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Arashi: Castles of Sin

Arashi: Castles of Sin

Un género que poco a poco va llegando a la Realidad Virtual es el del sigilo. Ya hemos tenido un juegazo en la forma de Phantom: Covert Ops, y hay otras opciones bastante interesantes como Espire 1: VR Operative. Sin embargo, todos se basan en el espionaje moderno, usando armas de fuego para acercarse a lo visto en Splinter Cell o Metal Gear.

Dentro del género, una saga mítica donde las haya es Tenchu, al convertirnos en ninjas que deben acabar con sus objetivos sin ser descubiertos. Ahí entra en juego Endeavor One, un estudio formado por veteranos de la industria, que nos quieren convertir en shinobis gracias a la Realidad Virtual con Arashi: Castles of Sin, en exclusiva para PSVR. Preparad los Move, afilad la katana y acariciad a vuestro perrete/lobo, que ha llegado la hora de dar caza a nuestros objetivos.

La historia de Arashi: Castles of Sin es lo más básico del juego, al ser poco más que un pretexto para ir de una misión a otra. Básicamente, un grupo de señores feudales más malos que el hambre han acabado con todo el grupo conocido como Marea Azul, asentándose en el proceso en una serie de castillos. Así que, nos tocará ir a eliminarlos uno a uno como venganza del clan, al mismo tiempo que vamos descubriendo más sobre cada villano y su líder. No es que sea memorable, pero al menos nos dan motivos para odiar a cada objetivo, al tener sádicos que violan sin miramientos, otros que queman los campos a su paso y otros a los que les encanta ver morir a sus víctimas entre grandes dolores. Vamos, ninguno con el que irse a tomar un té para pasar una tarde agradable.

Arashi Castles of Sin

Moviéndonos entre las sombras

Ya voy adelantando que Arashi: Castles of Sin tiene varios problemas importantes, pero si hay algo que clava bastante bien es el sistema de movimiento de nuestro personaje, sobre todo teniendo en cuenta las limitaciones que siempre imponen los dichosos PS Move. En primer lugar, contamos con movimiento libre y una especie de teletransporte, que funciona como un salto. Así que, al pulsar el botón Move izquierdo, éste se convertirá en una especie de joystick virtual. Si además pulsamos el gatillo, empezaremos a correr, provocando ruido y gastando nuestra resistencia, así que hay que usarlo con cuidado.

Con el Move derecho activaremos el indicador de salto, que nos permitirá movernos rápidamente a un punto algo alejado de nuestra posición, de manera similar al clásico teletransporte en la VR. Al combinar el movimiento libre con este salto, se nos da mucha versatilidad, al poder saltar de tejado en tejado, escalar por obstáculos, y al mismo tiempo, movernos libremente.

Además, contamos con el clásico giro (tanto por grados como suave) usando los botones de dirección del mando, y otro para agacharnos. A todo esto hay que sumar la posibilidad de escalar ciertas superficies, pulsando los gatillos al estar en contacto con el objeto en cuestión, sin importar el arma que tengamos en las manos, lo que hace todo mucho más directo. De hecho, el sistema del inventario de Arashi: Castles of Sin es bastante bueno, al permitirnos cambiar entre las diferentes armas, pero siempre tendremos un acceso rápido a la katana y al gancho, las herramientas que claramente más usaremos.

Arashi Castles of Sin

Junto a la katana y el gancho, tendremos otras armas como el shuriken o el arco para matar a distancia, la cerbatana para noquear a un guardia, o las granadas de humo para hacer lo propio con varios de golpe. Sin embargo, nuestra mejor herramienta también será nuestra mejor amiga: la loba Haru.

En casi todo momento nos acompañará, pudiendo darle órdenes para que cree una distracción, o para inmovilizar momentáneamente a un enemigo que no está en estado de alarma. Así que, en Arashi: Castles of Sin tendremos un amplio arsenal para completar nuestras misiones, que se combina con las opciones de movimiento, y sobre todo, un gran diseño de niveles para crear momentos que parecen salidos de Tenchu.

Por ejemplo, podremos ir escondiéndonos en las zonas de hierba alta (representando nuestro estado al hacer invisibles las manos) para evitar a los guardias o acercarnos a ellos y apuñalarles por la espalda, lo cual garantiza siempre una muerte instantánea. Otra opción es ir por las alturas, para lanzarnos y rebanar el cuello a un soldado mientras caemos. El juego nos ofrece múltiples formas de completar cada nivel, así que si bien nuestro objetivo es ir siempre del punto A al punto B del mapa, cómo lo hagamos dependerá de nosotros.

Arashi Castles of sin
Acariciar a Haru es una obligación

Como os podréis imaginar, Arashi: Castles of Sin nos anima a actuar con sigilo, ya que estaremos en desventaja numérica casi siempre. Es por eso que usar el arma/artilugio adecuado es esencial. Según vayamos avanzando, los niveles se irán abriendo más, al mismo tiempo que habrá más guardas y de los que llevan armadura, lo que limita nuestras opciones al no poder usar los shurikens, por ejemplo.

Algo muy bueno que tiene que ha hecho Endeavor One es que, para no romper la ilusión de que somos unos shinobis altamente entrenados, hay un auto-apuntado muy, muy generoso con las armas a distancia. Así que, con simplemente tenerlos en pantalla y hacer el gesto apropiado, acertaremos un golpe letal. Así nos evitamos hacer el ridículo lanzando 50 shurikens y que ninguno acierte, porque sé que es algo que me pasaría.

Gracias a esto, durante las 5-6 horas que dura Arashi: Castles of Sin me sentí como todo un ninja, simulando el gesto de limpiar la sangre de la katana tras cada asesinato, o guardándola luego en la funda tras un buen golpe. ¿Se puede hacer algo de esto? En absoluto, pero como ocurre muchas veces en la VR, «fliparnos» y rolear un poco nos hará disfrutar todavía más la experiencia.

Arashi Castles of Sin
Vamos a meter unas buenas puñaladas traperas en este juego

Explorando que es gerundio

Otro acierto de Arashi: Castles of Sin es cómo nos anima a explorar cada uno de los entornos que visitemos. Aunque cada misión se divide en varias zonas interconectadas entre sí por una pantalla de carga, éstas son bastante amplias. Si sentimos que se nos atraganta una parte, lo más probable es que haya una ruta alternativa con la que evadir a los guardas, ya sea usando el gancho, escalando manualmente o empleando la hierba alta.

Otro motivo es el de conseguir munición para las armas extra. Los shurikens, flechas y proyectiles varios se acaban, por lo que si queremos tener un buen arsenal para estar preparados ante cualquier situación, más nos vale buscar los objetos ocultos que haya en el entorno. Tener de sobra al acabar la misión es bueno, ya que al empezar la siguiente, podremos equiparnos con lo que queramos desde nuestra base (donde ver también estatuas con los modelos de los personajes) en la siguiente fase.

El último motivo es el de los coleccionables, habiendo de tres tipos: árboles malditos a los que acercarnos, cartas que narran la historia del jefazo a por el que vamos y oro oculto que Haru debe desenterrar. Encontrar todo de cada tipo desbloquea una estatua para ver en la cabaña entre misiones, además de darnos un buen trofeo. Esto a su vez nos anima a acabar con todos los guardias en vez de «solo» pasar de largo, permitiéndonos explotar al máximo los entornos tan bien diseñados.

Arashi Castles of Sin

El shinobi no está hecho para luchar

Hasta ahora me he centrado en todo lo bueno de Arashi: Castles of Sin, que no es poco, pero por desgracia, toca ponerse en plan Oni para soltar unos cuantos espadazos. Y justo de katanas va la cosa, ya que como ocurre en Tenchu, el combate es muy, muy malo. Básicamente, tenemos que estar a la defensiva para bloquear o esquivar un ataque, momento en el que luego podemos acertar un espadazo al enemigo. Si no lo hacemos en esta breve ventana de tiempo, bloqueará mágicamente nuestro ataque, reduciendo eso sí su barra de resistencia hasta que ya no pueda hacerlo.

No hay realmente sensación de impacto entre las espadas, y no nos lo pasamos bien combatiendo. En principio podría no suponer mucho problema, ya que sería otra forma (mala) de motivarnos a usar el sigilo. Por desgracia, Arashi: Castles of Sin nos obliga a combatir cuando llegamos a los jefes finales de cada una de las misiones, en peleas demasiado largas y aburridas.

Es cierto que puede haber algo tensión al morir de 3 espadazos, pero los jefes tienen casi los mismos movimientos de ataque que los soldados normales (salvo algún golpe especial, remarcado en morado), y acaba siendo todo soso, plano y aburrido. Basta con moverse un poco hacia atrás todo el tiempo, evitar el ataque, soltar un espadazo, y repetirlo hasta que su barra de vida se vacíe. Sólo el jefazo final del juego se sale un poco de la norma, y no es lo suficiente.

Arashi Castles of Sin
Los jefes finales son de lo peor que tiene el juego, sin lugar a dudas

Si nos quedamos quietos, los enemigos se acercan tanto, que es casi imposible bloquear los golpes, lo que podría haber resultado en algo similar a lo visto en Until You Fall. Otro problema es que, si golpeamos demasiado rápido, a veces no se registra nuestro golpe, lo que puede ocurrir también al ser sigilosos. Así que toca hacer tajos a una velocidad «normal» si queremos tener éxito.

El otro gran problema del juego es la IA, ya que los enemigos en Aragashi: Castles of Sin son más tontos que una piedra. Si estamos en la hierba alta, mientras no haya una luz cerca, seremos totalmente invisibles, aunque estén a un palmo de nosotros. Esto puede provocar situaciones donde se acercan a la hierba alta a investigar, los apuñalamos, lo ve otro compañero, se acerca a investigar, y corre la misma suerte.

Como los cadáveres desaparecen, es muy fácil explotar la IA, eliminando guardas sin preocupación de que su cuerpo vaya a desatar una alarma. Choca mucho también la presencia de Haru, ya que tiene varios bugs en sus movimientos para seguirnos, pero sobre todo, porque es totalmente invisible para los guardas hasta que se pone a aullar cuando se lo ordenamos. Esto puede dar lugar a momentos tan estúpidos como que se ponga delante de un guarda, éste se quede quieto, y no avance hasta que mandamos a Haru a otra posición.

Arashi Castles of Sin

Son elementos que pueden llegar a romper la inmersión, además de ponernos las cosas demasiado fáciles. Entiendo que hacer levantar una alarma cada vez que vieran a Haru sería molesto, pero como poco, reaccionar o esquivarla ayudaría mucho a dar la sensación de estar viviendo algo «real».

La última pega que le veo al juego es la falta de rejugabilidad. No hay puntuación al completar una fase por tiempo, por no haber eliminado a ni un solo guardia o no ser detectados, como es común en muchos juegos de sigilo. Podemos hacerlo nosotros, pero no estaría mal que Arashi: Castles of Sin tuviera estas recompensas integradas de serie.

Echando en falta la potencia de PS5

Pasando a los aspectos técnicos, hay aspectos positivos y negativos. Empezando por lo bueno, el arte de Arashi: Castles of Sin es fantástico. Cada misión tiene lugar en un entorno bastante diferenciado, pudiendo pasar de preciosos bosques a zonas quemadas, o a castillos feudales con sus oscuras mazmorras. Hay escenarios en los que es imposible no pararte para disfrutar de su belleza, al clavar la estética de las obras de samurái, como le ocurría al reciente Ghost of Tsushima.

Arashi Castles of Sin
Aunque no lo parezca en las imágenes, visitar el Japón Feudal en VR es sencillamente increíble

Las animaciones y los modelados de los personajes también son excelentes en su mayoría. Aunque el combate no sea bueno por las mecánicas, sí que lucen bien los ataques de los rivales, pudiendo llegar a imponer cuando nos lanzan un buen combo.

Por desgracia, Arashi: Castles of Sin se ha hecho con PS4 en mente, sin recibir ningún tipo de parche para PS4 Pro o PS5. Esto se traduce en una resolución más bien baja y unos dientes de sierra bastante acusados. Está claro que tanto el visor como PS4 van lastrando la parte técnica de estos juegos más ambiciosos, con que espero que parches que aprovechen las nuevas consolas sean ya la norma, porque la diferencia puede llegar a ser abismal.

En cuanto al sonido, Endeavor One ha optado por usar voces en japonés (hay subtítulos en castellano), logrando grandes resultados para vendernos la ilusión de estar en el Japón Feudal. La música no es muy predominante, sirviendo más para acompañar las situaciones, funcionando muy bien en este sentido. El audio 3D también funciona bastante bien, pudiendo ayudarnos a identificar por dónde vienen los guardias de manera auditiva, lo cual siempre es genial en VR.

Arashi Castles of Sin
Donde ponemos el ojo, ponemos la flecha

Conclusión

Arashi: Castles of Sin es el ejemplo perfecto de una buena base con mucho que pulir de cara a una secuela. Porque sí, cuando ponemos de nuestra parte, nos sentiremos como un shinobi que va aniquilando a sus enemigos sin dejar rastro desde las sombras y las alturas. Esa sensación es sencillamente increíble, al ser lo más cercano que vamos a estar de un Tenchu en Realidad Virtual.

Por desgracia, la IA es increíblemente básica, hay muchos momentos donde la inmersión se puede romper, y el combate es sencillamente malo. ¿Esto quiere decir que es un desastre el juego? Nada más lejos de la realidad, ya que Endeavor One nos ofrece un método de control genial y un diseño de niveles fantástico.

Lo que ocurre es que, sencillamente, hay que pulirlo todo. Justo lo que le ocurría a la saga Tenchu, que empezó de una forma bastante durilla, para ir evolucionando hasta convertirse en una de las grandes franquicias de sigilo. Creo que puede pasarle lo mismo a Arashi: Castles of Sin, pero hasta entonces, tenemos un juego de sigilo que, pese a sus problemas, nos lo hará pasar en grande si jugamos de la manera adecuada.

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Nos consolamos con:

  • Estética fantástica. Es una delicia estar así en el Japón Feudal
  • Niveles genialmente diseñados, llenos de rutas alternativas para eludir o eliminar a los guardias
  • Genial esquema de control pese a las limitaciones de PS Move
  • Sentirte como un Shinobi en un Tenchu para VR no tiene precio

Nos desconsolamos con:

  • Los problemas con la IA. Demasiado básica y puede romper la inmersión
  • Se echa en falta una mayor resolución. Un parche para PS5 y/o PS4 Pro ayudaría
  • El sistema de combate es malo y aburrido
  • Se echa en falta una mayor rejugabilidad

Análisis realizado gracias a un código para PS4 usado en PS5 ofrecido por Endeavor One.

Ficha

  • Desarrollo: Endeavor One
  • Distribución: Endeavor One - Físico: Perp Games/Meridiem Games
  • Lanzamiento: 10/08/2021 - Próximamente en físico
  • Dispositivo VR usado: PS VR
  • Idioma: Voces en Japonés y Textos en Castellano
  • Precio: 29,99 €

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