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Call of Duty: Infinite Warfare

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Desde hace unos años, con cada nueva entrega de Call of Duty hay un poco más de odio por la comunidad. Lo popular suele ser odiado por bastantes, pero lo de Call of Duty: Infinite Warfare se ha ido bastante de madre. Es cierto que había bastante incertidumbre de por sí, ya que en este ciclo de tres años para cada desarrollo, era el turno de Infinity Ward de volver a la saga, estudio que no había sido lo mismo tras el éxodo masivo de muchos de sus integrantes mientras hacían Modern Warfare 3, y siendo su siguiente trabajo tras el más que mejorable Ghosts.

Tampoco ha ayudado el deseo por parte de muchos usuarios de alejarse de la temática de ciencia ficción para volver a algo más clásico, o el hecho de que Modern Warfare Remastered solo sea accesible con la Edición Legacy. Aun así, es hora de dejar todos los prejuicios atrás, y ver si estamos ante otra entrega de calidad de la saga, o si tantas críticas estaban justificadas.

Mars Aeternum

Como siempre, uno de los pilares de esta entrega es el modo campaña, y me alegra poder decir que es sencillamente espectacular, pero vayamos por partes. La historia nos traslada a un futuro bastante lejano, en el que por la falta de recursos, la Tierra ha tenido que implantar colonias en diferentes partes del Sistema Solar para poder subsistir. Sin embargo,ha surgido un grupo de insurgentes en las colonias que está contra la Tierra llamado SDF, liderado por el almirante Kotch, interpretado por Kit Harrington de «Juego de Tronos», que aquí deja de no saber nada a ser un estratega militar de mucho cuidado.

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Nosotros tomaremos el papel de Nick Reyes, un piloto de una especie de cazas llamados Jackal, que tras un ataque horrible a la Tierra, es nombrado capitán de una de las pocas naves disponibles. De esta forma, tendrá que ver cómo su mantra de salvar a los compañeros por encima de todo no se puede cumplir cuando eres un capitán al mando de cientos de soldados y tienes una misión que cumplir.

La historia en la saga no suele ser gran cosa, y en Infinite Warfare me ha sorprendido muy gratamente. No porque el villano sea memorable, ya que aparece poquísimo. En su lugar, la forma de retratar a Nick y el resto de compañeros de la Retribution es encomiable. Para empezar, Reyes es un personaje con el que te puedes identificar, y que tiene un arco argumental muy bien plasmado a lo largo de las 6-7 horas de campaña. Luego, hay compañeros que, aunque no tengan mucha presencia como Salt, logran marcar cierto impacto en la narrativa de forma muy efectiva. Aunque el verdadero rey del juego es Ethan, un robot sintético que tiene una personalidad sencillamente genial.

Es una pena que junto a lo bien planteada que está la narrativa y lo bien construidos que están los personajes, el universo se quede bastante atrás. No nos dan un motivo para que simpaticemos con la SDF, y de hecho, los pintan como tan malos en las citas que aparecen al morir, que solo falta que digan que comen niños por la noche.

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Por suerte, hay un aspecto que han plasmado muy bien, y que ayuda bastante a mantener el ritmo de juego: la Retribution como tal. Algo a destacar es que no hay tiempos de carga como tal durante la campaña (los hay encubiertos, claramente), sino que tras una carga inicial, toda la aventura se desarrollará de forma continuada. Entre misiones, estaremos en la Retribution, de la que podremos explorar un par de camarotes, elegir las misiones (hay secundarias opcionales) que realizaremos, y una vez escogidas, ir directamente a la armería para equiparnos y luego a la nave de despliegue indicada en cada caso.

Esto le da un mayor «realismo» al juego, y ver cómo hay elementos en la nave que cambian tras cada misión, como las noticias, algunos comentarios de los demás tripulantes y demás, es muy satisfactorio. Personalmente, me recordó a lo visto en «Battlestar Galactica», haciéndome sentir como Adama, pero bastante más guerrero claro está.

Las misiones de Call of Duty: Infinite Warfare son lo que uno podría esperar de la saga: todo un espectáculo más o menos lineal donde nos sentiremos los protagonistas de una película de acción. Sin embargo, el ritmo de estas misiones está medido al máximo, pudiendo pasar de una llena de explosiones sin parar a otra con algún que otro elemento de terror, o una más de sigilo. Hay bastante variedad, y algunos momentos son bastante espectaculares, como cuando en una misión secundaria nos hacemos pasar por el enemigo.

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Junto a las zonas más normales de ir a pie, tenemos dos elementos más novedosos: la gravedad cero y los combates aéreos. Lo primero es una clara evolución de los mejores momentos de Ghosts, al poder movernos en 360º por el espacio mientras seguimos en intensos tiroteos. La gracia de estas situaciones es que nos pueden atacar desde cualquier dirección, y buscar cobertura es más complicado. A cambio, tenemos un genial gancho con el que desplazarnos rápidamente por el escenario, o para enganchar a un enemigo y rematarle con una de las animaciones disponibles.

Los combates aéreos son más predominantes que las zonas de gravedad cero, y la sensación de ser Adama pasa a sentirnos como Starbuck, luchando en rápidas batallas contra naves enemigas mientras nos movemos entre obstáculos de todo. No se trata de secciones de simulación ni mucho menos, ya que son más bien arcade, pero están muy bien planteadas, y suponen un soplo de aire fresco entre las misiones. De hecho, son de las mejores secciones en vehículo de la franquicia, con que su inclusión se agradece.

Pese a todos estos elementos futuristas, Call of Duty: Infinite Warfare es más tradicional de lo que uno podría pensar. Sí, hay robots que podemos hackear y hay tipos de armas más efectivas contra ellas, pero no se usa tanto el jetpack como en Black Ops III. De hecho, los niveles están pensados para que, si así lo deseamos, podamos completarlos casi enteros con los pies en la tierra.

Con todo esto, el modo campaña es sencillamente sensacional. Engancha desde el primer momento, y es fácilmente de los mejores de toda la saga.

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A por los zombies ochenteros

La parte cooperativa de Call of Duty: Infinite Warfare se basa en los zombies, que ya parece ser una parte fija de cada entrega, aunque no esté desarrollada por Treyarch. En esta ocasión, la premisa es que somos unos aspirantes a actores, y un director loco nos mete en su nueva película: Zombies in Spaceland. El problema es que la película es de lo más real, por lo que nos tocará luchar contra oleadas de no-muertos en un parque de atracciones ochentero si queremos salir con vida, y quién sabe, puede que ganar un Oscar.

Este modo no esconde demasiadas sorpresas: tenemos que aguantar oleadas cada vez más duras de zombies y otras criaturas, teniendo que ganar dinero para poder comprar nuevas armas, habilidades o explorar más del mapa. Si ya habéis jugado a este modo en anteriores entregas, sabréis que no es demasiado accesible, pudiendo morir fácilmente en la ronda 5 o así sin saber muy bien qué hacer. Esto se ha solucionado en parte, haciendo que sea más fácil llegar a la ronda 10, además de tener mensajes de tutorial si así lo deseamos al jugar solos.

Otros cambios interesantes son el sistema de cartas, que funcionan como habilidades definitivas. Al llenar un indicador, podremos usar una carta que nos dará ciertas ventajas, como más vida, hacer que los zombies que nos ataquen se quemen y cosas así. La gracia está en que las cartas se consumen, por lo que igual conviene guardarse la carta de tardar más tiempo en desangrarse para cuando estemos en rondas avanzadas, por ejemplo.

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Por lo demás, se trata de un modo bastante conocido, teniendo que desentrañar los misterios del mapa (creedme, son muchos) explorando y mediante prueba y error. Al menos, la ambientación le da un toque fresco, y tener a David Hasselholf como DJ poniendo música de los 80 de fondo mientras matamos bichos. Los comentarios absurdos entre los personajes también ayudan a meternos en esta película de serie B ochentera.

Si hay algo que no me ha gustado es que el número de usuarios a pantalla partida se ha reducido de 4 a 2. Aunque a cambio se han eliminado barras negras en las pantallas de cada usuario, habría estado bien mantener esta opción para cuando te reúnes con los amigos en casa.

Un multijugador futurista pero lleno de deja vu

Hasta ahora, el multijugador siempre ha sido de lo mejor que podía ofrecer Call of Duty, pero en Infinite Warfare la cosa cambia. ¿Jugasteis a Black Ops III el año pasado? Entonces tendréis una sensación de deja vu constante, ya que casi todo funciona igual. Están las dichosas cajas de suministros, las clases se han sustituido por trajes de combate, y el jetpack sigue muy presente.

Esto como tal no es malo, ya que el multijugador de la anterior entrega es fantástica. El problema es cuando no solo se parecen mucho, sino que encima es inferior. Para empezar, hay elementos que se agradecen, como poder fabricar mejoras para las armas, o tener un sistema de progresión basado en misiones para diferentes facciones además de la progresión personal.

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Sin embargo, lo que no se agradece para nada es el espíritu de «Pay To Win» de las cajas de suministro. Las armas mejoradas tienen estadísticas superiores a las versiones estándar, como puede ser un cargador mayor o tener un alcance muy superior. El ritmo para desbloquear estas armas es bastante lento, por lo que da la sensación de que si no pagas, estás en desventaja. Y ojo, porque hay una gran cantidad de usuarios con las armas especiales.

Tampoco ayuda que los desbloqueos visuales para nuestro personaje sean igualmente muy lentos, y que lo que podamos desbloquear sea totalmente aleatorio.

En cuanto al multijugador como tal, no está mal. Es rápido y directo, como siempre. Sin embargo, el diseño de los mapas no me termina de convencer. La verticalidad está bastante restringida respecto a Black Ops III, como si se quisiera contentar tanto a los usuarios fans del jetpack como a los que no, quedándose en una tierra de nadie que sin ser un desastre, tampoco destaca.

A favor del multijugador está la gran calidad de las conexiones, una buena variedad de modos de juego y de mapas. Las opciones de personalización son otro punto muy fuerte, tanto en las armas como en los equipos que podemos usar. Las habilidades de los personajes también están bastante bien, ya sean armas o habilidades temporales, siendo bastante satisfactorio cuando vemos en pantalla el mensaje de que podemos usar nuestro ataque especial.

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Gráficos que son más de la Tierra que del espacio exterior

Visualmente, la saga no ha destacado demasiado desde hace tiempo. La competencia en ese sentido le sigue dando un buen repaso, pero Call of Duty: Infinite Warfare tiene algo muy a su favor: el apartado artístico. Los diseños de los niveles de la campaña son geniales, y gracias a la iluminación, podemos llegar a encontrarnos con vistas espectaculares. Es ciertamente mucho más bonito que Destiny, y cuando estaba en Titán o en Marte, no podía dejar de pensar en que ojalá la obra de Bungie luciera así de bien.

El juego es compatible con Playstation 4 Pro, y aunque no he podido jugar demasiado en la consola, tampoco es que se aprecien mejoras notables. Al menos para los usuarios de una televisión 1080p, ya que el título se podrá ver a 4K reescalados.

El sonido es en general bastante bueno, con una banda sonora muy efectiva para ponernos en situación. El doblaje al castellano es otro punto muy positivo, con actuaciones de calidad por parte de todos los involucrados.

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Conclusiones

Después de Call of Duty: Ghosts, no esperaba mucho de esta entrega, pero Call of Duty: Infinite Warfare ha sido una sorpresa de lo más agradable. Su modo campaña es sencillamente sensacional, al contarnos una historia con unos personajes interesantes, y ofrecer una variedad de misiones y un ritmo fantástico. El hacernos capitán de la Retribution, y que todo sea fluido sin tiempos de carga como tal ayuda mucho a meternos en la experiencia, y todo redondea una de las mejores campañas de la franquicia.

El modo zombies, aunque no logre sorprender, está muy bien planteado, y hacerlo algo más accesible para todos es un acierto. Es curioso que, por primera vez en bastante tiempo, la parte débil del paquete sea el multijugador. No porque sea malo, sino porque es inferior a lo visto el año pasado. La sensación de «Pay to Win», y un diseño de mapas más pobre hacen que el juego se sienta como una versión inferior de Black Ops III.

Por tanto, si vuestro interés en la saga está en la parte PvE, ya sea en la campaña o en los zombies, Infinite Warfare os encantará. Si lo que buscáis es darle el relevo a Black Ops III, igual es más recomendable seguir con la entrega del año pasado. Sea como sea, al menos estamos ante un juego más que sólido lleno de contenido, que los fans de los FPS en general disfrutarán sí o sí.

8

Nos consolamos con:

  • La campaña es sencillamente espectacular.
  • Personajes e historia bien construidos.
  • Las secciones a bordo del Jackal.
  • La estética ochentera y de peli de serie B del modo Zombies.

Nos desconsolamos con:

  • Reducción del multijugador local de 4 a 2 usuarios.
  • Las cajas de suministro.
  • El diseño de mapas del multijugador.

Ficha

  • Desarrollo: Infinity Ward
  • Distribución: Activision
  • Lanzamiento: 04/11/2016
  • Idioma: Textos y voces en Castellano
  • Precio: 69,99 €

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