda cómo jugamos. Al igual que ocurre en Lone Echo, los chicos de Archiact VR han decidido que empleemos gestos físicos para movernos por el entorno, en vez de usar joysticks, ya que la manera de desplazarnos bajo el agua es muy diferente a cómo lo haríamos en tierra firme. Para nadar o bucear hay que mover mucho los brazos (también las piernas, pero obviamente eso es imposible de replicar), con que tendremos que hacer lo propio en el juego. Al menos, con el esquema de control más inmersivo y divertido de los disponibles, ya que si lo deseamos, podemos hacer que, al apuntar con el brazo en una dirección y pulsar el gatillo, andemos en dicha dirección.

Freediver: Triton Down

He jugado en Oculus Quest, por lo que no hay absolutamente necesidad ni inclusión del uso de sticks. Si queremos girar, deberemos de hacer el gesto con el brazo apropiado. ¿Ascender o movernos hacia delante? Pues a nadar hacia delante, o «mover» el agua hacia abajo para que así nos vayamos impulsando. Es algo tremendamente natural e inmersivo, que da la sensación de estar realmente en el agua.

También podremos agarrarnos a los elementos del entorno para mantenernos «enganchados» a ellos, o impulsarnos, como podríamos hacer en la vida real. Esto me recuerda muchísimo a Lone Echo, ya que se mantiene la inmersión y el realismo de la situación durante todo el juego. De hecho, también vemos nuestro cuerpo entero, para que parezca que siempre estamos en el cuerpo de Ren Tanaka, la buceadora protagonista.

Una característica de Freediver es que Ren no usa un equipo de buceo, sino que practica buceo libre (de ahí el nombre del juego), de modo que nuestro oxígeno es limitado. Esto nos obliga a buscar depósitos de aire o bombonas de oxígeno para no quedarnos sin aire, algo que mantiene la tensión durante toda la aventura. Aunque hay un indicador del oxígeno del que disponemos en nuestro brazo, la forma de mostrar que nos estamos quedando sin aire es realmente efectiva, además de meternos más tensión en el cuerpo. Esto hace que, cuando ya estamos escuchando los «glup glup» desesperados de Ren, y finalmente damos con una pequeña bolsa de aire o una bombona, sentimos un alivio extraordinario como en pocos juegos. Imaginaos cuando encontrábamos una burbuja en un juego de Sonic, pero llevado al extremo, ya que ahora somos nosotros los que nos estamos quedando sin oxígeno.

Freediver: Triton Down

Dicho todo esto, ¿de qué va Freediver: Triton Down? En esencia, revivimos la historia que Ren cuenta sobre el hundimiento del barco Triton, creando un pequeño misterio sobre el motivo del hundimiento y cómo sobrevivimos. Casi todo el juego (exceptuando el prólogo) lo pasaremos en este navío que se está hundiendo, navegando por sus camarotes en nuestra desesperada búsqueda de una salida o de otros supervivientes.

Esta navegación por el barco consiste en esquivar algunos obstáculos, hallar el camino adecuado para progresar o resolver sencillisimos puzzles para activar algún mecanismo y así liberar el camino para progresar. El juego es muy lineal, y podemos personalizar la dificultad, de modo que los objetos interactuables estén resaltados para que nos sea más fácil progresar, o incluso quitar de la interfaz de nuestro brazo cualquier ayuda visual, ya sea el indicador de oxígeno o el del objetivo.

Ya os digo que el juego no es para nada complicado, por lo que no nos vamos a rebanar los sesos ni a perdernos sin remedio por este amasijo de hierros. Sin embargo, la gracia está por cómo está todo construido, para que sintamos la tensión de la situación de una manera brillante (ya sea con bidones que salen despedidos por la corriente o incluso algún que otro cadáver de los compañeros) durante todo momento. Por ejemplo, para usar una linterna, la tendremos que activar y llevarla en la mano, por lo que no podremos nadar y ver con total iluminación, creando una buena incertidumbre sobre lo que nos podemos encontrar a continuación mientras nos vamos quedando sin oxígeno.

Freediver: Triton Down

Durante nuestra huida, podremos encontrar algún que otro log de audio para profundizar un poco más en la trama, pero aquí empiezan a llegar los problemas de Freediver: Triton Down. Por un lado, el argumento es extremadamente simple, sin apenas una conexión emocional entre los personajes principales ni nada por el estilo, de modo que los logs de audio tampoco es que aporten gran cosa. De hecho, el juego está completamente en inglés sin subtítulos, por lo que la historia pasará de largo para la mayoría de usuarios. También es algo extraño que haya escenas de vídeo en tercera persona, pero bueno, esto no me parece un problema como tal. También hay alguna física que no funciona de forma muy realista, como cuando nos agarramos a una maleta, que se comporta como un objeto inamovible en vez de algo que lógicamente se movería sin parar al estar sobre el agua.

Lo que sí me parece mejorable es la duración, algo que empaña bastante la valoración global del juego. En unas dos horas como mucho, habremos llegado al final. Parece que la versión de PC (que no recibirá en principio las mejoras de esta versión) es incluso más corta, lo cual es bastante problemático por varios motivos. Para empezar, porque no da tiempo a que la trama pueda explorarse en mayor profundidad. Luego, porque justo cuando ya te has aclimatado por completo a las mecánicas y sales del barco, piensas que va a continuar la aventura en otros escenarios, pero no. Es casi como si estuviéramos ante un prólogo o un primer capítulo, dejando con muchísimas ganas de más. Como la rejugabilidad es prácticamente nula, esta breve duración es un problema todavía mayor.

Dicho esto, donde cuesta encontrarle pegas a Freediver: Triton Down es en su apartado técnico. Los gráficos son bastante buenos para un dispositivo como Oculus Quest, ya que pese a buscar el realismo y tener ciertas limitaciones respecto a la versión original de PC (por lo que he podido ver en imágenes y vídeos), el resultado es muy convincente. Sí, las texturas son algo planas y el modelado de Ren en las escenas de vídeo no es el mejor del mundo, pero todo funciona perfectamente para mantener la inmersión. La iluminación es bastante buena, por ejemplo, aunque hay detalles que no son tan vistosos, como la superficie del agua, que es mucho más plana y poco interactiva que en la versión de PC.

Freediver: Triton Down

El sonido es donde el juego destaca al 100%, ya que los efectos sonoros son fantásticos para tener la sensación de estar bajo el agua y en la piel de Ren. Sobre todo quiero destacar los efectos sonoros cuando nos estamos quedando sin aire, ya que logran su objetivo a las mil maravillas: que estemos más angustiados que al ver cómo un jefe final tiene una forma más tras haber gastado todos nuestros recursos. Los actores de doblaje en inglés también hacen un buen trabajo, aunque lo dicho anteriormente, la falta de subtítulos es un problema para que la podamos disfrutar totalmente en nuestro país.

Conclusión

Los chicos de Archiact VR vuelven a demostrar que hay formas fantásticas de ofrecer una locomoción única en Realidad Virtual para ofrecer una inmersión sin igual. Freediver: Triton Down – Extended Cut nos hace sentirnos como submarinistas como ningún otro juego hasta la fecha, gracias a unas mecánicas de movimiento realmente buenas y una inmersión total. La sensación de estar bajo el agua, en mitad de un barco que se está hundiendo, o que nos quedamos sin aire en esta angustiosa situación, es sencillamente increíble.

Por eso, me parece una lástima que el juego sea tan extremadamente corto, ya que deja con ganas de muchísimo más. De hecho, me encantaría que en el futuro, Archiact VR nos ofrezca una secuela que profundice más aún en estas mecánicas, ya que hay un potencial enorme. Por ahora, se queda en una experiencia que realmente merece la pena disfrutar, ya que es espectacular desde el principio hasta el fin… Siempre que la duración no os suponga un problema muy grave, claro.

7

Nos consolamos con:

  • Fantástico sistema de movimiento que logra ser inmersivo y realista al mismo tiempo
  • La inmersión total que se logra desde que abrimos el juego
  • La sensación de agobio de quedarnos sin aire está conseguida a más no poder
  • Técnicamente bastante bueno dadas las limitaciones de Oculus Quest

Nos desconsolamos con:

  • Extremadamente corto. Deja con ganas de muchísimo más
  • Las físicas de algunos objetos no son muy realistas
  • Completamente en inglés
  • La trama podría haber dado más de sí

Ficha

  • Desarrollo: Archiact VR
  • Distribución: Archiact VR
  • Lanzamiento: 25/02/2020
  • Idioma: Textos y Voces en Inglés
  • Precio: 14,99 €

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