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Dark Souls 2

Dark Souls 2

“Mi viaje para salvar mi alma y todo aquello que amo ha quedado atrás. Apenas puedo ya recordar cómo era mi morada, mi esposa o mi hijo, y lo peor de todo es que no siento tristeza alguna. He visto demasiadas cosas horribles, he sobrevivido perdiendo la cordura, mi humanidad; he saltado al vacío sin saber si había algo más allá. Y ahora estoy aquí, en una tierra desconocida y debo llegar hasta el final”.

Miedo y satisfacción. Si preguntáramos a todos aquellos jugadores que adoramos el culto por las almas lo que sentimos al jugar a Dark Souls 2, la respuesta sería esta: Miedo y satisfacción. Y es que la segunda entrega de la ferviente saga, tercer juego con la coletilla Souls y séptimo juego de FromSoftware dedicado al noble arte de tocarnos los cojones, ha sido recientemente publicada ante una expectación abrumadora, cuasi demencial. Éste no es un juego de morir, es un juego de morir y aprender, es un juego donde tiraremos el mando contra la pared, de desesperación o de satisfacción

Mucho se ha hablado de los cambios que iba a sufrir la saga con el cambio de director. Hidetaka Miyazaki dejaba su trono de director a simple supervisor, un empleado que dice: “Sí, es lo suficientemente cabrón” a todo el trabajo que Tomohiro Shibuya y Yui Tanimura nos estaban preparando. Veremos que el juego sufre diversos avances y retrocesos que no tienen por qué perjudicarle, todo lo contrario; rompe bastantes lazos continuistas de Dark Souls y acerca alguna postura al origen de todo este ferviente amor por el masoquismo: Demon’s Souls.

¿Dark Souls 2 es más entendible?

“Soy un espadachín, domino el dualismo de las armas y he librado todo tipo de batallas, pero esto es totalmente distinto. Cuando miraba al enemigo por defender las tierras de la antigua Vinheim aún veía humanidad en sus ojos. Ahora no hay nada, solo queda muerte.”

Los directores del juego lo han repetido una y otra vez: Se ha malinterpretado las declaraciones iniciales a EDGE en las que se decía que Dark Souls 2 sería más accesible, más fácil, ¿más entendible? Actualmente hay más de 80 millones de muertes globales en las tierras de Drangleic, el asentamiento donde se desarrolla toda la aventura. De entender se entiende que el juego está diseñado con sarna y alevosía; se entiende que vamos a morir mucho, pero siempre sacando una lectura positiva de todo este viaje espinoso: Aprender a tener paciencia, a estudiar a tu enemigo y a disfrutar de la recompensa; de avanzar orgullosos aunque nos dure un par de zonas más. Si entendible significa que existe un tutorial al principio del juego que nos enseña algunos de los comandos básicos del juego, sí, es más entendible. El resto del juego es, de nuevo, un maldito laberinto de sentimientos guiado por todo tipo de situaciones y vivencias de dudosa misericordia.

Dark Souls 2

Dark Souls 2 nos plantea una aventura diseñada con los mejores elementos de Demon’s Souls y Dark Souls. Se trata de un viaje titánico para buscar una cura a nuestra maldición. Como va siendo habitual en estos juegos, nada ni nadie nos explicada absolutamente nada. Lo único que sabemos es que tenemos que adentrarnos en el devastado reino de Drangleic en busca del Rey Vendrick que por alguna razón, ha desaparecido sin dejar rastro alguno. Todo empieza en Majula, una pequeña aldea donde regresan todos aquellos que en su día fallaron o no tuvieron las suficientes agallas para revertir los efectos de su maldición.

¿Qué es Majula?

“Los primeros rayos solares empapan mi cara tras lograr avanzar en estas inhóspitas tierras, tras las primeras esperanzas vacías de un grupo de ya inútiles e inservibles guardianas del fuego. Este tortuoso laberinto de roca negra y olor a podredumbre han llegado a su fin y ante mí se muestra un océano en calma y una pequeña aldea a escasos metros. Pero al llegar no he sentido calor ninguno, solo más frío si cabe”.

Emerald_Herald_RenderMajula sirve de nexo, de punto de partida entre todas las zonas del juego. Este concepto bebe directamente del Nexo de Demon’s Souls que, mediante Archipiedras, nos trasladábamos a los cinco mundos del juego. En Majula tenemos diversos senderos que nos llevarán a través de las distintas zonas del reino, pero en ningún momento se interconectan entre ellas como ocurría con Dark Souls. Además, Majula sirve de hogar para todos aquellos personajes que nos vayamos encontrando por el camino y que, después de estirarles la lengua y de ser pesados, nos ofrecerán sus servicios en esta deprimente zona bañada por el sol. Muchos de estos NPC han iniciado su reversión hacia lo vacío, hacia lo Hueco. Esto nos sonará a muchos. Sí, ser Hueco es ser un maldito no Muerto que pierde la cabeza y se vuelve agresivo. No llegamos a tal punto pero el juego nos ofrece una visión de lo que es pudrirse por dentro, porque a cada muerte que sufre nuestro personaje, su barra de vida se reducirá un tanto por ciento. Algo así como que perdemos parte de nuestra humanidad hacia lo huecamente inevitable.

Para revertir esta situación tenemos un objeto llamado Esfigie Humana, que nos devolverá toda nuestra humanidad y como premio, nuestra barra de salud al completo. Pero este objeto tiene un doble filo, cruel y peligroso, tan afilado que nos cortará, dejará nuestras huellas de sangre en el suelo, y como tiburones hambrientos de carne fresca, nuestras presas nos invadirán para liquidarnos a base de fuego y acero… Y electricidad, oscuridad y un montón de mierda que hace daño, mucho daño.

Las hogueras

“Se han escrito centenares de historias acerca de las hogueras y de su origen. Muchos coinciden que es un pedazo de la Llama Original que reside en lo más profundo de Lordran. Dicen que la llama que emana y que nunca se consume está unida al alma de Gwyn, Señor de la Ceniza. Dicen que si alguna vez el fuego se apaga, la oscuridad absoluta se ceñirá sobre el mundo.”

El concepto se mantiene de Dark Souls, esos pequeños restos óseos clavados en una espada llameante nos ofrece todo tipo de ventajas. La primera de ellas es que nos permite teletransportarnos entre todas las hogueras que encendamos en el reino de Drangleic. Este punto ha sido bastante criticado y pese a ser algo opcional (siempre podemos ir a pie a cada una de las zonas) creo que se trata más de una decisión de lore que no de diseño. Si indagáis un poco en la profunda historia no contada de Dark Souls 2 veréis que hay un elemento clave de Dark Souls que parece que viaja a las tierras de Drangleic en esta segunda entrega, un objeto que nos permite transportarnos entre hogueras. ¿He dicho demasiado?

También podremos quemar objetos en las hogueras. El primero es la ya comentada Esfigie de Humanidad. Con este gesto evitaremos que nos puedan invadir en una zona concreta del juego. Útil no sé si será (probablemente juegues sin humanidad durante el 80% de tu aventura) pero si somos un poco más experimentados y visitamos zonas donde no paran de invadirnos igual nos interesa quemar esta estatua y vivir un poco más tranquilos, bastante tenemos con mantener la compostura ante ejércitos de enemigos y nosotros con cientos de miles de almas dispuestas a ser sacrificadas.

Las hogueras en Dark Souls 2

Otro objeto que podemos quemar es el Ascua de la Adversidad. Este objeto fortalece a nuestros enemigos, resucita al jefe de la zona y como recompensa final, podemos obtener mejores objetos. Su uso requiere una experiencia en el campo de batalla y, la verdad, un par de huevos. Finalmente tenemos otro objeto que reforzará nuestros frascos Estus, esa bebida que tanto les gusta a los no Muertos y que siguen presentes en Dark Souls 2. Este objeto solo se puede quemar en Majula, como en Majula solo se puede subir de niveles con las almas conseguidas gracias al poder de la guardiana del fuego Emerald Herald. Este es otro elemento que se repite de Demon’s Souls donde siempre teníamos que volver al Nexo, hablar con Maiden in Black para poder subir el nivel de alma de nuestro personaje.

Las antorchas, nuestro particular Transtorno Obsesivo Compulsivo

«La oscuridad más absoluta se ha apropiado de esta cueva. No queda más remedio que encender mi antorcha y proseguir mi camino. Ojalá no hubiese tomado nunca esta decisión.»

Uno de los elementos que se añaden a la saga es el uso de las antorchas. El nuevo motor gráfico diseñado para Dark Souls 2 nos ofrece una iluminación dinámica espectacular (no tanto como en la demo, claro) y las antorchas se benefician de ello. Encender una antorcha en una hoguera nos permite mejorar la visibilidad de zonas anegadas por la oscuridad o visualizar si hay más profundidad de la normal en zonas anegadas por el agua. Muchos jugadores se han roto los cuernos encendiendo todas y cada una de las antorchas que hay repartidas por toda Draenglic esperando que ocurra algo. No ocurre nada.

Las antorchas sirven para iluminar rutas vislumbrares y crear una atmósfera única, no revelan secretos, ni paredes ocultas (que las hay a montones) aunque no hubiese estado nada mal incluir algún tipo de extra con ellas. Las antorchas, por lo tanto, sirven para guiarnos pero también como indicador de lo mal que estamos de la cabeza y de lo completista que puede llegar a ser un jugador. Si te gusta que las zonas del juego ganen en belleza no pierdas ni un solo instante y saca a pasear tu OCD. No lo hemos comentado, pero si utilizas una antorcha, pierdes la defensa que te proporciona tu escudo. Tú eliges.

Nuestra humanidad tiene un precio

“Cada vez que regreso a una hoguera siento como si todo mi viaje fuese un sueño, un sueño que me golpea y me arranca la vida. Pero eso no ocurre, siempre despierto en esta hoguera, siempre me despierta el calor que emana el poco fuego que brota de esta espada. Cada vez que despierto siento más ganas de matar, siento menos compasión, y cada vez que bebo un frasco de la bebida preferida de los no muertos, ésta me sabe más y más dulce. ”

En Dark Souls se creó el sistema de humanidades, sustituyendo al modo Body Form y Soul Form de Demon’s Souls. Este nuevo sistema no penalizaba a nuestra barra de salud, algo que sí ocurría en el primer título de la saga. Lo único que hacíamos al tener una humanidad era poder avivar hogueras para tener más frascos Estus en nuestro inventario o permitir a otros jugadores el poder invadirnos.

En Dark Souls 2 el concepto de humanidad es similar pero con grandes diferencias. Al ser humanos, también tendremos al completo nuestra barra de salud y abriremos las puertas a poder ser invadidos por otros jugadores o invocar a NPCs u otros jugadores. Pero si caemos en combate, nuestra barra de salud se verá afectada, y si morimos una y otra vez, nuestra barra de salud se irá acortando hasta llegan al 50% del total. Por lo tanto, este concepto bebe directamente de Demon’s Souls.

Humanidad perdida

Pare recuperar nuestra humanidad tenemos que usar el objeto Efigie Humana que nos devolverá la humanidad y también toda nuestra salud. Pero ojo, como en Dark Souls, este objeto no es ilimitado aunque si fácil de conseguir ya que hay enemigos concretos que lo sueltan con cierta facilidad.

Más y mejores juramentos

“Viajar solo en los derruidos parajes de Drangleic es desesperante y desolador. ¿Qué ocurriría en estas tierras cuando los Gigantes cruzaron el océano? ¿Y qué les fue arrebatado para que lo cruzaran? Solo veo destrucción a mí alrededor… Y seres poderosos que son invocados para eliminarse si oso pisar su territorio. He dejado atrás varios juramentos por miedo a ser traicionado, pero comienzo a necesitar el apoyo de alguien amigo en mi viaje. Quizás deba perder ya toda esperanza de sanar mi cuerpo y mi alma y limitarme a sobrevivir.”

Uno de los aspectos a mejorar eran los pactos, algo confusos en Dark Souls y sin más sentido que el de invadir, ayudar o retar a otros jugadores. En Dark Souls 2 se mantiene la misma premisa, pero son más fáciles de encontrar y cada uno de ellos tiene una función específica, además que te explican de una forma más clara la finalidad de cada juramento. A los que ya conocíamos se han añadido nuevos pactos que interactúan con el escenario y los enemigos de la zona. Para entrar a algún pacto tendremos incluso que vérnoslas con jefes de fase o realizar alguna que otra misión. Sea como sea, son bastante más sencillos de encontrar y más fácil de interactuar.

Bendito sea el Sol

En total disponemos de nueve juramentos divididos en cuatro secciones. Los juramentos enfocados al juego cooperativo, los enfocados a las invasiones contra otros jugadores, los jugaremos que son duelos contra otros jugadores y los enfocados a eliminar a enemigos del juego y no otros jugadores. Algunos nos sonarán mucho de Dark Souls, como los Herederos del Sol o la Hermandad de Sangre. Sin duda, el universo PvP es otro mundo totalmente aparte y existe una enorme comunidad detrás.

Mejor equipo con menos esfuerzo

“En Majula he conocido a un herrero que mejora mi equipo a cambio de almas. No puedo dejar de sentir cierta compasión por este robusto padre de familia. Las almas nos sanan, nos devuelve nuestra humanidad, pero errar en el acto de conseguirlas nos convierte en seres cada vez más putrefactos. El destino es cruel para aquellos que se transforman irremediablemente en Huecos pues revertir este tormentoso estado supone un riesgo que muchos viajeros no están dispuestos a asumir. Unas pocas almas más y podré tener un equipo más letal.  Quizás no regrese nunca más.”

Blacksmith LenigrastMejorar nuestras armas ya no es un tormento. Demon’s Souls y Dark Souls se han caracterizado por tener un sinfín de piedras para mejorar nuestras armas. Sin duda era el verdadero dolor de culo de todos los jugadores de la saga que veían como tenían que gastar horas y horas de su tiempo en recolectarlas todas. En Dark Souls II el sistema de mejora de armas se ha simplificado mucho. Por un lado tenemos la aplicación de algún elemento como el fuego o el rayo utilizando un único tipo de piedra, una para cada elemento. Tampoco tenemos que mejorar un arma cualquiera para aplicarle, posteriormente, un elemento concreto, tan solo con tener la susodicha piedra y unas pocas almas (ah, y descubrir al herrero que lo hace, claro) es suficiente.

Conseguir armas legendarias, las que se cambian por almas de los jefes que derrotamos se vuelve más sencillo aún. Ahora no tenemos que mejorar todas nuestras armas a un determinado nivel, tan solo tenemos que buscar al vendedor pertinente, entregarle el alma y unas pocas (muy pocas) almas para tener en nuestro inventario. Sin duda esto ayuda mucho al jugador y realmente es el único punto que he visto que FromSoftware nos ha facilitado un poco las cosas.

Aunque decir que no hay confusión de piedras no es del todo cierta. Generalmente todas las armas se mejoran con fragmentos, trozos o losas de titanita, pero hay otro tipo de armas que solo se pueden mejorar con piedras centelleantes. Generalmente son armas de características más especiales que requieren atributos mayores para poder utilizarlas. Y finalmente, existe otro tipo de material, como el hueso de dragón que se utiliza para mejorar otro tipo de arma más extraño y también, más poderoso. A ese tipo de armas, además le podemos aplicar un efecto especial comprando una piedra elemental concreta.

Dark Souls 2 nos ofrece, como novedad, aplicar algún tipo de efecto a nuestro escudo o armadura, resistencia mágica, al fuego, al rayo, al envenenamiento, al sangrado y un total de siete estados alterados que nos pueden dejar bien secos si nos enfrentamos a rivales con un determinado parámetro. Sin duda, es un sistema muy claro para todos los jugadores y que ofrece grandes ventajas en la aventura con muy pocas horas a nuestras espaldas.

Misiones y otras tareas

“En mi viaje he encontrado diferentes obstáculos, más allá de avanzar eliminando enemigos y recolectar almas. He visto a personas petrificadas y caras espantosas grabadas en las paredes de tumbas y criptas. He visto a viajeros que buscan su propia gloria sin importarles demasiado, incluso he escuchado a fantasmas susurrarme al odio sus decadentes historias. Drangleic esconde algo que escapa a cualquier sabio de estas malditas tierras.”

DkS2 no solo se basa en matar a enemigos y liquidar a jefes finales. El juego nos ofrece otro tipo de misiones que amplían la experiencia del juego y por consiguiente, las horas de disfrute del mismo. Durante nuestra aventura nos encontraremos con distintos personajes petrificados que, utilizando un determinado ítem, los devolveremos a su estado de carne y hueso. Algunos nos permitirán avanzar en nuestra aventura y otras nos permitirán comprar objetos excepcionales. Pero también encontraremos enemigos petrificados que, si revertimos su estado, no tendrán piedad a la hora de machacar nuestro cráneo. Quizás la recompensa que dan merece la pena.

Después encontraremos los mecanismos de Pharros que, si tengo que ser sincero, no me atreví a accionarlos la primera vez que lo vi. Seguramente llevaba muchas almas encima. El caso es que encontraremos de estos mecanismos por toda Drangleic y esto nos permitirá abrir rutas ocultas, conseguir objetos raros o activar trampas.

Mecanismo de Pharros

Y como viene siendo habitual, en Dark Souls 2 nos encontramos con otros personajes que nos ofrecerán su ayuda en las batallas más feroces. Sobrevivir en batalla junto a ellos inicia eventos que nos permite conseguir objetos exclusivos. Pero hay más, y muy variadas. Tenéis juego para rato.

Los jefes finales, pilar básico de la saga

“El choque del acero es cada vez menos recio. He aprendido los movimientos del enemigo, conozco sus puntos débiles y ahora solo es cuestión de tiempo que caiga ante mis pies y me otorgue, merecidamente, su poderosa alma como recompensa. Pero ha ocurrido algo que no esperaba: De entre las sombras ha aparecido una silueta, dos, y ambas me han hecho arder en el más doloroso sufrimiento. Todo está oscuro hasta que el calor de la hoguera me obliga a abrir los ojos, una vez más”.

Si algo caracteriza a la saga Souls es la espectacularidad con la que se desarrolla las batallas contra los jefes finales. Más de una treintena nos esperan en Dark Souls 2, obligatorios y opciones y todos ellos ofrecen el reto, como mínimo, de mantener nuestra concentración. Las batallas contra los jefes son un ritual, un baile de ir y venir de hostias, bloqueos y lágrimas. Esta nueva entrega ofrece jugosas novedades respecto a anteriores entregas. En muchas batallas nos enfrentaremos al jefe de turno, sí, pero como añadido aparecerán enemigos de a pie, que nos pondrán las cosas más difíciles si cabe. Ya no tenemos que estar únicamente aprendiendo el moveset del boss en cuestión, ahora tendremos que hacer frente a amenazas terceras mientras esquivamos las acometidas del jefe principal.

Y otras de las cosas que más nerviosos nos pone tanto en Demon’s Souls como en Dark Souls es cuando aparece más de un enemigo por batalla. Los sufrimos con los Maneaters, con Orstein y Smough y ahora “disfrutaremos” de batallas donde dos jefes juntos no es la máxima. En los NG+ y posteriores la cosa se complica más todavía pero creo que esto ya lo tenéis que descubrir por vosotros mismos.

Looking Glass Knight

Algunos jefes nos costarán más o menos, pero si algo sabe sacar brillo FromSoftware es con el sentimiento de recompensa que ofrece la saga Souls al terminar con un jefe que, inexplicablemente, se nos cruza y nos ancla durante horas en nuestra aventura. Uno o muchos, porque aquí hay catálogo para sufrir.

¿Nuestro viaje en Drangleic ha terminado?

“Mi viaje por salvar mi alma y todo aquello a lo que amo ha quedado atrás. No recuerdo nada de mi origen, no recuerdo mi misión, solo sé que debo encontrar al Rey Vendrick ¿o quizás deba convertirme en el nuevo monarca de Drangleic? He viajado y visto demasiadas cosas horribles, he perdido la cordura, mi humanidad es algo irrelevante. Los recuerdos de esta tierra golpean como el más pesado acero en mi cabeza, parece como si ya hubiese vivido esto, pero no lo recordaba tan cruel. Y ahora estoy aquí, en una tierra que creo conocer y debo llegar hasta el final”.

Terminar nuestra aventura en Dark Souls 2 nos puede llevar entre 40 y 50 horas de juego. Sin exagerar. El sentimiento de pérdida, de desconocimiento y de estudio de las diferentes situaciones que se nos plantea nos llevará horas y horas, decenas de muertes experimentales y otras tantas estúpidas y absurdas. Así es la saga Souls. Pero una vez alcancemos el clímax máximo de la aventura, el poder terminarlo y poder decirlo alto y claro empieza el New Game + o lo que es lo mismo, el modo “te vamos a tocar los cojones de verdad”.

Este nuevo modo de juego no solo añade más dificultad reforzando a los enemigos, sino que las zonas que ya hemos visitado se llenarán de inesperados huéspedes. Creo que merece la pena volver a peinar el juego entero para vivir la experiencia del NG+ que siempre ha supuesto en la saga el reto verdadero. Pero esto no termina aquí, pues parece que otros elementos ocultos del juego aparecen para infundir más misterio si cabe al ya de por si confuso lore de Dark Souls 2.

NOTA: Se ha analizado la versión de PS3. Algunos nombres y localizaciones han sido nombradas sin que tengan ninguna relación con el juego o que haya sido desvelado. Se han utilizado para dar enmarcar al protagonista en el universo Souls.

Nos consolamos con:

  • Aventura épica, grande y variada
  • Dificultad ajustada, no desespera y nos recompensa enormemente
  • Cada arma tiene movimientos únicos y existen muchos tipos
  • El diseño de enemigos, armaduras y armas ha dado un salto enorme
  • Muchos secretos por descubrir, tanto el lore como en objetos, armaduras y armas

Nos desconsolamos con:

  • La banda sonora, es la más floja de los tres juegos
  • Dark Souls 2 ha perdido personalidad en los protagonistas principales
  • El PvP está bastante roto y desequilibrado
  • PS3 y Xbox 360 se quedan muy pequeñas para este juego. Bajadas de frames y downgrade gráfico respecto al material inicial

Ficha

  • Desarrollo: FromSoftware
  • Distribución: Bandai Namco
  • Lanzamiento: 14/03/2014
  • Idioma: Inglés con subtítulos en español
  • Precio: 49,95€

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