Uno de los géneros que se toman como a broma en gran parte del mundillo es el del musou. Es cierto que Omega Force publica muchísimos títulos que son similares de bastantes licencias, pero a los fans nos encanta. Sin embargo, de vez en cuando llega una nueva entrega que ofrece un cambio a las dinámicas a las que estamos acostumbrados, y eso es lo que hace Dynasty Warriors 9, que es el juego que nos ocupa hoy.
Estamos hablando de una saga longeva como pocas, que nos lleva trayendo combates contra cientos de enemigos simultáneos desde PS2 (en PS1 hay que recordar que era un título de peleas), y tras muchísimos spin-offs y entregas, por fin estamos ante el título que más novedades trae de toda la serie. ¿Listos para revivir la lucha entre los Tres Reinos de China?
A nivel argumental, este Dynasty Warriors 9 nos cuenta nuevamente la historia de las dinastías chinas, para comprobar cómo se unificó toda China para hacerlo un país tan poderoso. Es la esencia de los «Registros de los Tres Reinos», por lo que si ya habéis jugado a anteriores entregas, no nos encontraremos ninguna novedad real. Tenemos la dinastía Wei con Cao Cao a la cabeza, o la dinastía Shu con Liu Bei como principal protagonista. El modo Historia nos llevará a través de la historia de cada dinastía, pudiendo elegir al personaje que queremos controlar de dicha dinastía. No podremos escoger a cualquier personaje, obviamente, sino que tendremos ciertas restricciones, y en función de a quién cojamos, la historia se acabará antes o después. Hay un total de 4 dinastías, y una denominada como «Otro», por lo que estamos ante un modo Historia muy, muy largo. Hay un total de 10 capítulos que nos muestran los eventos desde los puntos de vista de cada dinastía, con algunas historias acabando en varios puntos diferentes de la historia.
Todo comienza con la Rebelión de los Turbantes Amarillos, y a partir de ahí veremos los tejemanejes de los caudillos de la época para aprovechar el caos y hacerse con más poder, hasta que China se divide en tres grandes reinos, y finalmente se unifican para formar un único gran país. Lo dicho, no es absolutamente nada nuevo si ya hemos seguido la serie con anterioridad, por lo que nos encontraremos con situaciones de sobra conocidas, como el intento de asesinato de Dong Zhuo por parte de Cao Caso frustrado por Lu Bu.
A pesar de esto, me fascina que la historia esta vez esté tan mal contada, ya que la mayoría de los eventos tienen lugar mediante conversaciones con los personajes quietos, y que parecen sacadas de cualquier diálogo con NPCs de un gran RPG, lo cual no es nada dinámico o entretenido. Hay algunas escenas de vídeo para momentos muy, muy importantes, pero son bastante escasas, y en muchas ocasiones no tienen contexto alguno. Incluso algunas muertes de personajes que parecen importantes se resuelven con un «pues murió peleando» y como si no hubiera pasada nada. Hay una muerte en particular en la historia de la Dinastía Wei que está plasmada realmente mal, ya que a pesar de decirnos que ha muerto X, le hemos visto pelear 5 segundos antes, y nada más completar la misión parece que «pum, se convirtió en Chocapic». Está bien tener algo diferente en función del personaje que escojamos, pero las variaciones son tan mínimas, que el conjunto global se sigue basando en toda la dinastía en su conjunto. Y ojo, que podemos llegar a desbloquear 90 personajes, con que hay muchísimos héroes para escoger.
Al final, lo que importa en la saga es la acción, y es aquí donde vemos más novedades en Dynasty Warriors 9. Se acabó lo de completar misiones en mapas concretos, sino que ahora China es un enorme mapa de mundo abierto, y que podremos explorar sin ningún problema. Es obvio que las misiones tendrán lugar en regiones concretas, pero si así lo queremos, podremos recorrer este enorme mapa sin ningún problema.
Por tanto, ahora tenemos muchísima libertad para afrontar cada objetivo, teniendo siempre una misión principal, y en la mayoría de ocasiones, una serie de misiones secundarias. Estas misiones secundarias son muy importantes, ya que nos ayudan a completar el objetivo principal. Por ejemplo, puede tratarse de abrir una puerta para que nuestro ejército se pueda acercar a la zona donde tiene lugar nuestra misión real, liberar a unos compañeros que están en peligro, etc. Como también hay varios sistemas de RPG, el nivel de la misión principal se reducirá a medida que completamos estos objetivos secundarios, y casi siempre, nos ayudarán a recrear con mayor fidelidad la situación histórica que nos están planteando.
Es una idea realmente interesante, y que nos motiva a hacer todo tipo de misiones por todo el mapa. De este modo, matamos dos pájaros de un tiro: obtenemos experiencia para ir subiendo de nivel a nuestro personaje, reducimos la dificultad del objetivo principal, y hasta obtenemos todo tipo de recursos u oro para conseguir mejor equipo.
A nivel de mecánicas, se ha cambiado un poco el sistema de combate. Ahora tenemos una serie de ataques especiales para lanzar volando a los enemigos, noquearles o darles cuando están en el suelo. Todos estos ataques se pueden seguir con combos fluidos, lo que hace que podamos hacer ataques devastadores y muy vistosos, por lo que es un cambio que sí me ha gustado bastante.
Sobre el papel, Dynasty Warriors 9 funciona muy bien en ese campo, ya que además tenemos la libertad del mundo abierto para afrontar cada misión como queramos: podemos unirnos a nuestro ejército para atacar de frente, podemos hacer un ataque de pinza, o sencillamente infiltrarnos por detrás con sigilo. El sigilo es muy, muy básico, ya que consiste en agacharnos y evitar la mirada de los soldados rasos, de modo que podemos llegar a acercarnos a un comandante para asestarle un golpe que quita muchísima vida. Por suerte, no es algo esencial a usar en demasiadas misiones, ya que no es que funcione muy bien.
El principal problema de esta entrega es que intenta hacer demasiado muy nuevo, sin que el estudio sepa muy bien cómo integrarlas. Por un lado, tenemos un mundo abierto lleno de iconos, con incluso atalayas, que casi parece un mapa hecho por Ubisoft. Aquí podemos encontrar puntos de viaje rápido, zonas de caza de animales, tesoros ocultos, refugios que comprar, hogueras en las que comer y ciudades con diferentes tiendas.
En cualquier momento podemos realizar una de las actividades secundarias que nos propone el título, como pescar, cazar, mejorar de nivel los caballos que compremos para luego poder venderlos, o incluso decorar nuestro refugio y cartearnos con otros comandantes para aumentar el nivel de afinidad con ellos. Aquí tenemos una de las principales pegas de los mundos abiertos, ya que no hay un ritmo cómodo que seguir, y choca ponernos a hacer todo esto secundario en mitad de una gran batalla, por ejemplo. Además, todo es extremadamente básico, somo si se hubiera incluido por el hecho de tener más cosas que hacer. Que ojo, a todo esto hay que sumar la recolección de materiales para la fabricación de objetos, y los planos para dichos objetos, con que tenemos muchísimo que realizar.
Como tal, no es malo tener tantas cosas secundarias si las misiones principales son buenas, pero este no es el caso en Dynasty Warriors 9. Apenas hay diferencia entre las misiones secundarias y las principales, ya que todas consisten en su mayoría llegar a un punto en concreto y cargarnos al comandante marcado. A veces la pelea puede ser algo más complicada, pero por lo general, es muy, muy fácil en la dificultad estándar. Debido a que la IA está tan rota, los aliados no hacen prácticamente nada, y los enemigos tampoco es que sean muy fieros que digamos. Como tenemos tanta libertad, la mejor táctica a usar al final consiste en correr hasta el objetivo marcado y acabar con él directamente, ya que todo lo demás es superfluo y no aporta absolutamente nada. Esto se aplica también en las ciudades fortificadas, ya que es inútil liarnos con un ataque frontal o usando las torres de asedio, al tener un gancho con el que escalar cualquier muro, por lo que incluso dentro de la ciudad, vamos por los tejados y todo solucionado.
Explorar el mundo tampoco es que sea muy gratificante, ya que estamos ante un mapa enorme pero lleno de actividades importantes. La pesca la podemos hacer en cualquier río, y la caza es bastante insulsa. Sí, podremos ir a por varios campamentos, pero nuevamente, da igual, ya que tras completar la misión principal en cuestión todo se actualiza y no importa lo que hayamos hecho previamente, ni tampoco nos aporta demasiado ir campamento a campamento.
Al final, terminaba usando el viaje rápido todo lo que podía, ya que explorar el mundo no era divertido en absoluto. Mención especial se merecen las batallas navales, que son un chiste como tal. Y lo de subir las montañas tres cuartos de lo mismo, ya que parece que nuestro personaje o caballo se teletransporta a la zona más cercana a la que podemos estar, sin unas animaciones propias que sean útiles.
Todo esto hace que la experiencia de Dynasty Warriors 9 a nivel jugable sea algo inferior a lo visto en la anterior entrega para PS4, donde todo estaba muchísimo mas refinado, y cada misión tenía un propósito, además de sentir diferencias palpables entre cada nivel. Aquí no ocurre eso, por lo que todo termina siendo una amalgama de objetivos demasiado parecidos entre sí, y que además se contextualizan de forma pobre. Hay mucho por hacer y desbloquear, y la historia de cada dinastía nos puede llevar fácilmente unas 15-20 horas, pero no es algo tan trepidante como antaño.
A nivel técnico se puede decir lo mismo. Es genial que ahora tengamos un enorme mapa a explorar sin ningún tipo de tiempo de carga, con un ciclo de día y noche, y hasta un sistema de clima dinámico que puede hacer que se ponga a llover en cualquier momento, viendo cómo el agua afecta a los modelados de los personajes. Sin embargo, como ocurre con el planteamiento jugable, se nota que Omega Force todavía tiene mucho que pulir para que este mundo abierto funcione. Para empezar está el tema del rendimiento. He jugado en PS4 Pro, donde podemos elegir entre desbloquear el frame rate a costa de una peor resolución, con el objetivo de que llegue a 60 FPS, o fijarlo todo a 30 FPS con una resolución fija. Sin embargo, he sentido que el juego iba más fluido en el modo a 30 FPS, ya que en el otro, en cuanto haya un par de escuadrones de enemigos numerosos, el rendimiento se desploma de forma alarmante. También me ha chocado el HUD tan simplificado, que pierde gran parte del estilo de anteriores entregas.
Ojo, que sigue siendo muy impresionante el ver a decenas de enemigos en pantalla a la vez para acabar con ellos durante todo Dynasty Warriors 9, pero incluso en ese modo estándar hay problemas de rendimiento. Luego están las animaciones pobres y ortopédicas en muchos momentos (los caballos no es que se muevan de forma muy realista), los NPCs clónicos, las escenas conversacionales tan sosas y aburridas, o un abundante popping de elementos cuando vamos a caballo. Sin duda, se tiene que optimizar el motor para que todo funcione mejor en futuras entregas.
El sonido es lo que se sigue manteniendo más estable, gracias a una banda sonora cañera que funciona bien para meternos en la acción, y unos efectos sonoros que funcionan. En cuanto al doblaje, podemos escoger voces en inglés, japonesas o chinas. Yo prefiero jugar con las primeras, ya que ese toque de serie B que tienen me encantan, y la saga no sería lo mismo sin ellas. Aun así, me choca que la voz del narrador se corte en muchas escenas que narran la historia de China al inicio de cada capítulo.
Conclusión
Me encantan los musou, y Dynasty Warriors 9 es la evolución que necesitaba el género para que no se quedara estancado. El mundo abierto pega bastante con las batallas masivas que nos han propuesto siempre en estos juegos, pero por desgracia, es un primer intento que se queda a medio gas. El mapa es demasiado grande y está lleno de actividades únicas por hacer, por lo que se terminan echando de menos los mapas únicos para cada fase. Luego está la pobre IA que ha empeorado respecto a entregas anteriores. la forma de saltarnos obstáculos, y una serie de objetivos tan repetitivos, que casi no se puede diferenciar entre las misiones secundarias y las principales. Eso por no hablar de una narrativa peor que antes.
Le estoy poniendo muchas pegas, pero es porque esperaba más calidad para una entrega que prometía tantísimo. En parte sí que funciona, y de hecho, he estado decenas de horas pegado a la consola masacrando miles de soldados enemigos, tomando campamentos, etc. Por tanto, espero que de cara a futuros Dynasty Warriors y musous en general, se pueda optimizar todo algo más, ya que van en la buena dirección, pero todo se tiene que mejorar para estar a la altura de las mejores entregas de la saga.
Nos consolamos con:
- Una evolución palpable en la saga, que se echaba en falta
- Sigue siendo espectacular masacrar decenas de enemigos a la vez
- Muchísimo contenido para estar horas pegado al mando
- Pescar, cazar, decorar casas… Aunque no case con la situación, es genial tener tanto por hacer
Nos desconsolamos con:
- El mundo abierto está demasiado vacío, y permite que podamos saltar demasiado de los objetivos
- Misiones principales y secundarias que se parecen demasiado
- Técnicamente tiene que mejorar de cara a futuras entregas
- La narrativa es bastante pobre
Ficha
- Desarrollo: Omega Force
- Distribución: Koei Tecmo/Koch Media
- Lanzamiento: 13/02/2018
- Idioma: Textos en Castellano y voces en Inglés, Japonés y Chino
- Precio: 69,99 €
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