No hace muchos años la compañía EA dominaba con solvencia el panorama deportivo en esto de los videojuegos, estando presente en casi todas las especialidades (FIFA, NBA Live, NHL, Madden NFL o MVP Baseball). La espinita la tenían en el mundo del tenis, un deporte que no habían explorado hasta 2009 con la aparición del primer Grand Slam para Wii, un modesto título donde se presentaban unos personajes caricaturescos para hacer uso del sensor de movimiento de Nintendo para jugar, lejos de la excelencia que EA nos tenía acostumbrados.
En estos últimos años la compañía ha ido perdiendo fuelle y ha cedido terreno a la todopoderosa 2K, quien se ha adjudicado por méritos propios su correspondiente sitio en el sector con juegazos como la serie de baseball MLB 2K, el soberbio NBA 2K11 (que obligaba a EA a cancelar su NBA Live) o el maravilloso Top Spin 4, desbancando al fantástico Virtua Tennis en el panorama tenístico videojueguil.
EA busca reivindicarse y quiere su trozo de pastel en el panorama de la raqueta, un género dominado por estas dos bestias con sobrada experiencia en el campo, SEGA y 2K. Para ello ha decidido proseguir su saga Grand Slam con un juego que comparte nombre pero poco o nada tiene que ver con su mencionada primera entrega, una remodelación completa, vamos.
Grand Slam 2 se sitúa a medio camino entre la simulación que ofrece Top Spin 4 con la jugabilidad Arcade que tanto gusta de Virtua Tennis 4. Una propuesta arriesgada y toda una declaración de intenciones abanderadas, como ya viene siendo habitual en la factoría EA, por un buen número de licencias, no solo las de los torneos (es el único título de tenis que dispone de los cuatro grandes torneos: US Open, Roland Garros, Wimbledon y Open de Australia) sino de todas las marcas que podemos encontrarnos en el mundo del tenis, desde Babolat, Wilson o Prince, hasta prendas deportivas como Fila, Lacoste, Nike, Adidas o Dunlop, entre otras.
Como todo buen juego de tenis que se precie, el elenco de personajes es una de las bazas principales, y pese a que sus 25 jugadores/as no está mal (Djokovic, Nadal, Federer, Murray, Roddick, etc.), es poco realista, al menos en cuanto a mujeres, donde únicamente han incluido una de las jugadoras del top ten actual, Maria Sharapova. Siguiendo el ejemplo de 2K han incluido personajes históricos del mundo de la raqueta como Stefan Edberg, Pete Sampras, Bjorg, Boris Becker, Martiina Navratilova o Lindsay Davenport (ya puestos, ¿por qué no está nuestra querida Arantxa?), desbloqueables a través de los partidos históricos que veremos más adelante.
En cuanto al control, disponemos de dos tipos, el avanzado nos permite controlar por completo el tiro mediante los dos sticks analógicos (izquierdo para movernos y apuntar, y el derecho para gestionar todos los golpes, marca de la casa) en lo que denominan Total Racquet Control (similar al Fight Night o Skate); por su parte, el control normal nos permite usar los cuatro botones habituales para todo nuestro repertorio (normales, liftados, voleas o cortados), con la ayuda de los botones superiores L2-R2 para ejecutar los golpes de dejada y globo, copiando descaradamente el control arcade de Virtua Tennis. Lo mejor de todo es que podemos combinar ambos controles en cualquier momento de la partida sin necesidad de configurar nada.
El modo entrenamiento será nuestra primera visita obligada para familiarizarnos con estos controles (que ya os digo que no os costará demasiado). Ahí nos encontramos con nuestro entrenador, el mismísimo John McEnroe, quien nos dará nuestras primeras clases con su característica mala leche que podremos disfrutar cuando la caguemos, pues pillará un cabreo monumental y no dudará en abroncarnos (quien le conozca ya sabrá cómo se las gasta).
El modo principal del juego es el modo Carrera, donde nos creamos nuestro personaje (mediante un limitado editor de personajes con escasas opciones y complementos) y debemos abrirnos paso hasta el número 1 en 10 temporadas. Cada temporada supone la participación en los cuatro Grand Slams, previa participación en dos eventos a cada uno de ellos como torneos menores sin licencia, partidos de exhibición o de entrenamiento, mediante los cuales obtenemos puntos de carrera con los que mejorar nuestro ranking, equipamiento (raquetas y zapatillas que mejoran nuestro rendimiento) o mejorar nuestras habilidades, respectivamente.
Como podéis imaginaros, este ciclo es ridículo y evidentemente resulta muy monótono y repetitivo. Conocedores de ello, han añadido sin demasiado disimulo unos retos en forma de objetivos durante los partidos, aunque ni con ellos podemos hablar de profundidad, lo que nos deja un hipotético modo principal que no supone ningún reto ya que el primer año ganaréis todos los Grand Slams sin despeinaros y sin la necesidad de participar en entrenamientos ni absurdos partidillos. En este aspecto, el juego presenta uno de sus puntos más débiles, su exagerada facilidad (es ridículo que con nuestro personaje recién creado y unos atributos tenísticos muy por debajo del resto ganemos a Djokovic o Federer por 3-0; aunque por otra parte, teniendo a McEnroe de entrenador todo es posible).
Como podéis apreciar, su curva de dificultad está completamente desajustada, y si ya cuando jugamos nuestro primer Grand Slam se hace aburrido, imaginaros aguantar 10 temporadas. Ciertamente no han estado nada acertados y la IA que presenta el juego, quizá por intentar hacer el juego más accesible, es horrorosa. Hasta en el nivel de dificultad más elevado no supone ningún reto, únicamente en los primeros compases hasta que das con el patrón del rival, puesto que este es incapaz de adaptar su juego al nuestro, lo que provoca que el partido se vuelva un poco cansino.
Luego tenemos el modo de Clásicos ESPN Grand Slam, que nos propone recrear algunos de los mejores momentos de las últimas décadas del tenis y desbloquear algunos de estos personajes históricos. De esta forma podemos revivir la final entre McEnroe y Pete Sampras en el US Open de 1990, el duelo en la final de Wimbledon de ese mismo año entre Boris Becker y Stefan Edberg, el duelo fraternal en la final del Open de Australia de 2003 entre las hermanas Williams o el que protagonizaron Andy Murray y nuestro Rafa Nadal en el US Open de 2008; aunque para acceder a algunos de ellos debemos conseguir un número de puntos.
Multijugador
Para empezar disponemos del siempre divertido modo local, donde podemos jugar en la misma consola hasta con tres amigos (jugando partidos a dobles), una modalidad reservada únicamente para el juego en local (incomprensiblemente no podemos jugar partidos 2vs2 a través de internet).
En su faceta online el juego va francamente bien, un terreno donde EA demuestra su hegemonía gracias a esa plataforma online usada en su FIFA, y eso ya son palabras mayores. Una de las plataformas más robustas y estables que hemos visto, sin apenas lag (o al menos yo no me he encontrado), pudiendo jugar con gente alrededor del globo terráqueo como si estuvieran al lado. Ahí es donde realmente encontraréis los mejores retos, contra gente de todos los niveles, aunque siempre con las limitaciones propias del juego.
Gráficamente el juego se muestra atractivo, gracias al uso del motor gráfico del Fight Night, pero como en el resto del juego en seguida se aprecian sus deficiencias. Empezando por unas animaciones flojas (en carrera o al caerse) y carentes de personalidad, ya que estas se comparten entre muchos tenistas (igual que ya hiciera el último Virtua Tennis). Resulta bastante chocante para cualquier fan de este deporte ver a Djokovic con la misma animación de revés que Federer, que la hace con una mano o a Pat Cash con el mismo juego de muñeca que Andy Roddick. Siguiendo por unas transiciones mal enlazadas (el claro ejemplo es al levantarse después de una caída, o al ganar el punto de partido, que no lo celebra hasta que aparece la animación correspondiente) y un motor de colisiones mal trabajado.
No es la primera vez en un juego de tenis donde descuidan aspectos ambientales básicos como el público, los jueces de silla (auténticas estatuas) o los mismos recogepelotas (que ni se inmutan cuando se queda una pelota en la red, ¿acaso su función no es recogerla?), por no hablar del Ojo de Halcón; el mismísimo Top Spin 4 pecaba de ello, y pese a que no afectan a la experiencia jugable, ayudan a meterse en el partido.
Pat Cash y John McEnroe son los encargados de narrar los partidos, en perfecto inglés, aunque su repertorio de comentarios no tardará demasiado en repetirse (una pena que los menos avispados en el idioma de Shakespeare no aprecien las bromas o frases de estos dos cracks del mundo de la raqueta). El resto de sonidos están bien conseguidos, aunque muy por debajo de lo visto en Top Spin 4 (hoy por hoy, la mejor recreación de un partido de tenis): el público anima de la misma forma sea quien sea el que juegue (sin gritos de “Vamos Rafa”), reacciona tarde o los jueces de silla solo murmullan (se supone que cantan los puntos en inglés) y no mandan callar al público. Detalles que permitirían disfrutar de una experiencia más realista y que han decidido pasar por alto.
No me gusta el tono negativo que he impreso en el texto, ya que en absoluto es un mal juego, pero no encuentro una manera mejor de haceros llegar mis impresiones sobre el título. En cierto modo me recuerda a los FIFA de hace unos años, licencias y buenas intenciones pero a remolque del más grande del género. ¿Quién sabe si estamos ante otro caso FIFA? Lo cierto es que apunta muy buenas maneras y habrá que tener un poco de paciencia y confiar en los cracks de EA, pues ya han demostrado sobradamente de lo que son capaces.
Conclusión
EA se atreve a adentrarse en un terreno difícil, dominado por dos colosos como SEGA y 2K. Pese a que parte de una buena base y buenas intenciones, con una jugabilidad a medio camino entre la simulación más pura de Top Spin 4 y arcade de Virtua Tennis 4, la ejecución no es la deseada. Excesivamente corto en casi todas sus facetas y carente de profundidad, se queda en una comprometida zona de nadie que lo aleja de la excelencia de estas dos grandes sagas.
No han sabido encontrar ese equilibrio entre jugabilidad y dificultad (quizá por un exceso de accesibilidad) y el juego se vuelve monótono a las primeras de cambio, sacando a relucir sus defectos o carencias a medida que se le va dedicando horas. Por suerte ahí está ese fantástico modo online, con la base de su exitoso FIFA, que se convierte en el modo principal del juego colaborando activamente en alargar la duración del juego.
Lo mejor
- Muy accesible
- Sistema de control
- Es el único que dispone de las licencias de todos los Grand Slams
Lo peor
- Ridícula dificultad, a consecuencia de una IA desastrosa
- Poco profundo y repetitivo
- Apartado sonoro mejorable (no transmite ninguna sensación de estar en un partido de tenis)
- Animaciones flojas (e iguales para todo el plantel), con unas transiciones mal enlazadas
- Mala selección de personajes femeninos
Ficha
- Desarrollo: EA Sports
- Distribución: EA
- Lanzamiento: 8/2/2012
- Idioma: Voces en inglés; Menús en español
- Precio: 59,95€(PS3)
eresunpaquete says
voy a resumir el analisis:MALO REMALO JJJJ voy a dejar dos puntualizaciones:el mejor juego de beisbol es el mbl the show 2011 y otro apunte mas por si no lo sabes/is.este año vuelven los paquetes de EA con nba live 2013.
eresunpaquete says
malo remalo, el juego.
Carles García says
Si q lo sabía que este año vuelve NBA Live. No sé para qué, ya que en mi modesta opinión no tiene nada que hacer. Imagino que copiará aspectos del NBA 2K12, como los jugadores históricos y esas cosas (igual que han hecho con este Grand Slam, que solo han tomado prestados aspectos de Virtua Tennis y Top Spin).
Tanto como malo no me atrevería a decirlo, ya que hay q entender que puede tener su público (que no soy yo, eso está claro). En videojuegos de tenis he visto cosas mucho peores y evidentemente cosas mucho mejores (Super Tennis, Anna Kournikova o Smash Court Tennis, o los mendionados Virtua Tennis y Top Spin, por ejemplo)
El MBL The Show 2011 de SONY no lo he provado, sinceramente, pero sí he probado el de EA y me quedo con el de 2K de calle, un juego que refleja magistralmente el mundo del Baseball
eresunpaquete says
el the show,es brutal y se cepilla al 2k,me atreveria a decir que si no es el mejor si uno de los 2 mejores juegos deportivos que ha salido en consola, eso si te tiene que gustar el beisbol,una pregunta,me recomiendas el nba 2k11 o mejor me pillo el 2k12?lo digo por el precio.
Carles García says
Pues si te soy sincero, apenas hay diferencias en el aspecto jugable entre el 2K11 y el 2K12. El del año pasado ya era redondo, y en el de este año le han añadido más jugadores históricos como Magic Johnson, Larry Bird, Kareem Abdul Jabbar,…, ya sabes; una estética más vintage en esos partidos (rollo B/N), aparte de mejorar la navegación por los menús. A nivel de jugabilidad es práctiamente lo mismo pero naturalmente con las plantillas actualizadas y una ligera mejoría en las físicas y colisiones entre jugadores.
Tomo nota con el The Show, me encanta el baseball, después de la NHL es mi deporte favorito (aparte del futbol y el tenis, claro está).
eresunpaquete says
gracias por la respuesta,las diferencias entre ambos las sabia pero queria tener otra opinion al respecto asi que creo que me pillare el 12,es algo mas completo y si la jugabilidad +- es la misma…si te gusta el beisbol, entoces vas a tirar el mbl2k y el fifa por la ventana jjjj the show,es simplemente IMPRESIONANTE a nivel grafico,animaciones,transicion dia/noche durante los partidos,y infinidad de detalles propios del juego,un ejemplo:a veces el bate se parte al batear.
Bruno Aranda says
Y aunque a mi no me gusta el baseball, tengo que añadir que el 3D estereoscópico del The Show es realmente bueno.