Yakuza 3

Hace algunos años apareció la saga Shemnue, y tras dos entregas ha desaparecido del mundo de los videojuegos. Sin embargo, cuando salió a la venta Yakuza muchos vieron en él al sucesor de las aventuras de Ryo Hazuki, aunque al igual que a la saga también de SEGA, su éxito comercial no fue más allá de Japón. Por eso la segunda parte de Yakuza nos tardó un año en llegar y sin ni siquiera textos en castellano.

Tras un culebrón con Yakuza 3 en el que el resultado ha sido exactamente el mismo por fin podemos disfrutar de las nuevas aventuras de Kazuma y compañía en Occidente. Sin embargo, ¿habrá el año transcurrido desde su lanzamiento en Japón hecho mella en la calidad del título o seguiremos encontrándonos con una auténtica maravilla?

Los problemas nunca dejan a los yakuza

La historia de esta entrega tiene lugar tras el explosivo desenlace de Yakuza 2, aunque lo primero que veremos será a Kazuma y Haruka felizmente en el orfanato que han levantado dos años después de lo sucedido. Sin embargo, todo se tuerce cuando unos personajes nuevos llegan diciendo que a Nakahara (también un personaje nuevo) ha sido disparado. Al mismo tiempo, Daigo, que ahora es el Séptimo Presidente del Clan Tojo, se niega a vender la tierra en la que vive Kazuma en un misterioso trato del que no sabemos nada aún. Tras esto tiene una reunión con alguien que se supone debería estar muerto, pero tras un breve encuentro le acaba disparando este hombre. Mientras tanto Kazuma va al hospital donde están operando a Nakahara, y allí descubre que el que ha disparado a este hombre (y también a Daigo) es exactamente igual a Fuma, su padre adoptivo. ¿Cómo es esto posible? ¿Acaso fingió su emotiva muerte en el primer Yakuza?

Tras esta impactante revelación retrocederemos dos años, justo después de Yakuza 2, para ver lo que ha pasado en ese período de tiempo, descubrir lo que le depara el futuro a algunos de los personajes de la anterior entrega y descubrir el periplo de Kazuma y Haruka en Okinawa.

Así veremos a los nueve niños que Kazuma y Haruka cuidan en el orfanato Sunshine, asistiendo así al nuevo componente emotivo de esta entrega. A la vez veremos la aparición de nuevos personajes muy entrañables (y que serán los que vemos al principio que son unos completos desconocidos), como Rikiya o Nakahara.

Tras un tiempo cuidando a los niños (ya sea jugando con ellos al béisbol o haciendo que dejen de acosar a uno de ellos en el colegio) volveremos al auténtico meollo de la cuestión, lo que nos llevará a revelar nuevos datos sobre personajes ya consolidados como a conocer nuevos yakuza del Clan Tojo, como un yakuza de guante blanco, un pervertido o uno al que le gustaría ser una estrella del porno.

Como habréis podido ver, tener conocimiento de la fantástica historia de las entregas anteriores es fundamental para enterarse al máximo del guión. Por suerte, si no habéis jugado a los anteriores hay un vídeo-resumen para los dos juegos, por lo que no hay excusa para disfrutar de la aventura.

En líneas generales la historia es francamente buena, y si habéis jugado a los anteriores os encantará gracias a ver el regreso de personajes entrañables (como el detective Date, el loco Majimi o el vigilante Kage). Pero si no lo habéis hecho y tan solo os tenéis que valer de los resúmenes para poneros en situación también disfrutaréis gracias a sus numerosos momentos emotivos, grandes conspiraciones y bastantes giros que nos mantendrán pegados a la pantalla.

Sin embargo no todo es perfecto, ya que hay algunos fallitos que hacen que este guion no sea el mejor de la saga. Por un lado hay un parón en la emoción hacia el final del juego antes del explosivo final para volver a cuidar a los niños, lo cual puede decepcionar a algunos. Además hay algunas escenas que, pese a seguir siendo muy buenas, tienen esa sensación de «Dèja Vu» al ser muy similares con otras de las dos entregas anteriores. Por último, y más importante, el inglés es el único lenguaje que tiene el juego, por lo que si no domináis el idioma os costará entender todas las tramas que se forjarán a lo largo de la aventura. Y es una verdadera lástima, ya que un guion tan complejo como el de esta franquicia se merece que sea entendido por todos.

Variedad a la japonesa

Una de las características principales de la saga es su enorme variedad, tanto de situaciones como de minijuegos secundarios que nos entretengan de la historia principal, y de nuevo los chicos de SEGA no decepcionan en absoluto.

Por un lado nos encontramos con la exploración. En el juego dispondremos de dos ciudades (Okinawa y Kamurocho) con un mapeado abierto. Durante los primeros compases del juego, que es cuando cuidamos de los niños, nos tiraremos gran parte del tiempo yendo de aquí para alla en los mapas para cumplir los diferentes objetivos, mientras que más adelante iremos a un punto concreto para quedarnos allí durante más tiempo en los combates.

Durante estas expediciones por las ciudades podremos hacer de todo. Desde encontrar las ya clásicas llaves de las taquillas para descubrir su interior a adentrarnos en cualquier establecimiento que veamos. En ellos podremos comprar utensilios (bebidas, comida u objetos de todo tipo) o distraernos en numerosos minijuegos de los que ya hablaremos más adelante. Por si esto fuera poco podremos aceptar todo tipo de misiones secundarias (habrá más de 100 y necesitaremos muchísimas horas para completarlas todas) que nos harán buscar a niños desaparecidos, investigar gatos de la mala suerte, resolver un asesinato de hace seis años, participar en campeonatos de lucha o detener asesinos de yakuza.

Mientras exploremos de vez en cuando nos asaltarán algunos maleantes, y así entraremos en los combates, la otra parte principal de la jugabilidad. De nuevo, el estilo de lucha recuerda a los beat’em up más clásicos, lo cual es muy bueno. Como antes, el «Cuadrado» efectuará los ataques rápidos y con el «Triángulo» haremos los fuertes. Combinándolos podremos obtener unos pocos combos que al principio no serán numerosos, pero que al combinarlos con otras técnicas se harán más variados y contundentes. Usando el botón «Círculo» podremos agarrar a los enemigos para después golpearlos o lanzarlos. Con el «L1» nos cubriremos, y finalmente con el «R1» encararemos a un enemigo y podremos realizar movimientos de esquive con la «X». Además de estos controles, según vayamos golpeando iremos rellenando la barra de «Heat», y se llega a un nivel específico podremos realizar movimientos finales completamente brutales que mermarán considerablemente la barra de vida del enemigo.

Combinando todo esto obtendremos unas peleas sencillas, pero a la vez profundas y divertidas. Sin embargo, lo que hace que no nos cansemos de ellas es que son variadas en los momentos correctos y las más simples duran lo justo. Las simples serán en las que nos ataque gente de la calle, habiendo una gran mejora respecto a los anteriores al verse muy reducidos los tiempos de carga y ser mucho más dinámicos (no en vano hay una instalación de 5 gigas nada más introducir el disco).

Otras situaciones serán directamente como los beat’em up clásicos, al tener que ir por unos pasillos derrotando a todos los enemigos para poder continuar. Sin embargo, lo más impresionante son las batallas contra los jefes finales, y según vayamos avanzando en la aventura se irán haciendo más numerosas y espectaculares. En gran parte la culpa la tiene que estos rivales sean mucho más duros, y no baste machacar los botones de ataque para acabar con ellos, sino que tendremos que bloquear ataques o esquivarlos. Además de vez en cuando saltarán pequeños quick time events muy bien hechos que hacen las batallas más emocionantes (aunque también salen en las batallas normales en algunos momentos muy puntuales).

Otro elemento que recuerda a los beat’em up clásicos es el tema de las armas. Aunque podremos llevar algunas guardadas para usarlas cuando queramos, la verdadera gracia está en usar todo lo que nos rodea como arma. Ya sean botellas, sillas, bicicletas o muñecos publicitarios, todo lo que tenga una flecha verde encima puede ser agarrada para empezar a dar golpes con ellos, y eso es tremendamente divertido.

Aunque parezca que las batallas solo tienen elementos clásicos también tienen cosas de RPG que le pegan muy bien. Por un lado, con cada enemigo que derrotemos o cada misión que completemos recibiremos puntos de experiencia, los cuales podemos gastar en mejorar cuatro aspectos: Técnica, Alma, Cuerpo y Esencia. Dependiendo de cuál mejoremos podremos obtener nuevos movimientos, mejorar nuestras barras de vida o de «Heat», etc. Además, podremos usar diferentes objetos como bebidas curativas o equipamiento defensivo para mejorar nuestras estadísticas. La verdad es que todo esto es bastante simple, pero es suficiente para que divierta y no nos aburra con complejas mejoras.

Una novedad en el campo jugable son las persecuciones, en las que correremos por la ciudad intentando huir de la policía o agarrar a un personaje que huye de nosotros. En el camino tendremos que superar obstáculos saltándolos o simplemente moviéndonos. De nuevo, no es algo tremendamente complejo pero sirve para dar más variedad aún.

Como hemos dicho antes, aparte de las misiones principales y las secundarias tendremos multitud de minijuegos en los que pasar el tiempo, a los cuales podremos acceder en cualquier momento y se dividen en muchas sub-clases. Por un lado están los deportes, como el béisbol o el golf, que sin llegar a la complejidad de los simuladores de estos deportes nos dan suficiente profundidad como para pasar un buen rato.

Luego están los juegos más clásicos, como los dardos o el billar. Ambos son bastante sencillos pero muy divertidos al mismo tiempo (sí, la sencillez y la diversión son la seña de identidad del juego). Además tenemos varios juegos clásicos japoneses que no conocía ni de lejos, o juegos de casino como el BlackJack, la Ruleta o el Póker.  Por último (si es que no me dejo nada en el tintero) nos encontramos con los recreativos, en los que nos encontraremos un matamarcianos o las clásicas máquinas en las que hay que coger un objeto con unas pinzas. Por último están los karaokes, en los que cantaremos canciones pulsando los botones que hay en pantalla mientras vemos un vídeo MUY japonés.

En todas las acciones secundarias obtendremos dinero, con el que participar en algunos minijuegos de los ya mencionados o comprar objetos, bebidas alcohólicas o armas. De hecho, en el aspecto de las armas tendremos la capacidad de modificarlas o crearlas usando objetos que encontremos en los escenarios.

La última novedad de esta aventura son las revelaciones, que básicamente son las cosas más frikis y japonesas que vayáis a encontrar en todo el juego. Estas revelaciones son momentos especiales que veremos por la ciudad, y si pulsamos los botones que aparecen en pantalla durante la rara escena y elegimos la opción correcta de las tres que nos saltarán tendremos la revelación y aprendremos un nuevo movimiento. En total son 10, y cada una de ellas es más loca que la anterior, lo que no quita que nos partamos de risa cuando las veamos. Algunos ejemplos son una publicista que reparte tarjetas con la velocidad de un ninja, una vieja que va en moto y pega una voltereta en el aire al mismo tiempo que tiene una conversación con un cartel publicitario o un borracho que hace un baile que burla las leyes de la física en una farola.

Como podéis ver la variedad de Yakuza 3 es tremenda, ya sea en las misiones principales o cuando decidimos tener un momento libre para hacer lo que nos plazca. Además, otro aspecto positivo es que si acabamos la aventura sin completar todas las misiones secundarias que el juego nos ofrece podremos repetir de nuevo la historia con todas nuestras mejoras adquiridas o acceder a un modo libre en el que explorar las dos ciudades haciendo lo que queramos.

Sin embargo no todo es perfecto, y es que la eliminación en la versión occidental de la casa de citas elimina algunas misiones secundarias, lo cual no es bueno al reducir algo la duración. Lo de la historia de Japón no nos importa en absoluto, pero lo otro sí. Al menos tendremos de forma gratuita algunos DLC que salieron en Japón, lo cual en parte lo compensa.

Así que el aspecto jugable de Yakuza 3 es una auténtica maravilla, y todas las opciones disponibles nos garantizan horas y horas de juego. Para que os hagáis una idea, para completar la historia centrándoos principalmente en los objetivos primarios necesitaréis 15 horas, por lo que para conseguir el 100% podéis necesitar el doble de horas, lo que garantiza diversión y variedad para mucho tiempo. Eso sí, si ya os gustaron las anteriores entregas de la saga podéis esperar más o menos lo mismo aquí, por lo que si no os gustó tampoco encontraréis nada que redima a la franquicia.

El tiempo no hace mella en Japón

En el aspecto gráfico la mayor duda que había era si el año que ha pasado respecto al lanzamiento japonés haría mella, pero por suerte sigue siendo francamente bueno. Por un lado las escenas de vídeo son magníficas. Los ángulos de cámara son muy cinematográficos, los escenarios lucen muy bien y los personajes parecen casi humanos. Sobre todo hay que destacar las expresiones faciales, ya que se encuentran entre lo mejorcito que hay.

Sin embargo, cuando llega el momento ingame la cosa cambia un poco. Los personajes lucen peor, los escenarios tienen más dientes de sierra y menos calidad, y las animaciones son más robóticas. Esto lo notaremos principalmente en los momentos de exploración, al haber muchos ciudadanos con bajo nivel de detalle (pero que al menos no se repiten demasiados), aunque por lo menos no hay tirones a pesar de todos los personajes simultáneos en pantalla. Lo malo es que hay bastante popping en los transeúntes, lo cual baja un poco el nivel general del conjunto.Por suerte, lo mejor es la ambientación, que representa un Japón muy realista.

Cuando toca luchar la cosa mejora bastante, ya que los personajes se mueven mejor y tienen un modelo más trabajo. Esto lo veremos principalmente en los quick time events o los movimientos finales, que son una auténtica maravilla y no nos cansaremos de ver estampados a los enemigos. Lo mejor es que durante las peleas los personajes irán reflejando en su aspecto los golpes, como moratones en la cara o sangre en la ropa, lo que da bastante realismo y representa una mejora respecto a los anteriores.

Voces con espíritu

En el apartado sonoro lo primero que hay que destacar es que las voces se han mantenido en su versión original: el japonés. Esto garantiza la calidad frente al doblaje en inglés de la primera entrega, aspecto que fue bastante criticado. Así que esta vez, aunque no podamos sacar casi nada por oído (algún «Arigato» se acabará entendiendo tras muchas escenas de vídeo, y creedme, habrá muchas) la calidad es magnífica, al adecuarse perfectamente a cada uno de los personajes y mostrar fielmente los estados de ánimo. La única voz que no llega a encajar ni mantener la calidad del resto es la única que está en inglés, aunque por suerte tiene muy pocas líneas.

La música también es muy buena, adecuándose muy bien a cada momento, aunque eso sí, suele ser muy japonesa (se nota que el juego está enfocado en ese mercado, a pesar de que puede ser disfrutado perfectamente en Occidente). En cuanto a los efectos tres cuartos de lo mismo. Son muy buenos y no desentonan nunca.

Conclusión

Esta tercera entrega de la saga Yakuza mantiene la gran calidad de la saga en todos sus aspectos. La historia sigue siendo muy buena (aunque para mí no llega al nivel de la primera parte), la jugabilidad es muy variada y no nos cansará en ningún momento, y el aspecto técnico (a pesar de que ha pasado un año) mantiene el tipo frente al resto de lanzamientos actuales. Por desgracia está el tema del idioma, y es que en un juego tan completo como éste no controlar el inglés hará que nos perdamos gran parte de la esencia del título.

Así que si os gustan las buenas historias, las anteriores entregas de la saga, los beat’em up clásicos y la variedad Yakuza 3 os encantará. Si por contra no estáis en ninguno de estos grupos no os terminará de convencer. Por lo que si entráis en alguna de estas características os recomendamos el juego encarecidamente, para que esta vez no tengamos que pasar por todo un culebrón para que nos lleguen el resto de entregas de la saga, lo cual, teniendo en cuenta su enorme calidad, sería una verdadera lástima.

Comentarios

  1. Gracias OMFGis_Herrera! La verdad es que este es, junto al Heavy Rain y el God of War III el que más me ha gustado de lo que llevamos de año. A ver si se animan a traer pronto la cuarta parte, que le tengo unas ganas tremendas.

  2. que el juego venga en inglés no es una verdadera lástima. La verdadera lástima es que los españoles salgamos de la ESO sin unos conocimientos básicos de inglés, que por haber hay quien ni sabe construir una oración decentemente.

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