Tengo mucha debilidad por los juegos de Realidad Virtual que se basan en maquetas o dioramas. Moss y Astro Bot son de mis juegos favoritos del medio, por citar dos ejemplos de este tipo, con que durante la pasada Gamescom, me quedé muy sorprendido con Down the Rabbit Hole. ¿Un juego de aventuras de maquetas que aprovecha la locura de El País de las Maravillas para traernos una aventura de puzzles perfecta para toda la familia?
Me vendieron el juego por completo, y ahora que el título está disponible para casi todos los visores (la versión de PSVR se retrasó a última hora y aún no está a la venta), nos toca adentrarnos en la madriguera del conejo para ver si la nueva obra de Cortopia Studio aprovecha de manera inteligente esta popular obra. ¡Rápido, que es la hora del té y el Sombrerero nos está esperando!
La premisa es muy sencilla. Estamos viviendo la historia que un abuelo le está contando a su nieta, sobre una joven pelirroja que llega al País de las Maravillas buscando a su mascota perdida. Esto ya nos deja ver que no vamos a estar ante una versión retorcida del medio, sino una perfecta para disfrutar con toda la familia. Esto tiene mucho sentido, ya que parece que estamos ante un diorama hecho con mucho mimo y que es tremendamente adorable para representar El País de las Maravillas, con la particularidad de que todo está plasmado con la temática de una madriguera de un conejo.
Sí, el nombre de Down the Rabbit Hole no está puesto a la ligera, ya que a medida que la joven se adentra en el País de las Maravillas, el escenario irá creciendo hacia abajo y a nuestro alrededor, como si fuéramos un espectador externo que se está adentrando en la madriguera del conejo de esta locura de mundo. Cuando podemos ver absolutamente todas las salas que la protagonista ha visitado a medida que vamos profundizando por el mundo del juego se da un efecto muy espectacular, ya que hemos hecho lo que nos prometía el título: adentrarnos en la madriguera del conejo de manera totalmente literal.
El argumento, dado este enfoque tan familiar, es muy sencillo, pero simpático. La joven, al llegar, hace que el conejo pierda todas las invitaciones para la fiesta de la Reina de Corazones sin querer, por lo que al mismo tiempo que buscamos a nuestra mascota, debemos buscar las invitaciones para que el conejo no acabe mal parado. Por el camino nos encontraremos con muchos personajes que nos serán familiar si conocemos de pasada la historia de «Alicia en el País de las Maravillas», como el gato, el gusano fumador o la propia Reina de Corazones.
Nosotros no solo somos espectadores de la historia, sino que tomamos parte activa, al elegir diferentes aspectos. No es algo importante ni nos va a permitir tener dos partidas diferentes, pero ayuda a reforzar la idea de que estamos en una historia que le están contando a una niña para que se duerma, como si fuera ella la que va eligiendo ciertos detalles. Eso sí, hay varios desenlaces para la trama de Down the Rabbit Hole, pero eso depende más del número de invitaciones que hayamos conseguido a lo largo de la aventura que otra cosa.
El transcurso de la aventura es bastante sencillo. Con el stick del mando (he jugado en Oculus Quest) controlaremos a la joven protagonista o a la cuarta 4 y Medio, para desplazarnos por los escenarios al mismo tiempo que resolvemos pequeños puzzles. El énfasis de Down the Rabbit Hole no está en estrujarnos el cerebro a lo Portal, sino en disfrutar de la historia y los escenarios, por lo que aquí los rompecabezas son más bien sencillos.
Sin embargo, funcionan bastante bien para abrazar la locura de El País de las Maravillas, al tener en un capítulo que encontrar una serie de meriendaposas (mariposas de mantequilla), o algo típico en las historias de este mundo: volver a nuestro tamaño natural.
Las interacciones con el mundo son bastante sencillas, ya que con solo pulsar el botón «A» del mando, haremos algo. Nosotros también podremos «toquetear» físicamente elementos del escenario, aunque esto no está tan aprovechado como en Moss o Ghost Giant, ya que se reduce a tocar las invitaciones para que luego puedan recogerse del suelo. Al menos, sí que podemos desplazar la vista del escenario físicamente, al agarrar diferentes elementos de la madriguera para movernos por la misma, lo que da cierta sensación de fisicalidad al movimiento.
Esto crea una dinámica bastante divertida, de asombrarnos por la locura de cada escenario, cómo están todos los niveles interconectados entre sí a lo largo de la madriguera, y de paso, disfrutamos de los genialmente escritos diálogos de los personajes. Algo positivo de Down the Rabbit Hole es que para muchos de estos diálogos, pasaremos a una vista en primera persona (y algunos puzzles), lo que nos da una mayor presencia en el mundo. También ayuda que los subtítulos estén traducidos a nuestro idioma, adaptando correctamente varios juegos de palabra y estrafalarias formas de hablar de los personajes, ya sea mediante rimas o usando expresiones relacionadas con las cartas.
Aunque no me molesta que estos puzzles sean sencillos para que siempre podamos ir avanzando sin atascarnos (los de abrir los cofres sí pueden ser un pelín más complejos), sí creo que se podría haber aprovechado algo más nuestra presencia física en el entorno, para que de paso fueran más únicos. Al menos, los que hay sí aprovechan bien la locura de este mundo, para presentarnos al menos unas situaciones bastante peculiares.
Otro problema obvio es la duración. En unas 3 horas podremos llegar al final de la aventura, y con una hora más aproximadamente, recoger todas las invitaciones ocultas por los escenarios para que podamos llegar al mejor final posible. Una vez hecho esto, pocos motivos tenemos para regresar a Down the Rabbit Hole, como suele ocurrir en aventuras de este tipo, a lo A Fisherman’s Tale, por ejemplo. Salvo que queramos enseñar las maravillas de la VR a otros usuarios, claro.
Técnicamente, Cortopia Studios ha hecho un trabajo formidable con Down the Rabbit Hole. He jugado en Oculus Quest, el visor que más limitaciones tiene por motivos obvios, pero el juego luce de maravilla. El apartado artístico hace que todo parezca formar parte de un cuento, con escenarios y personajes muy detallados. Es cierto que hay limitaciones, como no tener sombras y cosas así, pero no es un problema cuando todo luce tan bien. Ver cómo la protagonista se hace gigante y ocupa toda una casa, o explorar un lago de lo más peculiar por cómo funciona su reflejo, es toda una delicia. Me sorprende sobre todo la capacidad del juego de renderizar todas las habitaciones que hemos visitado previamente, para que al mirar por nuestro paso en la madriguera, veamos al mismo tiempo retazos de la casa del conejo, el bosque, la casa de la pastelera y mucho más. Está claro que habrá trucos para que esto sean imágenes o algo, pero la sensación está muy conseguida, y que incluso en el visor menos potente se consiga este genial efecto, me da la seguridad de que en el resto de plataformas se verá incluso mejor.
El sonido no se queda atrás, gracias a un trabajo de los actores de doblaje en inglés excelente para dar vida a estos icónicos personajes de El País de las Maravillas. Las melodías son también muy apropiadas para la temática y el tono global de la aventura, siendo también de agradecer el sonido 3D de todos los elementos sonoros y diálogos del juego.
Conclusión
Desde Cortopia Studios nos ofrecen una aventura muy imaginativa en este Down the Rabbit Hole, que funciona a las mil maravillas para hacernos sentir que nos adentramos más y más en la madriguera del conejo y la locura que supone El País de las Maravillas. Estamos ante uno de los juegos «de maquetas» visualmente más atractivos del mercado, funcionando perfectamente para ser disfrutado por toda la familia.
Es una pena que no se haya aprovechado para añadir más interacciones físicas por parte del usuario, o su breve duración. Aun así, para los amantes de este tipo de propuestas o de cualquier trabajo relacionado con El País de las Maravillas, estamos ante una aventura de lo más recomendable. Ver cómo los escenarios se van generando a nuestro alrededor, lo original de éstos y lo bien que todo luce hará que disfrutemos más que en la fiesta del té del Sombrero Loco.
Nos consolamos con:
- Visualmente es fantástico, luciendo genial incluso en la versión de Oculus Quest
- La forma en la que se crean los escenarios ante nosotros es espectacular
- Argumento simpático y divertido, con bastante sentido del humor y locura
Nos desconsolamos con:
- Se echan en falta más interacciones físicas como jugador con el mundo que nos rodea
- Los puzzles son extremadamente sencillos, con que podrían haber dado algo más de sí
- La aventura se puede hacer corta
Ficha
- Desarrollo: Cortopia Studios
- Distribución: Beyond Frames Entertainment
- Lanzamiento: PC y Quest: 26/03/2020 - PSVR: Próximamente
- Idioma: Textos en Castellano y Voces en Inglés
- Precio: 19,99 €
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