Cobra Kai: The Karate Kid Saga Continues

Una de las grandes series de los últimos meses ha sido sin duda Cobra Kai. Es cierto que no era nueva como tal, ya que se estrenó en 2018 como una serie original de YouTube, pero recientemente Netflix se hizo con los derechos de la misma, y eso ha hecho que pudiera llegar a mucha más gente, además de explotar su popularidad. Yo he sido de los que ha caído enamorado de esta continuación de Karate Kid, ya que estoy que me muerdo las uñas por ver cómo continuará la trama en la tercera temporada el próximo mes de enero.

Esto ha hecho que un videojuego fuera casi una obligación, y con GameMill Entertainment apostando por tantos juegos de licencia (algo que personalmente, echaba mucho de menos), podemos disfrutar de Cobra Kai: The Karate Kid Saga Continues. En la forma de un beat’em up de los 80-90 (época que la serie nos quiere hacer recordar también), nos uniremos al dojo de Cobra Kai o al de Miyagi-Do para vivir una nueva historia en este universo.

La trama es una invención total para el juego, presentándose como si Dimitri y Halcón (al que dejan como Hawk en el juego por alguna razón) son llamados al despacho del director tras zurrarse en el instituto. Así que, ambos cuentan lo que les ha llevado a ese momento, dando pie a dos campañas diferentes. En esencia, cada dojo está siendo atacado por algún misterioso motivo, y todas las pistas apuntan al otro dojo, lo que nos llevará a enfrentarnos a sus principales miembros por toda la ciudad. Si completamos las dos campañas, veremos los dos puntos de vista de los hechos, y eso nos permitirá acceder al final verdadero.

El argumento de esta adaptación de Cobra Kai (no voy a poner el título entero por ahora) no encaja con la trama de la serie, ya que por lo sucedido, debería de tener lugar en algún punto de la segunda temporada cerca del final, pero tampoco puede ser posterior a la misma, porque no hay mención a lo que ocurre al final de la misma… Eso por no mencionar que el final verdadero rompe con lo establecido en la serie, por lo que puede considerarse fan-fiction más que otra.

Todo avanzará por varios diálogos entre los personajes desde dentro de los niveles, o pequeñas escenas tipo cómic. Pero vamos, ocurre como en la mayoría de beat’em up o «yo contra el barrio», en los que la trama es casi una excusa para liarnos a tortas contra todos los que se atrevan a salirnos al paso. En este sentido, Cobra Kai sí funciona bastante bien, ya que podremos llevar a los 4 personajes del Dojo cuya campaña hayamos escogido.

Pero vayamos por partes. Seleccionar un Dojo u otro nos dará acceso a diferentes estilos de juego, o mejor dicho, tipos de habilidades. O esa es la teoría, ya que el dojo de Cobra Kai se basa en las habilidades ofensivas y tienen poderes de fuego, mientras que los del Miyagi-Do se centran más en la defensa y tienen poderes de hielo. A la hora de la verdad, las habilidades activas son básicamente poderes que tienen un cooldown tras su uso, y se basan en estos elementos, con alguno más basado en atacar directamente o de forma indirecta por la defensa. Esto es importante tenerlo en cuenta en función de qué dojo seleccionemos, ya que nos enfrentaremos a los del dojo rival, de manera que tendrán los poderes opuestos a los nuestros. Eso sí, no esperéis algo del tipo «Fuego vence a hielo» de los RPGs, ya que eso no funciona así, pero si conocemos las habilidades, podremos prepararnos mejor.

Lo bueno del sistema de combate de Cobra Kai es que nos permite lanzarnos siempre a la ofensiva, ya que tendremos habilidades que nos permiten atacar a los enemigos en el suelo para darles puñetazos en toda la cara o agarrarles de las piernas, eso por no mencionar la posibilidad de realizar combos, agarres y usar habilidades activas propias de cada personaje y compartidas por los miembros de ese Dojo. Al combinarlo todo, podremos ser auténticas máquinas de matar, con ataques más individuales para centrarnos en un oponente, otros más de zona para mantener a raya a los demás enemigos, y cuando tengamos nuestra habilidad definitiva lista, la podremos desatar para limpiar la pantalla como si estuviéramos dando y puliendo cera.

Encima hay una muy buena variedad de enemigos, que representan varios clichés como la madre pija, el pijo-rico que nos ataca lanzando su teléfono móvil, los burros del fútbol americano, los emos rompe-tobillos, las patinadoras-grafiteras que usan sus spray de pintura para atacarnos desde lejos y muchos más. Al representar en rojo o naranja varios de sus movimientos, sabremos si será mejor bloquear para realizar contraataques, esquivarlos, o si es un buen momento para lanzar nuestra ofensiva.

Al combinar todas estas posibilidades, con potenciadores temporales, el uso del escenario para realizar diversos ataques o de varias armas, tenemos unas peleas que logran ser dinámicas, divertidas y con bastante más chicha de lo que uno se podría esperar. Parte del motivo de esta profundidad es el sistema de mejora a lo RPG, con mejoras para cada uno de los 4 personajes de cada Dojo, para los miembros del equipo en global, y una serie de desafíos para obtener más puntos de experiencia todavía.

Encima, tenemos un medidor de combos que nos anima a combinar las habilidades, ya que subirá más rápido al usar tanto ataques normales como los de las habilidades activas, y cuanto mayor sea el combo, más vida recuperaremos al finalizar el combate de turno, o incluso nos permitirá revivir a algún aliado caído. Porque sí, ir rotando entre los 4 personajes (cada uno con sus propias habilidades activas y unos ataques normales algo diferentes) para que se vayan recuperando poco a poco es esencial si queremos sobrevivir.

En este sentido, toca empezar a hablar de los problemas de Cobra Kai. Para empezar, los niveles son excesivamente largos en su mayoría. Sin exagerar, alguno puede llegar a durar alrededor de media hora, sin exagerar. Encima, si nos matan, tendremos que volver a empezarlo de cero, lo cual no es nada satisfactorio. Algún que otro checkpoint habría ayudado mucho. Además, los niveles no ofrecen mucha chicha. Sí, iremos avanzando por el centro comercial, el instituto, el centro de mini-golf y otras zonas vistas en la serie, pero avanzaremos lateralmente y poco más. Habrá algún elemento interactivo en el escenario de cuando en cuando, y en algún momento habrá algún minijuego oculto, pero nada que nos ofrezca algo diferente de machacar a los enemigos en escenarios muy básicos.

Esto hace que el título se pueda volver algo repetitivo, ya que no hay «gimmicks» ni nada muy único de cada fase, lo cual es una pena, ya que se podría haber hecho algo interesante. Otra pega es que algunos hitboxes no funcionan tal y como deberían, tanto en nuestro beneficio como en nuestra contra. A veces pensaremos que hemos esquivado algo pero nada, y otras, estaremos golpeando pero nada de nada. Siguiendo con las pegas, cuando aparecen enemigos fuera de la pantalla y nos atacan de manera automática, sin que casi podamos reaccionar, nos pondremos más furiosos que LaRusso cuando alguien cuida mal un bonsái.

Al menos, el juego no puede ser criticado por no ser completo, ya que cada partida nos durará unas 5 horas aproximadamente, y como hay que pasarse el juego dos veces para ver el final verdadero, tendremos unas 10 horas de contenido, que es mucho más de lo que me esperaba de un beat’em up.

Pese a que la faceta jugable de Cobra Kai ha resultado ser una sorpresa muy agradable, en los apartados técnicos no se pueden decir muchas cosas positivas. Por un lado, el estilo visual cel-shading no me parece una mala elección (aunque no case para nada con lo visto en la serie de televisión), pero casi habría sido mejor tirar por unos gráficos totalmente en 2D como las escenas de vídeo, que los gráficos 3D tan simples con los que nos hemos quedado. Los modelos de los personajes son muy básicos, y sus animaciones son bastante robóticas, ya sean personajes principales o enemigos.

Lo peor son los escenarios, que son un desastre. Las calles están llenas de tiendas vacías llamadas «Zapatos», o en el centro comercial es fácil ver restaurantes que son «Comida China», «Comida Italiana» y cosas por el estilo. Los NPCs son también horribles, con animaciones muy cutres y modelos todavía menos detallados, de nivel de PS1. Que esto nos hace reírnos al verlos, pero no creo que fuera la intención del estudio.

En el apartado sonoro, la música tampoco me ha terminado de convencer, con una banda sonora machacona, pero he preferido escuchar canciones de Spotify de fondo más que la propia banda sonora. Con las voces, se han contado con las de los actores de Dimitri, Halcón, Lawrence y LaRusso, mientras que los demás son actores que intentan imitarles. Como he visto la serie en español, no me ha afectado si eran los mismos actores o no, pero al menos suenan todos bastante bien.

Conclusión

Cuando se mostró por primera vez Cobra Kai: The Karate Kid Saga Continues, pensaba que el juego iba a ser un auténtico desastre, y que como mucho, daría para jugar en móviles y poco más. A nivel técnico es cierto que sigue siendo así, ya que tanto los gráficos como el sonido dejan muchísimo que desear. Sin embargo, a la hora de ponernos a los mandos, me he llevado una sorpresa bastante agradable, ya que estamos ante un beat’em up competente y hasta divertido.

Las habilidades activas, el cambio entre los personajes o la variedad de enemigos hacen que estemos ante combates bastante divertidos y frenéticos. Es cierto que este «yo contra el barrio» no es de lo mejor que hay, y hemos tenido propuestas recientes mucho más potentes (como Streets of Rage 4 o Battletoads), pero sólo en uno de estos juegos podemos darle la paliza que se merece a los LaRusso.

Así que, si os gusta el género y la serie, os lo vais a pasar bien con Cobra Kai: The Karate Kid Saga Continues. Tiene sus problemas, pero resulta ser un beat’em up más que competente, y tiene el encanto de los juegos de licencias que personalmente echaba de menos, así que ya sabéis: ¡Atacad primero y sin piedad!