Es común en los juego de la saga Civilization el quedarse con ganas de más cuando llegamos al siglo XXI y ya no se producen más avances tecnológicos. Beyond Earth es la respuesta a nuestros deseos y se centra en la colonización de lejanos planetas en el futuro, donde la competición y rivalidad entre civilizaciones y culturas no faltará. Es normal que el juego haya levantado grandes expectativas con la esperanza que fuera una secuela al que es uno de los mejores juegos de estrategia 4x de la historia: Alpha Centauri. Sin embargo, Civilization: Beyond Earth es más un Civilization V en el futuro que una reinvención de Alpha Centauri.
Fundamentalmente, Beyond Earth se ha construido sobre los cimientos del Civilization V y si alguien me dijera que Beyond Earth es un Mod para el anterior juego de la saga no me sorprendería. Es empezar una partida y comenzar a pasar turnos con total familiaridad. Almenos hasta que enviemos nuestra primer explorador sin querer a una casilla donde hay «miasma», una especie de niebla que puede existir en cualquier casilla y que nos dañará si nuestra tropa pasa el turno ahí. Además, tras nuestra llegada somos especialmente vulnerables a los alienígenas, mucho más temibles que los habituales bárbaros, aunque bastante más pasivos si no los molestamos. Hasta más adelante en la partida más vale no meterse mucho con ellos, a no ser que sea desde los mísiles de los que dispone cada una de nuestras ciudades. Como novedad, algunos de los alienígenas más terribles son los marinos, algo que sirve como deterrente a la hora de mojarse ya que esto es algo que podemos hacer desde el inicio -al fin y al cabo, la Navegación se descubrió hace mucho.
Como en el anterior título de la saga hay varios marcadores a tener en cuenta que determinarán nuestras posibilidades de victoria. Por un lado, la Felicidad se ha sustituído por la Salud, aunque el efecto es el mismo. Si la salud está por debajo del cero, la producción se verá gravemente afectada y debemos evitar que esto suceda a toda costa. La Salud disminuye con cosas como el número de ciudades o la población. El Dinero se sustituye por Energía, y Cultura y Ciencia funcionan de la misma forma que en Civilization V. Además, también hay varios recursos estratégicos, como Petróleo, Titanio o sustancias exóticas como la Xenomasa o Piedras Flotantes. Estos recursos serán necesarios para crear ciertos edificios o tropas, o como moneda de cambio con el resto de facciones del planeta. Por supuesto, es esencial tener ciudades cerca de estos recursos para poderlos extraerlos mediante instalaciones especiales creadas por nuestros Trabajadores, que pueden actuar tanto por tierra como por mar.
La diplomacia es también la misma, aunque como novedad podremos ofrecer y ser ofrecidos Favores. Cuando nuestros adversarios no tengan gran cosa que dar, podemos optar por intercambiar recursos por sus Favores, algo que podemos usar más adelante cuando querramos obtener algo de ellos, como una declaración de guerra, sin tener que gastar nada más. Las ocho facciones presentes en el juego corresponden a grupos de regiones terrestres, entre las que encontramos la improbable Franco-Iberia con Elódie y sus expresiones básicamente en francés. El español lo oíremos de la mano del líder de Brasilia con su estúpida frase «¡Venga! ¡Hagámonos más ricos!», aunque eso es lo que hicimos.
Tan pronto cada facción llega al planeta ya sabemos la localización de su capital y podemos contactarla directamente. Los primeros turnos es un no parar de saludar a las hasta siete facciones que competirán por los recursos del planeta en busca de la victoria final. Lo que si que está claro es que probablemente no estemos de acuerdo en todos los temas.
En el futuro no parece haber religión y en su lugar encontramos un sistema de afinidades: Armonía, Pureza y Supremacia. Mientras que la armonía defiende la integración inter-alienígena, la Supremacía se basa en expandirse rápido y dominar a los demás. Si, por ejemplo, queremos expandirnos rápidamente, la Supremacía tiene ventajas que suponen una buena opción. Cada afinidad tiene unas dos docenas de niveles, que permiten mejorar los atributos de nuestras unidades a medida que avanzamos en una afinidad concreta. Esta es la forma principal de mejorar nuestras tropas y algo diferente a lo que estábamos acostumbrados.
Centrarse en una afinidad es importante de cara a alcanzar algunas de las nuevas victorias en Civilization: Beyond Earth. A parte de la archifamosa victorias por Dominación, ahora podemos conseguir otro tipo de victorias, como la de Trascendencia o Emancipación. El avance hacia la victoria se basa en resolver determinadas misiones, como realizar una serie de descubriemtnos, para luego construir una estructura especial a la que hay que enviar un determinado número de tropas. Las victorias no son compatibles, en general, por lo que es bueno tener una idea de que victoria perseguir. Por ejemplo, puede ser necesario alcanzar un nivel mínimo en una de las afinidades para superar algunas misiones y es imposible tener niveles altos en todas.
Como siempre, cada facción tiene una serie de ventajas que modificarán nuestra forma de jugar para encarar mejor las victorias. Civilization: Beyond Earth es el Civilization de las posibilidades y es que algo en lo que luce es en la variedad de opciones que tenemos para mejorar los recursos y atributos. A parte de las diferencias iniciales, basadas en la selección de facción, nave de aterrizaje o tipo de colonos, hay una mayor selección de mejoras de las casillas y edificios especializados. Por ejemplo, si sois como yo de tipo expansionista, es importante tener controlada la Salud, favoreciendo aquellas estructuras y opciones que permitan aumentarla o disminuir las penalizaciones, por lo que puede ser preferible empezar con una facción cuyas fronteras se expanden más rápidamente. Por decirlo de alguna forma, este Civilization tiene más oportunidades en cuanto a la obertura y usarlas bien es esencial para ponerse en la delantera planetaria.
Uno de los aspectos más diferenciales llega a la hora de realizar descubrimientos. El árbol de tecnologías más o menos lineal de los Civilization se sustituye por una red con mucha más opciones, algo que deja aún más márgen para moldear las posibilidades de nuestra facción más a nuestro gusto. Empezamos en el centro y podemos ir descubriendo varias ramas especializadas. Acostumbrados a tres o cuatro opciones, puede llegar momentos en que tengamos decenas de oportunidades de investigación e incluso ser abrumador, pero el abánico de posibilidades permite estrategias más variadas.
Lo único malo de esta forma de investigar es que de alguna forma se pierde esa sensación de progreso en nuestra civilización. Los cambios son mucho más sutiles y graduales. El paso de los años ha sido simplemente sustituído por un contador de turnos. En Civilization V, por ejemplo, basta ver que tipo de unidades tienen nuestros oponentes para tener una idea en que estado de desarrollo se encuentran. Con Beyond Earth esto es más difícil, ya que la diferencia puede no ser tan evidente y nuestro adversario puede estar muy evolucionado por alguna rama, pero menos por la otra. Aunque la cantidad de turnos necesaria para realizar descubrimientos aumenta cuanto más nos alejamos del centro.
La Cultura es también importante en Civilization: Beyond Earth. Como su antecesor, a medida que alcanzamos varios niveles en cuanto a cultura podemos ir desbloqueando Virtudes, divididas en cuatro ramas. Las Virtudes suponen ventajas y mejoras competitivas.
También se ha eliminado el sistema de Grandes Personajes, algo que en cierta forma es sustituido por las nuevas Misiones. A parte de las misiones para conseguir la victoria, tenemos otras que lo que harán es mejorar nuestras afinidades si realizamos una serie de actividades, algo que funciona a modo de tutorial expandido a lo largo de la partida. Además, de vez en cuando se nos propondrán retos inmediatos, donde debemos decidir entre dos opciones con mejoras diferentes.
Algo que sufre este Civilization también es que la parte final de la partida puede ser un tanto tediosa. Cuando los turnos tardan más en pasar y hay que administrar más tropas. Algo que debe mejorar es que este es un juego donde construir rutas comerciales es esencial de cara a establecer una ventaja. Con lo que es probable que en la mayoría de turnos hacia el final de la partida siempre tengamos que indicar a donde debe ir el transporte de mercancias, algo que resulta repetitivo ya que en general acostumbra a ser la ciudad con la que ya comerciábamos. El comerciar con otras facciones es también una de las mejores maneras de tener una relación amistosa.
Siendo el futuro, Beyond Earth introduce la posibilidad de enviar satélites al espacio con funciones determinadas. Para ello, se ha introducido una capa «orbital» de casillas por encima donde los podremos situar siempre que no se solapen. Hay satélites para eliminar el miasma, acelerar la producción de energía o defensivos.
Así como los aliénigenas más inteligentes son una interesante adición, la IA de nuestros adversarios a veces deja un tanto que desear y puede ser más previsible. Los enemigos no son muy buenos haciendo uso del terreno, que en esta entrega presenta nuevas posibilidades estratégicas como el usar miasma de forma defensiva para las casillas donde se situarán nuestros atacantes. La diplomacia tampoco esconderá grandes sorpresas, aunque a esto ya estamos acostumbrados con los anteriores títulos de las saga.
Conclusión
Civilization: Beyond Earth es la forma ideal de viajar en el tiempo en todos los sentidos. Por alguna razón, las horas pasan muy rápido cuando jugamos a este título y eso que no se libra de defectos. Lo que más hecho en falta es esa sensación de progreso histórico, ya que los cambios tecnológicos del futuro son más sutiles. Aunque inicialmente pueda parecer un Mod de Civilization V, Beyond Earth es un juego que presenta cambios suficientemente profundos como para ser jugado de una forma diferente, dando más espacio a estrategias diferentes gracias a la enorme cantidad de posibilidades. Aunque igual para alguien nuevo a esta saga yo recomendaría el Civilization V, pero pese a sus defectos, Civilization Beyond Earth no deja de ser una compra obligada para los amantes de los 4x.
Nos consolamos con:
- Las horas pasarán demasiado rápido.
- Enorme variedad de posibilidades, ya sea por descubrimientos, unidades, edificios, mejoras del terreno o misiones.
- Interesante sistema de afinidades.
- Mods desarrollados por terceros solucionarán todos los problemas.
Nos deja desconsolados:
- Sensación de progreso más sutil.
- Falta de rankings y marcadores para saber como andamos.
- El miasma es visualmente sutil, algo que nos hará causar más errores de la cuenta.
- La IA de los humanos.
Ficha
- Desarrollo: Firaxis Games
- Distribución: 2K Games
- Lanzamiento: 24/10/2014
- Idioma: Español
- Precio: 49,99 €
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