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Risen 2: Dark Waters

Tras una primera entrega ambientada en un mundo de fantasía medieval (y que, según tengo entendido, era un juego notable), Piranha Bites decidió cambiar totalmente la ambientación a Risen 2 y llevarlo al mundo de los piratas. La idea de tener un RPG con dicha ambientación me parecía, cuanto menos, prometedora. No es que sean mis personajes favoritos (siempre diré, como respuesta a la célebre pregunta, que los ninjas son mejores), pero sí es cierto que me han gustado desde pequeño. Además, es una temática que no abunda demasiado en los videojuegos (así, a bote pronto, Monkey Island y sus secuelas, junto al Sid Meier’s Pirates! son los únicos títulos que me vienen a la cabeza. Ojo, no digo que sean los únicos, pero sí son los que cuesta menos recordar), así que este Risen 2: Dark Waters tenía muchos números para que me gustase. A continuación tenéis mi análisis del juego en su versión de consolas (y es que llegó a PC unos meses antes).

Para empezar, decir que la historia de Risen 2: Dark Waters es bastante tópica (lo que no tiene por qué ser malo), aunque muestra unos personajes con bastantes clichés pero con cierta gracia. Vale, no es un juego cómico como Monkey Island, pero algunos diálogos tienen chispa. Lástima que la mayoría de los NPCs sean muy planos, pero se ha hecho un esfuerzo en dotar al juego de ése espíritu marinero que debería tener. Por lo que no hay demasiada queja en este aspecto.

Pero volvamos a la trama en sí: al principio del juego, nuestro héroe se despertará en un fuerte de la costa de Caldera, desde donde verá cómo un Kraken hunde un barco. Tras esto, nos acercaremos a la playa para ver si queda algún superviviente, donde nos encontraremos con Patty, una joven pirata cuyo padre es la clave para derrotar a las bestias marinas que asolan la isla de Caldera. Tras “abandonar” la orden de la Inquisición (puesto que seguirá trabajando para esta orden religiosa y militar, aunque de manera extraoficial), decide unirse a los piratas y buscar a Barba de Acero (el padre de Patty), un famoso pirata que resultará ser la clave para acabar con Mara, la reina de los titanes y la que ha liberado al Kraken y ha maldecido al mismísimo capitán Barba de Acero. Suena bien, ¿verdad? Pues, por desgracia, no lo está tanto. Como ya he dicho, la premisa no es la más original de la historia, pero no está mal. La parte negativa es que resulta aburrida durante los primeros compases, sin lograr que enganche durante las primeras horas. Y eso, en un juego en el que tendremos que leer muchas (MUCHAS) líneas de diálogos no es bueno.

Llegados a cierto punto de la trama, además, se nos plantea la posibilidad de elegir un bando que repercutirá directamente en cómo se desarrollan diversas misiones, qué compañeros podemos conseguir y las habilidades de nuestro personaje, así que hay que decir que existe cierta rejugabilidad. Ah, y como detalle curioso, decir que poco después de eso lograremos hacernos con nuestro propio barco, pero sólo servirá para desplazarnos entre islas de manera automática (del mismo modo en que podremos viajar rápidamente entre las localizaciones que descubramos en una isla), que si bien no aporta gran cosa, nos dota de mayor libertad a la hora de afrontar las misiones, haciendo que el desarrollo del juego sea menos lineal. Además, este barco nos permitirá llegar a algunas localizaciones especiales, como aquellas incluidas en un DLC que viene con las copias nuevas del juego y que en PC se puso a disposición de los usuarios después del lanzamiento del juego.

Pasando a plano jugable, estamos ante un RPG de corte occidental con combates en tiempo real. Es decir, nada de turnos, ni casillas ni cosas por el estilo. Lo bueno es que en teoría debería ser más ágil que los sistemas mencionados anteriormente, pero por desgracia no es así: estamos ante un juego lento y tosco en su control. Además, el sistema de combate es muy aleatorio, haciendo que nuestros ataques sean bloqueados o fallen cuando el juego quiere, mientras que miraremos impasibles como los enemigos cortan nuestra animación de ataque en más ocasiones de las deseables. Por si esto no fuese suficiente, algunos enemigos nos dañarán aunque no estemos cerca de ellos puesto que sus ataques, aunque físicamente no coincidan, impactarán en nuestro cuerpo (y creedme, no estoy hablando de unos pocos píxeles de margen, hablo de ataques que en la realidad pasarían a uno o dos metros de nosotros). Pero tranquilos, que lo peor está por llegar, y es que desde el primer combate nos encontraremos con enemigos muy resistentes (es decir, aguantarán muchos de nuestros ataques antes de caer muertos) y que nos quitarán cantidades ingentes de salud. Esto hará que el juego sea harto complicado, puesto que entrará en un ciclo vicioso del que es difícil salir: como el sistema es tosco y resulta difícil ganar intentaremos no luchar demasiado, y como no lucharemos no ganaremos experiencia con la que mejorar nuestro personaje, por lo que seguirá siendo complicado ganar. Eso sí, cuando subamos algunos niveles de experiencia, la cosa mejorará y, pese a que el sistema seguirá siendo tosco e impreciso, ya no resultará tan complicado. Ojo, no digo que se vuelva fácil o “justo”, pero se hará más soportable. Eso sí, deciros que cada vez que morimos deberemos aguantar un largo (e insufrible) tiempo de carga.

El sistema de niveles no es muy común, y es que no tendremos nivel de personaje, sino que solamente mejoraremos sus características (destreza con armas de filo, destreza con armas de fuego, resistencia, astucia y magia vudú) a nuestro antojo. Al subir un nivel de una de estas características, automáticamente subirán de nivel los atributos que la forman, y que son los que necesitaremos para aprender nuevas habilidades. Para subir los niveles, deberemos “pagar” con la gloria que ganaremos al acabar con enemigos o al completar misiones.

Además, encontraremos muchas posibilidades a la hora de personalizar las habilidades de nuestro personaje, y es que podremos especializarlo en muchas tareas: podremos decantarnos por un ladrón, un gran guerrero cuerpo a cuerpo, un mago vudú o un pistolero, entre otros. Esto está muy bien, aunque os debo avisar que no será fácil lograr una especialización (bueno, de hecho no será fácil conseguir cualquiera de las habilidades disponibles) debido a las restricciones a la hora de aprenderlas (necesitaremos un nivel determinado) y a las grandes cantidades de oro que tendremos que pagar por cada una de ellas.

Dicho todo esto, podríamos encontrar el caso de que nuestro personaje sea, por ejemplo, un experto ladrón que se vale del vudú para solventar las situaciones peliagudas, pero que a la hora de combatir es un patán. O un “tanque”, experto en el uso de armas cuerpo a cuerpo y mayor resistencia y regeneración, pero torpe a la hora de “convencer” a la gente.

No debemos obviar la posibilidad de realizar diversas misiones (tanto principales como secundarias, aunque muchas veces la línea que las separa será prácticamente inapreciable) con las que ganar dinero y experiencia, y es que las tareas disponibles serán numerosas. No es que sean el colmo de la originalidad, pero en su desarrollo resultan relativamente variadas. Eso sí, debo decir que me ha gustado mucho el modo en el que se agrupan en el menú del juego, formando un árbol según si forman parte de una misión “más grande” y agrupándolas dependiendo de la isla en la que la encontremos. Eso sí, puestos a buscar pegas a este sistema, decir que la información que nos proporcionan de cada misión desde el menú es un poco escueta.

A nivel gráfico, destacar unos escenarios grandes, detallados y abiertos, y todo ello sin tiempos de carga (sólo al cargar partida o al cambiar de isla). Los personajes, por contra, no están tan bien realizados, y es que sus animaciones son toscas y rígidas. Pero no todo es negativo, sino que los ciclos día/noche están presentes en el juego, e incluso veremos zonas con climatología diferente. Ah, y eso sin olvidarnos de los efectos lumínicos, que están muy bien realizados. Eso sí, todo ello comportará algunas ralentizaciones a lahora de jugar, que si bien no son demasiado largas ni constantes, sí que las encontraremos más de dos (y de tres) veces.

En lo que a sonido se refiere, lo cierto es que el título está cuidado. El doblaje (en inglés) es correcto, los efectos sonoros son bastante convincentes y la OST acompaña en diferentes momentos (aunque no llega a destacar, lo cierto es que cumple con su función).

Conclusión

Risen 2: Dark Waters no parece uno de esos juegos hechos con prisas o a desganas, puesto que se ha dotado al título de una ambientación buena y original, y el jugador tiene un amplio abanico de posibilidades (si hasta podemos domesticar a un mono para que nos ayude a robar).

Por desgracia, todo esto se ve lastrado por un sistema de combate tosco y absolutamente aleatorio que nos hará perder la partida, el tiempo y los nervios en más ocasiones de las aconsejables. Además, el alto nivel de exigencia hacia el jugador (eso de pedir más de 1.000 de oro para una especialización cualquiera o la necesidad de subir niveles más rápido de lo que el jugador medio puede realizar) no hace más que reforzar la idea de que estamos ante un “quiero-y-no-puedo”: el juego quiere estar a la altura de los grandes del rol occidental, pero por desgracia no puede pasar del aprobado justito. Y gracias a que si le dedicáis horas la experiencia mejora, porque si sólo nos quedamos con el primer contacto la verdad es que puede resultar algo traumático.

¿Que si recomendaría este juego? Hombre, si sois jugadores que creéis haberlo visto todo en el mundo del roleo y os atraen los piratas, a la vez que tenéis mucha paciencia, Risen 2: Dark Waters resulta un producto correcto (y poco más).

Lo mejor

  • Ambientación cuidada y fuera de lo común
  • Muchas posibilidades de personalización en cuanto a las habilidades del personaje
  • Desde el lanzamiento tenemos disponible un DLC «gratuito» (sólo para los compradores del juego nuevo, los que se hagan con una copia usada lo encontrarán a la venta por separado en las plataformas de descarga de su consola)

Lo peor

  • El sistema de combate resulta tosco, impreciso y bastante aleatorio
  • Demasiado exigente con el jugador a la hora de proseguir con la aventura (se pide mucho nivel y oro para desbloquear habilidades esenciales)
  • La trama tarda en arrancar, haciendo que las primeras horas sean más bien aburridas
  • Más ralentizaciones de las deseables y tiempos de carga demasiado largos

Ficha

  • Desarrollo: Piranha Bites
  • Distribución: Deep Silver
  • Lanzamiento: 3/08/2012
  • Idioma: Textos en castellano, voces en inglés
  • Precio: 59,95€

Comentarios

  1. Por lo que dices, al final tendre que seguir esperando a que aparezca un RPG de piratas bueno de verdad, Sea Dogs y su secuela Piratas del Caribe estaban bien, pero el sistema de combate tampoco era muy allá, y este parece seguir por esos derroteros

    • pintó muy bien, pero, siempre hay un pero, termine el juego con 2 monos comprados a Flanigann y a Quin y con ninguno pude robar y eso que los 2 me cobraron por la habilidad,pero nunca se me habilito ni despues de comprar la siguiente de entrenador de loros, aparte, el final una desilucion en cuanto a combate, el enfrentamiento contra el guardian de la tierra dificilisimo, me preparo con todos los pertrechos posibles para el enfrentamiento final con Mara yyyyyyyyyyyyyyyyyy, es un oponente como cualquier otro, con cuatro espadazos estaba muerta, y el kraken tampoco fue nada dificil.
      Habra que seguir esperando algun otro buen juego sea de la tematica que sea, este juego solo puede deslumbrar a jugadores de hasta 12 años. Puf

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