Como cada año, Assassin’s Creed intenta reinventarse a sí mismo con una nueva entrega, lo que comienza a generar cierto resquemor entre el populacho, sobre todo entre aquellos que ni siquiera están interesados en hincarle el diente; de hecho son los más críticos, curioso. Ubisoft hace bastante oídos sordos a todo esto, y parece que la proporción de títulos que aparecen de la saga durante un año fiscal van a la par con la proporción de voces críticas que, infundadas o no, vierten sin cuartel toda su bilis sobre una saga que está lejos de querer morir, aunque solo sea para tocar los cojones a aquellos que lo critican sistemáticamente.
Muchos se quedaron en Asssassin’s Creed III, y les comprendo, jamás he sido capaz de terminar una de las propuestas más pretenciosas de la saga. Muchos huyeron y jamás volvieron perdiéndose aventuras tan maravillosas como Assassin’s Creed IV Black Flag y Assassin’s Creed Rogue, categorizados como dos de los mejores juegos de toda la saga. Lamentablemente, cuando parecía que el prestigio de la saga volvía a dar señales de vida, llegó Assassin’s Creed Unity, el primer título de la franquicia para consolas de nueva generación y con él se armó la gorda.
El juego llegó al mercado repleto de bugs, con fallos la mar de divertidos y con una optimización del todo vergonzosa. Ya tenían la excusa perfecta para ridiculizarlo en público y quemarlo vivo (de nuevo aquellos que siquiera querían acercarse). Assassin’s Creed ya era la peor saga de la historia. Todo era solventable, claro, y el parche no tardó en aparecer, transformado a Assassin’s Creed Unity no solo en un título jugable, sino disfrutable hasta decir basta. Pero el “San Benito” ya lo tenía colgado y sería imposible quitarlo, convirtiéndose en el nuevo meme de la industria.
Para el mundo entero, Assassin’s Creed Syndicate aspiraba únicamente a no repetir los mismos fallos que Unity, puesto que su prestigio ya estaba totalmente destruido. Ubisoft, probablemente con el trabajo ya hecho en ese aspecto, no se arrugó y siguió adelante pese al aluvión de críticas y pese a un temprano leak que situaba la nueva entrega en la Londres Victoriana del siglo XIX. Aún con todo este escenario catastrófico, el estudio encabezado por Yves Guillemot se antepuso a esta situación, innovando una vez más la forma de jugar a Assassin’s Creed, añadiendo lo justo y necesario para que los fans acérrimos tengan lo que necesitan, fanservice y muchas cosas que hacer en escenarios fabulosamente recreados, una vez más.
Nueva ambientación, nuevos asesinos y más templarios
Como he comentado antes, Assassin’s Creed Syndicate fue revelado a los pocos meses de que Unity llegase a las estanterías de los true core gamers de la saga. Ubisoft Quebec, el estudio canadiense encargado de los DLC La Tirania del Rey Washington (AC3) o Grito de Libertad (ACIV:BF) sería el estudio principal en el desarrollo de una aventura situada en la Londres Victoriana del siglo XIX. Esto significaba añadir toda una serie de elementos inéditos en la saga hasta el momento, y es que la Revolución Industrial trajo muchos de los avances más importantes para la humanidad, como el ferrocarril o el teléfono. No era descabellado pensar que veríamos a grandes personalidades como Alexander Graham Bell, Charles Darwin o Karl Marx e incluso a Jack El Destripador. No nos equivocamos si decimos que estos son solo algunos de los protagonistas históricos que veremos en la nueva aventura protagonizada por un dueto: los hermanos Jacob y Evie Frye.
Jacob e Evie son asesinos de nacimiento entrenados en el seno de los Asesinos Británicos. Esta organización se remonta al siglo XVI donde, siglos más tarde entablaron relaciones con los Asesinos del Caribe (guiño guiño). Desde entonces, la batalla entre Templarios Británicos y los asesinos de Gran Bretaña avanza hasta situarse en el año en el que se desarrolla Asssassin’s Creed Syndicate. En esta nueva vuelta de tuerca de la franquicia, un templario domina y maneja a su antojo la ciudad más evolucionada del mundo. Responde al nombre de Crawford Starrick y tiene un talante natural para infundir miedo: una mirada penetrante, una determinación pasmosa y un fabuloso mostacho.
Nuestra pareja de héroes son dos peones más a las órdenes de los Asesinos Británicos y ambos son enviados en una nueva misión para hacerse con un Fragmento del Edén detectado en un laboratorio subterráneo. La misión fracasa y ambos deciden recuperarlo por su cuenta, sin recibir más órdenes que las que dictamina su corazón. Para lograr tal empresa, los hermanos Frye deciden romper con el credo y crear su propio Frente Anárquico para recuperar el artefacto y liberar a Londres de la tiranía de Starrick. Para ello, ambos hermanos crearán una organización llamada Rooks, que no son más que una banda de brutos y maleantes que pelearán contra el orden establecido por los Blighters en las calles de la ciudad. Assassin’s Creed Syndicate se basa en erradicar esta supremacía templaria y asesinar, como no, a los hombres de confianza de Starrick hasta llegar al mismísimo lugarteniente.
Es la primera vez en toda la trayectoria de la saga que podemos jugar tanto con un hombre como con una mujer en un mismo juego, y para ser sincero, apenas he notado diferencias jugables entre unos y otros más allá del aspecto visual (obvio) y sus personalidades, tan marcadas y diferenciadas. Jacob Frye es, por una parte, el carácter guasón, burlón y atrevido del linaje. Su personalidad confiada y servicial con las mujeres pondrá en peligro la misión principal, aunque muestra una determinación implacable cuando alguien le traiciona. Por otra parte, Evie Frye es toda determinación y meticulosidad. No se fía de nadie más que ella y se muestra fría y distante con todo el mundo, aunque debajo de esa coraza, se encuentra una mujer sensible y dispuesta a ayudar por una buena causa. Este es otro punto en el que Ubisoft rectifica ante el carácter plano y poco convincente de Arno Dorian en Assassin’s Creed Unity.
En la parte templaria, encontramos al ya presentado Crawford Starrick y su mano derecha, la también templaria Lucy Thorne. Después llegarán otros miembros de la organización que se ocupan de otras parcelas muy importantes de la ciudad de Londres, como es la red ferroviaria, los hospitales o las telecomunicaciones. Sin duda, Assassin’s Creed Syndicate tiene un setting maravilloso y una impecable caracterización de todos los personajes, homogéneo y contundente.
Londres, la ciudad más evolucionada del mundo
El setting de Assassin’s Creed Syndicate propone un reto a todos los niveles. Hemos visto como Ubisoft se ha desenvuelto bien llevando a Altaïr a caballo, Ezio en góndola o los Kenway en barcos, hemos visto como con Watch Dogs manejábamos a la perfección entornos más modernos así que la revolución industrial no debería ser un problema para la compañía a la hora de introducir trenes o carruajes y así nos lo han hecho ver en los primeros vídeos con gameplay donde éstos avances tecnológicos estaban a la orden del día.
Por una parte, viviremos situaciones que se van a desarrollar en lo alto de un tren, en sus interiores, en estaciones ferroviarias; pero también tomaremos prestados decenas de carruajes para perseguir a personas que tienen información valiosa para derrocar el régimen de Crawford Starrick. Estos son los elementos que más resaltan en esta nueva entrega de la saga y, si algo hay que reconocer a Ubisoft, es el magnífico trabajo a nivel cultural e histórico que hacen en cada uno de sus juegos. Así pues, veremos a héroes, villanos y celebridades de la época integrarse en un todo muy sólido y arraigado. Graham Bell será nuestro Leonardo da Vinci particular que no dudará en equipar sus nuevos inventos a nuestra hoja oculta y/o atuendo. Charles Darwin no parará de perseguir sucesos extraños relacionados con el templario Starrick y el novelista Charles Dikens nos dará las misiones más divertidas, las del Club Fantasma que investiga asesinatos Made in Cuarto Milenio.
Lo más destacable de AC Syndicate es que ya no nos encontramos ante una ciudad limitada a una sincronización con el Animus. Tenemos ante nosotros una ciudad completa para explorar y desarrollar. ¿Hay atalayas? Claro, pero hay muchas menos y su uso es exclusivamente para desbloquear misiones secundarias y coleccionables.
Cuando Assassin’s Creed quiere ser GTA
Haciendo memoria histórica, el primer título de la saga fue criticado por su monotonía y poca variedad de misiones. Luego llegó Assassin’s Creed 2 y lo partió todo en mil pedacitos para crear nuevas y varadas misiones, más allá de matar templarios y recoger estandartes. A medida que ha ido pasando el tiempo, los distintos tipos de misiones se han ido ampliando hasta llegar al absurdo. Assassin’s Creed Syndicate ha reducido drásticamente el tipo de misiones secundarias para dar paso a las Misiones de Lealtad. Este tipo de misiones dan reputación con un personaje aliado concreto, otorgando distintos tipos de nivel de lealtad. Superar cada misión de un “socio” nos da reputación, y si conseguimos subir de nivel con dicho aliado, obtendremos un arma, armadura o patrón para crear a modo de premio. Cada aliado tiene un total de 5 niveles de lealtad.
Por lo tanto, olvídate de misiones absurdas repartidas por todo el mapa, o más que absurdas, fuera de contexto. Ahora las misiones que nos aparecen tienen un porqué y una finalidad, quizás por ese motivo nos pueden llegar a parecer un poco repetitivas. ¿Por qué recuerda esto a GTA? Porque la forma de recibir las misiones será al más puro estilo Rockstar, yendo a visitar al personaje en cuestión, interactuando con él en ese mismo momento, ya sea salvándole el culo o terminando aquello que nuestro socio no es capaz de terminar.
Pero eso no es todo, porque la ciudad de Londres es una ciudad abierta y accesible desde el minuto uno (es importante remarcarlo). Esto significa que no tendremos que subirnos a decenas de atalayas para desbloquear zonas de mapa, ni tampoco la historia nos limitará el acceso a un distrito concreto. Solos libres de viajar de norte a sur, de este a oeste por la capital de Gran Bretaña. Y si cruzar de punta a punta la ciudad puede llegar a ser muy tedioso, podemos echar mano de los fabulosos carruajes que hay dispuestos por toda la ciudad. Segundo punto que me recuerda poderosamente a Gran Theft Auto: podemos robar todos los carros que queramos. Los hay más rápidos, lentos, fuertes o endebles, incluso podemos toparnos con carruajes de la policía e iniciar divertidísimas persecuciones donde podemos embestir carrozas enemigas contra la pared o derribar a sus caballos para escapar airosos de la persecución.
Cuando Assassin’s Creed quiere ser Batman
No lo voy a negar, Assassin’s Creed Syndicate arranca lento y mal, las primeras sensaciones no son buenas porque el juego ha empeorado muchísimo en animaciones, dando una sensación bastante antinatural. Donde más se nota es en el combate, ya que nuestros protagonistas se mueven de forma excesivamente rápida y se encorvan de una forma un tanto peculiar. Tardo en adaptarme a la nueva situación y al hecho de que el combate ha sido simplificado una vez más. Ahora las peleas se basan, exclusivamente, en aporrear el botón Cuadrado o X en Xbox One, Círculo/B para esquivar y X/A para romper la defensa de nuestros enemigos. No hay más donde picar, aporrea el botón de acción y esquiva cuando se presente la ocasión… ¡Ah! Y pulsa Triángulo/Y si ves que alguien va a dispararte para evitar que te alcancen.
¿Qué ocurre con esto? Que como jugador te obligas a buscar una alternativa mucho más satisfactoria, y aquí es donde entra el sigilo y la estrategia. Assassin’s Creed Syndicate tiene un componente muy importante en este aspecto ya que puedes hacerte cualquier misión sin ser visto, todo es recrearte un poco. Gracias a esto y al nuevo artilugio que Graham Bell incorpora en nuestra hoja oculta – el Gancho – nuestras incursiones en campo enemigo se volverán la mar de divertidas, ya que iremos aniquilando enemigos de forma sigilosa y estratégicamente articulada para luego escapar anclando nuestro gancho a lo alto de un edificio y ascendiendo a este en cuestión de segundos, y así volver a repetir el proceso pero por otro flanco. Además, podremos lanzar mortales cuchillos, bombas de humo o dardos alucinógenos que volverán locos a los miembros de los Blighters. Muy Arkham, ¿no os parece?
Pero eso no es todo, porque hay otros elementos marca de la casa que no pueden faltar para esconderse y aniquilar enemigos desde las sobras. Sin excluir las coberturas implementadas en Unity o el clásico silbido para atraer guardias que nos impiden llegar a nuestro objetivo. El gancho no es algo nuevo, se trata de una característica implementada en Assassin’s Creed Revelations donde Ezio se ayudaba para llegar más rápido a las zonas altas y lo usaba, además para moverse por las distintas tirolinas que se incluía en su aventura. Aquí podemos usar el gancho para desplazarnos tanto de forma vertical como horizontal y desplazarnos de forma rápida y veloz por Londres. ¡Es una gozada, joder!
Y el clímax absoluto llega con las misiones principales en las cuales nuestro objetivo es poner fin a la vida de un pez gordo de Starrick. Son en este tipo de misiones – exclusivamente – donde Assassin’s Creed Syndicate nos propone diversas opciones a elegir para cumplir con nuestro asesinato, ya sea obteniendo una llave maestra que nos lleva directamente a nuestro enemigo o bien interactuando con el entorno. Hay más opciones y son todas tan divertidas que cepillarás el mapa entero, lograrás cualquiera de las variantes que se te propongan y culminarás de la forma más sorprendente el magnicidio. Y esto es algo que me ha sorprendido y he gozado como nunca.
Cuando, ante todo, es Assassin’s Creed
Igual a estas alturas de la lectura ya te has percatado que no estamos ante un simple reskin del último Assassin’s publicado y que incluye variantes la mar de jugosas y divertidas. Esto no quita que el juego siga siendo Assassin’s Creed al uso y añada un montón de coleccionables y secretos que descubrir en la ciudad de Londres. Como en previos juegos, tendremos cofres a mansalva repartido por todos los distritos de la ciudad, Flores Secas que encontraremos dentro de libros repartidos por toda la ciudad y que desbloquearán colores para nuestras túnicas; Botellas de Cerveza a nivel coleccionista borrachuzo, la Correspondencia Real o los Carteles Históricos son ese tipo de objetos que te harán “patearte” la ciudad en busca de tu merecido trofeo.
Como no podía ser de otra forma, tenemos un montón de misiones secundarias basadas en la invasión de zonas dominadas por los Blighters. Cada distrito está dividido en secciones y cada sección tiene una misión que completar. Generalmente todas se basan en matar a todos los enemigos y liberar a civiles sensibles a formar parte de nuestra propia banda, los Rooks. Una vez limpiada la zona, una porción del distrito será tierra de nadie y si conseguimos hacer todas las misiones de un distrito, aparecerá la gran batalla contra el líder de esa zona específica, si logramos acabar con él, la presencia de los Blighters será nula y los Rooks dominarán las calles. Esta fórmula no es nueva, dominar territorios en Assassin’s Creed es algo que hemos visto desde hace muchas entregas y no aporta nada fresco o novedoso aunque si hay alguna novedad a modo de mecánica, como es el hecho de ejecutar secuestros, los cuales obligan a nuestro objetivo subirse a un carruaje y conducirlo hasta un aliado, que le extraerá la información necesaria para acabar con el dominio de Starrick.
Como acabo de decir, Assassin’s Creed Syndicate incorpora en cada una de las misiones, principales y secundarias, unos objetivos concretos para completar al 100% un recuerdo y conseguir así experiencia y dinero extra, además de dejar el camino ya hecho para conseguir el trofeo más complicado del juego, a mi modo de ver. Esta fórmula se introdujo inicialmente en Assassin’s Creed Brotherhood y la verdad es que se agradece enormemente que existan, porque nos obliga, en cierto modo, a exprimir de una forma más satisfactoria cualquier misión que se nos plantea en el juego.
Otro elemento en común con los últimos Assassin’s Creed, también llegados desde aquel fabuloso Assassin’s Creed 2 es la posibilidad de tener y ampliar nuestro centro de operaciones. En las últimas entregas nos acostumbremos a reformar enormes mansiones e incluso villas enteras, pero ahora la cosa está mucho más “apretada” y nuestro centro de operaciones es un tren que no para de viajar por toda Londres. Y cómo mejoramos un tren, te preguntarás. Bien, la “propietaria” de Bertha (así se llama nuestro tren) es Agnes MacBean que nos dará misiones concretas para mejorar nuestro medio de transporte y HQ a la vez.
Existe un tipo de coleccionable, las Cajas de Música que desbloquean el llamado Secreto de Londres. No quiero desvelar demasiado sobre esto, solo decir que se trata de un secreto muy común desde Assassin’s Creed II que se repite en cada uno de los juegos. En este caso, tenemos que localizar 11 cajas de música repartidas en cualquier lugar de Londres. Una vez conseguidas, podremos acceder a un secreto que los más fanáticos de la saga alucinarán, y más con el poder que otorga a Evie Frye. ¡Y hasta aquí puedo decir!
Crea, mejora, ¡pero no pagues por dios!
Como ya ocurría con Assassin’s Creed Unity, podremos asignar puntos de habilidad a nuestros protagonistas una vez completemos misiones o realicemos actividades por toda Londres. Estos puntos de habilidad desbloquearán nuevas habilidades y ayudas, ya sea en forma de ventajas en combate como en infiltración. Conseguir nuevas habilidades nos permitirá subir de nivel y con esta subida, la posibilidad de equiparnos con mejores armas y armaduras para afrontar la aventura que se nos presenta en Syndicate. A mí, personalmente, no es un sistema que me provoque demasiado dolor de culo, sí es verdad que anteriormente, podías comprar cualquier tipo de arma o armadura y equipártela siendo el dinero el único inconveniente para ser un asesino implacable. El verdadero PERO que le veo a este sistema es que, indistintamente si jugamos con Jacob o Evie, la experiencia adquirida se aplicará a ambos, haciendo indistinta nuestra selección a la hora de jugar con un personaje u otro.
De nuevo, el sistema de doble restricción aparece en el nuevo Modo de Creación, donde podemos conseguir nuevas armas, cinturones, hojas ocultas, atuendos o mejoras de accesorios a través de su creación por medio de todo tipo de ingredientes y/o patrones. De nuevo la doble restricción aparece cuando un arma solo la podemos conseguir a ciertas alturas de la aventura, o consiguiendo un patrón limitado a un determinado nivel. Y cuando logramos superar esta limitación, ya con el arma creada o el patrón conseguido, descubrimos que no podemos equiparnos dicho ítem si no tenemos el nivel requerido. Sin duda es una de las modas más extendidas en los videojuegos de este tipo, y sin duda le hace un flaco favor a un nuevo modo que podría haber dado mucho más juego.
También podemos mejorar a nuestra banda, los Rooks, asignando habilidades especiales tales como el uso de armas de fuego, conseguir mercancía más económica, reclutar miembros más poderosos, etc. Las mejoras no se activan con puntos de habilidad, sino con dinero y con materiales específicos. ¿Cómo se consiguen los materiales y/o patrones? Muy sencillo, abriendo cofres, robando a enemigos, completando misiones de lealtad o recibiendo recompensas de los personajes más menudos de Assassin’s Creed Syndicate. Y es que todo está retroalimentado en este juego, donde cada acción o misión implica algún tipo de mejora para nuestros personajes o banda.
Claro que, puedes ser uno de esos especímenes que debería desaparecer de la faz de la tierra que paga con dinero real materiales (microtransacciones) o mejoras instantáneas del juego, cargándote de un plumazo cualquier tipo de experiencia o clímax. Solo espero que este sistema de conseguir potenciadores de experiencia y/o dinero a costa de tu dinero real, desaparezca definitivamente de la saga y de la industria del videojuego.
Conclusión
Assassin’s Creed Syndicate no es un capítulo obviable en la saga. Para mi representa una base a tener en cuenta de cara al futuro y creo que es el punto de partida perfecto para empezar a plantear cómo debería ser los próximos títulos de la saga. Creo que ahora se deben de poner manos a la obra con las animaciones y dotar a un asesino de la rapidez y fluidez que merece de cara al combate. Ubisoft debe dar carpetazo a los movimientos ortopédicos e irreales y crear algo mucho más dinámico y vistoso, donde la velocidad de movimiento se funda con animaciones realistas para crear un sistema de combate interesante y atractivo. El resto debe mantener las señas de identidad de la saga e integrar cada época en el universo Assassin’s, manteniendo la fidelidad de la época y el perfecto setting. Y en eso no hay discusión, está todo perfectamente fundido.
Bien es cierto que tras el fatídico desenlace de Desmond Miles y la parte del mundo presente que envuelve a Assassin’s Creed va cuesta abajo y sin frenos y creo que ya no hay quien pare esta mierda. Esto le viene bien a Ubisoft, la verdad, porque se puede permitir crear historias sueltas e inconexas que alargan un poco más el chicle de la saga y pueden despreocuparse de si en el mundo “real”, en el presente, pasa algo interesante. A nadie le importa una mierda si Rebecca Crane o Shaun Hastings respiran o no, o cuál es su misión en Assassin’s Creed Syndicate, ambos aparecen cuatro veces contadas y podrían perfectamente desaparecer, nadie les echaría de menos. Por el contrario, he disfrutado como un enano de la historia principal del juego y de la personalidad de protagonistas y enemigos, todos muy carismáticos y perfectamente representados. Menos mal que la parte moderna solo ocupa unos minutos de mi tiempo y paso el 95% divirtiéndome.
A nivel jugable se han añadido muchas mejoras, como el garfio, que es la mejor cosa que le podía pasar a la saga en los últimos años, pues le otorga velocidad y dinamismo a la infiltración. Esta modalidad de juego es la que creo que sale reforzada de forma considerable. Dicho todo lo que he dicho del combate, me centro en disfrutar el juego de otra forma mucho más adictiva y gratificante, sintiendo por momentos como si jugara a un título de la serie Batman Arkham. Por lo demás, misiones marcad de la casa y diversión asegurada con las carreras de carruajes, para mí, de lo más vistoso y divertido de esta nueva entrega.
En definitiva, la historia y ambientación de Assassin’s Creed Syndicate es fabulosa (OMG el Támesis), es divertido de jugar aunque tarde en arrancar y ofrece una variedad significativa de misiones y posibilidades en las mismas. He de decir que se nota que hay menos implicación que en Assassin’s Creed Unity a nivel de presupuesto, ya que han recortado contenido, han suprimido el modo cooperativo online (en realidad era un despropósito) y en general se ve algo menos trabajado, pero sorprendentemente, es un conjunto que funciona muy bien y termina siendo adictivo a más no poder.
Nos consolamos con:
- Ambientación fabulosa
- Protagonistas, personajes históricos y templarios acordes y con un fuerte carácter
- fanservice relacionado con Assassin’s Creed en general y más con el cuarto capítulo
- El garfio es la mejor cosa
- Poder terminar una misión de asesinato de diversas maneras
- Libertad en el mapa desde el minuto uno
- Las carreras de carruajes
- Muchas cosas que hacer, como siempre en un AC
Nos desconsolamos con:
- Arranca mal y lento
- El combate es simplón, nos obliga a ir de sigilo siempre, no aporta nada atractivo
- Algunos bugs menores, nada preocupante
- Las habilidades de Jacob y Evie se logran por igual, eso le resta interés por jugar con un personaje u otro
- Las jodidas microtransacciones
- El Modo Edición se queda en nada ante las dobles restricciones
Ficha
- Desarrollo: Ubisoft Quebec
- Distribución: Ubisoft
- Lanzamiento: 23/10/2015
- Idioma: Castellano
- Precio: 59,95€
SoloUnChicoMas says
Curioso que digas que digas que el juego es mas que disfrutable luego del primer parche, ya que ahora si mal no recuerdo va por el numero 5 y aun no puedo jugar sin un stuttering insoportable cada 2-3 segundos luego de alguna cinematica o tal vez solo te referias a las consolas..
R9 270X
FX 8350
8GB RAM
Ricard Vergés says
Desde luego en mi PS4 lo es, en PC no entro. Ahí ya desconozco su optimización y cómo puede llegar a funcionar con los distintos componentes de cada PC.
leonardo says
tengo el juego en pc lo jugué todo diciembre y complete toda la historia y todas las misiones secundarias hasta alcanzar nivel máximo.
Pero en enero empece una nueva partida otra vez pero el nivel de los socios ya estaba al máximo y no me lo sube mas y hago las misiones pero no sube y las mejores armas y trajes y diagramas están bloqueados que hago