Parece que fue el año pasado cuando nos pusimos a los mandos de Battlefield 3. Digo parece porque muchos seguimos jugando, todavía a día de hoy, a su extraordinario online. Sin embargo son dos años los que lo separan ya de esta cuarta entrega, tiempo en el que se han preocupado de mejorar y nutrir de contenido a su juego estrella para aumentar la esperanza de vida del producto (ahí tenemos a End Game y Close Quarters). ¿Realmente es necesario un juego anual? ¿Qué ha sido de los paquetes de expansión que nos permitían jugar a nuestro juego favorito eternamente? –está claro que ese no es un modelo de negocio rentable para las compañías–.
La saga Battlefield ha sido siempre sinónimo de multijugador (que esté como primera opción del título que nos ocupa no es fruto de la casualidad), nunca ha precisado de un modo campaña, pese a que en 2010, Bad Company 2 demostró el lado humorístico del estudio sueco, así como su capacidad para hacer historias relativamente interesantes. A pesar del fracaso sufrido en la campaña del anterior Battlefield 3 (soporífera a más no poder), DICE vuelve a probar fortuna con una historia más cinematográfica (o mejor dicho, Call of Dutyzada) buscando ese toque dramático que llegue al jugador. Han intentado aprender de errores pasados y en esta ocasión solo controlamos a un soldado (gracias a Dios) para una mejor comprensión del personaje y, en definitiva, de la historia que nos quieren contar. Nuevamente vuelven a tropezar con la misma piedra con una trama que ni nos importa ni nos divierte, y es que en ningún momento llegamos a conectar con ella ni con ninguno de los protagonistas.
Es una realidad que existe cierta fatiga en los shooters modernos, de la misma forma que también lo llegó a haber hace seis años con la II Guerra Mundial, pero creo sinceramente que hay muchas maneras de narrar una historia sin aburrir al jugador, y está claro que este no es el punto fuerte de DICE, por mucho que digan que han escuchado las quejas de la campaña de Battlefield 3. No se trata de eliminar pasillos o de añadir mujeres a la trama, lo importante es conectar con el jugador, hacerle partícipe captando su interés y que se adentre en la historia, que se emocione. Por desgracia nada de esto sucede aquí, y es que por mucho que lo maquillen con una puesta en escena llena de impactos cinematográficos, no logra despertar nuestro interés, no terminamos de empatizar con los personajes y lo que es peor, no consigue un buen ritmo en ningún momento.
Nuestro protagonista, por cierto, es el sargento Daniel Recker, miembro del pelotón Tombstone, encargados de investigar las causas de un conflicto en China que la emergen como nueva superpotencia mundial. Al parecer, el chino Chang ha llevado a cabo un golpe de estado que provoca un conflicto interno salpicando a los americanos y atrayendo a los rusos. Una historia que rebosa originalidad (sarcásticamente hablando), previsible, lineal y sin ninguna sorpresa, que busca una excusa para llevarnos por distintas localizaciones del país bien variadas (la mayoría marítimas) y manejar los vehículos más espectaculares (aunque esta vez no tenemos el caza). Una historia que, por suerte, apenas nos llevará más de 5 horas (algo que en esta ocasión se agradece) y “supuestamente” sirve de aperitivo para el plato fuerte que es el multijugador.
A pesar de sus deficiencias, la campaña esconde algunos momentos destacables, cuyo origen radica en la nueva herramienta de la casa, Levolution, una tecnología para generar efectos dinámicos y convertir el juego en un auténtico espectáculo visual y jugable. Esta técnica hace hincapié en el dinamismo de los escenarios y en los efectos climáticos, ajenos a la propia batalla, que afectan de lleno en el combate. Así nos encontramos corriendo con un fuerte viento y vemos como este nos impide avanzar y nos dificulta la visibilidad, nos peleamos con las olas del mar para poder disparar con acierto o notamos como afectan las leyes de la física en un buque que se está hundiendo.
Otra de las novedades la encontramos en el interesante sistema de marcaje que toma de su colega Crysis 2 a través de los prismáticos y que nos permite localizar y marcar a los enemigos para que nuestros compañeros de escuadrón los coman a balazos (aunque en muchas ocasiones harán caso omiso a nuestras indicaciones).
Una vez más nos encontramos con una Inteligencia Artificial bien poco inteligente, un aspecto que sigue sorprendiendo ver en un juego triple A. La verdad es que da auténtica pena: enemigos y vehículos que se quedan colgados, los enemigos solo tengan ojitos para ti (no importa que vayamos en grupo), las coberturas de los soldados (tanto enemigos como aliados) o tener que esperar a que el compañero Irish abra la dichosa puerta para seguir avanzando.
El mejor multijugador de la actualidad
El título ofrece encarnizadas batallas online para hasta 24 jugadores simultáneos, bien lejos de esos 64 que ofrece la fantástica versión de PC o de las nuevas consolas next-gen. Algo parecido sucede con la tasa de imágenes por segundo, quedándose en 30fps para las consolas actuales y 60fps para las nuevas. Sin duda un gran lastre que viene a demostrar la limitación de las consolas actuales, cuyas exigencias a nivel visual conlleva demasiados sacrificios a nivel jugable. Obviamente el juego baja muchos enteros en nuestras queridas 360 y PS3, ya que no se juega como fue concebido ni se disfruta igual que en PC, o incluso en Xbox One y PS4.
En modos de juego tenemos los clásicos Conquista y Asalto, abanderados de la franquicia, ambos con respawns (el momento de reaparición después de morir) que van consumiendo los tickets del equipo. El primero nos invita a capturar varios objetivos del escenario (en forma de Banderas), mientras que en Asalto los dos equipos deben destruir las estaciones móviles del enemigo. Luego tenemos otros más clásicos como Todos Contra Todos (en sus modos Patrulla o por Equipos), con escenarios más pequeños y un enfrentamiento más directo, o Dominación (aparecida en el DLC Closed Quarters), una variante de Conquista pero en mapas más reducidos. Todo ello con las ya típicas patrullas que, en esta ocasión, están formadas por 5 integrantes. Huelga decir que Battlefield potencia el componente cooperativo y es vital el trabajo en equipo (los lobos solitarios que se vayan a la competencia).
La principal novedad de este apartado viene con el modo Comandante (solo disponible en Conquista, Asalto y Erradicación), algo que no veíamos desde Battlefield 2 o 1942, que nos ofrece las herramientas (tablets y dispositivos móviles) para convertirnos en todo un estratega. La tableta es controlada por un jugador como segunda pantalla a modo mapa táctico dónde podrá ver la posición de los soldados, enviar suministros o UAVs a nuestras tropas, e incluso misiles. Este viene junto a otros dos modos nuevos, Erradicación y Desactivación, para aportar un poco de frescura y la típica locura de un Call of Duty a los enfrentamientos por internet –una vez más, es una pena que esta saga no ofrezca modo LAN–. Erradicación nos trae el clásico modo Sabotaje, dónde tenemos que llevar una bomba neutral a los distintos puntos enemigos y mientras todos ven al portador y, naturalmente, a la bomba; mientras que Desactivación es el típico Buscar y Destruir en el que tenemos que defender y destruir unos objetivos. Otra novedad destacable es la inclusión de la Cámara de la Muerte (ya era hora), que nos permite ver la posición de nuestro verdugo, un buen mecanismo para intentar luchar contra los camperos.
Entramos en combate en alguna de las 4 clases predeterminadas, Asalto, con rifles de asalto y la posibilidad de revivir a los compañeros caídos, Apoyo, con ametralladoras ligeras y cajas de municiones, Reconocimiento, y los rifles de francotirador, o Ingeniero con sus múltiples opciones anti-vehículo. La personalización da un paso más en esa obsesión enfermiza de la saga por deleitarnos con todo tipo de modificaciones, esta vez no solo con un buen número de armas y accesorios, sino con la posibilidad de modificar los vehículos.
Los 10 mapas son una auténtica oda a la diversión bélica en compañía, una preciosa obra de arte conceptual y estructural que combina magistralmente la verticalidad con el tamaño en los distintos modos de juego. Mucho tiene que ver ahí la nueva herramienta de la casa, Levolution, en cómo el jugador puede afectar su entorno, y cómo el entorno se transforma e influye en cada partida. Podemos estallar depósitos de combustible o cabezas de misiles para reducir la visibilidad o transformar el entorno, manipular cerraduras electrónicas para encerrar a enemigos o derribar una presa para crear una inundación, por poner algunos ejemplos. Situaciones que podrán cambiar el ritmo de la partida en base a nuestras necesidades. Simple y llanamente, brutal.
Como complemento a todo el tinglado tenemos el Battlelog, al que accederemos desde una página web dedicada exclusivamente a este uso y a través de la cual podemos retarnos con nuestros contactos. Este ha mejorado sustancialmente su integración con el juego respecto el anterior título e incluso permite acceder desde dispositivos móviles y tabletas. Desde aquí podremos consultar todo tipo de estadísticas de nuestra partida, incluso del modo campaña: proporción de bajas/muertes, % de puntería, clase más jugada, disparo a la cabeza más lejano, vehículos utilizados, …, multitud de datos para ver nuestra evolución.
A nivel técnico, DICE ha realizado un trabajo encomiable con su nuevo motor Frostbite 3 en las nuevas máquinas. El robusto motor sueco vuelve a demostrar su valía y hace maravillas con la tecnología actual (eso sí, requiere de un buen PC). Sin embargo, queda patente que no está bien optimizado para las consolas actuales, con un rendimiento muy inferior (30fps) que afecta directamente al plano jugable –mucho criticamos el obsoleto motor de Call of Duty, pero al menos consigue unos estables 60fps que aportan esa maravillosa suavidad de movimientos–. Gráficamente es un portento visual, capaz de mover miles de elementos simultáneamente, un nivel de detalle enfermizo (previa instalación de 2GB de texturas en 360/PS3) y un trabajo de iluminación ejemplar.
El apartado de sonido es notable, siguiendo la tendencia de EA. Con un doblaje francamente bueno (pese a que la aportación de Imanol Arias es algo decepcionante, pues ni con el gran trabajo realizado en post producción logran ocultar el hecho que no llega a creerse nunca el papel de Capitán Garrison), una banda sonora a la altura de las exigencias (a cargo de Def Con Dos) y un trabajo elogiable con el sonido realista a más no poder de las armas o vehículos.
Conclusión
Battlefield 4 es, ni más ni menos, que otro paso más hacia la perfección del shooter bélico. Un título más de ajustes y retoques que de grandes novedades, que vuelve a estamparse con una campaña sosa, previsible y sin ningún ritmo, con una historia que no nos interesa y una IA decepcionante –que alguien se replantee el modelo de negocio de los Single Player–. No sé si sienta las bases del multijugador de la nueva generación de FPS, ahí tiene mucho que decir el próximo Titanfall, pero lo cierto es que deja bien claro cuales deberían ser los estándares para futuros exponentes del género.
Un título muy solvente a nivel técnico con las máquinas más potentes (PC de gama alta) y una buena bienvenida para las nuevas consolas, pero con una mala implementación para las actuales, dónde baja muchos enteros y no se disfruta de la misma jugabilidad. Es una pena que no hayan invertido más recursos en optimizar unas herramientas para intentar traer la misma experiencia en 360 y PS3.
Nos consolamos con:
- El mejor multijugador bélico de la actualidad
- Combate táctico
- Vehículos por tierra, mar y aire
- Destructibilidad del entorno y las posibilidades de Levolution
- Impresionante factura técnica
Nos desconsolamos con:
- Aburrida campaña, carente de ritmo y de interés
- Demasiado juego para 360 y PS3
- Eliminación del modo cooperativo
Ficha
- Desarrollo: DICE
- Distribución: Electronic Arts
- Lanzamiento: 31/10/2013
- Idioma: Español
- Precio: 64,95 €
Faustino Fernández says
Gran análisis Carles, la verdad que coincido contigo en el modo campaña. Menudo despropósito, madre mía.
Carles says
Gracias compañero. Francamente, la campaña es de las peores que he tenido la desgracia de jugar (incluso la de Homefront o la del primer Medal of Honor de Danger Close son mejores). Por suerte el multi sigue siendo delicioso, para mi de lo mejor que hay actualmente en el panorama online.
Dani says
Bravo por el análisis y por la sinceridad del redactor