Cuando visitaba los recreativos de pequeño, tenía dos visitas casi seguras: Time Crisis y House of the Dead. Ambos son shooters on-rails que ofrecen experiencias similares y muy diferentes al mismo tiempo, al basarse en coberturas o reflejos, al no poder esquivar los ataques de los cientos de zombies que nos atacarán. Además, ambos tienen un toque de serie B que siempre mola, porque cuando te vas a cargar a cientos de enemigos en unos pocos minutos, el realismo nos lo podemos ir pasando por el forro.
Por eso, siempre he buscado un juego para VR que replique al máximo estos clásicos del género, ya que si eran divertidos en una pantalla plana gigante, al formar parte de estos mundos, la locura tiene que salirse de la escala. Es ahí donde entra Drop Dead: Dual Strike Edition, la versión más actualizada de la obra de Pixel Toys que empezó en Gear VR, y ahora está disponible en Oculus Rift y Quest, para que podamos usar nuestras dos manitas mientras nos cargamos a montones de zombies y viajamos por el tiempo. ¿Listos para una buena dosis de acción sobre raíles a la vieja usanza?
La historia de Drop Dead es tan absurda como en los clásicos del género, ya que controlamos a un agente que tiene la capacidad de viajar en el tiempo, por lo que junto a dos agentes de la CIA que son padre e hija (lo de la CIA porque lo dicen, porque cualquiera lo diría por su forma algo paleta de actuar) debemos detener al Doctor Monday (¡todo lo malo tiene que ver con los lunes!), quien ha soltado el virus Zombie por el mundo y está a punto de ganar. Así que, nos tocará completar varias líneas temporales hasta dar con la clave para alzarnos con la victoria y salvar al mundo.
Para ello, avanzaremos sobre raíles (con diferentes métodos de confort, como viñeta en el movimiento o teletransporte directo) de forma automática, mientras vamos aniquilando a todo muerto-viviente que se cruce con nosotros. Esto es lo que parezca que estamos ante un sucesor espiritual de House of the Dead, ya que nos enfrentamos a montones de zombies, hay mucha serie-B, no tenemos ningún sistema de cobertura y la forma de evitar que nos golpeen los zombies es matarlos antes de que se acerquen demasiado.
Sin embargo, hay muchos ajustes hechos en Drop Dead para que todo quede bien en la Realidad Virtual, además de ser justo para el jugador y no una forma de hacernos echar monedas ante momentos injustos. Durante toda la aventura, veremos nuestro cinturón, donde guardaremos nuestra pistola con munición infinita. Las armas tienen cargadores limitados, que deben recargarse con una agitación de la mano cuando la llevamos a la cintura, y aquí entra una mecánica clave: la recarga activa. Como si de Gears of War se tratase, podemos acelerar la recarga o hacerla más lenta de lo normal, en función de cuándo pulsemos el botón de disparo durante la barra de recarga. Esto añade bastante tensión a los tiroteos, ya que ver cómo se aproximan varios zombies cuando hemos recargado mal es tenso a más no poder.
Por suerte, estamos ante la Dual Strike Edition, que nos permite usar ambas manos, por lo que ahora podemos llevar un arma en cada mano. Aunque la pistola de la cintura siempre tendrá balas y nunca la perderemos, por el camino podremos encontrar una buena variedad de escopetas, fusiles de asalto o lanzagranadas, por poner algunos ejemplos. Estas armas sí que tienen munición limitada, por lo que saber cuándo usarlas es esencial para no echarlas de menos en un momento mucho peor.
Otra novedad de esta versión es que podemos usar armas cuerpo a cuerpo, que también usarán los zombies para atacarnos. Las armas pueden ser romas o cortantes, con efectos muy diferentes. Las cortantes nos permiten, «sorprendentemente», cortar extremidades o partes a los zombies. Esto también nos permite lanzar un hacha y ver cómo se queda clavada en los zombies, siendo increíblemente satisfactorio cuando lo hacemos y acertamos en la cabeza de un muerto. Lo mismo ocurre con uno de esos pinchos de ganadero, pudiendo clavarlo cuando se acerque un zombie, teniendo que recuperarlo luego de su cadaver. Las armas romas nos permitirán empujar fácilmente a los enemigos, o en algunos casos, devolver sus proyectiles, para jugar a un béisbol mortalmente divertido. Las armas cuerpo a cuerpo puede que en cierto punto no sean muy útiles en la campaña de Drop Dead, pero vaya si no son divertidas de utilizar. Además, como se van deteriorando, podremos pasar de un hacha cortante a un palo con el que desviar vómitos de zombie, lo cual es divertido.
La estructura de la campaña es muy sencilla, al estar dividida en breves niveles donde tendremos algún objetivo a completar, y siempre nos irán puntuando. Aquí entra en juego la vertiente arcade de Drop Dead, siendo muy adictivo enlazar disparos en la cabeza, muertes, destrucción del escenario y altos combos para conseguir las 3 estrellas, algo que es bastante complicado. Para hacerlo, tendremos que ser rápidos, precisos y usar las armas adecuadas en cada momento, lo cual aumenta también la rejugabilidad.
Porque sí, Drop Dead es un shooter sobre raíles, con que no estamos ante el juego más largo del mundo. En unas 3-4 horas podremos completar todos los niveles… Y aun así, es un poco de trampa. Lo de las líneas temporales lo emplean para que revisitemos tres veces los mismos escenarios de la campaña. Sí, cada vez hay enemigos, armas y objetivos diferentes, pero algo de mayor variedad visual no habría estado mal. Además, el objetivo de la última línea temporal es un poco frustrante, ya que si bien ayuda a meter tensión en muchos momentos, también nos puede provocar muertes tontas que nos hacen repetir todo el nivel desde el principio.
Este esquema también hace que no haya más que dos jefes finales en toda la campaña, algo que he echado en falta. Por suerte, en cuanto a los zombies normales, hay una muy buena variedad de enemigos, entre los normales, los débiles pero rápidos, los que disparan vómitos, los que usan bazookas, los que llevan escudo y alguna que otra variación más. Por cómo iban combinan los diferentes elementos, zombies, armas y escenarios, me enganché de lo lindo a Drop Dead, ya que es arcade en su esencia más pura.
Sentirte como un pistolero que revienta 8 cabezas con 8 balas de revólver, para luego ver cómo un molino se cae y pasa rodando a escasos metros de ti, o luego vivir un combate contra un gigantesco zombie-mutante desde un helicóptero es la magia absurda que echo de menos en muchos juegos hoy en día, y me encanta.
El tracking de todo es fantástico, ofreciendo siempre una gran precisión tanto en las armas como en las armas cuerpo a cuerpo. Lo que quizá he echado más en falta es algo más de VR, o mejor dicho, más métodos de interactuar con el mundo. Se nota que Drop Dead viene de Gear VR, ya que tras Blood & Truth, choca el no recargar manualmente, poder abrir puertas o tocar botones nosotros, etc. De hecho, no podemos alejarnos mucho de la posición de juego, por lo que tampoco se aprovecha la libertad que ofrece Oculus Quest de jugar sin cables.
Además de la campaña y los piques por obtener las mejores puntuaciones del mundo, también hay un modo multijugador cooperativo, en el que sobrevivir solos o con un amigo a infinitas hordas de zombies. En este modo, un poco de variedad no habría estado mal, ya que son mapas reciclados de la campaña y no nos movemos, pero al mismo tiempo, ofrecen lo que promete: diversión matando zombies hasta que no podamos más.
Dentro de lo técnico, Drop Dead se ve de lujo en Oculus Quest, gracias a un estilo cartoon que funciona muy bien, pero que nos permite disfrutar de unos zombies muy detallados. De hecho, me encanta ver cómo van reaccionando los zombies a los disparos en sus diferentes partes del cuerpo, manchándola con sangre, cambiando algo de sus animaciones o directamente, viendo cómo sale por los aires. Pese a que llegue a haber muchos zombies o efectos en pantalla, el juego siempre va muy fluido, y aunque se aprecian bien los «bordes» de Quest en los que la resolución se reduce, en el centro de la pantalla todo se ve muy nítido.
El sonido es algo que me ha gustado, sobre todo por el genial doblaje al castellano. Este debe ser de los pocos juegos de Oculus Studios que nos llegan localizados por completo y no con textos y voces del español de México, lo cual ya hace que gane puntos en mi ranking personal. Además, las armas suenan de forma muy convicente, al igual que los diversos efectos de los zombies cuando son destruidos por nuestros juguetitos. La música no es nada del otro mundo, pero apoya ese toque de serie B que Drop Dead desprende en todo momento.
Conclusión
Drop Dead: Dual Strike Edition es lo más cercano que estaremos por el momento ante un House of the Dead para VR, y me encanta por ello. Puede que no sea el juego que mejor aproveche la VR a nivel de interacciones, ni el más complejo ni nada por el estilo. Sin embargo, es pura acción arcade sin adulterar, con montones de zombies, armas y situaciones propias de la Serie B para que nos lo pasemos en grande.
Aunque el juego viene de uno de los sistemas de VR más pobres (Gear VR), los chicos de Pixel Toys nos ofrecen una Dual Strike Edition fantástica para Oculus Quest y Rift, aprovechando los dos mandos para sentirnos como unos pistoleros de la leche disparando dos armas a la vez, empleando armas cuerpo a cuerpo, o incluso una mezcla de ambas. La campaña, pese a repetir mucho los escenarios, es muy divertida y adictiva, siendo una delicia volver a un nivel para conseguir más puntos. Eso, o sencillamente quedar con un amigo (por desgracia, no he logrado jugar con desconocidos todavía) para ver cuánto aguantamos en las oleadas reventando Zs. Todo esto acompañado por un buen apartado técnico y un genial doblaje al castellano.
¿Es todo un imprescindible o un juego que logre sorprender? No, pero tampoco lo pretende. Es sencillamente una vuelta a la maravillosa época de las recreativas de shooters on-rails, con que si os dejabais la paga en este tipo de máquinas, Drop Dead os va a dar tanta diversión, que os sentiréis de nuevo en los 90-inicios de los 2000, reventando zombies con escopetas o metralletas de plástico como si no hubiera un mañana.
Nos consolamos con:
- Pura nostalgia de House of the Dead. ¡Vivan los shooters on-rails!
- Buena variedad de enemigos, colocados de forma inteligente para que nos hagan reaccionar rápidamente
- Armamento contundente y divertido de usar
- Doblado al castellano, lo cual siempre se agradece en VR
Nos desconsolamos con:
- Se echan en falta más interacciones con el mundo. Se notan los orígenes de Gear VR
- En la misma línea, no se puede aprovechar la libertad que ofrece Oculus Quest al jugar sin cables
- Repetir escenarios y jefes finales. Vale que lo hacen por las líneas temporales, pero una mayor variedad siempre se agradece
- El objetivo principal de la última línea temporal a veces nos sacará de quicio
Ficha
- Desarrollo: Pixel Toys
- Distribución: Oculus Studios
- Lanzamiento: 21/05/2019
- Idioma: Voces y Textos en Español
- Precio: 14,99 €
Manuel Valle says
Hola de nuevo Luis Miguel. Una pregunta: En qué plataforma habéis analizado el juego? Un saludo
Luis Miguel Calzada says
Hola de nuevo Manuel! El análisis es de la versión de Oculus Quest.
Al final del análisis, donde aparecen las etiquetas, ponemos «Análisis X» para indicar la plataforma en la que se ha hecho el análisis. De momento, la etiqueta de los análisis de Quest está algo vacía, pero se irá llenando 😉
http://www.desconsolados.com/tag/analisis-oculus-quest/