King’s Bounty: Armored Princess

Lo primero que me llamó la atención al ver la pantalla del menú de King’s Bounty: Armored Princess (PC), es lo «bien armada» que está la princesa… ¿pero podemos decir los mismo de «bien protegida»? No sé si me entendéis, pero os dejo la imágen para que juzguéis vosotros mismos.

En todo caso, nos encontramos delante de una expansión de King’s Bounty: The Legend, aparecido en el 2008. Dicho juego, desarrollado por las compañías rusas 1C Company y Katauri Interactive y distribuido por FX Interactive es, a su vez, un remake del clásico de culto King’s Bounty de la decáda de los noventa. Si no lo conocéis, a lo mejor la saga Heroes of Might and Magic es lo que más se le parece ya que fue basada en King’s Bounty. Y por si habéis estado desconectados de un PC en los últimos 15 años y aún no sabéis de que trata, nos encontramos delante de un RPG con batallas por turnos donde prima un aspecto estratégico.

La princesa… y su armadura

La protagonista del juego es la princesa Amelie, que debe luchar contra el caos y destrucción que se han apoderado del mundo de Endoria. El Señor de las fuerzas demoníacas, Baal, ha regresado de su destierro para acabar con la paz y prosperidad del Reino. Y Amelie debe derrotar al demonio… ah no, debe encontrar al valiente caballero Bill Gillbert que conoce los secretos para derrotar estas fuerzas malignas y junto con el luchar contra Baal.

Y todo esto lo hacemos viajando por un mundo junto con nuestro caballo y un pequeño dragón que nos dan como regalo al poco de empezar. En este mundo hay tesoros, cristales y objetos mágicos que recoger, además de tropas enemigas que nos acecharán. Por el mundo nos movemos a golpe de ratón y usando una perpectiva elevada. La cámara se puede alejar o acercar, así como rotar, aunque hay que decir que el movimiento no siempre es de lo más fluido aunque lo habitual será que no la movamos mucho. En todo caso, no hay más remedio que mover la cámara cuando un árbol se cruza entre nuestros ojos y la princesita atada a su caballo. A diferencia del The Legend, la princesa a veces bajará del caballo y andará cuando entremos a investigar grutas y zonas interiores.

El mundo de Teana, en el que se encuentra nuestra princesita, está compuesto por varias islas, cada cual con una personalidad y aspecto diferente. Podremos viajar entre islas con la ayuda de nuestro barquito.

Cuando nuestro camino se cruza con un enemigo, se iniciará una batalla.

Yo tengo 15 piratas, 25 serpientes y 3 ogros… él tiene 5 robots, 6 vampiros y 14 espadachines

¡Que empiece el combate! Cada bando está formado por tropas de lo más pintorescos, desde simples granjeros a dragones y robots. Cada tropa tiene diferentes atributos, así como habilidades especiales y puntos débiles. La batalla se libra por turnos, iniciando el turno aquél bando con más iniciativa. La gran variedad de tropas y atributos hacen que las posibilidades estratégicas durante las batallas, el factor más importante del juego, sean muy variadas. Hay que llevar un buen equilibrio de tropas propias, que pueden ser de cinco tipos diferentes, para poder encarar al enemigo de la forma más acertada. Algo que queda patente al cabo de unas horas de juego es que no sirve llevar siempre las mismas tropas, habrá que ir ajustandolas a medida que los enemigos se van volviendo más difíciles y numerosos. El número de tropas de cada tipo que podemos llevar en nuestro ejército está limitado por nuestro valor de liderazgo y está claro que cuanto más mejor, que 20 enanos golpean más fuerte que 3.

Rápidamente nos daremos cuenta que si queremos continuar con éxito por el mundo de Teana, no simplemente debemos ganar las batallas, sinó que debemos hacerlo minimizando el número de péridas. Perder demasiadas tropas podría hacer que llegaramos muy débiles al siguiente enemigo, por lo que se recomienda ir grabando las partidas a menudo. Podremos reclutar nuevas tropas en castillos y diversos edificios repartidos por los mapas.

Además, las tropas de nuestro ejercito ven su potencial afectado por la moral. Una moral más alta harán que luchen más efectivamente. Si hay tipos de seres en nuestras filas que no se llevan bien entre ellos, la moral bajará.

Amelie dispone de conjuros y pergáminos que pueden ser utilizados, para realizar diversos ataques, mejorar aspectos, o curar y defender nuestras preciadas tropas.

Combate, Orden o Magia

La primera elección que se nos plantea al iniciar la partida es la senda que queremos tomar. Podemos escoger entre Combate, Orden o Magia. Si nos especializamos en Combate, podremos llevar ejercitos más numerosos pero dispondremos de menos maná para lanzar hechizos. Con la Magia, todo lo contrario, así que dispondremos de potentes hechizos. Orden es para los indecisos, con un poco de cada cosa. Si sois nuevos en esto, probablemente Orden sea una buena opción, aunque los más veteranos preferirán especializarse.

Amelie gana experiencia y habilidades saliendo victoriosa de las batallas. Las mejoras se realizan usando runas, para desbloquear nuevos talentos divididas en tres categorías: Fuerza, Intelecto y Magia.

Y nuestro dragoncito nos ayuda

El dragón que nos acompaña puede participar en las batallas con sus habilidades especiales, aunque como Amelie, no puede ser atacado. Cuando lo adoptamos, podemos escoger entre varios dragones de diferentes colores. No solo el color los diferencia, sinó que también sus especialidades que van desde proporcionar mejores ataques a incrementar las posibilidades de encontrar tesoros. Una lástima, estuve bastante tentado de coger el rosa… pero acabé con el verde. El dragón, como Amelie, también mejora los talentos a medida que sube su experiencia.

Basicamente, la figura del dragón sustituye la de los Espiritus de Furia del anterior King’s Bounty. El dragón, debe descansar después de realizar sus acciones, y no puede volver a participar hasta que la cantidad de Furia no sea suficiente. Y mientrastanto se queda al fondo de la pantalla, comiendose una manzanita o durmiendo sobre el caracol a su lado (vamos, lo típico que hacen los dragones).

Gráficos de penúltima generación

Si algo salta a la vista al empezar la partida es que los gráficos recuerdan a los de la anterior generación, aunque cumplen con su cometido. Colores llamativos y formas un poco de dibujo animado, al estilo World of Warcraft. Eso sí, los escenarios son ricos en detalle y esto hace que el paseo sea visualmente atractivo aunque no necesariamente de esos en los que te quedas boquiabierto. Eso sí, no esperéis animaciones cinematográficas ni nada por el estilo.

Los detalles de las diferentes tropas son más que correctos y su aspecto un poco de dibujo animado ayuda a no fijarnos en la falta de realismo. La gran variedad de personajes compensa cualquier limitación y, al fin y al cabo, lo que determina un buen juego es una buena jugabilidad ¿no? Si piensas como yo, este juego la tiene.

Lo curioso es que el juego dispone de la opción 3D, con gráficos anaglíficos que pueden ser observados con las típicas gafas azul-rojas. Eso sí, almenos con mis gafas, al rato te marea…

Aspecto sonoro poco memorable

Lo que sí que deja un poco que desear es el aspecto sonoro. Los efectos especiales sonoros brillan por su ausencia, a parte de genéricos grrr y algún que otro choque de espadas o el galope repetitivo del caballo. Sobre la música, si me haces silvar alguna canción me quedaré en blanco (esto no ha mejorado respecto a su precuela) y aunque correcta en un mundo de fantasía, es realmente poco memorable. Todos los diálogos son basados en texto, con lo que solo oiremos la voz de la princesa Amelie durante la introducción (para darnos cuenta que es Gina de Runaway: A Twist of Fate).

Abstenerse impacientes y los que gusten juegos fáciles

La comunicación con los personajes de Teana y toda la historia está basado en diálogos de texto que pueden llegar a ser largos. A ratos he estado tentado (vaaale, lo he hecho), de leer un texto en diagonal y pasar al siguiente. Si eres impaciente, no creo que te pares a leer los diálogos… ¿pero te perderás algo realmente? Los diálogos intentan (digo «intentan» porque a veces creo que se quedan cortos) profundizar más en el mundo de Teana. Por algún motivo, no llegan a hacer que te impliques emocionalmente y raramente me gusta alguno de los personajes con los que me he encontrado. Simplemente, sirven para iniciar nuevas misiones y la excusa de dar un poco de variedad a la historia.

La dificultad es variable, pero crece en picado. En la primera isla, que sirve a modo de introducción, las batallas son sencillas, pero si no hemos hecho las cosas perfectamente bien, al llegar a la segunda isla nos encontraremos con enemigos invencibles. Siempre es posible intentar evadir a un enemigo, pudiendo incluso conseguir los tesoros que protege. Pero hay batallas inevitables y antes de que sucedan hay que estar bien preparados. Es necesario tener la experiencia adecuada antes de enfrentarse a ellos. Además, como hemos mencionado, hay que tener un buen equilibrio de tropas en función del enemigo, cosa que aprenderemos a prueba y error (más error que prueba).

Hay un modo de batalla automática, y aunque sirve para las batallas contra enemigos débiles o para aprender un poco, acabaremos teniendo mejores resultados a la larga si decidimos los movimientos por nosotros mismos. Admito que en algún momento he puesto el modo automático y me he ido a hacer un café (o un té, que eso es lo que tiene vivir en Inglaterra).

¿Más de lo mismo?

Si has jugado al King’s Bounty: The Legend, puede que el juego te parezca más de lo mismo. Y es que es más de lo mismo con algunas mejoras y algunos de los problemas del título previo corregidos. Por ejemplo, el dragón simplifica el tema de los Espiritus de Furia o ahora se puede viajar instantaneamente entre lugares. Si te gustó la mecánica, pues tienes más batallas ahora. Si nunca has jugado a ninguno de los dos, empezar con este no te supondrá ningún problema. En todo caso, nunca es malo «más de lo mismo» si «lo mismo» tiene una mecánica buena, ¿verdad?

Buen RPG, a mejor precio

Está claro que, para gustarte el juego, debes ser una persona paciente dispuesta a preparar y pensar como librar las batallas de la mejor manera posible. Si te van los juegos rápidos de acción, este título no es para ti ya que el sistema se te hará tedioso. Si te gustan los RPGs y estrategia disfrutarás con este título.

Si de algo no nos podemos quejar de los juegos de FX Interactive es su precio. Podemos jugar a este juego ¡por solo 9.95 euros! Esto es un precio y lo demás son tonterías. Esta claro que por ese precio te llevar muchas horas de jugabilidad RPG-estratégica, intensas batallas donde hay que dejarse las neuronas y un paseo por la pintoresca Teana muy gratificante derrotando (o siendo derrotados) por nuestros enemigos. Si te van los clásicos, este título usa los ingredientes para conseguir ser uno de ellos.

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