The Bridge

Creado incialmente como el proyecto de carrera de Ty Taylos y Mario Castañeda, The Bridge es un juego de puzles lógicos que mezcla los engaños de perspectiva de M.C. Escher junto con las leyes de gravedad de Newton.

Tan solo con la escena inicial, donde el protagonista ronca debajo de un manzano, uno ya tiene la sensación de deja vu. The Bridge parece ser el resultado de meter en una coctelera ingredientes de Braid, The Missadventures of P.B. Winterbottom y una pizca de Super Meat Boy. Claramente inspirado en estos títulos, especialmente Braid, sus autores toman prestados algunos de sus elementos, tanto de narrativa como de diseño.


Los juegos indie famosos, en general, apuestan por caracteres visuales distintivos. The Bridge no es la excepción y nos muestra un entorno realmente bonito y único, inspirado en las litografías de Escher. Arriba y abajo enseguida dejan de cobrar sentido al introducirse la mecánica principal: podemos hacer rotar el mundo de manera que nuestro personaje puede andar por suelos, paredes y techos. A medida que giremos el mundo, caeremos o deslizaremos a lugares que serían inalcanzables de otra forma.

A cada uno de los niveles que trae el juego se llega a través de puertas. Para superar el nivel, debemos llegar a la puerta de salida. Para ello, a veces tendremos que usar llaves o evitar tocar ciertas bolas que nos matan instantáneamente. Si nos caemos al vacio, o tocamos alguna de dichas bolas, podemos darle al botón para retroceder en el tiempo y corregir nuestro fallo.

Y cometeremos muchos fallos, e incluso puede que lleguemos a frustrarnos de lo lento que resulta a veces rotar el mundo. El personaje no es demasiado ágil tampoco, así que la combinación de movimientos lentos tanto del personaje como del mundo puede que nos cree algo de infelicidad.

Otro de los aspectos importantes del juego es la gravedad. En general, esta empuja los cuerpos con masa hacia abajo. En The Bridge, hay veces que ciertos objetos destelleantes tendrán un comportamiento invertido al gravitatorio, es decir, caerán hacia arriba. También es posible atravesar con nuestros personajes ciertos transportadores que nos convertirán en una versión en blanco de nosotros mismos. Cuando eso sucede, toda la gravedad se invertirá. Como mecánica es realmente prometedora y en muchos puzles funciona bien.

Sin embargo, la mezcla de elementos gravitatorios, antigravitatorios, gravidad relativa en función del color que seamos, y la rotación, hace que, almenos para mi, no siempre sea fácil dar con la solución simplemente pensando. Hay veces que resolveremos los puzles sin tener muy claro como lo hemos hecho, simplemente paseando aleatoriamente arriba y abajo a ver si damos con la solución. Y esto hace que no ganemos, a menudo, la satisfacción de superar un buen reto como cuando en Braid recuperas las piezas de cada rompecabezas después de darle un montón al tarro.

The Bridge no es un mal juego en absoluto, simplemente a veces se queda un tanto corto. El juego se compone de 48 niveles, divididos en dos bloques de 24, y cada uno de los bloques se compone de seis capítulos. El segundo bloque contiene los mismos niveles que el primero, pero invertidos y con más elementos. Realmente se vuelven mucho más complicados. Lo de repetir los mismos niveles, aunque sea invirtiéndolos, parece una solución barata para añadir más contenido al juego. Sin embargo nos mantendrán entretenidos un buen rato y sentiremos la satisfacción de dar con la solución a niveles que inicialmente parecen imposibles.

También está la posibilidad de encontrar una serie de fragmentos escondidos que desvelan una especie de imagen en forma de puzle. Y si queremos más, también podemos intentar conseguir los trofeos de Steam superando ciertos retos, como el llegar a la salida usando un número limitado de rotaciones.

Conclusión

En conclusión, The Bridge sigue los pasos de los juegos indie que más aclamados han sido por crítica y público. Más que seguirlos, a veces incluso toma prestados de forma poco sútil algunos de los diseños y mecánicas. El resultado es un juego con un aspecto excelente, un gusto para la vista y con retos interesantes, pero que a veces nos deja un poco de regusto amargo por no haberse atrevido a ir más allá, aunque no sea fácil desengancharse del mando.

Por ahora, el juego está disponible en Steam para PC por 13,99 euros.

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