Los duelos de espada molan. Esa lucha de estilos, fuerza y hasta mentalidad. Ya sea en películas, animes o videojuegos, cuando hay espadas de por medio, es imposible aburrirse. Por eso, se ha intentado replicar la intensidad de estos combates en Realidad Virtual, pese a que siempre habrá un ingrediente que no tendremos: el feedback físico. ¿Cómo chocar espadas si no hay nada que nos demuestra la fuerza de nuestro oponente?
Algunos juegos han optado por obviar este apartado y obligarnos a simularlo basándonos en físicas, como Blade and Sorcery. Otros han creado un sistema más dinámico, como Until You Fall. Y Broken Edge ha optado por reconocer esta limitación, pero diseñar todo el juego en torno a ella.
¿Y si las espadas se rompieran al impacto? Esa es la pregunta que se hicieron los chicos de Trebuchet a la hora de plantear este juego de 1 vs 1. Con un fuerte énfasis en plasmar diferentes estilos de combates con espadas y el multijugador, ¿puede realmente funcionar? Y lo más importante, ¿tendremos al fin un juego de lucha de calidad para la VR? Afilad vuestro arma… ¡y en guardia!
El arma ha tenido un fallo catastrófico
A simple vista, Broken Edge parece un juego de peleas de espadas más. De los que te pones a menear las manos siguiendo la milenaria técnica de Los Simpsons, y a arrasar con el rival. Sin embargo, hacer eso será como hacernos el harakiri. En el título encarnamos a los espíritus de varios tipos de luchadores claramente reconocibles. Está el caballero medieval, la duelista francesa en plan Mosqueteros, un bárbaro que bien podría ser compañero de Guts de Berserk o el clásico samurái.
Cada uno no sólo tienen espadas y accesorios diferentes, sino una forma única de comportarse. Aprenderla es clave si queremos alzarnos con la victoria, con que una visita al Dojo con cada clase es totalmente imprescindible. De manera general, Broken Edge se centra en el choque de espadas. Al cruzarse, ambas se romperán por el punto de impacto en una espectacular explosión. ¿La estrategia? Romper más de la espada del rival que él de la nuestra.
Los luchadores tienen una energía asociada a la espada, que funciona como nuestra barra de vida. Mientras esté esa barrera, no podrán matarnos de manera convencional. Así que nos toca vaciar ese medidor a base de romper la espada del oponente, para luego asestar el golpe mortal.
Como en un juego de lucha tradicional, las peleas se dividen en rondas. A su vez, las rondas tienen mini-encuentros. Poco a poco ambos personajes se irán acercando (desde nuestra perspectiva siempre es el rival para evitar mareos), hasta que estemos tan cerca que la confrontación sea inevitable. Tras un golpe, ya sea a la espada principal, los accesorios o incluso al oponente, nos separaremos para volver a empezar el ciclo. Así hasta que uno de los dos luchadores muera… Otra vez, que para algo somos espíritus.
Tu arma, mata
Si sólo nos centramos en esquivar los golpes y romper la espada del rival, lo más probable es que perdamos contra los oponentes más duros. La clave de Broken Edge es emular el estilo marcial de espadas de nuestro personaje, en vez de menear el arma al tuntún. Esto es lo que se conoce como «exaltar» el arma, o lo que es lo mismo, que se ponga en llamas. Al hacerlo, haremos mucho más daño en el corte a la espada del rival, e incluso podremos saltarnos su barrera para matar al rival de un sólo golpe.
Cada luchador exalta su arma de una manera distinta. Así, el caballero medieval tiene que apuntar el filo o la punta de la espada a su rival, como hemos visto en tantas películas de templarios… O como si imitáramos al bueno de Obi-Wan. ¿Somos unos samuráis? Pues a practicar la calma, manteniendo una postura tras un movimiento unos momentos, para luego hacer el corte al más puro estilo anime. Si preferimos movernos sin parar, entonces el «bailar» con las espadas del estilo persa, o el juego de pies hacia delante y atrás del duelista serán nuestros grandes amigos.
Ahí no acaba la cosa, ya que también tenemos movimientos especiales para realizar un ataque mortal que protege nuestra espada, recargar la nuestra más rápidamente o crear un escudo protector para ese encuentro. Cada luchador los activa de una forma distinta, teniendo que medir el riesgo-recompensa de usarlos en mitad de un combate. Así que lo dicho, el dojo es esencial, o no sabremos desatar el potencial de cada una de las clases. Esta es otra forma en la que Broken Edge recuerda irremediablemente a los juegos de lucha, algo que me fascina.
¡En guardia!
Parece que he soltado mucha chapa, pero todo este entrenamiento es esencial antes de saltar al campo de batalla, que es donde todas las mecánicas brillan con luz propia. Broken Edge tiene un modo individual al estilo de los clásicos arcades de lucha. Nos enfrentamos a cada uno de los 6 personajes, teniendo que superar un número de rondas seguidas sin que se recargue nuestra energía entre ellas. El oponente, por su lado, con matarnos una vez es suficiente para que perdamos.
Este modo es divertido, al ir desbloqueando niveles de dificultad cada vez más altos, para así ir viendo tácticas y estrategias que podemos ir usando. Además, es necesario completarlo mínimo una vez para desbloquear la clase del Tirano. Sirve como el villano, además de tener un estilo de juego muy peculiar: hay que dar mandobles cortos y lentos para aprovechar su poder. La pose típica de malo malísimo para desatar nuestro ataque especial es una maravilla.
Ahora bien, donde Broken Edge muestra su mejor cara es en el multijugador online. Es totalmente Cross-Play, usando un sistema de claves para crear las salas. Por ahora no hay chat de voz, pero llegará en las primeras actualizaciones. En este período antes del lanzamiento he combatido principalmente contra José Miguel Rodríguez de PCMGAMES, y la conexión ha sido estupenda.
La IA es buena, pero luchar contra un humano es mágico. Lo impredecible que es nuestro rival no lo puede replicar una máquina, haciendo mucho más interesantes los combates. Me he tirado alguna sesión de más de una hora luchando, y se pasa el tiempo volando. A veces es mejor ir a por la espada, o usar una de las armas secundarias para parar un golpe especial. Otras, hay que intentar arriesgarse e ir a por un golpe mortal con el arma exaltada. Ese constante tira y afloja, leyendo los movimientos del oponente, para luego contrarrestarlo, nos hace sentir que estamos en un gran duelo.
Los escenarios de fantasía en los que luchamos ayudan a ese sentimiento de espectacularidad. Broken Edge es un juego que entra por los ojos, y sabe vender el espectáculo que debe ser ver luchar a un samurái contra un bárbaro. Todo está cuidado al máximo, para saber que prácticamente todo gira en torno a cortar, cortar y cortar. Incluso en los menús nos movemos cortando velas, lo cual es un toque genial.
Tu arma no pasa el corte
Por lo general, Broken Edge funciona de maravilla siempre, pero hay varios problemillas. Primero, el tracking a veces no funciona demasiado bien. He notado que un brazo se quedaba pillado durante unos momentos. No sé si por intentar colocar el brazo en una posición extraña o por otro motivo. No molesta mucho, pero sí hace falta afilar un poco el filo en este apartado.
La otra gran pega está en el requerimiento para jugar en condiciones: el espacio físico. Broken Edge quiere que nos movamos hacia delante o los lados físicamente para esquivar los espadazos del rival y asestarle un golpe mortal. ¿Tenemos poco espacio? Pues se limita nuestro movimiento, pudiendo ponernos en clara desventaja frente a otro rival. Eso por no mencionar cómo puede peligrar todo a nuestro alrededor al motivarnos cuando nos flipamos como un samurái… Me lo han contado, no he sido yo el que ha dado una leche al armario. ¡Menos mal que no tenía una espada de verdad en la mano!
Conclusión
Broken Edge tiene un diseño sencillamente brillante. Ha logrado coger una limitación obvia del medio, como es la falta de feedback físico para recrear un choque de espadas, para darle la vuelta y crear un juego de lucha único. No sólo uno que se ve fenomenal, sino que tiene una profundidad increíble para crear un gran título de lucha. Sus diferentes clases y cómo nos obligan a pelear emulando un estilo real no sólo nos permite fliparnos al máximo, sino crear estrategias únicas.
Gracias a su atractivo precio y lo bien que funciona, estoy deseando ver los duelos de la gente en el online. Sé que sólo serviré para que me ensarten para probar sus armas (alguien tiene que ser el saco de arena de Forjado a Fuego) a poco que salgan buenos espadachines, pero quiero estar ahí.
Había habido intentos antes de tener el género de la lucha en VR, pero Broken Edge es el primero que realmente lo consigue, y de qué manera. No sólo estamos ante uno de los mejores sistemas de combate cuerpo a cuerpo de la Realidad Virtual, sino ante una nueva joya destinada a robarnos las horas en incontables sesiones multijugador.
Nos consolamos con:
- Audiovisualmente es todo un espectáculo
- La idea del corte de las espadas es brillante
- Cómo nos anima a emular a los caballeros, samuráis y demás clases
- Increíblemente satisfactorio al aprender más sobre cada personaje
Nos desconsolamos con:
- Requiere de más espacio físico que otros juegos para jugar en condiciones
- Algún que otro fallo en el tracking
- Si no vais a jugar online, no hay mucha chicha en el modo individual
Análisis realizado gracias a un código de Meta Quest 2 ofrecido por Fast Travel Games.
Ficha
- Desarrollo: Trebuchet
- Distribución: Fast Travel Games
- Lanzamiento: 17/11/2022
- Idioma: Textos en Castellano
- Precio: 9,99 €
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