Nos hemos cargado zombis en los videojuegos de muchas formas distintas. Pistolas de fuego a tutiplén, motosierras, explosivos de todo tipo, bates de béisbol, guitarras eléctricas o hasta gnomos de jardín han formado parte de nuestro arsenal mata-no-muertos de los últimos años. Pues bien, gracias a Kinect y Diabolical Pitch podemos añadir las bolas de béisbol, en este alocado juego de la mano de Grasshopper Manufacture (No More Heroes o Shadows of the Damned) como solo ellos saben hacer.
Encarnaremos al lanzador McAllister, que tras un mal lanzamiento, dice adiós a su brazo por una tremenda lesión. Desesperado, y tras un accidente de tráfico, llega a un extraño parque de atracciones donde se hacen realidad los deseos… si es que consigue sobrevivir. De la mano de una especie de vaca-toro (sin cuernos) parlante, que camina como nosotros y trajeada, iremos explorando las diferentes partes del parque, para así recuperar el brazo perdido. ¿Para defendernos? Un brazo biónico e infinito número de bolas de béisbol para lanzar a estos monstruos/monigotes de ferie/ zombis animales-humanos (sí, son así de raritos).
Bajo esta (ridícula) premisa, tendremos que sobrevivir a los 18 niveles del juego, en los que estando quietos, iremos atacando a los enemigos antes de que lleguen a nosotros y nos golpeen. Para lanzar las bolas, será tan sencillo como mover el brazo seleccionado para los tiros por encima de nosotros, y hacer el movimiento de lanzamiento en la dirección deseada. Si además queremos una mayor precisión en los tiros, podemos bloquear los objetivos con el brazo opuesto. Habrá que tener cuidado con los lanzamientos, ya que si no paramos de lanzar bolas, el brazo se sobrecargará, dejándonos indefensos durante unos segundos.
Según vayamos matando enemigos, nuestro brazo se irá recargando, pudiendo lanzar devastadores lanzamientos demoníacos que arrasaran a los enemigos. Habrá un total de 6, y van desde lanzar una enorme bola de fuego o una pelota eléctrica que rebota en todos los enemigos de la zona, hasta convertir nuestro brazo en un cañón o lanzar las pelotas con un bate hecho de electricidad. Otra habilidad especial que tendremos será la de dar una patada a los enemigos si se acercan demasiado, pero teniendo en cuenta que esto es algo muy limitado.
Para darle algo más de vidilla al juego, habrá enemigos cada vez más resistentes, aumentará su número, a otros solo los podremos golpear en un punto concreto (habrá que apuntar) o cuando bajen el escudo, o asegurarnos de que no activen ninguna trampa que nos complicará bastante la vida. También habrá algún que otro jefe final, pero en esencia, solo hay un verdadero jefe final y no una réplica más fuerte de la mayoría de los enemigos a los que haremos frente. Igualmente, algunos enemigos nos lanzarán objetos que tendremos que detener con las dos manos, o esquivarlos agachándonos a tiempo o saltando, lo que nos mantendrá en un movimiento constante. Vamos, que al final, tendremos que estar atentos a todo si es que queremos sobrevivir. Por desgracia, esa ilusión se desvanece al ver cómo aparecen botiquines al poco tiempo de haber sido dañados en la mayoría de las ocasiones, por lo que es un juego que acaba resultando bastante fácil.
Esto hace que, si bien el juego es tremendamente divertido, acabe resultando monótono, y aunque es en esencia un «light gun», se podría haber hecho algo sorprendente para que siguiéramos enganchados durante toda la (demasiado breve) aventura. Lo único que puede motivarnos a seguir jugando es el sistema de mejora del personaje, basado en comprar cromos con las monedas que ganemos durante las partidas, para así aumentar nuestra salud, resistir más fatiga, o desbloquear los nuevos lanzamientos demoníacos. Con todo, iremos obteniendo una puntuación, para así competir en las clasificaciones mundiales.
La respuesta del juego es, por lo general, bastante buena, lo que da lugar a un montón de diversión a pesar de la repetividad del desarrollo de la aventura.. Sin embargo, hay momentos en los que tendremos que realizar lanzamientos rápidos, y entonces por alguna razón, Kinect no nos detectará. Lo mismo pasa algunas veces con el brazo para apuntar, dejándonos a veces indefensos ante ataques especiales como misiles o los enemigos a los que solo puedes golpear en la cabeza, dando lugar a alguna que otra muerte frustrante por no ser exactamente nuestra culpa.
Los 18 niveles pueden ser jugados con un amigo, aumentando así la cantidad de monstruos que saldrán. Aparte de ayudarse mutuamente, habrá movimientos específicamente cooperativos, como un par de lanzamientos demoníacos, o incluso para reanimar al compañero, habrá que ayudarle a levantarse del suelo como si estuviera abatido. Sin duda, es la mejor opción para pasar un buen rato.
Técnicamente, el juego no está nada mal. Los diseños son, igual que la historia y el planteamiento, muy raros, pero eso es lo que le da la gracia al juego. Con el sonido pasa más o menos lo mismo, con melodías a veces de peli de zombis, con otras del béisbol, todo redondeado con un buen doblaje al inglés durante las cortas cinemáticas al entrar en cada mundo.
Conclusión
Diabolical Pitch es un juego muy raro y simple, pero en el buen sentido. La rareza hace que de por sí, el juego gane enteros al hacernos ver qué locura se les ha ocurrido a los desarrolladores, y con lo de simple, se aseguran de una jugabilidad sencilla, directa, y muy divertida. Eso por eso que algunos de los problemas de reconocimiento de Kinect se hacen imperdonables, aunque no por ello consigan quitar la diversión que estemos teniendo, sobre todo si jugamos con un amigo.
La mayor tara del juego es, junto a su repetividad, su corta duración. Sin embargo, el afán por conseguir todos los cromos (se necesitan bastante horas) o las mejores puntuaciones, hacen que tengamos el mismo caso que con Kinect Fruit Ninja en su momento: 800 MP por una enorme diversión con nuestro Kinect es un gran precio para un juego que, como mínimo, deberíais probar, ya que si os gusta esta primera toma de contacto, os enganchará sin remedio hasta que consigamos de nuevo el brazo de McAllister como le ha pasado a un servidor. Eso sí, tomad unos cuantos descansos entre los mundos, que como pasaba con Kinect Fruit Ninja, los brazos pueden acabar destrozados tras largas sesiones de juego.
Lo mejor
- Jugabilidad sencilla, directa, y muy divertida.
- El cooperativo hace todo mucho mejor.
- Ambientación ridículamente atrayente.
- Los espectaculares lanzamientos demoníacos.
Lo peor
- Demasiado corto, incluso para un juego de estas características.
- La repetividad pronto hace acto de presencia.
- Los fallos en el reconocimiento de nuestros movimientos en algunas ocasiones y las muertes que ello conlleva.
Ficha
- Desarrollo: Grasshopper Manufacture
- Distribución: Microsoft
- Lanzamiento: 04/04/12
- Idioma: Español (textos)
- Precio: 800 MP (unos 10€)
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