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Catherine

Catherine ya está disponible en Europa, pese al retraso sufrido con respecto a los lanzamientos en Japón y Norte América (aunque entre estos también hubo un tiempo, y es que en Japón está disponible desde hace un año aproximadamente, pero no se estrenó en Estados Unidos hasta Julio del pasado año). La espera ha sido larga y dura, pero tras haberlo completado voy a contaros qué podemos esperar de un título tan original y distinto cómo este.

Catherine nos pone en la piel de Vincent Brooks, un joven treintañero que acaba de cambiar de trabajo y está sin un duro. Además su pareja Katherine (sí, con K), con la que lleva mucho tiempo saliendo, ahora quiere casarse con él. Pero eso no es todo, porque entre nuestros amigos tenemos los partidarios de que nos casemos y los que piensan que eso no es buena idea, puesto que implicaría la pérdida de autonomía de la que gozábamos hasta ahora. Por tanto, con más dudas que antes, Vincent decide quedarse bebiendo en el bar Stray Sheep. Tras esto, empezarán unas extrañas pesadillas que coincidirán con la aparición de Catherine (sí, esta es con C) en la vida de Vincent, una chica con la que el protagonista se acuesta una noche de borrachera. ¿Y por qué pasa esto? Pues en un principio es una incógnita, pero según los rumores, estas pesadillas son La Maldición de la Mujer, que cae sobre todos aquellos que le son infieles a su pareja. Eso sí, hay una cosa clara: justo a la vez de todo esto empiezan a morir hombres en sus camas en extrañas circunstancias, pero todos ellos presentan claros signos de agotamiento y muecas de terror. Vaya, que es como si hubiesen muerto mientras haciendo un gran esfuerzo, como por ejemplo huyendo de algo o de alguien, pero todos ellos han muerto durmiendo. ¿Tendrá algo que ver con La Maldición de la Mujer?

El juego narra las aventuras amorosas de Vincent y su relación con su pareja, su amante y sus amigos a lo largo de 9 días y sus noches. Todo lo que sucede por las mañanas y tardes se nos narra mediante secuencias animadas (algunas secuencias son generadas con el motor del juego mientras que otras son escenas anime producidas por el prestigioso estudio 4ºC). En estas escenas es donde recibiremos más información de los personajes, pero lo cierto es que nos limitaremos a ver qué sucede, puesto que nuestra interacción es mínima. Bueno, de hecho no es así, porque dependiendo de nuestro medidor de moralidad, Vincent reaccionará de una manera u otra ante diferentes situaciones (osea, que no actuaremos directamente, pero nuestras acciones tienen importancia en el devenir de la historia), pero seremos simples espectadores en dichas escenas. Estas cinemáticas, por cierto, son bastante largas y, por lo general, hay varias de ellas seguidas.

Por contra, una vez se haga de noche y vayamos al bar Stray Sheep, podremos realizar diferentes acciones: podremos jugar a Rapunzel (una máquina arcade cuyo funcionamiento y jugabilidad es prácticamente idéntico a las pesadillas, que os relataré más adelante), podremos ir al baño (a mirar mensajes «picantes» o a refrescarnos), se nos permitirá cambiar el disco de la gramola, será posible beber (nuestra velocidad durante las pesadillas será distinta, dependiendo de cuán alcoholizados estemos), tendremos la posibilidad  de mirar las noticias para saber qué nuevas víctimas se encuentran y hasta podremos  charlar con los diferentes clientes y miembros del personal del bar, que nos contarán sus problemas y, en más de una ocasión, nos harán preguntas que deberemos responder (dependiendo de nuestras respuestas, nuestro medidor de moralidad cambiará).

A la vez, cuando va pasando el rato (que, por cierto, mientras estemos en el bar sólo avanzará mientras charlemos con otras personas), iremos recibiendo mensajes de texto (y ocasionalmente algunas llamadas) en nuestro teléfono móvil, que podremos contestar. Si lo hacemos, y dependiendo de cómo lo hagamos (se irán generando líneas de texto que decidiremos aceptar o rechazar para dar forma a nuestro mensaje, por lo que cambiará el tono y el contenido del mismo), nuestro medidor de moralidad también variará. Tened en cuenta que vuestras acciones en algunas secuencias e incluso el final del juego variará dependiendo de este medidor de moralidad, así que pensad mucho antes de precipitaros a hacer algo, o puede ser que lo lamentéis en un futuro. Y si no me creéis, tened en cuenta que hay 8 finales diferentes en el juego, que serán «elegidos» en base a vuestras decisiones.

Pero vayamos a la parte más importante a nivel jugable: las pesadillas (por cierto, según cuentan, quién caiga en un sueño y muera antes de despertarse, morirá en la realidad). Lo más curioso es que en estas pesadillas todas las personas que nos encontremos serán representadas como carneros, a excepción de Vincent, que va en calzoncillos (unos bóxer blancos con topos rosas, para más detalles), tiene cuernos de carnero y además va correteando por ahí con una almohada en la mano. En estas pesadillas (al igual que en la recreativa Rapunzel que encontraremos en el bar Stray Sheep) debemos escalar una torre (hecha a base de cubos) hasta llegar a la salida de la fase, reconocible porque el cubo de la salida es diferente al resto y porque al irnos acercando empezará a sonar una campana. Y todo ello mientras se van derrumbando los pisos inferiores a un ritmo constante. Para llegar arriba deberemos empujar (o estirar) los cubos, y así formar una escalera que Vincent pueda escalar (puesto que no es Spiderman no puede escalar paredes verticales, y como tampoco aparece en ningún NBA Jam sus saltos no le permiten escalar más de un bloque a la vez). Y claro, ya está el típico listo diciendo que esto es un rollo… ¿me equivoco? Pues no, es algo muy entretenido, puesto que además de ser unos niveles bastante retantes pese a lo simple del concepto, hay que tener en cuenta que a medida que vamos avanzando encontramos cubos con diferentes propiedades: desde cubos de hielo que nos harán resbalar cuando caminemos sobre ellos (por lo que mucho ojo a vuestros movimientos o podríais acabar deslizándoos hacia una muerte segura) hasta cubos de los que salen pinchos al pasar por encima (y que matarán a cualquiera que se quede sobre ellos), pasando por otros que se moverán solos y nos tirarán cuando nos colguemos de ellos, unos que se rompen al pasar por encima de ellos o por unos que nos lanzarán por los aires (a una altura de 5 bloques) cuando los pisemos… entre otros. Porque sí, a lo dicho de que podemos empujar y estirar los cubos para formar estructuras hay que añadirle la posibilidad de Vincent para colgarnos de los mismos (aunque en esta posición no sólo podemos subir al bloque del que nos estamos agarrando, así como podemos desplazarnos lateralmente por bloques a la misma altura que estén adyacentes, o incluso descolgarnos para alcanzar bloques inferiores).

Ah, que no os lo había comentado hasta ahora: la gravedad en estas pesadillas es la normal, pero existe una particularidad que hace que los bloques que se tocan entre ellos por las esquinas no caigan, sin importar el peso que tengan encima o que no haya nada debajo de ellos. A todo esto hay que sumarle unos personajes que nos estorbarán durante nuestro ascenso (ya sean carneros «buenos», que lo único que intentan es escalar ellos también para intentar sobrevivir una noche más por lo que se nos pondrán en medio y moverán los cubos de su alrededor, carneros «malos», que lo único que intentan es matar a cualquier pobre desgraciado que encuentren, o incluso hormigas gigantes, que no tengo muy clara la función que cumplen, pero todo parece indicar que están simplemente para incordiar, y además mucho), u objetos que nos ayudarán en nuestra particular andadura (una campana que simplifica los bloques de nuestro alrededor, un libro que mata a los enemigos que hay en pantalla, una bebida que nos permite subir dos bloques de un salto en vez de uno…). Y todo esto sin perder de vista las almohadas, objetos que nos incrementarán el número de reintentos posibles (vaya, las vidas del personaje).

Tras estos momentos de escalada, y por lo general, tendremos una capilla en la que guardar la partida, charlar con otros carneros (con los que también tendremos decisiones morales, y es que podremos alentarles para que sigan subiendo o hasta podemos intentar quitarles las ganas de vivir), comerciar (en ocasiones encontraremos un carnero bastante regordete que tiene unas bolsas con oro a su alrededor. Si lo vemos y hablamos con él, nos proporcionará los objetos de bonificación que he comentado anteriormente a cambio de unas cuantas monedas de las que encontramos al escalar) y un confesionario en el que, tras una pregunta sobre nuestra personalidad (que también afecta a la moralidad de Vincent), pasaremos al siguiente nivel. Por cierto, que antes no os lo he comentado: la última fase de cada nivel consiste en escalar una torre también, pero con la particularidad de que nos perseguirá un horrendo monstruo basado en lo que Vincent ha vivido ése día. Este monstruo, además de intentar matarnos directamente, hará todo lo posible para ralentizar los movimientos del protagonista, ya sea transformando los bloques (haciéndolos pesados o de hielo), destruyéndolos o incluso dejando el nivel casi a oscuras.

Pasando a otros temas, aunque relacionados con el juego, decir que el modo Golden Theater (el modo historia del que he estado hablando hasta ahora) está formado por 9 niveles de escalada, cada uno con diferentes fases, que serán evaluadas en base a lo rápido que subamos, las monedas que cojamos y de si cargamos el punto de control o no. En base a esta evaluación ganaremos un trofeo de bronce, plata u oro, con lo que iremos desbloqueando (sólo en dificultad normal o superior) niveles del modo Babel. Pero volvamos al modo historia antes de desviarnos: este modo tiene una duración (aproximada, y es que depende mucho de vuestra habilidad y la dificultad en que juguéis) de entre 8 y 12 horas (yo tardé un poco más de 10, pero apenas repetí niveles). Como ya he dicho, podemos jugar en 3 niveles de dificultad diferentes, siendo un reto incluso en la dificultad más fácil (aunque, todo sea dicho, esta dificultad nos hará pensar mucho pero no nos hará repetir demasiado, aunque repito que no es fácil). El modo Babel, que desbloquearemos al conseguir una clasificación de oro al completar cualquier nivel del modo Golden Theater en dificultad normal (o superior) nos propone el reto de llegar a la cima de una torre de unos 150 pisos que, realmente, es muy complicada de subir (doy fe de ello, puesto que he sido incapaz de escalar más de 96 escalones del primer nivel).

Lo más divertido, eso sí, es que este modo puede ser jugado en cooperativo local (osea, 2 jugadores en la misma consola), controlando un jugador a Vincent y otro a Katherine. Por si esto os parece poco, al terminar la trama del juego se nos desbloqueará el modo Coliseo, en el que debemos escalar la torre antes que nuestro compañero, y es que este modo es competitivo y gana el primero que consigue 2 puntos (podemos obtener un punto si nuestro rival muere o si llegamos a la salida en primer lugar). Este modo, como habréis podido deducir es únicamente multijugador, y al igual que el modo Babel sólo se puede disfrutar en modo local, lo que es una verdadera lástima, la verdad. Eso sí, tanto para un modo como para otro estarán disponibles unas tablas de clasificación on-line que nos permitirán ver qué tal está nuestra actuación a nivel global.

Para terminar, y pasando a unos planos más técnicos, decir que el juego luce un estilo cell-shading muy atractivo, y que además le queda como anillo al dedo puesto que le permite trasladar unos diseños de personajes de estilo desenfadado (aunque no por ello menos detallados o realistas) al juego, así como también ayuda a cohesionar el conjunto (integra las escenas anime con el aspecto «normal» del juego). Pese a esto, y al contrario de lo que podría parecer, presenta unos personajes y escenarios muy detallados (lo más común es que los juegos que usan ésta técnica la aprovechen para disimular errores y poner menos detalle en el conjunto), y es que aunque a primera vista puede parecer que los momentos de escalada se vea muy simple (son los escenarios más «vacíos»), si nos fijamos veremos que los cubos presentan varios diseños (incluso en los de un mismo tipo) y descubriremos elementos de fondo, bastante detallado también. Además, el juego se muestra muy correcto en la recreación de personajes y escenarios. Además, las animaciones resultan un tanto exageradas, por lo que el juego es un poco más cómico (si es posible, porque ver a un tipo con cuernos pasearse en calzoncillos es bastante bizarro), algo que se contrapone a la trama seria y adulta del juego. Aunque no es oro todo lo que reluce, y es que hay algunas animaciones y determinados efectos que ciertamente se podrían mejorar. Vaya, no es nada grave, pero el juego no es «perfecto». A nivel sonoro destacar un fabuloso doblaje (en inglés, y es que lo único que está en español son los textos del juego), unos efectos cuidados y una banda sonora muy interesante, con piezas variadas y adecuadas a cada momento (decir que siento una especial predilección por el tema que suena en el bar Stray Sheep, aunque lo cierto es que en dicho local podremos usar la gramola para deleitarnos con diferentes piezas musicales, incluyendo composiciones de otros títulos de la propia ATLUS, como por ejemplo de la saga Shin Megami Tensei: Persona).

Conclusión

Catherine derrocha sensualidad, carisma y originalidad por los cuatro costados. Con una jugabilidad diferente a lo que encontramos normalmente, un aspecto gráfico atrevido y cuidado y una trama adulta (y picante, que eso nunca está de más) con unos personajes únicos. Es cierto que por su mecánica de puzzles y el gran peso que tiene la trama (tanto la historia de Vincent como la de los diferentes clientes del bar) no es un juego apto para «todos los públicos» (y no sólo me refiero a que según la clasificación PEGI sea sólo apto para mayores de 18 años), por lo que ahora (más que nunca) os recomiendo que probéis la demo antes de adquirir el juego. No porque sea malo (al contrario, a mi me ha parecido una joya, y creo que ha quedado bastante claro en este análisis), sino porque es un juego muy «japonés». Y claro, esto no tiene por qué ser del agrado de todos. Pero vaya, que si lo que encontréis en la demo os atrae mínimamente, corred a por el juego completo porque ofrece más, mucho más.

Lo mejor:

  • Trama adulta
  • Muy rejugable
  • Modos extra (sobretodo jugados en modo multijugador)
  • Técnicamente muy competente
  • Artísticamente, soberbio
  • Desafiante…
Lo peor:
  • … aunque a veces demasiado complicado
  • Ausencia de multijugador on-line
  • Secuencias largas y numerosas, lo que se traduce en un ritmo de juego lento

Ficha

  • Desarrollo: ATLUS
  • Distribución: Koch Media
  • Lanzamiento: 10/02/2012
  • Idioma: Textos en español, voces en inglés
  • Precio: 59,99 €

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