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Crash Bandicoot N. Sane Trilogy

Crash Bandicoot N. Sane Trilogy

Mucho se ha hablado sobre el regreso de Crash Bandicoot a la actual generación de consolas. La considerada por muchos, la mascota de PlayStation, se dejaba ver más de lo normal en forma de múltiples rumores, todos siempre previos a grandes eventos y/o ferias de videojuegos. Y ya sabéis que cuando el río suena, agua lleva, y aunque las únicas intenciones por parte de Activision para traer al alocado marsupial fue crear su figura para ser un personaje más en Skylanders Imaginators, los planes de la compañía californiana eran mucho mayores, ambiciosos y menos troll que esa jodida figura.

En el pasado E3 2016 se presentó Crash Bandicoot N. Sane Trilogy y como su nombre (y su caja, sobretodo su caja) bien indica, se trata de una trilogía remasterizada de las tres aventuras principales aparecidas en la primera PlayStation: Crash Bandicoot, Crash Bandicoot 2: Cortex Strikes Back y Crash Bandicoot 3: Warped a maravillosos 1080p y 30 frames por segundo en exclusiva (todo apunta que temporal) para PlayStation 4 y PlayStation 4 Pro. Muchos lo han pedido a gritos, otros, como yo, desean saber si un juego tan peculiar como las aventuras de Crash, Coco y Aku Aku son aceptables en los tiempos que corren y si funcionan como funcionaron en su momento, pese a ser una saga que dio lo peor y lo mejor en apenas 3 años de vida.

Un plataformas atípico

Muchas personas coinciden en lo mismo: Crash Bandicoot fue un experimento muy arriesgado por parte de Naughty Dog. Sus tres primeros juegos tenían elementos muy rompedores que distaban mucho de los clásicos plataformas a los que no tenían acostumbrados Nintendo, Capcom o Konami. Se trataba de juegos 3D, sí, pero con una perspectiva que oscilaba entre el scroll horizontal y vertical dependiendo de la zona que se desarrollaba. Tenía un planteamiento bastante sencillo, ir del punto A al punto B rompiendo todas las cajas posibles, recogiendo todas las manzanas posibles (llamada Fruta Wumpa) para ganar vidas extras y liquidando a las amenazas que nos encontráramos por el mapa realizando un movimiento al más puro estilo Demonio de Tasmania o poniéndonos nuestra máscara Aku Aku para volvernos invencibles cuando teníamos la ocasión.

Crash Bandicoot N Sane Trilogy

Además, el entorno hacía que el juego cambiase nuevamente la cámara para generar una especie de carrera a contra cámara donde teníamos que correr y saltar obstáculos mientras nos perseguía una enorme amenaza, llámale bola gigante de piedra, oso polar o dinosaurio (nótese el reciclaje de la mecánica). Pero lo que hizo grande a Crash no fue eso, la verdad, pues el juego peca de repetitivo hasta decir basta con algún que otro destello en forma de cambio de género con Jetpacks o carreras montados a lomos de hermosos y achuchables cachorros animales. El verdadero encanto de Crash Bandicoot era la exploración, a simple vista inexistente, pero que escondía la hostia de movidas para conseguir en forma de reliquias, llaves, diamantes y gemas de colores que activaban nuevos caminos, niveles secretos… En definitiva, rejugabilidad.

La historia de los juegos no era nada del otro mundo. Mientas que, en el primer juego, Crash fue creado y mutado en el personaje que conocemos gracias al Evolvo-Ray del Profesor Neo Cortex, y su misión principal se centraba en rescatar a su querida y amada Tawna aka Stella BandicootShe must not be forgotten – en los dos siguientes juegos, Crash debía recuperar una especie de cristales morados que destruirían definitivamente al malvado doctor, mientras nos metíamos en teletransportadores o viajábamos en el tiempo. Y con todos estos elementos en la retina, mi gran duda y reto personal era saber si Crash Bandicoot sería aceptado en pleno 2017, con la de años que ha llovido, 21 en concreto.

Cuando la nostalgia no es suficiente

Con la Crash Bandicoot N. Sane Trilogy terminada, mis dudas quedan disipadas. La saga cumple unos mínimos, es capaz de entretener y los fans más nostálgicos quedarán satisfechos por disfrutarán nuevamente de las aventuras de Crash, Coco y nuestra inseparable máscara Aku Aku con un apartado gráfico bestial. Ahora bien, jugarlos seguidos ha acentuado algunas cosas que no me han gustado, como la falta de evolución en las mecánicas de juego (tan solo el tercero cumple en este aspecto), un diseño de niveles que se remite única y exclusivamente al contenido secreto pues el desarrollo normal es reiterativo y predecible. Pese a todo, es un título que entretiene, que cumple su objetivo de divertir, y sin gafas de nostalgia puestas (jamás la tuve con la saga) quiero hacer unas pinceladas sobre qué funciona y qué falla en cada uno de los títulos que incorpora esta triple remasterización.

Crash Bandicoot N Sane Trilogy

Crash Bandicoot, el primer título, es un despropósito a todos los niveles. Es el juego más injusto que te puedas echar a la cara y Vicarious Visions debía haber hecho un trabajo mucho más grande por corregir todos los errores de hitboxes y ritmo que tiene el título. Las animaciones, los saltos, el poco cuidado de su diseño de niveles. Parece mentira que estemos hablando de los mismos Naughty Dog que hoy día rozan la excelencia en sus videojuegos (desde luego no son los mismos). Normal que se haya generado cierto buzz tachando el juego como el Dark Souls de los plataformas. Pero no es culpa tuya, es culpa de un juego mal hecho, mal programado, pero a la vez, necesario para entender la esencia de la saga y sus personajes; un mal necesario para lo que estaba por llegar. En resumen, debes sufrirlo para empatizar, si puedes, con sus protagonistas.

Crash Bandicoot 2: Cortex Strikes Back ofrece un apartado más pulido, y nuevos elementos que le dan algo más de profundidad a la secuela, como es la incorporación de los cristales morados (que, siendo sinceros, te topas con ellos en el mapa, no es que tengas que romperte demasiado la cabeza para conseguirlos) además de localizaciones más variadas y nuevos elementos jugables como las mosqueantes fases con Jetpack. Ahora bien, si tengo que sacar punta al lápiz he de decir que los escenarios pecan de repetitivos, que a medida que cambias de nivel en la Sala del Tiempo, se repiten las mismas fases, una y otra vez (con alguna variante, pero no mucha) y eso termina por hacer el juego demasiado predecible porque ya sabes que vas a tener una fase de hielo, una de correr a contra cámara contra una amenaza, una fase de jungla y otras dos que oscilan entre carreras, Jetpacks y/o pirámides. ¡Ah! Y recordad que este juego incorporó las putas cajas Nitro. Y con esto lo digo todo. PUTAS-CAJAS-NITRO-EVER.

Crash Bandicoot N Sane Trilogy

Finalmente, Crash Bandicoot 3: Warped es una continuación de la segunda parte, más allá de la historia y el número que le precede. Se trata del Lost Levels de Crash 2, el Mario Galaxy 2 de Crash 2, vamos, que tiene la misma mecánica (recolectar cristales morados) y los mismos viajes a través de transportadores espacio temporales. Eso sí, ahora, los niveles están ambientados en localizaciones de las distintas culturas del mundo, que también se repiten en cada uno de los mundos, aunque no de forma tan descarada. Lo que si hace grande a Crash Bandicoot 3: Warped es la cantidad de secretos que tiene, la posibilidad de adquirir habilidades nunca vistas antes (como el doble salto) y en general, el cuidado detalle de todo su apartado gráfico y sonoro.

Conclusión

Sentimientos enfrentados con esta Crash Bandicoot N. Sane Trilogy, para qué os voy a engañar. Por una parte, ni la saga, ni el personaje, ni todo lo que rodea al universo de Crash Bandicoot han sido nunca santo de mi devoción desde su nacimiento en 1996. Los motivos son varios: me parecía un juego feo, un set de personajes feo y poco carismático, con un gameplay más feo todavía y una perspectiva en su cámara que rompía todos mis esquemas a lo que género de plataformas – mi género fetiche – se refería. Para más inri, que en el mismo año convivieran Crash Bandicoot y Super Mario 64 no hacía más que evidenciar las carencias de la saga propiedad de PlayStation a todos los niveles. Por otro lado, tengo que reconocer que terminé sucumbiendo al éxito del marsupial y me tragué mis palabras al reconocer que me lo pasé realmente bien gracias a la cantidad de gemas y reliquias ocultas (única y exclusivamente por eso), elemento que me invitaba a no soltar el DualShock de mi PlayStation hasta conseguirlas todas. El OCD ya existía en mi con 14 años.

Crash Bandicoot N Sane Trilogy

Hoy he tenido la oportunidad de revivir esa época, 21 años después y valorar si realmente merece la pena; si la saga, el género y sus mecánicas funcionan en pleno 2017 y la respuesta es contundente: No, para nada. Crash Bandicoot N. Sane Trilogy es un regalo para los fans – and boys – que en su día disfrutaron ciegamente del título. Pero más allá de eso, y permitidme la osadía, no creo que enamore a ningún nuevo jugador, no pienso que sus mecánicas sean atractivas en pleno 2017 y dudo muchísimo que alguien vea algún tipo de ventaja jugar a un plataformas  donde el protagonista tapa, absolutamente, toda la acción; donde tu mirada no está fijada en el entorno sino en la sombra de tu personaje al caer en la plataforma correcta gracias a la nula sensación de profundidad; es difícil que alguien se enamore al iniciar el primer Crash Bandicoot donde los controles, los hitboxes, y en general, los movimientos de Crash con el entorno roza la injusticia (dice mucho que te recomienden empezar por el 2). Ojalá el trabajo de Vicarious Visions en este remaster no se hubiese centrado únicamente en el apartado gráfico (que es magistral, no me cansaré de repetirlo) sino en mejorar los controles, puliendo los errores originales y dotando a Crash de más movimientos y más realistas, más fluidos y no tan ortopédicos… Eso sin mencionar que la remasterización no funcione a 60 frames por segundo, lo cual me parece hasta insultante.

Y pese a todos los errores vistos y sufridos, he disfrutado cada juego en su justa medida, aunque fuese haciendo tripas corazón. Me he dejado seducir por Crash Bandicoot N. Sane Trilogy y el resultado ha sido muchas horas consumidas de mi tiempo esta última semana. Algo bueno habrá hecho, ¿no?

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Nos consolamos con:

  • El lavado de cara que han sufrido los tres juegos es espectacular
  • Todos los títulos ofrecen rejugabilidad en forma de niveles ocultos, gemas secretas y reliquias
  • Hay variedad de géneros, lo cual le dan algo de dinamismo al gameplay
  • Por suerte hay autoguardado al finalizar cada nivel y podemos terminar Crash Bandicoot 1 sin tirarnos de los pelos

Nos desconsolamos con:

  • El primer Crash Bandicoot, en todos los sentidos
  • El juego podría correr perfectamente a 60 frames, tampoco llega a 4K nativo en PS4 Pro
  • La cámara utilizada llega a ser molesta, el protagonista tapa toda la acción y se carga la sensación de profundidad, acostumbrarse es obligatorio
  • En general, es bastante repetitivo y evoluciona lo justo

Ficha

  • Desarrollo: Vicarious Visions
  • Distribución: Activision
  • Lanzamiento: 30/06/2017
  • Idioma: Castellano
  • Precio: 34,95 €

Comentarios

  1. Pues con tanto «error» ha sido el juego más vendido de junio en el mundo en tan solo un día xDDD love crash bandicoot!

  2. Os he conocido como pagina de videojuego y he visto la nota que le habeis puesto a Crash con sus Pros y Contras y lo mejor es no volver a leer un analisis de ustedes. Un saludo

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