Matar demonios en Realidad Virtual da mucho gustito, y es por eso que DOOM VFR fue una auténtica delicia, pese a varios problemitas (como el brazo pegado a la pantalla) una vez nos quitábamos todas las ayudas para disfrutar como en el reboot de 2016. Desde entonces, estaba deseando más DOOM en VR, sobre todo tras la maravillosa epilepsia que fue DOOM Eternal.
Al menos, los fans nos habían ofrecido justo eso gracias a varios mods de DOOM 3, ya fuera para PC con el mod «Fully Possesed» en la BFG Edition, o recientemente con el port a Oculus Quest. Tras ver que el resultado era tan bueno, por fin Bethesda Softworks nos ofrece una versión oficial con DOOM 3: VR Edition para PSVR y PS4/PS5. De la mano de Archiact, autores de títulos como Evasion o Free Dive: Triton Down, con que ya tienen bastante experiencia en el medio. Con las alternativas de la comunidad, ¿estaremos ante una adaptación que como poco iguale las opciones no-oficiales? ¿Seguirá siendo divertido matar demonios con el ritmo más lento de DOOM 3 tras sentir la velocidad máxima de DOOM: Eternal? Es la hora de coger la escopeta, que sólo hay una forma de averiguarlo.
A nivel narrativo, seguramente no haya ningún misterio a estas alturas: somos un marine novato que llega a la base de Marte de la UAC. Allí asistimos a la invasión de los demonios en primera persona, por lo que tendremos que sobrevivir, e ir siguiendo las órdenes que nos dan para intentar evitar que esta invasión vaya a más. Desde el primer momento está claro que DOOM 3 es una entrega que apostó más por el terror y la historia, con bastantes escenas, logs de audio para ir descubriendo más sobre los experimentos que fue haciendo la UAC, cómo poco a poco todo se iba desmoronando, etc.
Esto funciona bastante bien en VR, al animarnos a explorar y que realmente parezca un mundo vivo. Por ejemplo, en una parte vemos versiones zombificadas de trabajadores, y luego podemos escuchar en un registro de audio cómo se convirtieron, lo que da incluso un mayor contexto a este mundo.
Quitando eso, no es que sea la mejor trama del mundo. Hacia el final me gustó más, pero creo que DOOM: Eternal lo hace algo mejor entre la combinación de entradas en la enciclopedia y lo que ocurre con las cinemáticas como tal. Pero bueno, no podía ocurrir lo mismo con un marine «genérico» que con el Doom Slayer, con que es normal.
Esta es la primera vez que me he pasado DOOM 3, con que al menos, agradezco este cambio de tono respecto a las entregas actuales, para ofrecer algo mucho más inmersivo que funciona de maravilla en Realidad Virtual. Junto a la campaña principal, tenemos las dos expansiones, Resurrection of Evil (que continúa la trama del juego base), y The Lost Missions, donde controlamos a uno de los marines del Equipo Bravo.
Lo importante, al final, es cómo se han adaptado las mecánicas de DOOM 3 a la VR, y aquí tenemos dos opciones de control: Dualshock 4 y Aim Controller. Nos olvidamos de los PS Move, apuntando en los otros dos casos moviendo los correspondientes mandos, por lo que no apuntamos usando la mirada como DOOM VFR. Obviamente, la mejor forma de jugar es con el Aim Controller, que es como he jugado un 99% del tiempo.
Para desplazarnos, sólo podemos usar movimiento libre, sin ninguna opción para teletransporte ni nada por el estilo. Las opciones de confort que tenemos son el típico giro suave o por grados, la velocidad de giro, y el poner la viñeta al movernos. Quitando estas opciones, realmente nada ha cambiado sobre el diseño del juego original, o mejor dicho, de la versión BFG, que es en la que creo se han basado por el ritmo de los combates con respecto a la versión de Quest que he jugado en VR.
Esto hace que ciertas partes donde hay que dar saltos, tengamos que seguir dándolos, lo cual puede ser un poco intenso para más de uno. Tampoco creo que se hayan resuelto muy bien las secciones con escaleras, y al combinar ambos elementos en ciertas partes final del título, se echa en falta un trabajo un poco mayor en adaptación a la Realidad Virtual. Aunque para ser sinceros, mi problema con estas secciones eran más que no me gustaban estas partes de saltos como tal, sin importar si las hubiera jugado en VR o no. Ah, y ojo con el sprint, ya que nos moveremos a toda pastilla, y para dicha velocidad sí que se necesitan unas buenas piernas virtuales.
Por otro lado, sí que hay varios cambios en el uso de las armas. Ahora todas tienen un contador de munición incorporado, además de llevar la linterna en nuestra armadura. De hecho, la vida, el indicador de nuestra resistencia y de la linterna se encuentra en nuestra muñeca, haciendo que los elementos principales de la interfaz estén integrados en los objetos. Esto siempre mejora la inmersión en Realidad Virtual, y hace que DOOM 3: VR Edition esté más trabajada que las adaptaciones para fans.
Es cierto que hay otros indicadores que sí aparecerán en la pantalla, como cuando hemos recogido una nueva PDA o el indicador de oxígeno cuando estamos en la superficie de Marte, pero nada más. Una buena decisión ha sido hacer que las cinemáticas y la PDA estén en menús en plano, ya que eso hace su visualización y la navegación por los menús mucho más cómoda, además de evitar posibles mareos.
Dicho todo esto, la verdad es que DOOM 3 se presta muchísimo a ser jugado en Realidad Virtual. Por un lado, su ritmo más pausado respecto a las entregas actuales hacen que sea un juego más accesible que DOOM VFR sin ayudas, al encontrar un genial equilibrio entre la acción y el terror. No vamos a estar ante un survival horror como el reciente Cosmodread, pero sí sentiremos tensión cuando nos metemos en los conductos de ventilación mientras escuchamos a los demonios pululando por otras partes, voces demoníacas que juegan con nosotros, y la claustrofobia como tal que da estar en estos rincones tan pequeños.
Las armas son además muy contundentes, siendo una verdadera delicia pegar un buen escopetazo a los demonios cuando los tenemos a unos pocos metros… Sobre todo cuando nos han dado un buen susto por aparecer detrás de una puerta o de una zona oculta para tendernos una emboscada. Así logran que estemos siempre tensos, pero con ganas de gresca. No seremos el Doom Slayer, pero la escopeta en nuestras manos es mortal, y el juego transmite muy bien esa sensación tanto de fragilidad como de poderío.
Es un equilibrio que me ha gustado mucho, y que se aplica a DOOM 3 en general, sea VR o no. La gracia de estar en VR, es que la tensión se ve incrementada, al igual que la sensación de satisfacción cuando nos cargamos a ese demonio que nos ha provocado un mini-infarto. Eso sí, como tengáis aracnofobia, vais a sufrir de lo lindo con ciertos demonios, más incluso que en plano, ya que nos van a saltar a la cara muchas veces.
Gracias al gran diseño de niveles, pese a que como tal solo vamos a estar yendo de un punto a otro buscando llaves para poder continuar, no nos vamos a aburrir. Empecé a jugar, y no pude parar hasta llegar al final. Los niveles del infierno en particular fueron todo un espectáculo, y el ir combinando las diferentes armas con los enemigos es una delicia. Eso sí, echaba algo de menos que no hubiera debilidades propias como en DOOM Eternal, pero el poder tener tanta munición era de agradecer, para qué engañarnos.
El único arma que realmente me parece no se ha adaptado correctamente, sobre todo al usar el Aim Controller, es la Pinza de la expansión de Resurrection of Evil. Este arma no cuadra con la posición del Aim Controller, sino que está colocada más como si jugáramos a un FPS en plano. Entiendo que esto es para que podamos ver bien qué elementos cogemos (es una especie de pistola gravitatoria) y hacia dónde los devolvemos, pero hubiera preferido que mantuviera la perspectiva de las demás armas. Así se puede usar bien, pero es extraño, y me ha hecho no usarla tanto como debería, porque coger una bola de fuego en el aire y devolvérsela al Imp de turno es una auténtica delicia.
Con todo esto, tenemos alrededor de 15 horas de juego (duración estándar, ya que la campaña principal me ha durado alrededor de 6 horas yendo algo rápido), por lo que DOOM 3: VR Edition nos va a dar muchísimas horas de diversión, superando con creces la duración estándar de los juegos en Realidad Virtual.
A nivel técnico, Archiact ha hecho un trabajo estupendo para que el juego se vea de lujo en nuestro visor, pero hay ciertos aspectos a comentar. En la parte positiva, las armas, demonios y los efectos de iluminación son espectaculares. Os recomiendo activar las sombras que produce la linterna (imagino que está desactivada por defecto por algo de rendimiento, pero en PS5 no es un problema), ya que es una delicia tener sombras dinámicas, lo que ayuda a dar más inmersión en las partes oscuras, que no son pocas precisamente.
Pese a que el juego original se lanzó en 2004, la verdad es que me sorprende lo bien que se ve en general. El arte ayuda mucho, con zonas muy distintivas dentro del complejo, y sobre todo, con el infierno, que entra por los ojos a lo grande. Incluso las zonas más scriptadas con sustos y visiones quedan genial, recordándome en algunos momentos a FEAR, y haciéndome desear un port a VR de este pedazo de shooter.
Por desgracia, es en los modelados de los humanos donde se notan más los años que tiene el juego original, y donde DOOM 3: VR Edition canta. También hay otros detalles mejorables, como que los dedos en las armas no hagan ningún movimiento, por lo que si apretamos el gatillo, visualmente no veremos su movimiento. Puede que no nos fijemos en mitad de un tiroteo, pero si nos ponemos a trastear y ver las armas con cuidado, lo veremos rápidamente. También hay otros detallitos donde las versiones de la comunidad del juego superan a esta, como en plasmar los movimientos del personaje en los espejos de los baños. Siguen mostrando nuestro reflejo, pero siempre en una posición genérica. Son pequeños detalles, pero que se podrían haber pulido.
Otro tema que podría haber estado algo mejor es el de la resolución. Por lo general, el título se ve muy bien desde dentro de las gafas, y como por lo general estaremos en salas más o menos pequeñas, no supone un problema. Pero cuando estemos en áreas más grandes, los elementos lejanos se verán algo más borrosos. Esto quizá lo he notado más al venir de jugar tanto con Oculus Quest, pero en la versión de DOOM 3 de Quest no ocurre este problema. A cambio es cierto que no hay iluminación dinámica, con que supongo que es lo que hay dada la potencia de PS4. Eso sí, algún parche o mejora para la versión de PS5, como ha hecho Blood & Truth, para aumentar la resolución, habría sido lo ideal.
Por suerte, es en el sonido donde más mejoras podemos apreciar en DOOM 3: VR Edition respecto a las ediciones de la comunidad para PC y Quest. El audio 3D funciona de maravilla, para que notemos a la perfección por dónde van apareciendo los demonios. Esto es clave, ya que el juego nos suele sorprender con enemigos apareciendo de habitaciones secretas a nuestro lado o a nuestra espalda, por lo que detectarlo en el momento en el que se muevan para responderles con una buena dosis de plomo, energía o con la letal motosierra es esencial.
También ayuda mucho a la inmersión en general del juego, para que notemos la tensión que deberíamos tener al ir por los conductos de ventilación de una instalación infestada de zombies y demonios. Las armas también suenan realmente contundentes, destacando especialmente la escopeta.
Sobre el doblaje, mantenemos el original del título, con que tiene ese toque casposo de los doblajes de la época que le da tanto encanto. Se suma a esos diseños arcaicos y la historia tan de serie B para darle cierto toque nostálgico por los juegos de principios de los 2000, aunque entiendo que no es para todo el mundo. Eso sí, me hubieran gustado subtítulos en nuestro idioma, que por desgracia, no están presentes en el juego. La música está bien, pero es mucho menos escasa de lo que me esperaba, destacando más el audio en general, con algunos temas más cañeros para momentos puntuales.
Conclusión
Este DOOM 3: VR Edition demuestra una vez más lo mucho que se pueden beneficiar juegos clásicos con adaptaciones a la Realidad Virtual, ya que estamos ante un shooter fantástico para disfrutar con nuestro visor. Ya lo habíamos podido comprobar con las versiones creadas por la comunidad en PC y Quest, pero ahora con este lanzamiento oficial, se re-confirma.
Archiact ha hecho un trabajo estupendo en esta adaptación, para que sea la forma definitiva de disfrutar de DOOM 3 en Realidad Virtual. Usar el Aim Controller para controlar la escopeta para reventar demonios es sencillamente genial, pero además, los cambios realizados a las armas y la interfaz aumentan todavía más la inmersión, que es la clave en VR.
Puede que haya algún que otro elemento que podría haberse adaptado mejor (como el uso de las escaleras, o la posición de la Pinza con respecto a nuestro mando), pero por lo general, DOOM 3: VR Edition es una adaptación increíble. Ojalá Bethesda no pare con estos títulos para Realidad Virtual, porque los fans ya han demostrado que otras joyas del catálogo funcionan genial en VR (como Return to Castle Wolfenstein o Quake), y el pasado nos puede seguir dando auténticas joyas para disfrutar con la Realidad Virtual.
Nos consolamos con:
- DOOM 3 funciona de maravilla en VR gracias a su ritmo más pausado que las entregas actuales
- La ambientación es genial, y en Realidad Virtual nos logra meter la tensión en el cuerpo
- Las armas son muy contundentes, siendo una delicia usarlas con el Aim Controller
- Alrededor de 15 horas de shooter de gran calidad, muy por encima de la media en VR
- El arte en las secciones del Infierno es espectacular
Nos desconsolamos con:
- Las escaleras no funciona muy bien
- La perspectiva de la Pinza rompe la inmersión
- Las secciones de plataformas con las muertes instantáneas son bastante mejorables
- El sprint puede dejar a los novatos en VR algo mareados, al igual que las secciones con saltos
Análisis realizado gracias a un código de PSVR proporcionado por Bethesda Softworks.
Ficha
- Desarrollo: Versión VR: Archiact - Juego original: ID Software
- Distribución: Bethesda Softworks
- Lanzamiento: 29/03/2021
- Idioma: Textos y voces en Castellano
- Precio: 19,99 €
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