Los zombies ya forman parte del ecosistema natural de los videojuegos, siendo enemigos en todo tipo de títulos, ya sea de forma principal, como en Dead Island, o en modos concretos como en Call of Duty. Uno de los juegos que hizo tan populares las matanzas de los no-muertos la pasada generación fue Dead Rising, al mezclar supervivencia, mucha locura y divertidas mecánicas, lo que lo convirtieron un título de culto.
Las siguientes entregas no tienen su misma popularidad, y el salto a la nueva generación no gustó a todos por apostar por un tono bastante serio durante una buena parte del título. Pues bien, en Capcom quieren volver a los orígenes de la saga, y eso significa traer de vuelta a Frank West a la ciudad de Willamette, donde todo el infierno zombie empezó. ¿Será Dead Rising 4 un buen regreso por Navidad?
Han pasado ya 16 años desde el suceso de Willamette, y por lo ocurrido en la anterior entrega, se ha descubierto una vacuna contra la enfermedad zombie. Esto debería de suponer el final de los brotes y las epidemias, ¿verdad? Obviamente no, o no habría juego. En el Viernes Negro durante la inauguración del nuevo centro comercial de Willamette, los zombies han vuelto, pero con algún cambio que los hace inmunes a todo lo visto hasta ahora. Así que como Frank West nos tocará investigar el asunto, y matar a unos cuantos zombies ya de paso.
El argumento nunca ha sido el punto fuerte de la saga, y eso no va a cambiar. Sigue siendo muy de serie B, con su encanto que anima a seguir avanzando para ver qué locura se encontrará Frank después. Al menos, algún personaje sí que resulta interesante, como Vicky, la alumna de Frank y que lleva en Willamette más tiempo que él investigando lo sucedido.
Si hay algo que me escama es que en Dead Rising 4, Frank West es todo un capullo. La mayoría de los personajes hasta se lo dicen abiertamente, y ciertamente había momentos en los que me apetecía darle un puñetazo. No sé si era así también en el original, ya que sólo he probado las entregas de Xbox One. Al menos, suelta frases absurdas y divertidas en mitad de la matanza de zombies, pero en muchas situaciones, el personaje no me cayó muy bien que digamos. En ese sentido, el protagonista del anterior me pareció más simpático, lo que hacía que me preocupara por él. Aquí, hasta cerca del final, Frank se merecía casi casi una buena mordida de zombie.
En cuanto a la jugabilidad, hay algo que seguramente no vaya a gustar a los fans del original: no hay ningún tipo de temporizador. Por motivos argumentales, esta vez no cuadra que tengamos X días para completar nuestros objetivos. En su lugar, tenemos todo el tiempo del mundo para explorar el nuevo centro comercial de Willamette y sus alrededores, descubriendo refugios, atajos, tiendas, objetos ocultos y mucho más. En otras palabras, la historia principal estará siempre ahí esperándonos. Esto a mí no me importa, y casi lo prefiero (la tercera parte la jugué en el modo donde el tiempo iba muy despacio y había más que de sobra para hacer todo), para así poder explorar con calma. Sin embargo, entiendo que habrá algunos a quienes les moleste la pérdida de esta seña de identidad.
En cuanto a las mecánicas, Dead Rising 4 es básicamente un refinamiento de lo visto en la tercera entrega de la saga. Los escenarios estarán llenos de decenas y hasta cientos de zombies, por lo que hay que ir armados hasta los dientes si queremos sobrevivir al combatirlos. El primer cambio es que ya no tenemos un único inventario, y hay que gestionar bien dónde colocamos los items curativos, armas cuerpo a cuerpo o a distancia.
En su lugar, ahora tenemos cuatro inventarios con sus ranuras independientes: uno para las armas de fuego, otro para las cuerpo a cuerpo, otra para las de lanzamiento, y uno último para los objetos curativos, que en esta ocasión hacen todos el mismo efecto. Es, en definitiva, una simplificación para que saltemos mucho antes a la acción.
Esto también se nota en la progresión, subiendo de nivel antes que en el anterior, pero habiendo muchísimas más habilidades para desbloquear en las ramas de superviviente, combate y demás. Esto es algo que personalmente he agradecido, ya que así podemos llevar muchos más objetos encima, pero nuevamente, habrá gente a la que la pérdida de los elementos de supervivencia no les haga tanta gracia.
Un aspecto donde Dead Rising 4 supera ampliamente a su antecesor es en el ritmo. La tercera parte era divertida, pero tenía muchas zonas de relleno, y tenerte dando vueltas por zonas que no estaban muy bien interconectadas llegaba a cansar. Aquí, vamos desbloqueando a buen ritmo las diferentes zonas, las misiones nos animan a seguir avanzando, y nunca sentí que estaba haciendo algo de puro relleno.
Esto da lugar a misiones principales bastante divertidas, sobre todo al poder usar los exoesqueletos. Esta nueva herramienta también se encuentra por el mapa, pero solo dura 2 minutos. En las misiones donde es esencial, su uso es ilimitado, y es una auténtica pasada masacrar decenas de zombies de un golpe. Al igual que las armas se pueden combinar para lograr efectos de lo más locos (como espadas de hielo, papá noeles que lanzan ácido o una caja de gatos enfadados), se pueden aplicar diferentes módulos al exotraje para lograr efectos todavía más devastadores.
La primera vez lo descubrí mientras exploraba el mundo, en una zona agrícola con cientos de zombies en pantalla y pocos vehículos. Al aplicarme una especie de máquina de aire, podía lanzar a los zombies volando, o incluso crear una especie de agujeros de succión con el aire para acabar con decenas de ellos de una estacada. Descubrir cada nuevo módulo es sencillamente genial, y hacen del exotraje una de las mejores incorporaciones a esta entrega.
La única pega que le pondría a este estilo de juego más centrado en misiones principales más espectaculares es que los jefes finales, y sobre todo los psicópatas, han perdido su relevancia. Los psicópatas ahora solo estarán en misiones secundarias bastante básicas, sin llegar a impresionar tanto como, por lo menos, en la anterior entrega. Y lo que es peor, salvo el jefe final del juego, el resto de jefes son francamente fáciles a poco que llevemos un buen armamento.
Otro punto negativo del combate en Dead Rising 4 son los humanos. Se le da bastante importancia a luchar contra otros psicópatas, y sobre todo, otros soldados, y el resultado es bastante desastroso. La IA enemiga de los humanos es casi propia de los zombies. Lo mejor es que nos dan una opción para ir con sigilo, pero es tan anecdótico que solo lo usaremos en el tutorial. Al menos, han incluido nuevos tipos de zombies para hacer las cosas más interesantes.
A pesar de estas quejas, la verdad es que me lo he pasado bomba durante las aproximadamente 10 horas que dura la aventura. Es directo, divertido y sin muchas complicados, lo perfecto para un juego de desestrés masacrando zombies de la forma más absurda y divertida posible.
Algo importante es que esta vez, el modo historia es exclusivamente individual. Para jugar con los amigos está el modo multijugador, que tiene un sistema de progresión más o menos independiente. Aquí tendremos que volver a subir de nivel y desbloquear habilidades, pero los planos de armas y el dinero que consigamos entre ambos modos se mantiene.
El objetivo de este modo es superar diferentes misiones repartidas por áreas del centro comercial principalmente, teniendo esta vez una limitación de tiempo. Los objetivos no son nada del otro mundo, pero sí que se nota que el título es bastante más difícil que en el modo individual, por lo que el trabajo en equipo es bastante importante.
Es curioso que en este modo, escojamos a personajes del modo historia, lo que en principio, crea una experiencia más cohesionada a lo largo de todo lo que ha ofrecido Dead Rising 4. Sin embargo, en este modo, que es donde más me gustaría ir haciendo el loco, no podemos disfrazarnos de MegaMan o cualquier cosa que nos encontremos en el centro comercial. Sólo podemos completar nuestros objetivos, sobrevivir al día y llegar al refugio para completar la fase y ver quién ha logrado la mayor puntuación. No me parece ni por asomo lo mejor del título, pero es un añadido que puede estar muy bien para cuando juguemos con los amigos .
Técnicamente hablando, Dead Rising 4 logra sorprender casi tanto como decepciona. En la parte positiva, tener en pantalla a tal cantidad de zombies sin ningún tipo de ralentización es increíble. Esto es mejor aún cuando empezamos a masacrarlos, viendo cómo sus extremidades salen volando o todo se llena de sangre. Los efectos de partículas de explosiones y demás están bastante bien, lo que hacen muchas muertes más llamativas todavía.
Sin embargo, en entornos más cerrados, hay cosas que llaman mucho la atención, como algún póster a muy baja resolución junto a otro de Capcom que se puede ver perfectamente, algún enemigo que se queda atascado en un muro, detalles en las sombras que aparecen y desaparecen ante nuestros ojos, etc. Estos últimos problemas no son muy comunes, pero en las habitaciones donde pasa canta bastante.
El sonido está bastante bien, con un buen doblaje en inglés (al parecer la voz de Frank es distinta, pero lo dicho, ahí no puedo opinar), unos efectos geniales al despedazar zombies y una música que te mete bien en situación, pero no mucho más.
Conclusión
Dead Rising 4 es un juego con muchos fallos y problemas, pero que a la vez es divertidísimo y algunos de esos problemas hasta le dan encanto. Es, en líneas generales, superior a la tercera parte, al ofrecer un diseño de mapeado muchísimo mejor, y contar con mucho más ritmo en la trama principal. De hecho, hay varias misiones que están muy bien, y los cambios en el sistema del inventario junto al exoesqueleto hacen que la acción sea más directa que nunca.
Ahora bien, esto no gustará a los que buscaban algo más en la línea del original, donde haya un tiempo concreto para poder hacerlo todo y sentir así más presión. Esto se puede encontrar ligeramente en el multijugador, que si bien llega a ser algo divertido, no me parece que esté tan trabajado como la historia principal. Así que, si os gustó la tercera parte, este os gustará más. Si dicha entrega no os conquistó, entonces con esta secuela seguirá pasando lo mismo.
Sea como sea, Dead Rising 4 es diversión sin complicaciones: nos ofrece decenas y cientos de zombies en pantalla, muchos juguetitos para acabar con ellos y una historia de serie B para que nos ríamos de los chascarrillos de Frank cuando no queremos darle un buen puñetazo nosotros mismos. ¿Se puede pedir algo más para un juego de este estilo cuyo único objetivo es hacernoslo pasar bien en navidades?
Nos consolamos con:
- Gran ritmo en la historia con buenas misiones principales.
- El exoesqueleto y todas sus modificaciones.
- Masacrar cientos de zombies con armas estúpidas es divertidísimo.
- Buen equilibrio entre drama y humor.
Nos desconsolamos con:
- El multijugador no llega a impresionar.
- Varios bugs técnicos que no afectan al juego, pero sí son evidentes.
- La IA de los humanos parece idéntica a la de los zombies.
Ficha
- Desarrollo: Capcom Vancouver
- Distribución: Microsoft
- Lanzamiento: 06/12/2016
- Idioma: Textos en Castellano y voces en Inglés
- Precio: 69,99 €
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