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Edge of Eternity

Edge of Eternity Key Art

Las campañas de Kickstarter son una montaña rusa. Cuando ves el proyecto sobre el papel y te ilusionas, es fácil imaginarte que va a ser un juego increíble. Como se suele decir «el papel lo aguanta todo», pero luego toca la parte dura: el desarrollo. Aquí se pueden ir unos cuantos años, que es justo lo que le ha ocurrido a Edge of Eternity. Anunciado allá por 2015, el objetivo de Midgar Studio siempre ha estado claro: ofrecer una carta de amor al JRPG en forma de un título que reúna lo mejor del género.

A pesar del reducido tamaño del estudio, su ambición nunca se ha visto mermada. Esto ha llevado a un período en Early Access bastante extenso, pero la espera concluyó en febrero. Por fin, Edge of Eternity estaba disponible en todas las plataformas, e incluso en formato físico gracias a Meridiem Games. Así que tras tantos años de actualizaciones en Kickstarter, ha llegado la hora de comprobar si Edge of Eternity está a la altura de las expectativas.

La importancia de la familia

No me voy a andar con rodeos: la trama de Edge of Eternity es probablemente su aspecto más flojo. No porque sea mala del todo, sino porque le cuesta centrarse y arrancar a lo grande. Los ingredientes están ahí: un mundo de fantasía y magia que se ve arrinconado ante la llegada de alienígenas. Esto ha llevado a una gran guerra que todavía perdura, y donde la enfermedad conocida como Corrosión está causando estragos. Cuando la madre del protagonista Daryon la contrae, nos tocará encontrar una cura junto a nuestra hermana, la sacerdotisa Selene.

Edge of Eternity
Huir de un oroko gigante será el menor de los problemas de los hermanos

Este es el núcleo argumental, pero por el camino se añadirán más y más subtramas que no se terminan de desarrollar como deberían. Por ejemplo, tenemos la corrupción de un gobierno que no dudaría en aprovechar la magia más oscura para derrotar a sus enemigos. Los acomodados del Sanctorium que no siempre miran por el pueblo, y eso hace que la fe se tambalee en estos tiempos tan duros. Y claro, ¡no nos olvidemos de los aliens!

Todavía hay mucho más que se va introduciendo, notándose que se han ido añadiendo capas a la historia de una forma un poco errática a lo largo del desarrollo. Por suerte, hay algo que desde el principio funciona: la dinámica entre Daryon y Selene. Ellos son los grandes protagonistas de Edge of Eternity, vendiendo desde el primer momento que son hermanos que darían lo que fuera por la familia.

Es esta dinámica la que nos animará a seguir avanzando durante las decenas de horas que nos esperan en este JRPG. También habrá otros personajes interesantes, eso está claro, pero no esperéis un gran grupo como en otros clásicos del género. De hecho, tardaremos en tener un equipo de un tamaño considerable, volviendo todo a los buenos de Daryon y Selene. El soldado desertor y la sacerdotisa con una lengua mordaz.

Edge of Eternity
Los escenarios del juego son de lo más atractivos

¡A por la torreta!

Pasamos de lo más flojo a lo mejor de Edge of Eternity, y lo que más vamos a hacer: combatir. Las peleas del juego son por turnos como marca la tradición en los JRPG. En vez de seguir un orden concreto, se usa el sistema de ATB que inauguró Final Fantasy, por lo que cuando se rellene una barra, podremos elegir una acción. Lo mismo ocurre con los enemigos, habiendo habilidades que hacen que vaya antes o después. Esto ayuda a darle dinamismo a las peleas, pero hay más elementos a tener en cuenta.

Para empezar, tenemos el sistema de casillas, propio de los SRPG. En vez de combatir en una posición fija, el entorno se dividirá en una serie de hexágonos por los que poder movernos. Cada ataque tiene un alcance determinado, y las habilidades de zona influyen en todo un hexágono. Al mismo tiempo, se pueden establecer peligros en varias casillas (como trampas), limitando así las opciones de movimiento.

El resultado es un sistema de combate táctico y divertido. No llegamos a estar ante un SRPG puro, pero ese ligero toque da una mayor capa de profundidad a las peleas. ¿Lo mejor? Cuando el propio entorno puede servirnos de ayuda. Las peleas se desarrollan normalmente en el mismo punto del mundo donde nos topamos con los enemigos. Por tanto, si había algún cristal que confiere ventajas o desventajas, o incluso torretas, éstas se mantienen en los combates. Así se consigue ir dando variedad a las peleas a lo largo del todo el juego, obligándonos a adaptarnos al entorno o usarlo a nuestro favor si queremos sobrevivir a los encuentros que nos esperan.

Edge of Eternity
Cristales, torretas, ballestas… Lo que haya en el escenario será clave en la batalla

No los llames materia, llámalos cristales

Otro elemento que me ha gustado es el de la progresión de los personajes. Con la subida de nivel sólo mejoraremos las estadísticas generales, pero no ganaremos habilidades. Éstas van ligadas a las armas que usemos y a los cristales que incrustemos. Muy en la línea de las materias de Final Fantasy VII, en efecto. Así que, cada arma tiene una serie de caminos, obteniendo ventajas sólo por colocar un cristal en la ranura de turno.

Cada rama se centra en algún aspecto, por lo que si queremos crear a un poderoso mago, mejor centrarnos en las ramas que potencian la velocidad de encantamiento o los MP. ¿Preferimos crear un tanque para proteger a los aliados? Pues a mejorar la salud y la defensa.

A su vez, cada cristal tiene sus propias ventajas extra, y las ansiadas habilidades. Cada personaje puede acceder a unas habilidades en particular de cada cristal, por lo que Daryon no podrá lanzar hechizos, pero sí realizar cortes elementales con su espada. Es una forma inteligente de dejarnos evolucionar a los personajes como queramos, pudiendo cambiar rápidamente la build con sólo equiparnos otro arma. Ahora bien, preparaos para tener decenas de cristales, ya que Edge of Eternity los da como si fueran caramelos. Es cierto que se pueden aprovechar para sintetizarlos y obtener otros más poderosos, pero ahí ya entramos en los aspectos no tan buenos de la jugabilidad.

Edge of Eternity
Podremos llegar a realizar ataques devastadores… ¡No podían faltar en un JRPG!

El precio de una gran ambición

¿Sabéis esa idea de que cuantas más cosas metas en algo, mejor va a ser? Esa parece que debe haber sido la idea para Edge of Eternity, ya que intenta meter cualquier pequeña cosa que os podáis imaginar, perjudicando en el proceso al producto global. Por ejemplo, las armas suben de nivel, y eso limita los cristales que podemos incrustar. ¿Cuánto tardamos en desbloquear todas las ramas? Unos dos-tres combates. Esto hace esta mecánica redundante, y embarulla todavía más el tema de subidas de nivel o la interfaz al acabar las peleas.

¿Sistema de crafting? Por supuesto, con decenas de items de nombres impronunciables que ni por asomo nos vamos a aprender. ¿Hace falta? Ni lo más mínimo, ya que al lado tendremos una tienda vendiendo lo que necesitamos, y nos sobrará el dinero la mayoría de las veces. Lo mismo con las armas, consiguiendo equipo mejor explorando o completando misiones secundarias. ¿Realmente era necesario meter todos estos sistemas?

Hablando de aspectos que no hacían falta: el mundo tan abierto. Edge of Eternity intenta ser un poco Xenoblade Chronicles, ofreciendo amplios escenarios para explorar. Por desgracia, hay varias diferencias: no hay casa nada para hacer y estas son las peores zonas del juego. ¡Ni podemos saltar! Así que cuidado con seguir un marcador para toparnos con una pequeña verja al final, que nos tocará dar un rodeo absurdo. Incluso el sistema de día y noche era completamente innecesario, ya que lo que afecta a las peleas o a la exploración es mínimo. Cuando el juego te mete en una zona más lineal, claramente funciona mejor, y es en lo que se tendrían que haber centrado.

Edge of Eternity
Los nekanguros no son sólo monísimos… ¡También nos ayudarán a recorrer rápidamente los escenarios!

La falta de pulido de los grandes juegos

Esta gran ambición también le ha pasado factura a la hora de terminar de pulirlo todo. Hay muchas cosas pequeñas que empañan la experiencia global. Por ejemplo, los ángulos de cámara a veces se volverán locos durante varios segundos y nos tocará esperar mirando al infinito. Hay una cantidad absurda de fuentes y tipologías entre las de tutoriales, menús y combates. Lo que es peor, no siempre dejan clara la información de un primer vistazo. La barra de vida es infinitamente más pequeña que la de ABT, sin cambiar de color para indicar que estamos cerca de la muerte, por ejemplo.

El equilibrio del juego a veces tampoco es el mejor, con saltos de nivel importantes entre capítulos. Esto seguramente se deba a cuando el juego se iba lanzando por episodios en Early Access. Al fin y al cabo, esperaban que los usuarios fueran completando el contenido opcional presente mientras esperaban a que avanzara la historia. ¿Si ahora nos centramos en el camino principal? Podremos ir bien para cruzar una puerta, ¡y zas! De repente los monstruos nos revientan y toca ir a completar misiones secundarias.

Incluso hay textos que aparecen sin traducir, menciones a mecánicas que se han eliminado (como la resistencia al correr, gracias a Dios) y muchos otros detallitos más. Es comprensible dada la magnitud del juego, ya que Edge of Eternity nos puede dar fácilmente más de 30 horas de diversión. Pero de nuevo, por querer abarcar tanto, no han podido afinar el tiro en esos pequeños elementos que separan a los buenos títulos de los grandes.

Edge of Eternity
Las ciudades son muy estáticas, aunque algunas tienen elementos visualmente atractivos

Artísticamente genial, pero...

¿Más aspectos dónde el estudio ha abarcado más de lo que podían? Los gráficos. A nivel artístico, Edge of Eternity es precioso. Me gusta el diseño del mundo y de los personajes, ofreciendo un aspecto propio de los JRPG más clásicos que le sienta de maravilla. Incluso los escenarios nos dejarán algunas estampas preciosas, lo cual siempre tiene mérito. ¿El problema? Que el juego en otros aspectos parece casi de PS2.

Los modelos de los personajes son muy limitados, y sus animaciones son realmente toscas. Esto se nota muchísimo en las pobres escenas de vídeo. Al entrar a una ciudad también veremos cómo todos los NPCs parecen casi attrezo, sin apenas moverse, restando viveza al mundo. A veces me recordaban a lo propio de una ciudad de MMO. Encima, el rendimiento en las zonas más abiertas deja mucho que desear, eso que estaba jugando en una Xbox Series X. Aquí os recomiendo activar el modo «Rendimiento». La única diferencia con el modo «Gráficos» es la resolución, y la mayor estabilidad se agradece.

Al menos, el sonido sale mejor parado. Gran parte de los diálogos principales están completamente doblados, tanto en inglés como en japonés. Ambos doblajes tienen una gran calidad, ayudando a dar más vida a las cinemáticas. La música, compuesta principalmente por Cédric Menendez y con alguna canción creada por Yasunori Mitsuda, está bastante bien. No es para volvernos locos, pero sí hay temas que, nuevamente, nos devolverán a épocas pasadas del género con mucho acierto. Así que en este aspecto, Midgar Studio ha hecho un grandísimo trabajo.

Conclusión

A veces, menos es más. Esto es lo que debería de haber aplicado Edge of Eternity, ya que ha intentado hacer lo mismo que un JRPG AAA, pero con unos recursos muy, muy, muy inferiores. Al fin y al cabo, Midgar Studio apenas tiene alrededor de 10 miembros. Demasiado bien ha salido el juego tras tanto tiempo de desarrollo y las limitaciones que claramente han tenido.

Pese a sus muchos problemas, hay que reconocer una cosa: Edge of Eternity logra enganchar. Es fácil ponerte y que se te pasen las horas volando mientras disfrutas del viaje de Daryon y Selene. Porque sí, hay mucho «relleno» a nivel de mecánicas superfluas, pero la base es realmente buena. Las peleas son divertidas, el arte es genial y la música acompaña a las mil maravillas.

Se nota que ha habido pasión por recuperar el espíritu de los Final Fantasy de antaño, antes de que se acercaran más a la acción. Puede que no hayan logrado clavar todas sus ideas, pero Midgar Studio claramente ha demostrado su gran talento. Así que, si buscáis un JRPG entretenido, con encanto y corazón, sin que os importen algunas asperezas, Edge of Eternity os logrará conquistar.

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Nos consolamos con:

  • La dinámica entre Daryon y Selene
  • El sistema de combate y de progresión ofrecen muchas opciones
  • A nivel artístico el juego es una delicia, con escenarios preciosos
  • Muy buena banda sonora para acompañarnos en nuestro viaje

Nos desconsolamos con:

  • El juego peca de ambicioso, metiendo muchas mecánicas que no aportan y acaban restando
  • Falta de pulido general
  • El modelado y las animaciones de los personajes dejan mucho que desear
  • Ciertos picos de dificultad que frenan el ritmo del viaje

Análisis realizado gracias a un código para Xbox Series X recibido por haber backeado el proyecto en Kickstarter.

Ficha

  • Desarrollo: Midgar Studio
  • Distribución: Dear Villagers - Meridiem Games (formato físico)
  • Lanzamiento: 10/02/2022
  • Idioma: Textos en Castellano y Voces en Inglés/Japonés
  • Precio: 39'99 €

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