No sé en qué estarán pensando en Ubisoft para no lanzar un nuevo Prince of Persia, ya que sigue siendo una franquicia muy popular, querida y demandada por los millones de fans que hay por todo el mundo. Por eso, es bastante desconcertante que el único que juego que vayamos a recibir de la saga respecto a Las Arenas Olvidadas sea este The Shadow and the Flame, pensado para los dispositivos iOS y Android. Al contrario que Prince of Persia Classic, este título no se trata de una adaptación completamente fiel del segundo juego de la franquicia, sino que se trata de un remake pensado para modernizarlo, modificando niveles, mecánicas y, cómo no, gráficos. Si bien en algunos aspectos el juego ha salido mejorado, en otros los resultados no son tan satisfactorios.
La historia es la misma, pero como que no es para nada importante. Tras derrotar a Jaffar en la primera aventura, el Príncipe cree que todo ha terminado, pero se da cuenta que Jaffar está vivo, ha usurpado su identidad y su derecho al trono, por lo que se ve obligado a huir e intentar contraatacar para recuperar lo que le pertenece, y así salvar al reino de la maldad de Jaffar. El argumento está contado a través de unas pequeñas secuencias antes de los 14 niveles del juego, donde vemos ocasionalmente una pequeña escena con el motor del juego, pero donde predomina una narración como si fuera el diario del Príncipe. Pero la verdad, no engancha en absoluto ni interesa, por lo que no da ningún motivo a avanzar para descubrir lo que pasará después.
En lo más positivo tenemos la jugabilidad, ya que es increíble lo bien que se han adaptado los controles a las pantallas táctiles. El sistema de control de serie es el más recomendado, ya que apenas no hay que pulsar botones virtuales, y a la larga, es el más preciso. Los movimientos que hagamos en la parte izquierda de la pantalla se referirán al movimiento del Príncipe, teniendo que arrastrar ligeramente un dedo hacia derecha o izquierda, y luego dejando el dedo quieto para que nos movamos en esa dirección. El otro lado sirve para las acciones de saltar o agacharse, con tan sólo arrastrar un dedo hacia arriba o hacia abajo. Si entramos en combate, esta parte queda entonces para los ataques.
El otro sistema es con un joystick virtual y muchos más botones, que no sólo tapan más la pantalla, sino que hacen que sea más difícil jugar. Así que recomiendo que os quedéis con el de serie.
Una de las novedades que se han incluido es el botón para caminar, de forma que si tenemos que hacer algo muy preciso cerca de un saliente, o sorprender a un enemigo por la espalda (otra de las novedades), se puede hacer para que el Príncipe se mueva más despacio y evitemos caídas estúpidas.
Este gran sistema de control se emplea a las mil maravillas para explorar los 14 niveles, que se basan en los originales pero son completamente nuevos. Eso se nota en un aspecto clave: su bajísima dificultad. Sí, hay muchas trampas y saltos que realizar, pero no es nada complicado superar todas las fases, lo que hace que estemos ante una experiencia muy corta (de unas dos horas siendo generosos) y poco rejugable.
Un aspecto que reduce mucho la dificultad es la desaparición del reloj que nos obligaba a superar la pantalla dentro del tiempo establecido. Esto está bien porque nos permite explorar tranquilamente los niveles, para así encontrar todos sus tesoros, mejoras y pociones. Pero al mismo tiempo, elimina un factor de intensidad que no le habría venido nada mal.
El combate, a pesar de sus mejoras, no es que salga muy bien parado, ya que es soso, repetitivo y muy aburrido. Básicamente, tenemos que esperar a que al enemigo le salga una marca en su cabeza para bloquear su ataque y noquearle. Acto seguido, realizamos uno de los tres combos posibles para recuperar vida, empujarle o hacer más daño. Muchas peleas se hacen demasiado largas, y cansan desde el primer momento. Además de que no son nada desafiantes.
Un aspecto muy importante a tener en cuenta es que, a pesar de estar ante un aplicación de pago, hay bastantes anuncios y microtransacciones en el título, lo cual no quedan demasiado bien. Lo de las compras, se hacen para conseguir mejoras, nuevas armas o pociones, resultando todo bastante caro. Por suerte, dado lo fácil que resulta la aventura, no os resultará complicado amasar decenas de pociones de salud y de vida para que el Príncipe nunca tenga que preocuparse. Pero ya lo de los anuncios es imperdonable.
Al menos, los gráficos del juego son impresionantes, y desde el primer momento los escenarios, modelados de los personajes y sus animaciones entran por los ojos. El sonido no es tan impresionante, ya que las pocas melodías que hay se repiten constantemente, y no es que sean para tirar cohetes. Además, no hay ningún tipo de voces ni sonidos remotamente interesantes para las peleas, con que es una lástima que no esté este apartado tan cuidado como el de los gráficos.
Conclusión
Como plataformas, Prince of Persia: The Shadow and the Flame resulta bastante entretenido, ya que el control es muy intuitivo, y sobre todo, preciso. Además, los espectaculares gráficos hacen que sea toda una delicia explorar todos los niveles al milímetro mientras vemos al Príncipe saltar con su gran agilidad. Sin embargo, tiene algunos aspectos en contra, como su bajísima dificultad, un combate aburrido y, para los más puristas, los numerosos cambios hechos respecto al original.
Aun así, si esto no os importa ni su breve duración, os encontraréis todo un espectáculo visual que os enganchará de principio hasta el final. Eso sí, esperemos que las peripecias del Príncipe en móviles vayan llegando a su fin, que va siendo hora de que regrese a la sobremesa con una aventura nueva de una vez por todas.
Nos consolamos con:
- Genial control pensado específicamente para tablets y móviles.
- Apartado gráfico sensacional.
- Plataformas y exploración divertidas.
Nos desconsolamos con:
- Combates muy aburridos.
- Tremendamente fácil.
- La presencia de anuncios.
Ficha
- Desarrollo: Ubisoft
- Distribución: Ubisoft
- Lanzamiento: 25/07/2013
- Idioma: Castellano
- Precio: 2,69 €
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